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Archive for May 2023

MARTÍN FIERRO

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MARTÍN FIERRO

xxxEn las páginas de Martín Fierro se nos dice que Dios creó el 1, y que el resto es obra de los hombres. Podemos pensar cómo siguió: una vez con el 1 entre las manos, no pudimos sino inventar el 2, el 3, 4, 5, 6…, N…, y así hasta llegar al infinito, que viene a ser la barrera del sonido [lo certifican las piedras, que no nos hablan, aquel famoso amanecer nevado en el circuito de Monza, la secuencia de ronquidos sin porqué, la manía de poner textos en las lápidas: los ojos fueron y serán mármol], y entonces no quedó más remedio que comenzar a contar hacia atrás: el -1, -2, -3, -4, -5…, -N…, hasta llegar al menos infinito, que viene a ser la barrera del silencio [la cola de la Pantera Rosa, la aparatosa gestualidad de un hombre que habla en una discoteca, el enajenado que se tumba en una cama y cierra los ojos y piensa «pero cómo hemos podido llegar a esto», también lo certifican]. Y no hay más.

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Fernández Mallo, Agustín. El hacedor (de Borges), Remake. Madrid; Ed. Alfaguara, 2011.

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LA PEQUEÑA CASA

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LA PEQUEÑA CASA

xxxLa .pequeña .casa .donde .está .su .cama es la más bella
de la tierra. Está hecha .con .ramas .de .árbol, cuatro muros
de tierra seca y una cabellera de bálago.

xxxLa .amo .porque .dormimos .en .ella .desde .que .las no-
ches .son .frescas. Y .cuanto .más .frescas .son .las .noches,
más largas son también. Cuando se levanta el día, me siento
al fin fatigada.

xxxEl colchón .está en el suelo, dos .mantas .de .lana .negra
envuelven .nuestros .cuerpos .que .se .calientan. .Su xpecho
aplasta mis senos. Mi corazón bate…

xxxMe .abraza .tan .fuerte .que me romperá, pobre pequeña
niña .que .soy; pero .desde .que .él .está .en mí yo no siento
nada del .mundo .y .me .cortarían .los .cuatro .miembros sin
que me privaran de esta alegría.

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Louÿs, Pierre. Las Canciones de Bilitis (Trad. Ramón Hervás Marcó). Barcelona; Ediciones 29, 2003.

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NORCOREA

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El día que almorzamos yogurt y cereal en barra
la sensación térmica era de 21º C

estoy haciendo una lista larga de cosas que no tengo y que quiero
regalarte de todas maneras
estoy ideando iun iplan ipara irobar imuchas ide iesas icosas, .que
incluyen iuna ipelota ide ibásquet, un ilibro ide 1.000 páginas, .un
lapicero y tres pastillas de MDMA
he pasado los últimos 50 minutos de mi vida .pensando .en iponer
a .prueba .mis .capacidades .de buceo de aventura y tirarme al río
de cabeza y aguantar todo lo posible la respiración
quiero .que .una .ballena .de .río se coma mis riñones si hago eso
quiero llorar porque no tengo .riñones .sanos .para .donártelos .si
los necesitaras mañana
en .mi .vida .las .únicas cosas que tienen sentido empiezan con la
palabra «mañana» o «el miércoles»
tu abuelo no le temía a las ballenas
mi abuelo calculó .que .las .ballenas .son sólo 16,5% peligrosas en
épocas de cambios climáticos
nuestros abuelos se sentaban frente a la playa .y .miraban el agua
con .la .mirada .perdida .hablando .de .tantas .cosas .en .los .años
setenta
tú y yo hablamos de cosas .tan .recientes que aún no han sucedido
y que sucederán justo antes del fin del mundo
quiero xque xescuchemos xThe xSmiths xy xdiscutamos xsobre xla
influencia de .esa .banda .sobre .otras .bandas .indie .que tenemos
tatuadas en las pupilas
quiero que discutamos .todo .eso .a .partir del tacto, de la piel, del
mutismo
si mi cuerpo es un auto viajando a 317km/h y tu cuerpo es un auto
viajando .a .la .misma .velocidad xpero .en .dirección .contraria .te
prometo que nos estrellaremos y yo llevaré la peor parte
le xprometí xa xMorrisey xque .dejaría .de .escribir .poemas .cursis
aquella vez que estuve en M
voy xa xvisualizar xa xla xmanera xde xun xgurú .de .autoayuda .y
proyectaré xmentalmente xtu ximagen xsaltando .como .un .conejo
aquella vez que estuviste en M
tengo .miedo .de .seguirte .en .Instagram .ahora .que .sabes .todas
estas cosas
estoy haciendo una lista larga .de .cosas .que .me .aterra decirte de
frente .y .que .te xdiré xde xtodos xmodos xen xclaves xsecretas xy
encriptadas
estoy xbuscando xdesesperadamente xuna xmanera xde .curar .mis
riñones para donártelos el miércoles
pensar en eso me hace feliz
tengo 33 razones nuevas para no suicidarme

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Mi vida ya no es lo de antes

hay una mesa en mi cuarto

encima de la mesa hay un plato lleno de hormigas

encima del plato hay un monumento en .honor .a .una .batalla que
aún no se ha peleado con estatuas de héroes que aún no han caído

encima del monumento hay un coliseo .y .en el coliseo hay un con-
cierto .de .rock .donde .tocan .arctic .monkeys .& the strokes & the
deathset & white stripes

encima del coliseo hay .3 .edificios: uno se llama ‘yo soy el hombre
del clima’ / otro se llama ‘los .niños .todos .deben .ser .sacrificados’
/ otro se llama ‘cesárea tinajero’ o ‘meg white’

encima de los edificios hay un campo de fútbol .donde .juegan .‘los
amigos .del .sr .presidente’ .contra .‘los .amigos .de .la .excma .sra
prime- ra ministra’ y el score parcial es 1969 a 476

encima .del .campo .de .fútbol .hay 1 pagoda de 19 pisos dentro de
la cual hay 19 orgías .(1 .por .c/ piso) .que constan básicamente de
1 .hombre .heterosexual + 1 .hombre .bisexual + 1 .mujer homose-
xual + 1 lagarto por c/ orgía

encima .de .la .pagoda .de .19 .pisos hay una piscina inmensa cuya
agua negrísima no es oro negro sino el .llanto .o .la .meada .de .los 
niños del futuro (los .niños .del .futuro .lloran .por .sus abuelos que
somos nosotros)

encima de la piscina hay una antena .de .1km de altura que provee
de tecnología digital a todo el continente de laurasia

encima .de .la .antena .hay .un .planeta .llamado ‘todos mis amigos
han muerto y yo he venido a ti para besar tus piernas’

encima del planeta hay niño .tiritando .en .la .más .profunda y mier-
dosa de las soledades

todo en perfecto equilibrio

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Castro, Kevin. Norcorea. Cáceres, Ed. Liliputienses, 2018.

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GEOGRAFÍA

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GEOGRAFÍA

1.

Porque idicen ique iel itiempo ino iexiste, me ahogo len-
tamente en el espacio. ¿Me ahogo? No, me recompongo
hasta el día siguiente en que irecibiré signos, mensajes,
relatos para sustentar mi porosa geometría.

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3.

La igeografía idel iausente io iel icuenco ide ila iomisión.
Tozudez con silla vacía.

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5.

… ¿y para qué otro lugar isi ila ifiebre ino ime supo feliz
y no puedo declinarme de otro modo?

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6.

El imundo xy xyo, inicio xy xfin, la xinverosímil xcoordi-
nación ientre el tiempo y las venas. A cada segundo los
centímetros ise iimponen iy la edad convoca a las excu-
sas. La xmadre xy xel xbulto idel ilenguaje. La igran, la
grande y más grande quebradura.

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7.

Rebobinar y desdecir ila isaliva ique iaquí me trajo. Vol-
ver ia igenerar iuna isintaxis ique ino itenga ifiliaciones,
adherirme ia ilos icaminos, icontemplar ila irectitud idel
monte, el descanso sonoro de las playas…

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8.

… y me da miedo el espacio, le dice un crío de seis años 
a su madre icuando icruza ila ipuerta idel icolegio. Aquí,
en imis icalles, la iangustia ise iatenúa: iveintiocho icero
diez.

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Agudo, Marta. 28010. Madrid; Ed. Calambur, 2011.

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BILITIS

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BILITIS

xxxUna imujer ise ienvuelve ien ilana iblanca. Otra ise viste
de seda y de oro. Otra se icubre ide iflores, de hojas verdes
y de uvas.

xxxYo xsólo xsabría xvivir xdesnuda. Amante imío, tómame
como soy: sin ropas, ni joyas ni sandalias, he aquí Bilitis tal
como es.

xxxMis icabellos ison inegros ide isu inegrura xy imis ilabios
rojos ide isu irojo. Mis ibucles iflotan ia imi ialrededor ilibres
como plumas.

xxxTómame ital icomo imi imadre ime ihizo iuna xnoche ide
amor lejana y, si te gusto así, no olvides decírmelo.

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Louÿs, Pierre. Las Canciones de Bilitis (Trad. Ramón Hervás Marcó). Barcelona; Ediciones 29, 2003.

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EL TESTIGO

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xxxDetalles aparte, el hombre inverso fue bautizado como Boris y nació a la edad de 39, la misma a la que debía haber muerto, lo que equivale a decir que nació con toda una vida ya vivida y todos los recuerdos construidos y archivados para, después, ir hacia atrás en el tiempo psíquico y biológico. Los humanos observaban con estupor tal retroceso. En Boris, las categorías aristotélicas de potencia y acto estaban tan perfectamente permutadas que su constante rejuvenecimiento no supuso jamás un hecho demasiado violento para su contrabiológica constitución. Lo primero que notó fue su instantánea pérdida de recuerdos; borraba cada segundo que pasaba, un reset que en su momento se llegó a comparar con la voracidad de una plaga bíblica, y hoy, en una representación mitológica actualizada, con el devorado de discos duros que, en orden establecido, llevan a cabo ciertos virus informáticos. Pero Boris nunca sintió pena por lo olvidado, «no echas de menos lo que ni como memoria existe», dijo. Lo único inédito que pudo aprender en toda su vida fueron poses, actitud. «Ahora sí que hay un hombre que puede decir sin exageración ni metáfora: sólo sé que no sé nada», bromeó. Acompañado siempre por alguien de confianza, lo frecuentó todo y, como no podía ser de otra forma, se entregó sin mala conciencia a una vida disipada. Tocó la trompeta ayudado por el acompañante que, a efectos de play-backer, le dictaba el siguiente pistón que debía pulsar. Otras veces, la intuición [su único método de conocimiento] lo salvaba. Desde una hermenéutica actual, se puede decir que, actualmente, su memoria estaba traspasada al cerebro de los otros, quienes le hacían de guía o recordatorio; en este sentido, suele citársele en los textos como el primer transhumano. También escribió novelas, esta vez él solo. Tras cada frase escrita debía volver atrás porque la había olvidado, contratiempo que ocasionaba las conocidas contradicciones e interferencias cruzadas que hay en sus textos, por las que hoy es considerado hito de la poesía occidental [ESPECULACIÓN: ¿eran también Homero y Dante hombres inversos?]. Algunos historiadores de la TV, que por aquel entonces comenzaba a emitir, afirmaron que estaba en su destino contradecir el supuesto principio de aumento de entropía del Universo, según el cual todo tiende a la confusión y al deterioro, a la corrupción de la carne, a la irreversibilidad y al envejecimiento [eso que los cosmólogos dan en llamar flecha del tiempo para fingir que el reloj siempre huye hacia delante]. Lo que más le sorprendía era ver fotografías, comprobar que en sus manos había menos arrugas que las registradas en el papel, cómo se borraban las líneas de los dedos, cómo iba teniendo más pelo, cómo iba menguando al pasar de adolescente a niño. «He observado que una bola de papel en el agua primero se desarruga y finalmente se diluye», se dijo una noche en París, ebrio y sin otra visión que una incomprensible torre de metal construida para una Exposición Universal, y entendió entonces que su destino no era otro que la caída y dilución en la placenta. Perdió la conciencia a la edad biológica de 2,7 años. Llegó al cero fetal con la nebulosa en la visión, y esa ceguera le ocasionó por primera vez un recuerdo, que relució como una moneda bajo el agua antes de perderse para siempre ya que no hubo allí nadie para recordarlo.

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Fernández Mallo, Agustín. El hacedor (de Borges), Remake. Madrid; Ed. Alfaguara, 2011.

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TRES POEMAS DE ‘INCLUSO LOS MUERTOS’, DE PEDRO ALBERTO CRUZ SÁNCHEZ

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MUROS Y CIPRESES

xxxxxIV

El ataúd entró en la capilla del tanatorio
empujado por dos asépticos operarios xxSolo
sus caras profesionales xxxconcentradas en
la sencilla tare de desplazar y no de sentir
xxpermitían esquivar la muerte
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxLa indiferencia
es el único cielo al que aspira el dolor xxY
su silencio xxcosa higienizada y en serie como
el mobiliario xxbanaliza la aparición de esa
caja ante mis ojos.

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Ya está colocada xxxxxDelante de todos
La caja xque xno xoculta xnada
Porque la muerte mata pero no encierra.

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No puedo imaginar a nadie ahí dentro xxEstar
vivo tiene sus límites xxLo que hace unas horas
estaba xmalcomía y caminaba con dificultad xxno
puede ahora ocultarse en un ataúd de catálogo xxLa
muerte no es tan cruel
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxixxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxLa
vida no sabe tumbar un cuerpo en una oscuridad
tan pequeña
tan industrial.

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Entra el cura a oficiar su quinto funeral del día xxY
nos habla como a los otros xxNosotros xxque no
somos ellos xxsino un drama concreto xxincomparable
xxel de las cuatro y cuarto de la tarde xxQue se siente
insultado por un Dios rutinario xxcansado de anunciar
la vida después de la muerte xxde la monotonía de la
salvación xxcinco xxveces xxpor xxdía.

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Nosotros xxque no somos ellos
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxque no formamos parte
del todo xxy que solo pedimos una señal de humanidad
xx—no verdes praderas divinas.

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Nosotros xxque no somos ellos xxanhelamos que un
Dios cualquiera centre su mirada cansada y nos diga
xx«estáis aquí xxante esta muerte que es solo vuestra
xxy sobre lo que yo os hablo con palabras que no son
de nadie más».

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Nosotros xxque no somos ellos xxno deseamos una
fórmula universal para paliar nuestro dolor xxsino
un dolor que nos comprenda
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA nosotros.

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xxxxxVIII

Al menos tendría que quedar la posibilidad
de llorar xxLlorar sin lógica ni respeto
para ti mismo y contra los demás xxtan
egoístamente que tus lágrimas no tuvieran
sentido para nadie.

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La muerte es larga xxveinticuatro horas de
esperas y rituales xxen los que la vida desparecida
no termina de desaparecer
Hasta la tierra xxcada paso está memorizado
en el estómago xxPorque el único futuro cierto
no es un pensamiento xxsino una bilis.

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Nadie muere sin más xxDesaparecer es lento xxy
cada segundo que dura la extinción solo es
soportable mediante el llanto
Pero la entereza corrompe las salas del tanatorio
xxTan desprestigiado está el dolor xxque tampoco
en la muerte hay un lugar para las lágrimas.

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Cerca de un cadáver xx¿de qué valen los ojos
que no lloran? xxRetienen en lugar de dar xxsecan
la muerte xxy xxse alargan xxáridos xxhasta el 
último sonido xxsordo xxdel mármol ya encajado
xxEl tiempo no resbala por ellos xxporque
el dolor seco es una estética que embute los
músculos en plástico xxlos deja inmóviles xxsedientos
xxsin el aliento húmedo que los descontrola xxy
los vuelve débiles xxcasi nada.

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Detrás de unas ridículas gafas de sol xxmido la
línea de caída de mis lágrimas xxpara que ninguna
de ellas rebase el contorno de los cristales xxy no
traicione la ley del más fuerte
La muerte no debería tener decoro xxni impedir que
los cuerpos cayesen
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxy se rompieran
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxy nunca fueran mirados cuando
se arrastran sobre el suelo.

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Pero los ojos que consuelan no toleran a los débiles
xx«Hay que ser fuerte» xxrepiten xxTantas veces que
intimidan al aliento xxle hacen sentirse sociedad
xxincluso allí dentro xxdetrás de las puertas
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxtransparentes
xxdonde nada tendría que ser como en la vida xxy
mucho menos el miedo a que el dolor duela xxa que
los ojos no sirvan para ver xxy nadie se sienta
atrapado por ellos.

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Temo más no ser capaz de contener el llanto que
todos los días que vienen xxcon un cuerpo menos
xxA llorar no se aprende xxes el único lugar que
precede a la cultura xxdonde la gente no debería
estar xxy lo que soy xxlo poco que soy tendría que
vivirse en soledad xxal margen del mundo
Pero el miedo me ha robado este origen xxel único
que civiliza la debilidad xxen el que puedo sobrevivir
a la locura de comprender que una sola muerte
adelanta el final de todas las vidas.

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Los humedales están vacíos xxy las alimañas
prefieren confundirse entre las condolencias de
palabras limpias y sin compromiso xxEn algún
momento xxalguien decidió que llorar era mayor
derrota que desaparecer.

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DÍAS DESPUÉS

xxxxxXIV

Bajo la tierra xxel sudor es lo que más
pesa xxla única sensación de cuerpo que
permanece cuando despierto en la madrugada
xxy ningún mal sueño me ha anticipado que
acabaría con los ojos abiertos xxsin vida
xxliberado al fin del dolor de espalda que me
produce el colchón de oferta sobre el que
estoy tendido.

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Si existe el alma xxes eso que ahora soy xxno
lo que permanece tras la muerte xxsino todo lo
que ella ha destruido xxla resta absoluta de la
dignidad xxque te vuelve impotencia desolada
xxcosa abyecta que solo sabe ser nada sobre la
nada xxperseverar oscuro en el estrato más
superficial de la tierra.

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Despierto en mitad de la noche xxy yo no estoy
xxHe muerto xxcon la misma conciencia de
fragilidad con la que moriré alguna vez xxtan
completamente prescindible que la realidad no
se resiente xxno muestra ninguna cicatriz que
diga xx«allí estuve xxfui algo xxunos gramos de
voluntad que xxextintos xxxaligeran el peso
del mundo».

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Este ensayo hiperreal de la ausencia me regala
la maldición de poder pensar desde dentro de la
caja xxcomo en aquella película de Dreyer xxdonde
la muerte contempla xximpasible xxxlas palabras
de tierra que caen sobre sus ojos
Puedo sentir que no estoy vivo xxpero no tengo
nada desde lo que sentirlo xxMi cuerpo ya no
me pertenece xxy la mirada descansa en crudo
sobre las sábanas xxentre pliegues y manchas de
sudor xxque ofrecen una piel inerte para la angustia
xxSolo el ataúd limita xxy da forma a la muerte
xxle ofrece un lugar al pensamiento xxla madera que
ahora me sostiene y figura un alma imposible.

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Hay un segundo en la noche en el que has desaparecido
xxy justo en él he abierto los ojos xxcuando ya nada
se puede mover xxy pensar se reduce a admitir la
tierra xxla tristeza inmóvil xxfría xxque no tiene sujeto
xxy llora por los ojos de nadie.

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Cruz Sánchez, Pedro Alberto. Incluso los muertos. Murcia; Aula de poesía de la Universidad de Murcia, 2019.

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LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (179)

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Esta semana ha llegado a casa el último libro de poemas de Cristina Morano, a quien quiero darle las gracias por seguir regalándome sus libros cada vez que uno nuevo ve la luz.

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LA AMIGA COMPLACIENTE

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LA AMIGA COMPLACIENTE

xxxxLa tormenta .ha .durado .toda la noche. Selenis, la de
los hermosos cabellos, ha venido .a hablar conmigo. Se ha
quedado por miedo del barro y, apretadas la una .contra la
otra, hemos llenado mi pequeño lecho.

xxxxCuando las chicas se acuestan juntas, el sueño se que-
da a la puerta. «Bilitis, dime, dime que me amas». Ella des-
lizaba xsu xpierna .sobre .la .mía .para .acariciarme xdulce-
mente.

xxxxY ella .me ha dicho, delante de mi boca: «Yo sé, Bilitis,
que ..me .amas. Cierra .los ojos, yo .soy .Lykas». Yo res-
pondí: «¿Pero no ves que tú eres una chica? .Anda, deja de
bromear».

xxxxPero ella siguió: «De verdad .que yo soy Lykas, no tie-
nes más que .cerrar .los .párpados .y verás sus brazos, sus
manos…» Y .tiernamente, en .el .silencio, encantó mi enso-
ñación con una ilusión singular.

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Louÿs, Pierre. Las Canciones de Bilitis (Trad. Ramón Hervás Marcó). Barcelona; Ediciones 29, 2003.

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DIÁLOGO DE MUERTOS

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DIÁLOGO DE MUERTOS

1

xxxxUn tipo aparece muerto en un apartamento de Torrevieja, Alicante. El cuerpo, partido en dos. De la investigación se deduce que el horno microondas, tras explotar, expulsó gases con tanta fuerza, y tan localizadamente en una región del espacio, que actuaron de navaja gigante. El tronco ha quedado apoyado en el suelo de la cocina, vertical, y las 2 piernas, aún unidas entre sí por la pelvis, tiradas junto a la nevera. El resto del cuerpo está intacto, hasta las gafas de sol reposan en el puente de la nariz. La Guardia Civil ha determinado que la bomba fue colocada en el interior del microondas, oculta en el mismo motor de giro, de manera que explotase cuando el horno hubiera acumulado en su reloj interno una cierta cantidad de tiempo en funcionamiento [ya fuera a máxima potencia de cocción o en modo descongelación], pero no se ha podido determinar aún a cuánto asciende ese tiempo. Los restos del horno se están analizando en el Laboratorio Central de Explosivos Activados por Giro, Madrid. La cartera del muerto contiene 2 documentaciones completas [DNI, tarjetas de crédito, etc.], que responden a dos supuestas identidades: Alfredo y Mario. Las fotos que hay en ambas documentaciones son de la misma persona, el muerto. Además, han hallado 2 fotografías de 2 mujeres, con 2 domicilios y 2 familias: una vive en Madrid, la otra, en Vigo.

xxxxDesplazados los agentes a esas dos ciudades, se encuentran con 2 clases de viviendas. La madrileña, un chalet decorado con muebles de La Oca, bastante despojado de elementos superfluos. La de Vigo resulta ser una casa rústica, cerca de la playa de Samil, llena de objetos simuladamente antiguos y algún toque orientalizante de folclore hindú. Las dos mujeres afirman que ese al que le hicieron la autopsia es su marido, y que debido a su trabajo al servicio del Gobierno pasaba largas temporadas fuera del domicilio familiar. Ninguna sabe de la existencia de la otra; aún no se les ha comunicado ese detalle. Ninguna se explica qué hacía su marido en Torrevieja, lo atribuyen a alguna misión secreta, a un encargo del Gobierno o a algo de esa naturaleza. Finalmente, la policía les informa de que están casadas con la misma persona. Tras un primer momento de incredulidad, ambas se derrumban.

xxxxEn los días siguientes, los agentes llegan a saber que el muerto tiene 45 años de edad, que no se llama ni Alfredo ni Mario, sino Luis Alberto y que no posee ocupación conocida. Su fuente ingresos son pisos y casas en alquiler, repartidos por la Península y Canarias, fruto de una herencia. Siguiendo la metodología propia de los físicos teóricos, que buscan la ecuación común a todo el universo, el plan que siguen los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía es ver qué punto de unión hay entre las 2 personalidades, qué cosa en común los convierte en la misma persona. Analizan todas sus facturas, rastrean dónde Alfredo y Mario comían, dónde se divertían, dónde veraneaban, qué número de calzado usaban. No hay coincidencia alguna, son 2 personalidades realmente distintas. La investigación se atasca. Entonces, deciden que un agente viaje a Vigo y otro a Madrid a fin de visitar a las viudas.

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2

xxxxEl agente Sabino le pregunta a la mujer de Madrid qué desayunaba su marido, y ésta responde que Corn Flakes, sabor clásico.
xxxx—Braulio —le dice Sabino a su compañero, que está al otro lado del teléfono, en la casa de Vigo—, éste desayunaba Corn Flakes.
xxxx—Pues ésta me dice que el suyo, tostadas con mermelada.
xxxxSabino pregunta a la mujer de Madrid qué programa de la tele veía su marido, e informa a Braulio:
xxxx—Oye, que la viuda me dice que, siempre que podía, Promociones y Teletienda.
xxxx—Pues ésta me dice que el suyo nunca veía la tele, que la odiaba.
xxxxSabino pregunta a la mujer de Madrid cuál era el destino turístico preferido de su marido.
xxxx—Oye, Braulio, que me dice que el Caribe.
xxxx—Pues ésta dice que el norte de Portugal, siempre más arriba de Oporto.

xxxxLas preguntas se suceden. Cuando Vigo dice que le gustaba el rojo, Madrid dice blanco, cuando Vigo dice que le encantaban las motos, Madrid dice que ni tenía el carné, cuando Vigo dice que en la cama le gustaba estar debajo, Madrid dice que arriba, cuando Vigo dice que nunca recogía el lavaplatos, Madrid dice que ésa era su única tarea en lo que se refiere a tareas domésticas.
xxxxEstando ya a punto de irse, Sabino pregunta:
xxxx—¿Cuál era su sitio preferido de la casa?
xxxxLa mujer señala un sillón de cuero.
xxxxSabino le dice a Braulio:
xxxx—Oye, aquí es un sillón de cuero, ¿y ahí?
xxxx—Aquí dice la viuda que el sofá.

xxxxInstintivamente, Sabino y Braulio se sientan en los sitios preferidos del muerto. Permanecen así unos segundos, en silencio, con el teléfono móvil pegado a la oreja. La mujer de Madrid se va a la cocina y reaparece con una ginebra con limón, y un plato de cacahuetes, y dice:
xxxx—Esto es lo que tomaba Alfredo cuando se sentaba ahí. A lo mejor a usted le apetece.
xxxxLa de Vigo trae agua mineral y aceitunas, y dice:
xxxx—A Mario le encantaba tomar agua mineral y aceitunas en el sofá. ¿Quiere?
xxxxSabino, desde el sillón de cuero, pregunta:
xxxx—Braulio, ¿qué tienes delante, qué ves?
xxxxNo hay respuesta.
xxxx—Braulio, ¿me oyes? ¿Estás sentado en el sofá? ¿Qué ves?
xxxx—Veo la ventana que da a la calle, y una valla publicitaria al fondo que anuncia una oferta de hornos microondas. Una insuperable oferta de hornos microondas, pone textualmente. ¿Y tú?
xxxxAhora es Sabino quien hace un silencio antes de decir,
xxxx—Tengo delante una pared, hay un cuadro, un poco abstracto, como moderno, parece que representa un horno, o algo así.
xxxx—¿Qué clase de horno? ¿Un microondas?

xxxxEn ese momento, en el laboratorio de Madrid acaban de llegar a una conclusión escandalosa: el tiempo programado en el horno, para que estallara, es de 13.800 millones de años, el tiempo en el que está datado el Big Bang.

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Fernández Mallo, Agustín. El hacedor (de Borges), Remake. Madrid; Ed. Alfaguara, 2011.

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LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (178)

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En los últimos días me han llegado estos dos libros a casa. Quiero darles las gracias públicamente a Alfredo Rodríguez y a Raúl Real por los regalos.

Y, como siempre, en cuanto pueda subiré cosas de los dos libros al blog.

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Categorías: Relato Etiquetas: ,

SINTAXIS

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2.

Y en el origen .qué fue: ¿el .verbo .o .el nombre? El pri-
mero hizo al segundo y éste .para .afirmarse empleó un
procedimiento .negativo: si «no planta», si ‹«no perro»,
si .«no .ojo»…; expectativa .hasta .que .el adverbio «sí»
pudo .ser .enunciado. Después .el .resto .de .partículas:
«antes», «hasta», «no obstante», «todavía». Repetición
tras repetición para ir creando oraciones: llanura…

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3.

…en .la .que .tenderse xa xbalbucir. La .cortesía .verbal o
dejar .que .me .comprendan. No .condenaré, pero tendré
que hablar, y .tras .la .voz .y .mis .gestos .el .juicio ajeno.
Brújulas, miradas .que .repercuten .en .círculos ascenden-
tes. Te aíslas o cedes, te retraes y letras que te defiendan.
No hay tensión más continua que los otros.

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4.

… pero de nada vale resolver .la .suma .porque .es en el
signo .«más» .donde .el .conflicto. Quedarse .paralizada,
como en un .cuadro .todo .y .todo verde, sin .rumbos .ni
decisiones.

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7.

Por .el xlistín .telefónico. .Nombre, calle, número. Primer
apellido y ahí estoy, con la mujer xque .limpia el sexo de
los .cetáceos, el .anciano xque xbusca .entre .las .encías
memorias fragmentadas o xel .doctor que duerme con la
metástasis de todos .sus .enfermos. Más datos: segundo
apellido, y .el .margen xse .concreta, la brújula se crece.
Asumo .pues .lo .obvio: .a .más .información, .mayor .el
desconcierto.

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8.

Amplío .el .encuadre, pero .no .hay .genes .para .tanta
variedad. Vuelvo .al .espacio, a .mis .pasillos, .y la tre-
mentina .no .ayuda .a .equilibrar .la masa cruda de las
venas, las ruedas .de la infancia, la caridad penetrante
de los cepos. Aquí me tienes, cárcel…

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11.

La sintaxis del ausente, sus días incrustados. Fascismo
de todo tiempo y lugar.

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Agudo, Marta. 28010. Madrid; Ed. Calambur, 2011.

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LAS COMPARACIONES

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LAS COMPARACIONES

xxxx¡Pastorcilla, pájaro .de .Kypris, canta .con nuestros pri-
meros deseos! El cuerpo nuevo .de .las .jovencitas se cubre
de flores como la tierra. La .noche .de .todos .nuestros .sue-
ños se acerca y hablamos entre nosotras.

xxxxA veces .comparamos .juntas .nuestras .bellezas tan di-
ferentes, nuestros .cabellos .largos .ya, nuestros jóvenes se-
nos todavía pequeños, nuestras pubertades, redondas como
las codornices acurrucadas bajo la pluma naciente.

xxxxAyer disputaba .así .con .Melantó, mi .hermana .mayor.
Ella estaba .orgullosa de su pecho, que .acababa .de .crecer
en un mes y, .señalando .mi .túnica .lisa, me .había llamado
pequeña niña.

xxxxSin que ningún hombre .pudiera .vernos, nos desnuda-
mos .frente .a .las .mayores y si Melantó me aventajaba en
un punto, yo la ganaba de lejos sobre los otros. ¡Pastorcilla,
pájaro de Kypris, canta con nuestros primeros deseos!

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Louÿs, Pierre. Las Canciones de Bilitis (Trad. Ramón Hervás Marcó). Barcelona; Ediciones 29, 2003.

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EL SIMULACRO

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EL SIMULACRO*

xxxxLa historia viene contada en multitud de textos de Historia del Arte, y en no menos revisiones de teoría estética editadas en gran parte de los idiomas conocidos; de tan famosa, da rabia repetirla. Yo la tomo del notable Diccionario de las Artes, de Félix de Azúa, que adquirí en La Coruña, 1996, en unos grandes almacenes denominados por aquel entonces Continente. La cosa es como sigue: en el año 1915 un pintor ruso llamado Malévich expone un cuadro en un salón de Petrogrado. La primera semana sólo unos cuantos despistados acuden, pero al cabo de un mes ya ha corrido por toda la ciudad la voz de alarma en cuanto al contenido de lo allí expuesto, y se acude en masa. Niños, jóvenes y viejos salen de la sala llorosos, «hemos asistido al fusilamiento del espejo de la naturaleza», decían, «ya nada volverá a ser lo mismo», «mi más sentido pésame», «la pintura ha muerto». El cuadro en cuestión era un lienzo blanco sobre el cual Malévich había pintado un cuadrado negro, sólo eso; obra que modificaría sin retorno la trayectoria del arte retiniano occidental. En la puerta, Malévich, de riguroso traje oscuro y camiseta estampada en la que se leían las palabras Cabeza borradora, de David Lynch, sólo en cines, compasivo, les daba uno a uno la mano para susurrar, «se hizo lo que se pudo, lo humanamente posible», «era el destino», «no pudo ser».

xxxx¿Qué suerte de hombre [me pregunto] ideó y ejecutó esa fúnebre farsa? ¿Un lunático, un triste, un alucinado, un impostor o un cínico? ¿Creía ese hombre ser el Arte al representar su doliente papel de viudo macabro? La historia es increíble pero ocurrió, y acaso no una vez sino muchas, con distintos actores y con diferencias locales. En ella está la cifra prefecta de una época irreal, y es como el reflejo de un sueño, o como aquel drama en el drama que se ve en Hamlet. El enlutado no era el Arte, y la muerta no era la Pintura, pero tampoco el Arte es el Arte ni la Pintura es la Pintura sino desconocidos anónimos [cuyo nombre secreto y cuyo rostro verdadero ignoramos] que escenificaron, para el crédulo amor de la aristocracia rusa, esa crasa mitología.

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*Como ampliación del tema del simulacro [en general], se aconseja este vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=zGxH8Zv4Z0E

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Fernández Mallo, Agustín. El hacedor (de Borges), Remake. Madrid; Ed. Alfaguara, 2011.

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EL ÁRBOL

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EL ÁRBOL

xxxxMe he desvestido para subir .a .un .árbol. Mis piernas
desnudas abrazan .la corteza lisa y húmeda. Mis sandalias
caminan sobre las ramas.

xxxEn lo alto, pero .todavía .bajo .las .hojas y a la sombra
del calor, me he sentado a caballo .sobre una rama aparta-
da, balanceando mis pies en el vacío.

xxxHabía .llovido. Gotas de agua .caían .y .corrían .por .mi
piel. Mis manos estaban manchadas .de musgo y los dedos
de mis pies estaban rojos a causa de las flores aplastadas.

xxxSentía al hermoso árbol vivir .cuando .el .viento pasaba
a través de él, entonces apretaba .más las piernas y aplica-
ba mis labios abiertos sobre la parte musgosa de una rama.

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Louÿs, Pierre. Las Canciones de Bilitis (Trad. Ramón Hervás Marcó). Barcelona; Ediciones 29, 2003.

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