Archivo

Archive for septiembre 2022

LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (155)

septiembre 30, 2022 Deja un comentario

Quiero darle las gracias públicamente a Mikel Izal por habernos invitado a M y a mí al concierto de la gira de despedida que IZAL dio ayer en Murcia.
La puesta en escena es la mejor que hemos visto en mucho tiempo. Y el repaso que le dan a los discos que han editado nos pareció la mejor de las posibles.
Muchísimas gracias por el concierto de ayer que la lluvia convirtió en épico.

.

.

.

Categorías: Música Etiquetas: , ,

‘EXTRANJERO EN LA TIERRA’, DE JOSÉ MARÍA CAMPOS

septiembre 29, 2022 Deja un comentario

.

VESTIDO DE AIRE

Sus doce años
quisieran
escapar como un soplo.
Como un soplo
escondido
en el viento de Poniente.

Viento y soplo
fundidos
en el mismo vuelo,
en el mismo abrazo.

No tendría que esperar
el descuido
de los camioneros.

Vestido de aire,
no verán su partida,
no verán su llegada.

.

.

.

.

.

HERMANO MUERTO

A la altura del humo
llegaba su lamento.

Con la fuerza del llanto
encendía fuego en las hogueras.

Su dolor, como fiebre de incendio,
debajo de los hígados.

Su hermano estaba muerto,
amortajado de algas y de arena.

.

.

.

.

.

MERECIDAMENTE

Merecidamente canta,
bebe merecidamente.
Acalla penas
y espanta sinsabores.
Se ejercita
para ponerse
en pie
mañana.

.

.

.

.

.

FIESTA

Se huele a hierbabuena
y chocolate;
a té de tres sabores
y a gacela;
a menta y a sudor.
Es fiesta
en la pequeña habitación
superpoblada.

.

.

.

.

.

SU VESTIDO ES DE FUERZA

Su vestido es de fuerza,
su rostro de sonrisa.
Nadie dijera
que anida un universo
de tristeza.

.

.

.

.

.

NEGRA

Le dijeron negra
con música de insulto.
Ella elevó el cuello
y convirtió su cuerpo
en todo un monumento.

.

.

.

.

.

LAS MANOS SOBRE SU BOCA

Las manos sobre su boca
para evitar el grito
que en las entrañas
le desgarra las tripas.

Debe ponerle trabas
al grito que le brota
desesperado, tenso,
sanguinolento,
encharcado de dolor plomizo.

Lo teje entre sus dedos
y lo prende en la tela de araña
que pende de la viga podrida.
¡Y gritan las arañas!

Queda el grito en suspiro,
en un suspiro herido.
Su cansado corazón
sigue latiendo
en el rincón oscuro,
donde oculta
su presencia furtiva.

Acaba de matar,
de crimen necesario,
a pesar suyo,
la única riqueza
de su vientre vivo.

En la primitiva belleza
de sus ojos hastiados
reverbera un destello
de descalza esperanza.

.

.

.

.

.

ESTOS OJOS LO VIERON

Estos ojos lo vieron
y lo cuentan.
¿Qué come
cada día
cuando en la tienda
sólo compra un plátano?
La tendera
quería venderle
dos.
Él,
no tenía
para pagar
el peso
de tanto
despilfarro.
¿Latía
su corazón
o era
su estómago?

Estos ojos lo vieron…
¡Qué desatino
entre tanto derroche!
…y lo cuentan.

Salió a la calle
con el pecho
henchido;
su dignidad
salvada;
su mirada
era un reto;
su andar
una denuncia.

Estos ojos lo vieron
y lo cuentan
para propia
vergüenza.

.

.

.

.

.

LAS FATIGAS DE AYER

Las fatigas de ayer
hoy se potencian.

Dejó casa, mujer,
hijos y herencia
para pasar de la pobreza
a la indigencia.

.

.

.

.

Campoas, José María. Extranjero en la tierra. Cartagena; Edición del autor, 2003.

.

ELLAS

septiembre 28, 2022 Deja un comentario

.

ELLAS

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxTodas íbamos a ser reinas…
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxGabriela Mistral

Posiblemente se acaben de levantar y oigan a lo lejos un olor a pájaros dormidos. Posiblemente todo lo que era el mundo, hierba y galaxia, aún es sueño. Saben planchar, posiblemente dan de comer a hijos que no son suyos. Vuelven insignificantes a la vida, regresan al suburbio donde pensaron algún día no estar solas, ser As de Corazones entre las manos de crupier del sábado. Quitan el polvo a libros que jamás leerán, cambian las sábanas del catre donde se amaron otros. Nadie sabe qué dios de las pequeñas cosas aún les hacen sonreír en las fotografías. Caminan hacia el metro, beatrices de Dante, julietas, lisas marias di noldo gherardini. Sobreviven sin culpa, ávidas, fervientes, despreciadas. Posiblemente odian, posiblemente sueñan.

.

.

.

.

Mestre, Juan Carlos. La casa roja. Madrid; Ed. Calambur, 2008.

.

LA TIERRA NOS AGOBIA

septiembre 27, 2022 Deja un comentario

.

UNIÓN

Ya conoce la viga
xxxde la que ha de colgarse,
y el barranco matriz
xxxen que han de caer sus cenizas.

Le dice a ella:
—Ojalá te ahorres la soga
xxxy te juntes conmigo.

Le dice ella:
—La unión de las cenizas en un valle
xxxno ve salir el sol.

.

.

.

.

.

LOS OJOS QUE LLORABAN ESTRELLAS FUGACES

Enamorado de la tiña de una muchacha
que vive en una casa sin cristales.

El día que llegues a eso,
Ícaro envidiará tus alas, Apolo tu voz, Fausto
comerá de tu plato.

.

.

.

.

.

PUNTOS DE HECHO SOBRE LOS QUE VERSA LA PRUEBA (QUE ARDA LA BIBLIOTECA)

De vuelta a la ciudad tras un año en el campo, su biblioteca no estaba en orden.

Ella le había ido llevando al campo los libros que él le pedía.

Al desnichar los volúmenes, habían surgido huecos, a veces delgados, a veces ostensibles.

La invasión secular del polvo se había completado.

Los volúmenes no estaban más amarillos (su ausencia los había mantenido en penumbra) pero recordaba ahora que estaban amarillos.

Lo que antes se amurallaba en el suelo, había tomado las mesas. Las antaño tiesas ringleras se abrían como acordeones.

Umbilical, fronterizo, el pasillo le llevó al cuarto de ella.

Repasó sus libros, las estanterías vencidas, el archivo despintado, las gafas que descansaban sobre un libro abierto

como sobre un salmón abierto.

Aun divididos en habitaciones, creyó que los libros de ambos eran un todo. «Todo lo uniremos, excepto los libros», era una vieja idea.

Los de ella, escritos en un alfabeto que él no podía descifrar.

Los suyos, que a ella no le interesaban lo más mínimo, frívolos, mezclaban varias lenguas enfermas.

Encontró también sus poemas, que ella prefería no leer, que ella nunca deseaba leer, en la mesilla.

No eran exactamente una lectura de cabecera, sino una ausencia de cabecera, como una horquilla olvidada.

El volumen no estaba muy leído, pero carecía de la virginidad rasposa de lo intacto.

(Poesía, eres homeopatía,
Bustrófedon, are tu reja ambidextra
el barbecho del sí, el barbecho del no.)

Los vecinos de al lado, los vecinos de abajo, dejaban oír su estancia en la tierra, muy poco pascalianamente. Sentían el infinito en un perro, en un periodista de la tele.

La nevera padecía gigantismo. Las sartenes raquitismo.

Donde no había celulosa, había más color: verdes, un azul-manantial.

Vieira da Silva seguía en la pared componiendo rojos, negros, marrones. El tapiz iraquí seguía en la pared componiendo rojos, negros, marrones.

Lo que allí vio tenía la naturaleza doble de Hermafrodito, si bien de un Hermafrodito disléxico.

Se asomó al balcón: la casa era el centro de una catacumba. Vio las covachas amarillentas, la floreciente lepra del aluminio, las ratas que circulaban nerviosas, con reflejos vidriados, deponiendo su grasa, haciendo sonar sus cláxones.

Contra toda costumbre, el hígado aventuró un dorremí.

Contra toda costumbre, el dátil llenó la boca, un arroyo limpió la garganta.

Leyó en los huecos de los libros como en el cielo, como en los posos el café.

«Amor mío —dijeron los dos al unísono—, démonos un largo beso sabático, la poesía y la ciencia pueden esperar».

.

.

.

.

.

PAÍS

Dos mujeres hablan
en una esquina
a la luz rosada del mundo menor.

Huele a paño gris, a perro
callejero.
Huele a monda de mandarina.

Hablan y escrutan
la lluvia inminente, la lluvia
de esquejes
del corazón del cielo.

Percuten en sus vibráfonos.
Ponen de pie sus ataúdes
en la esquina de un mundo vaciado.

El frío destaza la carne,
el viento la hace serrín.

La plaza halla muerte
de futbolín abandonado.

Ambas llevan gafas.
Una inquiere con ojos de pan.
La otra con ojos de vino.

Dos mastines hablan
con la glotis fría
de su pastor.

Dos cuerpos jóvenes
follan
a la luz de una vela.

Pan duro
y vino en los ojos.

Bailan montes en la pared.

Los sordos lamen los ojos de los ciegos.

Ella es tabardo.

Amor de hiato, amor de simetría.

.

.

.

.

.

VIDA DE AL-MAARRI -extractos-

Es la paternidad un crimen.
Lo cometió mi padre.
No yo.

.

xxxxx*

.

El Que Envía
y el enviado

dos pobres inteligencias

.

xxxxx*

.

El mundo es una tumba
Le das todo Nada
devuelve
Siquiera oyes La lápida al
cerrarse

.

xxxxx*

.

/ un templo
y un burdel

la misma cosa

/ el laconismo
el mutismo

son grandes predicadores

/ el viernes
el sábado
el domingo

los tres
balbucean

.

xxxxx*

.

Tantos afirman
mirar a Dios
a la cara.
Nada saben de Dios:
Dios mora
en la pata alzada
de un perro.

.

xxxxx*

.

Todos los hombres muertos son mis hermanos.

.

.

.

.

.

INHUMACIÓN

Podría esconder tus cenizas en la nevera,
entre los tarros de mostaza y de chutney.
O bebérmelas, como hacían
los antiguos.

Son dos declaraciones
de amor eterno.

.

.

.

.

Gimeno, Jorge. La tierra nos agobia. Valencia; Ed. PreTextos, 2011.

.

CAVALO MORTO

septiembre 25, 2022 Deja un comentario

.

CAVALO MORTO

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA Úrsula y Antonio Pereira

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo. Un poema de Lèdo Ivo es una luciérnaga que busca una moneda perdida. Cada moneda perdida es una golondrina de espaldas, posada sobre la luz de un pararrayos. Dentro de un pararrayos hay un bullicio de abejas prehistóricas alrededor de una sandía. En Cavalo Morto las sandías son mujeres semidormidas que tienen en medio del corazón el ruido de un manojo de llaves.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo. Lèdo Ivo es un hombre viejo que vive en Brasil y sale en las antologías con cara de loco. En Cavalo Morto los locos tienen alas de mosca y vuelven a guardar en su caja las cerillas quemadas como si fuesen palabras rozadas por el resplandor de otro mundo. Otro mundo es el fondo de un vaso, un lugar donde lo recto tiene forma de herradura y hay una sola calle forrada con tela de gabardina.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo. Un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo es un río que madruga para ir a fabricar el agua de las lágrimas, pequeñas mentiras de lluvia heridas por una púa de acacia. En Cavalo Morto los aviones atan con cintas de vapor el cielo como si las nubes fuesen un regalo de Navidad y los felices y los infelices suben directamente a los hipódromos eternos por la escalerilla del anillador de gaviotas.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo. Un poema de Lèdo Ivo es el amante de un reloj de sol que abandona de puntillas los hostales de la mañana siguiente. La mañana siguiente es lo que iban a decirse aquellos que nunca llegaron a encontrarse, los que aun así se amaron y salen del brazo con la brisa del anochecer a celebrar el cumpleaños de los árboles y escriben partituras para el timbre de las bicicletas.

Cavalo Morto es un lugar que existe en un poema de Lèdo Ivo. Lèdo Ivo es una escuela llena de pinzones y un timonel que canta en el platillo de leche. Lèdo Ivo es un enfermero que venda las olas y enciende con su beso las bombillas de los barcos. En Cavalo Morto todas las cosas perfectas pertenecen a otro, como pertenece la tuerca de las estrellas marinas al saqueador de las cabezas sonámbulas y el cartero de las rosas del domingo a la coronita de luz de las empleadas domésticas.

Cavalo Morto es un poema que existe en un poema de Lèdo Ivo. En Cavalo Morto cuando muere un caballo se llama a Lèdo Ivo para que lo resucite, cuando muere un evangelista se llama a Lèdo Ivo para que lo resucite, cuando muere Lèdo Ivo llaman al sastre de las mariposas para que lo resucite. Háganme caso, los recuerdos hermosos son fugaces como las ardillas, cada amor que termina es un cementerio de abrazos y Cavalo Morto es un lugar que no existe.

.

.

.

.

Mestre, Juan Carlos. La casa roja. Madrid; Ed. Calambur, 2008.

.

NADA EXTRAORDINARIO

septiembre 23, 2022 Deja un comentario

.

UNA BOTELLA DE VINO A LAS DOS DE LA MADRUGADA

Se escuchó el lloriqueo de unas llaves,
como cuando alguien vuelve tarde a casa,
pero después no sucedió nada.
Tal vez, afuera, la noche se quitó sus perlas
y se tumbó boca arriba en una plaza,
mirando al cielo que empezaba a derramarse
fuera de la olla donde hervía el agua.

La plaza probablemente estaba desierta
a esas horas, o había uno o dos mendigos
intentando dormir envueltos en cartones.
El frío debía ser horrible y hermoso
a la vez, algo así como la letra de un médico
en una nota que certifica una enfermedad
de la que ya nunca podrás librarte.

Pero dentro de la casa todo estaba tranquilo
excepto por la oscuridad bulliciosa
de tus huesos chocando entre sí
cada vez que decidías recorrer el pasillo
tratando de encontrar la linde del bosque.

Justo desde donde se puede ver el anochecer
y el amanecer y todo está claro
como un avión que une los extremos del cielo,
haciendo mucho más pequeño y predecible el mundo.

.

.

.

.

.

OTROS SOLES MEJORES

Es terrible la soledad
de los coches aparcados en invierno.
El mar cuenta sus cosas
mientras la noche se llena de nada.

El maquillaje es un refugio, dices,
algo así como un parque para un niño.

Yo te digo que me gustan
los espacios vacíos, las plazas por ejemplo,
su inmensidad sin nadie,
y el aire cargado de algunas pinturas.

Poco a poco la noche nos sobrepasa.
El olor del mar se queda colgado
de la ropa. Y el sol sale,
sus pensamientos todavía desteñidos.

.

.

.

.

.

ALGO, UNAS PALABRAS

Los pinos oscuros, el colador de plata de la luna,
la tarde vino y la tarde se marchó.
El invierno se instala en las carrocerías de los coches,
en el desguace de ruidos de la casa,
en la vajilla sucia de los tejados y los puentes.
Alguien nos dijo que la noche es un caballo derrumbado,
su cuerpo enorme junto a una carretera centelleante.

No te cabe la luz en la lámpara encendida,
el barco que parte en la tormenta sin saber
si alcanzará puerto, el jardín que acaba sus colores
antes de morderse el labio la madrugada.
Miras el vulgar insomnio del televisor,
yo dormito recostado en el sofá mientras fuera,
en la vieja cabina telefónica, brillan algunas últimas palabras.
Y los pinos, más lejos, hablan sobre algo
que desde aquí no conseguimos entender.

.

.

.

.

Bello Sánchez, Juan. Nada extraordinario. Valencia; Ed. PreTextos, 2016.

.

LA CASA ROJA

septiembre 21, 2022 Deja un comentario

.

A LA MEMORIA DE JOSEPH

Tomé café con Brodsky en un bar del Gianicolo
Yo no sabía inglés, él no hablaba la lengua de Cervantes
Mecachis en la mar apenas nos pudimos entender
Él pidió un sándwich de huevo duro mientras reflexionaba
Sobre la claridad innata de las ruinas de Roma
Al menos eso deduje por el modo en que desenfundaba
Sus ideas como una navaja de afeitar en la cara de un niño
Los payasos están destruyendo el circo, me dijo
A mí me pareció de mal gusto hacerle alguna matización
Si yo fuera un prerrafaelista también me hubiera enamorado de Ofelia
Si yo fuera un licenciado en ciencias exactas habría reivindicado el cero
Tampoco hay que ponerse así por unas cuantas decapitaciones
Ambos sentíamos admiración por los polígamos
Sin embargo, nuestro temperamento flemático
Era lo más parecido a un buque de guerra
Y hasta las palomas se lo pensaban dos veces antes de acercarse
Iba para Ischia, no muy lejos de donde vivió Virgilio
Haciéndole honores a sus antecedentes de vago
Se fue poniendo rígido al barajar algunos nombres
Virutas de garlopa, lágrimas de quien pica cebolla
Cambiamos de chismorreo, hablamos de las abejas
Hablamos de los accidentes aéreos y la escritura cuneiforme
De las gallinas en el barco, caravaggios contra berninis
Un tipo estupendo, lo habían echado de un manicomio
Y a mí me echaron de la Academia unos días después

.

.

.

.

.

LOS APRENDICES

En el penal del Espíritu Santo están los amigos culpables de todo.
Abandonaron la escuela para entrar de aprendices en el taller de un mecánico.
He aquí lo que hicieron: hacían felices a las atrevidas y a las vergonzosas.
Algunas veces tenían razón, otras se equivocaban
y desaparecían del pueblo con muchachitas de ojos castaños.
Era digno de verlos cómo sin una pizca de maldad
le retorcían el pescuezo a quien se pasase de rosca.
A veces dormían en los vagones de mercancías,
a veces se acostaban con las mejillas de las veraneantes.
En el penal del Espíritu Santo están las manzanas caídas al suelo.
Nada en este mundo fue para ellos generoso,
a la velocidad de la luz su estrella se desvanecía en el cielo.
Regresaban silbando por las vías del ferrocarril
cuando les echaron el guante la noche del eclipse de luna.
Alguien había asaltado la gasolinera con una escopeta de cañones serrados,
alguien sin tener porque sí, alguien sin saber porque no.
He aquí lo que hicieron: hacían girar sobre un dedo la esfera terrestre,
era digno de verse cómo los querían los perros, las putillas, los niños.
En el penal del Espíritu Santo, pensando en chicas puntiagudas,
apuestan a la ruleta rusa, aunque sea domingo, los asustagallinas.

.

.

.

.

.

HISTORIA DE AMOR

Érase una vez un muchacho que vendía souvenirs en el puerto
Érase una jovencita que vivía en un colegio mayor
Por aquel entonces todos los días se parecían a la revolución de los claveles.
Cada dos calles el azar hacía esquina con la avenida de las sandalias chinas.

Por el modo en que ella miraba el mar parecía haber leído a Saint-John Perse
Asunto delicado haber leído tan joven al conde de los pájaros franceses
Asunto delicado tumbarse en la hierba con alguien que no ha leído a Whitman.

Las diferencias de clase no parecían insalvables
Así que se enamoraron como suelen enamorarse las chicas
De los muchachos que venden souvenirs en el puerto.

Por historias semejantes príncipes y mendigos pasaron a las enciclopedias:
Ella le regaló Las Iluminaciones
Él tuvo la delicadeza de dejarle bajo la almohada Una temporada en el infierno.

.

.

.

.

.

LO QUE LLEVA UN POETA EN LA MOCHILA

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA Jorge Riechmann

Lleva yogur para el camaleón
Las tijeras del equinoccio con que sí
Las tijeras del equinoccio con que no
Piedrecillas para el cementerio judío de la piedad
El bulbo del razonamiento
La Historia del Movimiento Obrero de las Hormigas
Una taza para el agua
La llave que abre el sueño de las muchachas dormidas
Los zapatos de Josephine Baker y la herradura de los ladrones
Lleva un puñado de tierra para la almohada
Y es la almohada
Un silbato para encender el brasero
Ruido de nueces para el instante de las semejanzas
Una aldea donde es feliz el calor
El pasadizo de estrellas hacia el rey del otoño
Un tintero para el himno de la desobediencia
Pan para el pan, eso lleva
Lleva la prosperidad de las repeticiones

.

.

.

.

.

PLAZA DEL ÁNGEL

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx(Octavio Paz)

en esta plaza los turistas alemanes beben cerveza
en esta plaza las mujeres cosían y cantaban con sus hijos
en esta plaza los dos se desnudaron y se amaron en el 36
en esta plaza hay un hotel llamado Victoria
en esta plaza está enterrado don Pedro Calderón
en esta plaza hay un bar donde nunca tocó Dizzy Gillespie
en esta plaza mean los desempleados
en esta plaza las ratas son blancas

.

.

.

.

.

CANCIÓN DEL AFTER-SHAVE

las te de mi vecí son tan boní como la primavé
en el rellano sus trenzas parecen el arco de dos violines
el portal se ilumina como una margarita en combinación cuando abre la puerta
la cerradura del cuarto derecha cruza los ojos cuando va a la compra
al pasar por el segundo izquierda las expectativas de su corazón saben a kétchup
para qué decir cuando regresa cargada con frasquitos de mermelada
cantan sus sandalias como nutrias en los escalones del eucalipto
las manzanas se quitan la ropa la música se lanza tras ella
ni mencionar la pinza de sus ojos los lápices de sus piernas
mi vecina está en llamas tiene los ojos azules como una tarjeta de crédito
no conozco a mi vecina tampoco sé dónde vive
mi vecina es la merienda del mundo
mi vecina está hecha a prueba de tontos

.

.

.

.

.

McSONET

Quién sabe si ya Virgilio comía espaghetis, simple curiosidad
Pound era compulsivo con la lasaña, Montale un adicto a la mortadela
para qué vamos a hablar de Neruda, casi acaba con el planeta
Borges se contentaba con un tazoncito de mala leche

de Saint-John Perse conocemos su debilidad por el pato lacado
Huidobro andaba con un par de vacas por el mundo, qué tío
Vallejo apenas con un saquito de choclos
Eliot adoraba la comida rápida lo que resolvía su falta de tiempo

Verlaine se podía pasar el día con un crepé de sirope
Pessoa almorzaba sardinhas, de eso no cabe ninguna duda,
San Juan Larrea y Gregori Corso eran espiritualmente vegetarianos

poetas de todas las condiciones se han comido a dios por los pies
Dante sigue calentando su sopa en el purgatorio
Góngora espolvorea Quevedo sobre los buñuelos de miel

.

.

.

.

.

¿QUÉ SERÍA DE LOS BURGUESES SI NO EXISTIESEN POETAS?

antes los poetas maldecían a los burgueses
los poetas malditos, los malditos poetas
la poesía ya no sirve a la felicidad de los burgueses
los pequeños burgueses detestan a los poetas oficinistas
cuentan las sílabas con los dedos, roban estilográficas

antes los poetas maldecían a los burgueses
ahora los burgueses maldicen a los poetas
su multiplicación contradice la teoría de Darwin
no aciertan a cuadrar los inventarios
dan negativo en todos los balances

su propia naturaleza los hace sucesivamente inmortales
unos sobreviven con préstamos, otros creen en la reencarnación
se camuflan de profesores, se infiltran en los sindicatos
en vez de preocuparse por zurcir la capa de ozono
se lustran los zapatos con el cepillo de limpiar los dientes

hasta cierto punto es normal que la burguesía se muestre decepcionada
imprimieron sus retratos a plumilla en los billetes de banco
ahora cortan las tartas de cumpleaños con el cuchillo de comer pescado
hablan como descosidos, agotan los talonarios al médico de cabecera

pero nada es lo que parece tras la república de las estrellas
y todo parece indicar que en el fondo aún les guardan cariño

.

.

.

.

.

LA CABEZA

Se me ha ido la cabeza
No soy el primero ni el último a quien de repente se le va la cabeza
Un día te levantas y no hay nadie sobre los hombros

La mayoría se aburren y marchan sin despedirse
No vuelven a acordarse de sus antiguos dueños
Las que regresan lo hacen a menudo desengañadas
Miran para otro lado como si aquí no hubiese pasado nada

Las oficinas de objetos perdidos están repletas de cabezas como la mía
Las guardan un tiempo, luego no se sabe qué hacen con ellas

No las iban a dejar allí para siempre

.

.

.

.

Mestre, Juan Carlos. La casa roja. Madrid; Ed. Calambur, 2008.

.

LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (154)

septiembre 20, 2022 Deja un comentario

.

Quiero agradecerle públicamente a Iván Onia que me haya enviado un ejemplar de Paseando a Míster O.

Ya saben, en cuanto pueda les muestro algo del libro.

.

Categorías: Poesía Etiquetas: ,

GLORY HOLE

septiembre 19, 2022 Deja un comentario

.

MANIFIESTO

Estampo mi firma
Clavando las manos
En el cemento fresco de la acera.

No es el paseo de la fama.
Son obras municipales improvisadas
Para arreglar,
Con extrema urgencia,
La tubería rota que ha dejado al barrio
Sin agua.

El cemento se secará
Y quedarán mis manos
Expuestas a todas las pisadas.

Cuando se registre otra incidencia
En la misma tubería
Harán añicos mi rúbrica
Para arreglar la nueva avería.
Y hasta aquí mi compromiso.

.

.

.

.

.

ANTÍPODAS

Como el hombre
Que cayó al pozo,
Y al tocar fondo
Se puso a cavar.

Quiso escapar.

Huir de la luz
Que entraba
Por el brocal
Para llegar a las antípodas.

Donde se encuentra el niño
Que se lleva los dedos
A la boca
Con las uñas llenas de tierra.

.

.

.

.

.

LAVABLE, PUNTA FINA, NO TÓXICO, DE LARGA DURACIÓN

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA Cris

¿En cuántas libretas, con cuántos colores
Pintabas momentos
Que no volverán?

.

.

.

.

.

RESILIENCIA

Las noches solo
Son más largas
Pero asustan mucho menos.

Cada pesadilla
En solitario
Se traga menos esperanzas.

Muros de agua.

Tumbado en la hierba
No oigo nada,
No hay ningún desafío.

Nadie pasa por aquí y
Mi cabeza
Está llena de tiempo.

.

.

.

.

.

PETULANTE BIGOTUDO

¿Nietzsche era filósofo
O pensador?
—Su hermana sospecha
Que era marica
Y esconde sus obras
Bajo el colchón.—
En el mercado
Una pescadilla se muerde la cola
Y discute con una clienta
Si el tiempo es cíclico
O lineal.
El pescadero,
Un bigotudo petulante,
Se abstiene de opinar.
«Aquí no queremos problemas.
Su cambio, señora.
Y no vuelva más.»

.

.

.

.

.

VACÍO EXISTENCIAL

Figuras de Marvel y DC
En las baldas atiborradas de libros,
Ropa y discos de vinilo
Llenan mi vacío existencial.

—De pie,
De cara a la pared,
Siento una mano bajar
De mi cuello a mi coxis
Alineando mis vértebras
Mientras se eleva
Mi centro de gravedad—

Un hombre,
Una mujer,
Una colección de atardeceres.
Dulces muy dulces.
Paseos a la orilla del canal.
Una postal
Con dos tetas enormes
Que reza:
«Welcome to Portugal»

Seguro como estoy
De que no hay nada en mí
Que a nadie le interese
Compro compulsivamente.

.

.

.

.

Garrido Clemente, Vicente. Glory hole. Madrid; Ed. Vitruvio, 2021.

.

HASTA LLEGAR AL ‘RETRATO DEL LISTO’

septiembre 17, 2022 Deja un comentario

.

EL ADEPTO

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxEnseguida estás, señal.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxJosé-Miguel Ullán

He leído durante toda la noche el Discurso sobre la dignidad del hombre de Pico de la Mirándola,
de él se deduce que el 14 de mayo de 1486 no existe,
que la primavera y la juventud son hijas de Marsilio Ficino,
que la belleza es por derecho mitológico esposa del trípode y el camaleón.

Acepto haber leído el destino en un vaso de agua seis mil años antes de la muerte de Platón,
acepto haber alimentado a un animal de uñas curvas,
acepto la influencia de los magos persas.
No tengo hijos, ¿acaso he cometido un crimen?
Tampoco tengo energías para la épica.
Confieso adorar descalzo el triángulo de la piedad que otros llaman cubo de Zoroastro,
confieso mi creencia en la teología del número 7 y la gestación de los donantes de calor,
confieso mi fe en Timeo de Locros astrónomo de lo diverso.

He leído durante toda la noche el árbol de la conjetura,
de sus frutos he traído a mi casa la escalera circular junto a la que Jacob tuvo un sueño
y el testimonio sobre la naturaleza celeste de todas las piedras.
Asumo haber prestado atención a lo que impide,
asumo la visitación del pródigo y la música de las esferas,
asumo no haber dejado escrito nada que no me haya sucedido en el futuro.

He leído durante toda la noche el Discurso sobre la dignidad del hombre,
de él se deduce la aritmética del mar y la Ley bajo la corteza de la encina,
de él se deduce el río de la ciencia y la golondrina de los caldeos,
de él se deduce la inexistencia de la muerte y la fecundidad de lo discutible.

.

.

.

.

.

ASAMBLEA

Queridos compañeros carpinteros y ebanistas,
les traigo el saludo solidario de los metafísicos.
También para nosotros la situación se ha hecho insostenible,
los afiliados se niegan a seguir pagando cuotas.
A partir de este momento la lírica no existe,
con el permiso de ustedes la poesía
ha decidido dar por terminadas sus funciones este invierno.
No lo tomen a mal,
pero aún quisiéramos pedirles una cosa,
mis viejos camaradas amigos de los árboles
acuérdense de nosotros cuando canten La Internacional.

.

.

.

.

.

K

Aquella mañana, después de un sueño reparador,
Gregorio Samsa despertó sobre su cama convertido en una adorable persona.
No era un sueño, así que aceptó lo ocurrido con la discreta sonrisa
que suele acompañar los designios de la felicidad y la complacencia.
Tal era el sereno convencimiento que le producía el nuevo estado
que su rostro no mostraba gesto alguno de extrañeza.
Se levantó no como de costumbre, sino con la rara normalidad
de quien, sin saberlo, se comporta del modo que la gente suele llamar manera correcta.
Intuitivamente se dirigió hacia el espejo del cuarto de baño
y al afeitarse por primera vez tampoco dio muestra alguna de sorpresa.
Abrió el grifo como hubiera hecho cualquier persona,
y extendiendo sus aún blanquecinas y arrugadas manos
sintió correr sobre su piel la delicadeza del agua.
Tenía sed desde la noche anterior, pero alguna poderosa razón
desde su otra e interminable existencia, le impedía en ese instante beber.

.

.

.

.

.

TA TUNG

Me enamoré de ti en el restaurante chino de la Plaza Mayor
Ese día bajo los dragones dorados
Tú eras todas las dinastías que ha tenido la Tierra
Tú eras el delta de los ríos y la cascada de los encantamientos
El curry que tiñe de sol el lazo de las servilletas
El día que me enamoré de ti comenzaba el año del gato
Y las nubes maullaban sobre los tejados
Celebrando la lluvia de estrellas y la cosecha de arroz
Demonios, al salir tiraste sin querer el buda de escayola
Y todos los buenos presagios se hicieron añicos
Nena, ya nada ha vuelto a ser como entonces
Cuando sabías a las bolitas de helado Familia Feliz
Y yo te acariciaba con palillos de bambú los brotes de primavera

.

.

.

.

.

CARPE DIEM

Cuando el amor se termina no queda nadie que traiga flores los sábados
Las botellas de Lambrusco dejan de hacer ¡plop!
Las deliciosas películas de arte y ensayo se vuelven aburridas
Nadie te regala calcetines por Pascua, nadie te pone el termómetro
Cuando un amor se termina dan las diez un cuarto de hora antes
Las estrellas comienzan a acumular un retraso considerable
Las gatas dejan plantado al párroco en los tejados
Las luces indirectas enfocan directamente los portarretratos
Cambias los muebles de sitio, ordenas la biblioteca
Aparece la lupa, encuentras los comprobantes de la tintorería
Las cajeras del supermercado te empiezan a sonreír de otra manera
Los cuervos marinos se vuelven palomas mensajeras
Se acabó el azúcar, echas mano del edulcorante
Te paran todos los taxis, vas derecho al motel de las metáforas
Tocan el timbre, el cartero te deja un certificado para la vecina
Llaman por teléfono, otra vez la noche se ha equivocado de número

.

.

.

.

.

QUO VADIS?

Me has leído las líneas de la mano pero sólo hasta la mitad
No sé cómo llegará mi imaginación hasta el apeadero siguiente
Debería llamar a un cerrajero para que me abriera el futuro
Tengo algunas inquietudes sentimentales pendientes de resolver
Inciertas emergencias intelectuales a la espera de trámite
Tiene que haber otra forma de sentarse a la mesa sin estar preocupado
Otras maneras de enamorarse sin andar a cuestas con el ángel gemelo
Da cierto vértigo ir in saber a dónde y vagar dando tumbos
Carecer de un pronóstico más fiable del tiempo
uno duda cuántas camisetas ha de meter en el equipaje
Qué partituras para mimarle los tímpanos a Gabriele D’Annunzio
O sea, Gaetano Rapagnetta, Principe di Montevenoso

.

.

.

.

.

RETRATO DEL LISTO

Yo diría que habla un poco más alto que los demás
Los demás somos casi siempre estúpidos
Y tenemos un hermano gemelo también estúpido
Si nos gustan las galletas es porque nos gustan las galletas
Si calentamos agua se nos derrama la leche
No hay manera de acertarle las quinielas a un listo
Se creen la nodriza de Mallarmé
Mientras uno hace un esfuerzo para explicarse
Él ya ha hecho el gesto de que no te está comprendiendo
A lo mejor es verdad y el listo no entiende tanto como parece
Un listo te pide cigarrillos y le das cigarrillos
Al mes siguiente te pide acciones en la Tabacalera
Cuando estás como siempre el listo está siempre mejor
No hay manera de quitarle la silla a un listo
Gracias a dios la mujer de un listo
No es tan lista como el mismísimo listo
Un listo no se come las uñas, se come el cerebro
El listo no lleva papeles en el bolsillo, lleva papiros
Yo diría que por eso habla un poco más alto que los demás

.

.

.

.

Mestre, Juan Carlos. La casa roja. Madrid; Ed. Calambur, 2008.

.

LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (153)

septiembre 16, 2022 Deja un comentario

A Ferran Exceso lo conocí hace años, cuando me lo presentó El Niño de la Hipoteca. Desde entonces, excepto en un par de ocasiones, nos hemos visto cada vez que ha venido. Ayer tuvo a bien volver a invitarme a verlo y fue una auténtica gozada. No solo tuvo el detalle de invitarme al concierto, si no que además me dio una copia del último disco que ha publicado con su banda, Exceso.
Gracias por todo, compadre.

.

.

.

.

.

Categorías: Música Etiquetas: ,

CERTAMEN JARA CARRILLO · PREMIOS 2003-2005

septiembre 15, 2022 Deja un comentario

.

DAVID ELOY RODRÍGUEZ Y JOSÉ MARÍA GÓMEZ VALERO

De ‘EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL MÓVIL’

TU CUERPO Y OTRO

Tu cuerpo es un texto de mariposas,
una colección de milagros,
un catálogo de mares por abrirse.
Tu desnudez, que tan sólo supongo,
es la excusa perfecta para escribir
una tesis sobre caricias.
Cuando te la propongo me espetas
que el nudismo lo practicas
o a solas o con tu novio.
El mundo lo hacemos áspero y absurdo,
te digo viendo tu cuerpo amordazado,
que se niega a hacer más ancho el mundo
y lo puebla de desigualdad y de injusticia:
tanta playa para un solo bañista.

.

.

.

AL CABO, EL MIEDO

Sucede que hablamos más
de las camareras
que con las camareras.

.

.

.

ELLA DIJO: ES TARDE.
Él dijo: no te preocupes,
la noche acabará cuando tú quieras.
Y la noche
se acabó.

.

.

.

DECLARACIÓN AMOROSA

Que no te quepa la menor duda:
si no fuese republicano
sería tu príncipe azul.

.

.

.

ESPIRITUALIDAD

Los ángeles existen.
Están en California.

.

.

.

ÍTACA

Cuando alcanzamos Ítaca,
Ítaca era un emporio multinacional.

.

.

.

EXISTENCIALISMO

Atila coincide con Sartre:
el infierno son los hunos.

.

.

.

DESCUBRIMIENTO DE UN CADÁVER

Está muerto, dijeron.
Y él, en silencio,
pensó lo mismo de ellos.

.

.

.

CONSEJO DE UN PERRO

No entierres el hueso
para rescatarlo mañana.
Te sabrá a tierra.

.

.

.

MOLINOS DE VIENTO

El loco era Rocinante.
El valeroso hidalgo
gritaba, todo el tiempo,
detente animal.

.

.

.

LO PEOR

Imagínate algo terrible.
Por ejemplo el fin del mundo.
Peor, imagínate
una huelga indefinida de bares.

.

.

.

LA NOCHE 1001

En la última noche a Sherezade
sólo se le ocurría un relato hiperbreve.
Realmente lamentó estar falta de inspiración.

.

.

.

.

.

RICARDO BERMEJO ÁLVAREZ

De ‘POEMAS PARA LELOS’

LÍRICA ANOREXIA

No
me
pa
re
ces
un
en
de
ca

la
bo

.

.

.

POÉTICA UNI VERSAL

Caer cada vez más bajo y nunca tocar fondo.

.

.

.

FE DEE RRATAS

En donde dice: el falo del jurado,
debe decir: el fallo. En la expresión
«al final se levan—ta», quitar guión
y añadir «acta» (que es lo levantado).

Donde reza: los miembros han follado,
conjúguese «fallar». En el renglón
siguiente, hay que añadir «satisfacción»
justo después de «han manifestado».

Léase «el acta», si figura «el acto».
Sean «las cinco», cuando diz «la hinco»;
y «mes de agosto», donde «más a gusto».

Y dese fe de lo que quede intacto,
después de corregir con tanto ahínco
y antes de que el teclado dé otro susto.

.

.

.

.

.

MANUEL LUQUE TAPIA

De ‘EL AMOR NO ES CONTEMPORÁNEO’

MI VECINA

Mi vecina, siempre va hecha un sol.

Hoy, cuando salió del piso,
vestía suéter rojo John Smit
sobre camisa blanca de seda Tapioca
a juego con una falda tableada Lacoste.

Zapatos de tacón de aguja Nilo en piel marrón,
también a juego con el bolso Johana
del mismo tono.

La perfecta arquitectura de sus piernas
lucía pantys Marie Claire ahumados
a juego también, cómo no, con su corazón.

Sus labios, sus ojos y su cara,
como toda ella,
perfectamente maquillados.

Y seguramente, no lo sé con certeza,
delicadamente perfumada a lo Marilyn Monroe,
con Chanel Número 5.

Pero hoy, como todos los días, salió sola.

Su marido, que al parecer no iba a juego,
anda con otra menos sofisticada.

.

.

.

.

VV.AA. Certamen Jara Carrillo. Premios 2003-2005. Alcantarilla; Ayto. de Alcantarilla, 2005.

.

UNA PÁGINA CON PERRO, UNA CITRONETA AZUL Y PAN DE AYER

septiembre 13, 2022 Deja un comentario

.

PÁGINA CON PERRO

Los carabineros detuvieron a mis amigos,
les ataron las manos a los raíles,
me obligaron como se obliga a un extranjero
a subir a un tren y abandonar la ciudad.

Mis amigos enfermaron en el silencio,
tuvieron visiones en las cercanías de lo sagrado.

No la herida del inocente,
no la cuerda del cazador de reptiles,
en mi pensamiento la crueldad tiene nombre.

Me llamaron judío,
perro judío,
comunista judío hijo de perro.

Este no es un asunto que se pueda solucionar con tres palabras,
porque para cada uno de nosotros
esas palabras tampoco significan lo mismo.

Yo he tenido un perro,
he hablado con él,
le he dado comida.

Para alguien que ha tenido un perro
la palabra perro es fiel como la palabra amigo,
hermosa como la palabra estrella,
necesaria como la palabra martillo.

.

.

.

.

.

LA CITRONETA AZUL

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA Amancio Prada

En una citroneta azul
haciendo sonar el claxon de la luna
voy de regreso al pueblo donde mis amigos
salen cada noche a esperar los ovnis.

Sueñan en el cielo las estrellas
y las fugaces sombras de las niñas muertas
elevan en los prados sus cometas
con recados para los platillos voladores.

Todo esto se podría decir de otra manera
si allá tras las cortinas del espacio
existiera el silabario, el colibrí, la esfera
del vagabundo aerolito de los pájaros.

Yo no espero otra luz que la tristeza
de quien regresa a una escuela abandonada
donde aletean todavía en la pizarra
las mariposas blancas de la melancolía.

.

.

.

.

.

PAN DE AYER

Por mi pueblo no pasa el Támesis ni el Rin
Nadie por aquí ha oído hablar de Heráclito
Y las casas natales se derrumban bajo la lluvia

Los pescadores regresan del río con las cestas vacías
El árbol que viste crecer de niño grita en el aserradero
Y las casas natales se derrumban bajo la lluvia

Los parroquianos discuten en la cantina sobre la redondez de la Tierra
Los vendedores ambulantes compran la lana de los colchones viejos
Y las casas natales se derrumban bajo la lluvia

Las madres siguen desgranando guisantes bajo las lápidas
Yo oiré las campanas en el centro del mundo
Mientras las casas natales se derrumban bajo la lluvia

.

.

.

.

Mestre, Juan Carlos. La casa roja. Madrid; Ed. Calambur, 2008.

.

METAPOÉTICA

septiembre 9, 2022 Deja un comentario

.

Metapoética

Ven, deja que desate tu melena;
bajo este cuerpo que muere cada vez
que advierte la lejanía de tus pasos
quiero verla esparcida entre las sábanas,
e imaginar que tú y que yo, que yo y que tú somos
dos mujeres sin nada que temer.

Corre, entra conmigo al cuarto,
en esta tarde al filo de las horas
quiero que compongamos juntas unos versos.

.

.

.

.

Sánchez-Saorín, María. Herederas. Madrid; Ed. Hiperión, 2022.

.

ESPINA, LINCE, CONFESIÓN E INSTRUCTIVO

septiembre 8, 2022 Deja un comentario

.

LAS ESPINAS DE LA MANDRÁGORA

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxOjos bellos los de la belleza
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxsi los tuviera.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxEduardo Milán

La noche antes del futuro, el trece de noviembre de mil novecientos uno, las estrellas fumaban Lucky Strike apoyadas en los miradores marinos. Bajo los párpados centelleaban linternas de piedra y en el horizonte flotaba una góndola con lágrimas de vaca. La mismísima muerte se quedó boquiabierta. Fíjate, Belleza, cómo se van a reír los del Departamento de Literatura Comparada cuando le requisen los cuadernos al espontáneo. Les falta levita a estos botones y las norias del aprendizaje prefieren el birrete a la raspa de espinas. Un creyente ha de demostrar de antemano sus dioses, del mismo modo que las transformaciones de un tábano merodean amigablemente la colina del camello. Qué haremos con el delirante, a qué cubeta arrojaremos las espuma impertinente del aprendiz. Se puede restaurar un himno con malaquita y ranúnculos, se puede obturar el agujero de salida de la oda eufórica, se puede achicar el agua mineral de las elegías. Pero un ojo que se ha dado la vuelta y marcha sin pagar mejor darlo por muerto. Si insistes en la desavenencia te cortan las manos, te ensartan la lengua. Para qué vamos a poner ejemplos: los niños mártires Justo y Pastor, los estructuralistas de la edad moderna en la Iglesia del Reciclaje. Primero te abrazan, luego se ensañan con el boxeador noqueado hasta el último round. Huelo las cátedras a cuarenta zancadas de platino iridiado, distingo su luto riguroso con las persianas bajadas. Preferible la Lírica y su batuta de gorjear cuando el mar se va de vacaciones y comienza el adoctrinamiento de los limpiabotas del corazón. En un poeta se da por supuesto un crítico, en un crítico se da por supuesto la Virgen María. Hasta los fisgones con sangre de loro pueden ganarse la vida como mentalistas. Está demostrado que escribir por mera gentileza es desde todo punto de luz innecesario. No hay que ser gerente de una compañía eléctrica para oscurecer más las cosas, han pasado cien años y seguimos igual, eligiendo Cardos de la Sabiduría para la Academia de los Nenúfares.

.

.

.

.

.

LINCE IBÉRICO

Por Júpiter, camaradas, algo debemos haber hecho mal para que la gente sensible se aburra ya de escucharnos. ¿O es que acaso deberíamos tirar confeti en los recitales? Se acabaron los buenos tiempos cuando éramos multitudinarios. Ahora hay que ser gladiadores para salir en televisión. Nos tildan de cachivaches. Hay tanto botarate suelto. Por cierto, bien poco se nos agradece tamaño esfuerzo platónico. Se ignora que somos los inmortales en su versión resumida. Quién recuerda tantos elogios y loas, aquellos atajos al infinito cada Miércoles de Ceniza. No creo que tengamos manía persecutoria, pero aseguran que las encuestas dan ganadores a los cantantes. Adiós para siempre a las becas, good bye a los lectorados. Fastidia ver a los ciclistas corriendo más que nosotros. Nos sobra bibliografía y como simples picapedreros bordamos los epitafios. Por simple delicadeza el Consejo de Ministros nos tendría que declarar una reserva estratégica. Oye tú, deberíamos callarnos si queremos llegar a viejos. Ya sabes que a estos sitios los cuatro gatos que vienen sólo lo hacen para criticar.

.

.

.

.

.

LA CONFESIÓN

Padre, sé que he prometido enmendarme, pero confieso que los ricos me siguen poniendo furioso y mi opinión sobre la timocracia es irrefutable a todas luces. Mi aprecio por los apellidos de buena familia es semejante al interés que demuestro ante un hueso de aceituna. Los nobles me dan patadas en las canillas aunque el merengue de las marquesas me hace la boca agua. Mi respeto por los títulos heráldicos es comparable al que siento por una boñiga del caballo de Troya. Preferible ser un camello ante el ojo de una aguja a tener asegurado el porvenir en Jauja. Comprenda que no es fácil pasar ante el vellocino de oro sin ponerse las botas de goma para cruzar el Éufrates. Tal vez sea un resentido de primera clase pero la comodidad no está reñida con el proletariado. Usted dirá si esto se puede arreglar con un par de alibabás y cuarenta jaculatorias. No lo olvide, su propina es mi sueldo.

.

.

.

.

.

INSTRUCTIVO PARA LLAMAR AL TELÉFONO MÓVIL DE LA ETERNIDAD

Pulse asterisco. Espere a oír el evangelio de estas rosas en la nada. Marque el cero seguido de eclipse con oxígeno. Aguarde a oír su confidencia en la catedral de las ballenas. Marque luego el siete. Diga la palabra grillo y oiga al grillo. La voz del espectáculo le preguntará qué quiere. Deletree lápida para comunicarse con Bernini. Medite despacio en lo despacio, hay desierto. Apriete almohadilla para que se tumbe agosto como león de circo. Tenemos todas las líneas ocupadas. Pero responda crepúsculo si busca una psicoanalista para lágrimas. Nada, no diga nada si solicita eternidad esbelta metro setenta caja de pino. Manténgase atento al aparato. Ya no hay rosas en la academia de las rosas. Hay un reloj floreciendo en cada tiesto, nubes en las uñas, hay fracaso. Gracias por su llamada, no cuelgue. Ponga su sombrero sobre la cama, le atenderemos en ningún momento.

.

.

.

.

Mestre, Juan Carlos. La casa roja. Madrid; Ed. Calambur, 2008.

.

Daftar Harga Mobil Bekas

Literatura, música y algún vicio más

El lenguaje de los puños

Literatura, música y algún vicio más

Hankover (Resaca)

Literatura, música y algún vicio más

PlanetaImaginario

Literatura, música y algún vicio más

El blog tardío de Elena Román

Literatura, música y algún vicio más

El blog de Ben Clark

Literatura, música y algún vicio más

DiazPimienta.com

Literatura, música y algún vicio más

El alma disponible

Literatura, música y algún vicio más

Vicente Luis Mora. Diario de Lecturas

Literatura, música y algún vicio más

Las ocasiones

Literatura, música y algún vicio más

AJUSTES Y OTRAS CUENTAS

Literatura, música y algún vicio más

RUA DOS ANJOS PRETOS

Blog de Ángel Gómez Espada

PERIFERIA ÜBER ALLES

Literatura, música y algún vicio más

PERROS EN LA PLAYA

Literatura, música y algún vicio más

Funámbulo Ciego

Literatura, música y algún vicio más

pequeña caja de tormentas

Literatura, música y algún vicio más

salón de los pasos perdidos

Literatura, música y algún vicio más

el interior del vértigo

Literatura, música y algún vicio más

Luna Miguel

Literatura, música y algún vicio más

VIA SOLE

Literatura, música y algún vicio más

El transbordador

Literatura, música y algún vicio más

naide

Literatura, música y algún vicio más

SOLIPSISTAS DEL MUNDO

Literatura, música y algún vicio más

MANUEL VILAS

Literatura, música y algún vicio más

El fin de las siestas

Literatura, música y algún vicio más

Escrito en el viento

Literatura, música y algún vicio más

un cántico cuántico

Literatura, música y algún vicio más

Peripatetismos2.0

Literatura, música y algún vicio más

Hache

Literatura, música y algún vicio más