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MAÑANA, PRESENTACIÓN DE ‘POBRE TRIUNFADOR’ EN MURCIA
Mañana, Pedro Chillón estará presentando su nuevo disco, ‘Pobre triunfador’ en Murcia. Háganse el favor y vayan a verlo.
Aquí están los dos cartelitos que le he hecho para la ocasión.
PRESENTACIÓN DE ‘YO SOY EL POEMA DE LA TIERRA’ EN MURCIA
Este viernes se presenta en Murcia ‘Yo soy el poema de la Tierra’, selección de la poesía sobre naturaleza de Whitman. La recopilación, espléndidamente traducida por Eduardo Moga, incluye una introducción a cargo del propio Moga y un emotivo prólogo —»W.W., el poeta piel roja»— de Manuel Rivas.
En la presentación estaremos unos cuantos para leer poemas del libro en cuestión. ¿Se animan?
DE TODO CORAZÓN
A TU ALBEDRÍO
xxxxxen tus manos está:
xxxxxte presento, primero,
xxxxxuna mejilla,
yxxxxluego xxxxixxxla otra:
xxxxxpuedes besarme
oxxxxpuedes pegarme:
en tus manos está:
nadie, ni siquiera la lluvia, tiene unas manos tan pequeñas:
e. e. cummings
ECO
xxxxxChica tiene más hambre
xxxxxpero menos dientes:
xxxxxChica tiene menos vista
xxxxxpero más recuerdos:
xxxxxChica tiene 59 canas
xxxxxpero de su vientre ningún hijo:
xxxxxChica tiene también
xxxxxun espejo de mano
yxxxxotro de pared:
xxxxxpero ya no pregunta:
no tiene sentido golpear tu propio cadáver:
john fante:
González, David. De todo corazón. Logroño; Ediciones del 4 de agosto, 2016.
DESPUÉS DEL CONCIERTO DE RUBÉN POZO & LICHIS EN MURCIA
Lo de ayer fue una de esas cosas que aún no sé cómo agradecer.
Si siguen el blog, ya sabrán que hay entradas que titulo ‘Los regalos de los amigos’, pero es que lo de ayer sobrepasó los límites que yo utilizo para titular así esas entradas.
Yo he tenido la suerte de ver a Miguel Ángel Hernando con La Cabra Mecánica y en solitario. Lo había visto cuatro veces, y había podido hablar con él un par de ellas. Ayer le mandé un mensaje para preguntarle si nos podíamos ver hoy un rato y hablar, porque mi economía no me da para asistir a conciertos, y su respuesta fue: ‘tienes una invitación para venirte al concierto’. De verdad que aún no sé cómo agradecerle la invitación, ni lo bien que me lo pasé con él y con Rubén Pozo anoche.
Del concierto que dieron saqué dos cosas magníficas: la primera es que rescaté canciones del último disco de Lichis que no me habían gustado al escucharlas y, sin embargo, en directo me parecieron magníficas; y la segunda es que asistir al concierto me hizo interesarme por las canciones de Rubén.
Y aquí algunas fotos del concierto:
Y aquí, dos de los ocho vídeos que alguien grabó anoche en el concierto y que ha subido a Youtube:
ESTA NOCHE: RUBÉN POZO & LICHIS EN MURCIA
Esta noche estarán Rubén Pozo y Lichis en Murcia, dentro de la gira ‘Mesa para dos’. Si pueden, no se la pierdan.
EPÍLOGO PARA PUPITRES
EPÍLOGO PARA PUPITRES
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxSomeday my pain
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxSomeday my pain will mark you
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxHarness your blame
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxHarness your blame, walk through
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxBon Iver – The Wolves
xxxAnne Mendiburu ha aceptado tu solicitud de amistad. Ahora eres amigo de Anne Mendiburu. ¡Envía un mensaje para saludarla!
xxxLa primera vez que te vi fue a la salida de misa de doce. La última, a cuatro patas, arañando el suelo con los dientes. Y jadeabas. Y tu espalda se retorcía como el cuello de un cisne. Y resoplabas. Y tus uñas, de polvo acrílico, se destruían. Y decías: «Ah». Y decías: «Uff». Y decías, naturalmente: «Dime cosas sucias».
xxxDetrás, Gonzalo Montelongo, ¿recuerdas?, el puto Dinamito y su sonrisa de hereje, mecha en tu culo, con los ojos en blanco.
xxxVeo, por tu foto de perfil, que no has cambiado nada. Muy elegante lo del plátano. Bonito juego óptico. Me preocupa lo que queda fuera de campo, dentro de la garganta. ¿De verdad es el plátano entero?
xxxTal vez me recuerdes, me sentaba a tu lado en Historia del Arte, cuando intercambiábamos el aula con los de Ciencias Mixtas. ¿No? Es cierto. En C.O.U. Teníamos de profesor al Pumuki y el tipo de las arregló para que todos acabásemos el curso queriendo ser profesores de Arte. Aquella voz tan envolvente, el sonido metálico de las diapositivas al pasar, la penumbra, Botticelli, tus manos, Gauguin, Bernini, tus piernas, Franz Marc y sus caballos azules… en fin, no creo que olvide, jamás, aquellas clases. Ni yo, ni el puto Dinamito, claro, que desde el otro lado se ponía las botas bajo tu falda, sin prisas. Cómo pudisteis hacerme algo así. A quemarropa. No creo que ignorases lo que me hacías sentir.
xxx¿Acaso no recibiste aquella nota con esa canción que te escribí?
xxxDe tanto morderme la palabra
xxxpara no besarte
xxxme quedé mudo.
xxxPara después seguir tu boca como un mapa
xxxdeseando que mi lengua
xxxgeográfica
xxxy la Historia de tus labios,
xxxfueran una misma asignatura.
xxxClaro que la recibiste, te la dejé en la mochila, mientras tú preguntabas las dimensiones de aquel cuadro, el Matrimonio Arnolfini. «¿Tan pequeño?», dijiste, y te echaste a reír.
xxxAhora creo que tiene varios críos, un lémur de cola anillada como mascota, una foca por mujer, está gordo, calvo y trabaja en una inmobiliaria. Gonzalo, digo. Y te aseguro que yo no he sido.
xxxReconozco que durante años coqueteé con la idea de querer ser yo el último que lo viese con vida. Robarle los cordones a sus J’hayber Olympo —esos jodidos cordones extra largos, que se ataba a la pantorrilla como una sandalia romana. Y ahorcarle. Especialmente, cuando fanfarroneaba. «No sabes cómo la come Anne», decía. «Cualquiera diría que es vasca», decía. «No me imagino ninguna situación, por buena que sea, que no mejore con una mamada de Anne», decía.
xxxEn fin, te escribo para pedirte perdón por lo que voy a hacer. El caso es que tengo fotos. Fotos de aquella noche. Fotos de la fiesta en casa de los Montelongo. Fotos de la habitación. Fotos de tus rodillas, juntas, sobre el parqué. Fotos de cómo te atragantabas. Y las voy a publicar. Os etiquetaré a los dos y a todo el que fue a nuestro instituto, familiares, amigos, uno por uno, sin prisas. Y arruinaré vuestras vidas. Acaso por unos días. Pero así estaremos en paz. Espero que lo entiendas. Por mí no te preocupes, no me puede ir peor.
xxxEnviar xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxNo enviar
Torrero, Carlos. Lejos del champagne. Palma de Mallorca; Ed. Sloper, 2019.
LOS SEIS DEDOS DE UNA MANO
JOSÉ CARLOS VELÁZQUEZ
ZAPICO Y PALA
xxxxxxxxxxx«La trinchera avanzada es en la estepa un barco al abordaje
xxxxxxxxxxxcon gallardetes de hurras
xxxxxxxxxxxmediodías estallan en los ojos»
xxxxxxxxxxxxxxxxJorge Luis Borges
xxxxxxxxxxxA Felipe Zapico
xxxxx1
La mayoritaria pobreza
sufragando los vicios
de la opulenta minoría
(¿Será eso lo que llaman
el sufragio
universal?)
xxxxx2
xxxxxxxxxxxxxxxSi invocan al cielo, es para usurpar la tierra.
xxxxxxxxxxxxxxxRobespierre
ZÁs, PICO y pala,
pico y pala,
pico
y pala
construimos sus palacios
y excavamos
nuestras fosas.
Ni me gusta el cuento,
ni las cuentas me cuadran.
¡Que suba al cuadrilátero
Monsieur Robespierre!
xxxxx3
Anarquiasmo
Lo bueno
es que nosotros sabemos
que solo muertos
nos callarán.
Que también
lo saben ellos
es lo malo.
ANTONIO GÓMEZ
xxxxxII
Sin haberme abandonado
la vida reaparece,
resurgen las costumbres
y retorna mi destino incierto,
el que me mantiene en pie
atado a la luz
y las raíces de esta ruina.
Otra infancia
espera encubierta
detrás del horizonte.
RAIMON BLU
PRECAVIDO
No llueve
pero la hierba reverdece entre adoquines
los escolares guarnecen al sol sus feromonas
y en las escombreras vigoroso brota el estramonio.
Yo precavido
acopio toneladas de sal para desleír tu piel de nieve.
J. RICART
xxxxxxxxxxixxxxPOLIGRAFÍA
DE SU EMINENCIA EL CARDENAL BEMBO
xxxxxxxxxxxxxxVENECIA 1564
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx«Derrita el sol las atrevidas alas
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxque no podrá quitar al pensamiento
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxla gloria, con caer, de haber subido».
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxConde de Villamediana
Ponemos xgranos xde xsal xen xla .herida .de .la página, ámbar
transparente de los días pasados. Poco importa que la añoranza
sea .cierta .o .aprendida, .porque .la memoria es la elegía de la
ausencia. xA xpartir xde xcierta .edad .vivir se convierte en una
costumbre, .más .o .menos domesticada. El tiempo resbala por
las .manos .como .un .pez de invierno y las ideas caen lentas y
silenciosas .como .la .alopecia. .Las .cuerdas .de .tu .laúd están
hechas xcon xtripas xde un pájaro que ya no vuela. La raya del
horizonte inclina su trazado a pesar de los titubeos del cartabón
y .de .la .regla. El coral de tanta sed se ramifica en piedra. Toda
promesa .es .blanca xhasta xque xel xtiempo xla mancha .como
algodón en rama. .Enterramos los días detrás de los azogues en
un tiempo sin agujas, .sin .aguas, .ni .arenas, .en un silencio de
galeones hundidos xcon xtodo xsu xoro .y toda su plata. Arde el
fósforo xen xlos xhuesos .como si fueran fuegos fatuos, y en los
ríos sonámbulos suenan voces nunca dichas. .Quita .la .cera .de
tus .alas. xTraga .tus .miedos .como .un .faquir .engulle .sables.
Acepta por fin la derrota.
ESTEBAN MALDONADO
CIGARRO
Apuras tu vida
calada tras calada.
Mañana serás ceniza.
ALFONSO AGUADO ORTUÑO
xxxxxI
Estas estrofas
son escaleras
por las que bajo poco a poco.
Los versos son como peldaños
que construyo poco a poco para poder
llegar al fondo de todas las cosas buenas
y malas que analizo al cabo de los días. Todos creemos
que al final de toda escalera hay una puerta de salida.
VV. AA. Los seis dedos de una mano. Málaga; Ed. Corona del sur, 2018.
LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (LXXXI)
Quiero agradecerle públicamente a Patricia Lázaro que hace un par de días me invitara al concierto de Leiva en Murcia.
QUE LA TIERRA TE SEA LEVE, CAPITÁN VENENO
Ha fallecido Juan Carlos Aragón, también conocido como el Capitán Veneno. Pueden buscar en internet toda la información que quieran sobre él. Yo sólo diré que es uno de esos tipos que han conseguido que muchos nos hayamos hecho fanáticos del Carnaval de Cádiz sin ser gaditanos, ni falta que hace.
Algunos, sé que no soy el único, tenemos clavada esta participación de hace 20 años:
Pero en este día tan estúpido en el que un puñetero cáncer se lo ha llevado, quiero dejar aquí uno de los poemas que aparecían en 2010 en el libro ‘La risa que me escondes’, publicado por La Isla de Siltolá.
TESTAMENTO
i(BORRADOR)
A mi muerte, que nadie toque mis cosas.
Que se queden como están para cuando vuelva.
Como yo las he dejado.
El vino fuera de la nevera.
La cejilla en el última traste.
El teléfono sonando.
El calentador encendido.
El niño en el colegio.
Las cartas sin abrir.
El despertador a las siete.
Las cuentas a cero.
Las persianas hasta arriba.
Si me matan sin dolor quiero el número del asesino.
Que alguien me grabe el entierro.
Cómprame tabaco y el diario.
No me esperes despierta.
Déjame atún por si vuelvo en los huesos.
Y este verso no lo guardes,
que le quiero cambiar el final.
Ah, y baja la basura.
ENCUENTRO AMOROSO
ENCUENTRO AMOROSO
Tras los atentados de Oklahoma City,
perros de búsqueda y rescate
fueron traídos con sus adiestradores
de todas partes de Estados Unidos.
Pero cuando los perros no pudieron encontrar
ningún superviviente
les venció el desconsuelo,
y tras otro día de nada
excepto cadáveres,
si llegaban a reemprender la búsqueda
ésta era, en el mejor de los casos, inconsistente.
Así que los adiestradores comenzaron a hacer turnos
escondiéndose entre los escombros,
dejando que los perros los encontraran vivos.
Dodge, Jim. Lluvia sobre el río (Trad. Antonio Rómar y Pablo Mazo Agüero). Madrid; Ed. Salto de página, 2017.
STARDUST, ARTE Y CONCLUSIONES
ARTE
Entre el despegue y el recelo
el minuto que tarda la noche en transformarse.
La realidad que acostumbras.
La sensación de estar perdido
en más de cien universos distintos.
Si nacieras de nuevo, te dicen,
lucharías por cometer idénticos errores.
Un sin fin de obras de arte, piensas.
STARDUST
Olvidó su devenir.
Acampó a sus anchas en el castillo.
El otoño le obligó a tragar carbón e incluso ascuas.
Desplegó su dualidad como si fuera un abanico alado.
Organizó bacanales y orgías (Imaginarias todas ellas).
Su confusión fue tan grande que en un estornudo desbordó el mar
y las dudas quedaron al fondo.
Pero intentó luchar.
Fue el único ejemplar digno de una especie efímera.
Desfiló por las calles vestido de Ziggy Stardust.
Bajo la influencia de susurros cósmicos llegó a la cama.
Space Oddity, pensó, y un mundo nuevo.
El espacio en que todo humano podría vivir a salvo.
xxxxxxxxxxxxCONCLUSIONES
LOS DOCE MANDAMIENTOS DE MI ABISMO
xxxxxI
Limítate a tenerlo todo y cuando lo tengas, limítate a perderlo.
xxxxxII
Estar dispuesto a perder todo puede darte mucho.
xxxxxIII
Vive como si fueras a morir mañana.
xxxxxIV
La única verdad que existe es la niñez o la locura.
xxxxxV
El futuro se vive no se escribe.
xxxxxVI
Cada vez que me despierto amanezco en otra vida.
xxxxxVII
Realidad, tú que me miras,
¿no te das cuenta que vivo en un lugar mejor?
xxxxxVIII
Tanto ahora y tan poco mañana.
xxxxxIX
Que no hayas elegido el camino fácil
no significa que seas incapaz de caminar.
xxxxxX
La única droga verdadera se llama música
y es más fuerte que el amor.
xxxxxXI
Pienso en ti cuando jamás pensaba volver al pensamiento.
xxxxxXII
FIN
Sarrión Galdón, David. Geometría del abismo. Madrid; Huerga & Fierro editores, 2017.
SIN MIEDO NI ESPERANZA
GILGAMÉS Y LA MUERTE
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxa Fernando Lanzas
Temí a la muerte más de lo que nadie
la haya temido nunca, y fui al extremo
del mundo en busca de la medicina
que me hiciese inmortal. Y fracasé
porque así estaba escrito.
Pero cuando volví, ya no temía
a la muerte, y cuando alguien ya no teme
a la muerte, ésta deja de existir
para él.
xxxxxxxxDe manera que no temas,
compañero, a la muerte. Te lo dice
el que perdió la planta de la vida
por bañarse en el río,
el amigo de Enkidu,
Gilgamés.
EL ROCE DE SU MANO
El roce de su mano, iun leve y casi imperceptible contacto de
su imano iderecha con el imuslo iizquierdo ide iella, estuvo a
punto de desencadenar iun iconflicto ique ihundía sus raíces
en ila iguerra ide iTroya y se proyectaba, como la seta de una
bomba de hidrógeno, hacia las expectantes estrellas. Pero no
pasó nada. iLa imano ibelicosa iencendió un cigarrillo. Y el ol-
vido siguió reinando.
ABRE TODAS LAS PUERTAS
Abre todas las puertas: la que conduce al oro,
la que lleva al poder, la que esconde el misterio
del amor, la que oculta el secreto insondable
de la felicidad, la que te da la vida
para siempre en el gozo de una visión sublime.
Abre todas las puertas sin mostrarte curioso
ni prestar importancia a las manchas de sangre
que salpican los muros de las habitaciones
prohibidas, ni a las joyas que revisten los techos,
ni a los labios que buscan los tuyos en la sombra,
ni a la palabra santa que acecha en los umbrales.
Desesperadamente, civilizadamente,
conteniendo la risa, secándote las lágrimas,
en el borde del mundo, al final del camino,
oyendo cómo silban las balas enemigas
alrededor y cómo cantan los ruiseñores,
no lo dudes, hermano: abre todas las puertas.
Aunque nada haya dentro.
BÉBETELA
Dile cosas bonitas a tu novia:
«Tienes un cuerpo de reloj de arena
y un alma de película de Hawks.»
Díselo muy bajito, con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie
pueda escuchar lo que le estás diciendo
(a saber, que sus piernas son cohetes
dirigidos al centro de la Tierra,
o que sus senos son la madriguera
de un cangrejo de mar, o que su espalda
es plata viva). Y cuando se lo crea
y comience a licuarse entre tus brazos,
no dudes ni un segundo:
bébetela.
OTELO, MOSCA Y GLORIA
Había una vez dos gatos persas que se llamaban
Otelo, como el moro que estranguló a Desdémona,
y Mosca, igual que el pícaro criado de Volpone.
Los dos eran de un negro subido, como bolas
de azabache o así, y tenían los ojos
azules, de un azul eléctrico y celeste
que no era de este mundo. ¡Qué fácil parecía
para Mosca y Otelo la difícil tarea
de estar vivos! Ni un músculo se les movía cuando
se quedaban dormidos, y no se adivinaba
en su sueño el más leve recelo, la más mínima
inquietud, la menor angustia. Era felices
porque estaban al cabo de la calle, de vuelta
de todo lo que puede amargarles la vida
a dos gatos como ellos.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxLo que más les gustaba
a nuestros dos minúsculos tigres era posarse
en el tibio regazo de su dueña, una niña
que se llamaba Gloria y que emanaba gloria
por los cuatro costados. De manera que Otelo
y Mosca se pasaban la vida ronroneando
por ella y para ella, como dos zascandiles
partidarios del dolce far niente.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxLa muchacha
se dejaba querer y soñaba que Mosca
y Otelo, más que gatos, eran dos caballeros
a los que alguna Circe había reducido
al estado felino, porque Gloria leía
sin parar esos cuentos fantásticos en los que
todo puede ocurrir, y era muy natural
para ella que hubiese gatitos disfrazados
de héroes, como podía haber leones parlantes,
dragones voladores, sirenas o vampiros.
A sus casi once años, Gloria estaba segura
de que aquellos dos gatos eran sus paladines
y de que, si no había más remedio, darían
la vida por su dama (que, por cierto, era ella).
¡Qué estupendo triángulo amoroso formaban
Gloria, Mosca y Otelo: ellos ronroneándole
a su niña adorada, ella loca por ellos!
Pero el tiempo pasó, que es lo que siempre pasa,
y Gloria fue perdiendo su condición de niña
gloriosa y convirtiéndose en una damisela
curvilínea, pragmática y adicta al maquillaje.
En cuanto a Otelo y Mosca, fueron envejeciendo
poco a poco, sin prisa, pero también sin pausa,
y en sus ojos azules ya no había aquel brillo
que no era de este mundo, y turbaban sus sueños
terribles pesadillas, y ya no eran las bolas
de luciente azabache que fueran el orgullo
de su dueña y la envidia de todas sus amigas
cuando los dinosaurios habitaban la tierra.
El día en que murieron,
Gloria no estaba en casa.
LA NOCHE MADRILEÑA
Recuerdos de la noche madrileña, en agosto,
cuando todos se habían ido de veraneo,
y no había mensajes en el contestador,
y no llegaban cartas de nadie (ni siquiera
sueltos de propaganda), y el calor invadía
tu casa como un brote de cáncer incurable
(no habías puesto aún aire acondicionado),
y ella estaba con otro en el sur o en el norte
(nunca supiste dónde), y de repente echabas
a andar, sin rumbo fijo, por las calles desiertas
con ganas de morirte, pensando que la vida
era un cuento de Kafka o de Edgar Allan Poe
(por lo menos), y entonces, sin que supieras cómo,
más allá de las tiendas cerradas y los bares,
veías un espectro de luz que se acercaba
y, una vez junto a ti, te decía: «Muchacho,
soy tu ángel de la guarda. Dios dice que te diga
que te envidia: tú solo, y en Madrid, y en agosto,
sin novia y sin amigos, con calor y sin cartas,
¿no deberías dar gracias al Rey de Reyes
por tanta dicha junta?», y desaparecía,
y a la noche siguiente volvía a aparecer,
diciéndote lo mismo, y tú estabas a punto
de morirte de risa, y una vez más la noche
madrileña lograba liberar tu cerebro
de ansiedades estúpidas.
SÓLO EL SILENCIO SALVA
Sólo el silencio salva, compañero.
Sólo el silencio salva. Si has tenido
una noche gloriosa en que Afrodita
te ha sonreído y Baco te ha llenado
la copa sin cesar, piensa que luego,
cuando la oscuridad se desvanezca,
tus amigos se marchen a sus casas
y empiece a amanecer, sólo el silencio
va a salvarte, muchacho. Tenlo en cuenta.
PELIRROJA FANTÁSTICA
Ni un temblor, ni una arruga en el vestido,
ni una ojera de más: la pelirroja
del poema presenta el formidable
aspecto de quien ha dormido al menos
diez horas, y lo cierto es que ha pasado
toda la noche en vela y no se tiene
en pie. Pero resiste, porque sabe
que es una de las chicas que iluminan
la oscura galería de mis sueños.
EL ENEMIGO OCULTO
Cómo quisieras despertar del sueño
que te sepulta en la desesperanza.
Buscas culpables en el territorio
desolado y sombrío de tu alcoba,
y golpeas la nada. Al fin y al cabo,
qué otra cosa es la vida sino dar
palos en el vacío, herir el polvo,
apuñalar el aire y dejar suelto
al enemigo oculto que nos ronda.
IMÁGENES
Imágenes, imágenes, imágenes.
Idílicas, obscenas, horrorosas.
Más veloces que el viento, más heroicas
que una canción de gesta, más estúpidas
que el dolor, la piedad y la traición,
más lentas que la espina que atraviesa
el corazón del pájaro, más locas
que el amor, más sutiles que el deseo.
Conmigo vais y moriréis conmigo.
de Cuenca, Luis Alberto. Los mundos y los días. Poesía 1970-2002. Madrid; Ed. Visor, 2007.