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Archive for diciembre 2014

HACE 15 AÑOS

diciembre 28, 2014 Deja un comentario

Sí, hace quince años que me crucé por primera vez con Carlos Chaouen, así que hoy me voy a dar el gustazo de disfrutar de la grabación que hice de aquel concierto en el Libertad8.

 

Carlos Chaouen - Libertad 8

 

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JORGE LUIS BORGES

diciembre 19, 2014 Deja un comentario

Repasando hojas de hace años en las que iba apuntando poemas que me iban gustando, me he encontrado con estos poemas de Jorge Luis Borges.

 

María Kodama

 

AL HIJO

No soy yo quien te engendra. Son los muertos.
Son mi padre, su padre y sus mayores;
Son los que un largo dédalo de amores
Trazaron desde Adán y los desiertos
De Caín y Abel, en una aurora
Tan antigua que ya es mitología,
Y llegan, sangre y médula, a este día
Del porvenir, en que te engendro ahora.
Siento su multitud. Somos nosotros
Y, entre nosotros, tú y los venideros
Hijos que has de engendrar. Los postrimeros
Y los del rojo Adán. Soy esos otros,
También. La eternidad está en las cosas
Del tiempo, Que son formas presurosas.

 

 

 

 

EL LABERINTO

Zeus no podría desatar las redes
de piedra que me cercan. He olvidado
los hombres que antes fui; sigo el odiado
camino de monótonas paredes
que es mi destino. Rectas galerías
que se curvan en círculos secretos
al cabo de los años. Parapetos
que ha agrietado la usura de los días.
En el pálido polvo he descifrado
rastros que temo. El aire me ha traído
en las cóncavas tardes un bramido
o el eco de un bramido desolado.
Sé que en la sombra hay Otro, cuya suerte
es fatigar las largas soledades
que tejen y destejen este Hades
y ansiar mi sangre y devorar mi muerte.
Nos buscamos los dos. Ojalá fuera
éste el último día de la espera.

 

 

 

 

LAS COSAS

El bastón, las monedas, el llavero,
La dócil cerradura, las tardías
Notas que no leerán los pocos días
Que me quedan, los naipes y el tablero,
Un libro y en sus páginas la ajada
Violeta, monumento de una tarde
Sin duda inolvidable y ya olvidada,
El rojo espejo occidental en que arde
Una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
Limas, umbrales, atlas, copas, clavos,
Nos sirven como tácitos esclavos,
Ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
No sabrán nunca que nos hemos ido.

 

 

 

 

ON HIS BLINDNESS

Indigno de los astros y del ave
Que surca el hondo azul, ahora secreto,
De esas líneas que son el alfabeto
Que ordenan otros y del mármol grave
Cuyo dintel mis ya gastados ojos
Pierden en su penumbra, de las rosas
Invisibles y de las silenciosas
Multitudes de oros y de rojos
Soy, pero no de las Mil Noches y Una
Que abren mares y auroras en mi sombra
Ni de Walt Whitman, ese Adán que nombra
Las criaturas que son bajo la luna,
Ni de los blancos dones del olvido
Ni del amor que espero y que no pido.

 

 

 

 

AL COYOTE

Durante siglos la infinita arena
De los muchos desiertos ha sufrido
Tus pasos numerosos y tu aullido
De gris chacal o de insaciada hiena.
¿Durante siglos? Miento. Esa furtiva
Substancia, el tiempo, no te alcanza, lobo;
Tuyo es el puro ser, tuyo el arrobo,
Nuestra, la torpe vida sucesiva.
Fuiste un ladrido casi imaginario
En el confín de arena de Arizona
Donde todo es confín, donde se encona
Tu perdido ladrido solitario.
Símbolo de una noche que fue mía,
Sea tu vago espejo esta elegía.

 

 

 

 

EL SUICIDA

No quedará en la noche una estrella.
No quedará la noche.
Moriré y conmigo la suma
Del intolerable universo.
Borraré las pirámides, las medallas,
Los continentes y las caras.
Borraré la acumulación del pasado.
Haré polvo la historia, polvo el polvo.
Estoy mirando el último poniente.
Oigo el último pájaro.
Lego la nada a nadie.

 

 

 

 

LA VÍSPERA

Millares de partículas de arena,
Ríos que ignoran el reposo, nieve
Más delicada que una sombra, leve
Sombra de una hoja, la serena
Margen del mar, la momentánea espuma,
Los antiguos caminos del bisonte
Y de la flecha fiel, un horizonte
Y otro, los tabacales y la bruma,
La cumbre, los tranquilos minerales,
El Orinoco, el intrincado juego
Que urden la tierra, el agua, el aire, el fuego,
Las leguas de sumisos animales,
Apartarán tu mano de la mía,
Pero también la noche, el alba, el día…

 

 

 

 

UNA LLAVE EN EAST LANSING

Soy una pieza de limado acero.
Mi borde irregular no es arbitrario.
Duermo mi vago sueño en un armario
Que no veo, sujeta a mi llavero.
Hay una cerradura que me espera,
Una sola. La puerta es de forjado
Hierro y firme cristal. Del otro lado
Está la casa, oculta y verdadera.
Altos en la penumbra los desiertos
Espejos ven las noches y los días
Y las fotografías de los muertos
Y el tenue ayer de las fotografías.
Alguna vez empujaré la dura
Puerta y haré girar la cerradura.

 

 

 

 

A ESPAÑA

Más allá de los símbolos,
más allá de la pompa y la ceniza de los aniversarios,
más allá de la aberración del gramático
que ve en la historia del hidalgo
que soñaba ser don Quijote y al fin lo fue,
no una amistad y una alegría
sino un herbario de arcaísmos y un refranero,
estás, España silenciosa, en nosotros.
España del bisonte, que moriría
por el hierro o el rifle,
en las praderas del ocaso, en Montana,
España donde Ulises descendió a la Casa de Hades,
España del íbero, del celta, del cartaginés, y de Roma,
España de los duros visigodos,
de estirpe escandinava,
que deletrearon y olvidaron la escritura de Ulfilas,
pastor de pueblos,
España del Islam, de la cábala
y de la Noche Oscura del Alma,
España de los inquisidores,
que padecieron el destino de ser verdugos
y hubieran podido ser mártires,
España de la larga aventura
que descifró los mares y redujo crueles imperios
y que prosigue aquí, en Buenos Aires,
en este atardecer del mes de julio de 1964,
España de la otra guitarra, la desgarrada,
no la humilde, la nuestra,
España de los patios,
España de la piedra piadosa de catedrales y santuarios,
España de la hombría de bien y de la caudalosa amistad,
España del inútil coraje,
podemos profesar otros amores,
podemos olvidarte
como olvidamos nuestro propio pasado,
porque inseparablemente estás en nosotros,
en los íntimos hábitos de la sangre,
en los Acevedo y los Suárez de mi linaje,
España,
madre de ríos y de espadas y de multiplicadas generaciones,
incesante y fatal.

 

 

 

 

 

MAYO 20, 1928

Ahora es invulnerable como los dioses.
Nada en la tierra puede herirlo, ni el desamor de una mujer, ni la tisis, ni las ansiedades del verso, ni esa cosa blanca, la luna, que ya no tiene que fijar en palabras.
Camina lentamente bajo los tilos; mira las balaustradas y las puertas, no para recordarlas.
Ya sabe cuántas noches y cuántas mañanas le faltan.
Su voluntad le ha impuesto una disciplina precisa. Hará determinados actos, cruzará previstas esquinas, tocará un árbol o una reja, para que el porvenir sea tan irrevocable como el pasado.
Obra de esa manera para que el hecho que desea y que teme no sea otra cosa que el término final de una serie.
Camina por la calle 49; piensa que nunca atravesará tal o cual zaguán lateral.
Sin que lo sospecharan, se ha despedido ya de muchos amigos.
Piensa lo que nunca sabrá, si el día siguiente será un día de lluvia.
Se cruza con un conocido y le hace una broma. Sabe que este episodio será, durante algún tiempo, una anécdota.
Ahora es invulnerable como los muertos.
En la hora fijada, subirá por unos escalones de mármol. (Esto perdurará en la memoria de otros.)
Bajará al lavatorio; en el piso ajedrezado el agua borrará muy pronto la sangre. El espejo lo aguarda.
Se alisará el pelo, se ajustará el nudo de la corbata (siempre fue un poco dandy, como cuadra a un joven poeta) y tratará de imaginar que el otro, el del cristal, ejecuta los actos y que él, su doble, los repite. La mano no le temblará cuando ocurra el último. Dócilmente, mágicamente, ya habrá apoyado el arma contra la sien.
Así, lo creo, sucedieron las cosas.

 

 

 

 

INVOCACIÓN A JOYCE

Dispersos en dispersas capitales,
solitarios y muchos,
jugábamos a ser el primer Adán
que dio nombre a las cosas.
Por los vastos declives de la noche
que lindan con la aurora,
Buscamos (lo recuerdo aún) las palabras
de la luna, de la muerte, de la mañana
y de los otros hábitos del hombre.
Fuimos el imagismo, el cubismo,
los conventículos y sectas
que las crédulas universidades veneran.
Inventamos la falta de puntuación,
la omisión de mayúsculas,
las estrofas en forma de paloma
de los bibliotecarios de Alejandría.
Ceniza, la labor de nuestras manos
y un fuego ardiente nuestra fe.
Tú, mientras tanto, forjabas
en las ciudades del destierro,
en aquel destierro que fue
tu aborrecido y elegido instrumento,
el arma de tu arte,
erigías tus arduos laberintos,
infinitesimales e infinitos,
admirablemente mezquinos,
más populosos que la historia.
Habremos muerto sin haber divisado
la biforme fiera o la rosa
que son el centro de tu dédalo,
pero la memoria tiene sus talismanes,
sus ecos de Virgilio,
y así en las calles de la noche perduran
tus infiernos espléndidos,
tantas cadencias y metáforas tuyas,
los oros de tu sombra.
Qué importa nuestra cobardía si hay en la tierra
un solo hombre valiente,
qué importa la tristeza si hubo en el tiempo
alguien que se dijo feliz,
qué importa mi perdida generación,
ese vago espejo,
si tus libros la justifican.
Yo soy los otros. Yo soy todos aquellos
que ha rescatado tu obstinado rigor.
Soy los que no conoces y los que salvas.

 

 

 

 

Un solo hombre ha nacido, un solo hombre ha muerto en la tierra.
Afirmar lo contrario es mera estadística, es una adición imposible.
No menos imposible que sumar el olor de la lluvia y el sueño que antenoche soñaste.
Ese hombre es Ulises, Abel, Caín, el primer hombre que ordenó las constelaciones, el hombre que erigió la primer pirámide, el hombre que escribió los hexagramas del Libro de los Cambios, el forjador que grabó runas en la espada de Hengist, el arquero Einar Tambarskelver, Luis de León, el librero que engendró a Samuel Johnson, el jardinero de Voltaire, Darwin en la proa del Beagle, un judío en la cámara letal, con el tiempo, tú y yo.
Un solo hombre ha muerto en Ilión, en el Metauro, en Hastings, en Austerlitz, en Trafalgar, en Gettysburg.
Un solo hombre ha muerto en los hospitales, en barcos, en la ardua soledad, en la alcoba del hábito y del amor.
Un solo hombre ha mirado la vasta aurora.
Un solo hombre ha sentido en el paladar la frescura del agua, el sabor de las frutas y de la carne.
Hablo del único, del uno, del que siempre está solo.

Norman, Oklahoma.

 

 

 

 

LOS ECOS

Ultrajada la carne por la espada
De Hamlet muere un rey de Dinamarca
En su alcázar de piedra, que domina
El mar de sus piratas. La memoria
Y el olvido entretejen una fábula
De otro rey muerto y de su sombra. Saxo
Gramático recoge esa ceniza
En su Gesta Danorum. Unos siglos
Y el rey vuelve a morir en Dinamarca
Y al mismo tiempo, por curiosa magia,
En un tinglado de los arrabales
De Londres. Lo ha soñado William Shakespeare.
Eterna como el acto de la carne
O como los cristales de la aurora
O como las figuras de la luna
Es la muerte del rey. La soñó Shakespeare
Y seguirán soñándola los hombres
Y es uno de los hábitos del tiempo
Y un rito que ejecutan en la hora
Predestinada unas eternas formas.

 

 

 

 

LA ESPERA

Antes que suene el presuroso timbre
Y abran la puerta y entres, oh esperada
Por la ansiedad, el universo tiene
Que haber ejecutado una infinita
Serie de actos concretos. Nadie puede
Computar ese vértigo, la cifra
De lo que multiplican los espejos,
De sombras que se alargan y regresan,
De pasos que divergen y convergen.
La arena no sabría numerarlos.
(En mi pecho, el reloj de sangre mide
El temeroso tiempo de la espera.)

Antes que llegues,
Un monje tiene que soñar con un ancla,
Un tigre tiene que morir en Sumatra,
Nueve hombres tienen que morir en Borneo.

 

ALGO DE INVIERNO

diciembre 11, 2014 Deja un comentario

Isabel Bono 'Algo de invierno'

 

 

AHUYENTAMOS el miedo
descorriendo las cortinas
para que entre luz calor piedad

mientras esperamos
el infierno crece

 

 

 

 

 

EL DOLOR avanza

no voy a defenderme

no es la espera
tampoco será la huida

 

 

 

 

 

TU BOCA se abre
mis heridas se cierran

 

 

 

 

 

SE ACABARON las ganas
de llenarme la boca
con otras lenguas

para este amor
un idioma será suficiente

 

 

 

 

 

TE VEO llegar

las luces se encienden
comienza la noche

 

 

 

 

 

LOS DÍAS QUE ME QUEDAN

las veces sin final feliz
siguen boca arriba como una tortuga

ya no me dan tanto miedo

puestos a elegir, prefiero
las veces que te he esperado
y la vez que me dijiste que no

puestos a elegir, prefiero
liebres que pierdan todas las carreras
a este tropel de tortugas carnívoras
que me come por dentro

 

 

 

 

 

DESEO perderme
cada vez que abres la boca
o los brazos

 

 

 

 

 

DESEO decir no
como dicen las cigarras al invierno

deseo no hacerme preguntas
ni qué identidad me aprieta
ni a cuál desaloja

no deseo la verdad
sino una tregua

 

 

 

 

 

xxxxxxxxxxxxxxxxxxpara Héctor Márquez

EL GRIS del cielo
me ha recordado tus ojos

durante un segundo
he creído ver un rayo
y he pensado en ti
no en tus ojos

en ti
abriéndote paso
a través de la tormenta

 

 

 

 

 

A PESAR de las hojas
su cuerpo

los brazos
vacíos en sus ramas

el amor
por el invierno

 

 

 

 

 

PRIMERO el miedo

después, si no estás atento
la crueldad lo invade todo

 

 

 

 

 

NO NECESITO ser salvada
no dejaré que nadie me condene

 

 

 

 

 

NOS CONFUNDIMOS todo el tiempo
después no quedan fuerzas

 

 

 

 

 

IGUAL que se evaporan los charcos,
de la tristeza
sólo un cerco de polvo
en el suelo de tu corazón

 

 

 

 

 

EXTRAORDINARIO consuelo
tu tristeza

excusas y hogueras
la fiebre y el incendio

nunca estás tú

y tu cuerpo se disuelve
se convierte en gramática

 

 

 

 

 

ME HE CANSADO del frío

el sol no cura nada
tu boca tampoco

yo te quería

 

 

 

Bono, Isabel. Algo de invierno. Girona; Ed. Lúces de gálibo, 2011.

 

ANTROPOLOGÍA DEL FRACASO

El Manin presentaba ayer en Murcia su magnífica ‘Antropología del fracaso’.

 

Cartel Manin Zalaca

 

La nota de prensa que se distribuyó a los medios decía: «La primera vez que visitó Murcia lo hizo acompañando a ese músico que empieza a ser reconocido a nivel nacional y al que todos conocen como El Kanka para ganar las ‘Cantigas de mayo’ de Ceutí. Desde entonces, el ascenso de ambos ha sido imparable.
Pero este jueves podremos disfrutar del singular proyecto de El Manin, un percusionista que acaba de presentar su primer disco de canciones, un disco que lo emparenta con el propio Kanka, con Pedro Cillón o con el mismísimo Lichis. Con su ‘Antropología del fracaso‘, el Manin se torna crooner mitad castizo mitad andaluz para desgranar la realidad, con la fina ironía que le caracteriza, en un viaje musical que abarca desde el chotis hasta las bulerías.»

Pues exactamente eso fue lo que se pudo ver anoche, con un magnífico Manin acompañado de Álvaro Ruiz a la guitarra. E inenarrable la aparición de El Kanka y de Samuel Vidal para acompañar al Manin en un fin de fiesta inolvidable.

Aquí tienen algún recuerdo gráfico de la noche de ayer.

 

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LOS TIGRES DEVORAN POETAS POR AMOR

Ayer se presentó en la ciudad de Murcia el primer libro de la colección de poesía de la editorial Balduque, ‘Los tigres devoran poetas por amor’, de Alberto Soler.

Muchos esperamos larga andadura a esta editorial dirigida por José Alcaraz.

Aquí tiene algunas fotos de la presentación de ayer.

 

Presentación Alberto 1

Presentación Alberto 2

Presentación Alberto 3

Presentación Alberto 4

Presentación Alberto 5

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Y aquí tienen uno de los poemas del libro:

 

OUTBOOK POEM

INSTRUCCIONES:

1. Abre una ventana del navegador.

2. Busca en internet “Trailer Funny Games 1997”. Abre el vídeo. Si salta un anuncio, deja que pase hasta el principio del tráiler. Anula el sonido del vídeo. Mantenlo en pausa.

3. Abre una nueva pestaña.

4. Haz una nueva búsqueda: “Rocío Dúrcal Parabá papá”. Abre el vídeo. Si salta un anuncio, deja que termine y espera al comienzo del vídeo propiamente.

5. Cuando comience a sonar la canción de la Dúrcal vuelve rápidamente a la primera pestaña y pulsa Play. Recuerda que el tráiler de la película de Haneke debe estar silenciado.

6. Pantalla completa.

 

 

EN UN PAR DE DÍAS: EL MANIN, EN MURCIA

Como ya se puede comprobar en el centro de Murcia por los carteles repartidos por la zona, en un par de días estará El Manin en Murcia presentando su disco ‘Antropología del fracaso’.

 

Cartel concierto Manin

Cartel concierto Manin'

Cartel concierto Manin''

 

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