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CERTAMEN NACIONAL DE CANCIÓN DE AUTOR ‘CANTIGAS DE MAYO’ DE CEUTÍ

agosto 30, 2012 2 comentarios

Después del ciclo del que les hablaba ayer, tuve la inmensa suerte de que el programador del Auditorio de Ceutí, Juan Antonio García Cortés, me invitara a vivir las ‘Cantigas de mayo‘ de 2001, que cumplían su segundo año como certamen nacional. Aquel año, el certamen tenía como jurado a Quintín Cabrera, Antonio de Pinto, Xavier Rekalde y José Miguel López; estuvieron como invitados Fermín Romero (ganador del año anterior) y Albert Pla; y los músicos que participaron en el certamen fueron: Diego Cantero (primer premio), Itri Moraima (segundo premio), Pedro Herrero (tercer premio), La Banda del Pepo, Rosalía, Mª José Hernández, Vicente Llorente, Altraste, José Antonio López, Jerónimo, Sixto Armas y Txus Amat.

 

El año siguiente, me invitó a trabajar con él en Cantigas y pocas veces agradeceré algo tanto. Aquella tercera edición, en la que estuvieron como jurado José Miguel López, Xavier Rekalde y Carlos Chaouen, tuvo como invitados a Diego Cantero (ganador del año anterior) y a Jorge Drexler, y en ella participaron Bosco (primer premio), Gloria Geberovich (segundo premio), Fede Comín (tercer premio), Jesús Garriga, Moncho Otero, Clara Serrano, El apostol de más, Joaquín Calderón, José Antonio Delgado, Zahara, Ratos rotos y Pedro Padrón.

 

En 2003, con Amaia Zubiría, José Miguel López y Xavier Rekalde como jurado, y con Bosco (como ganador del año anterior) y Chavelas Vargas –sí, han leído bien– como invitados, los participantes fueron Sandra Crivelli (primer premio), Jesús Garriga (segundo premio), Joaquín Calderón (tercer premio), Filiú (mención especial a la mejor canción por ‘Carta a un refugiado‘), Susana Raya, Aarön Sáez, Fran Fernández, Antonio Selfa, Paz Cabo, Pablo Sciuto, Nueva escuela y Óscar Cardhu.

 

En 2004, con un jurado compuesto por Uxía Senlle, José Miguel López y Xavier Rekalde, y teniendo como invitados a Sandra Crivelli (como ganadora del año anterior) y a Joao Afonso, al certamen se presentaron Filiú (primer premio), Emilio Rúa (segundo premio), Fabián (tercer premio), Ainara Legardón, La banda del Pepo, Claudio H, Roxana Río, Marwan, Patricia Lázaro, Manuel Cobos, Adriana Olmedo y Antonio Aráez.

 

En 2005, repitiendo el jurado del año anterior, y teniendo como invitados a Filiú (como ganador de la edición anterior) y al gran Quimi Portet, los participantes fueron David de Gregorio (primer premio), Rafa Pons (segundo premio), Claudio H (tercer premio), Joan Josep Mayans (mención especial por su inteligente y sensible aproximación a los grandes poetas catalanes), Iliana Labrada, Joaquín Calderón, Jesús Cutillas, Zahara, David Moya, Juan Curiel, Meritxell Naranjo y Pablo Sciuto. Aquel fue, pueden hacerme caso, un certamen glorioso.

 

En 2006, Cantigas de mayo alcanzaba ya su séptima edición a nivel nacional y aquel año, en el que estuvieron como invitados David de Gregorio (como ganador del año anterior) y Susana Baca, y como miembros del jurado Uxía Senlle, Amaia Zubiría, Fernando Neira y José Miguel López, los participantes fueron José Luis Manzanero (primer premio), Fede Comín (segundo premio), Daid Andreu (tercer premio), Elena Bugedo, Menso, Luis Quintana, Adolfo Langa, Álvaro Fraile, Claudio Antón, Alber, Edu Monteagudo y Verdcel. Aunque hubo cosas muy buenas y descubrimientos musicales grandiosos, el año fue muy triste, porque seis días antes de que comenzaran las Cantigas, fallecía, víctima de un accidente de tráfico, Xabier Rekalde, agitador cultural, escritor, cineasta, periodista, crítico musical y colaborador de Cantigas desde sus inicios. Y desde entonces se le echa de menos.

 

En 2007, con un jurado compuesto por Marina Rossell, José Miguel López y Fernando Neira, y José Luis Manzanero (como ganador del año anterior) y Pablo Guerrero como invitados, los participantes fueron Alberto Alcalá (primer premio), Verdcel (segundo premio), Debarro (tercer premio), Fran Aguilar (mención especial a la mejor canción por ‘La mosquita‘), Luis Quintana, Anabella Zoch David Moya, Rocío Ramos, Víctor Lemes, Héctor Flavio, Fran Fernández y Antonio Rey.

 

En 2008, con un jurado compuesto por Uxía Senlle, Fernando Neira y José Miguel López, y con Alberto Alcalá & Cash Converters (como ganador del año anterior) y Cristina Branco como invitados, los participantes fueron Kanka (primer premio), El niño de la hipoteca (segundo premio), Tato Azevedo (tercer premio), Lara Bello, David Moya, David Torrico, Salvador Amor, Fernando Arduán, Juli Fargo, Antonio Álvarez y Anabella Zoch.

 

En 2009, con el mismo jurado que el año anterior, es decir, Fernando Neira, Uxía Senlle y José Miguel López, y con Kanka (ganador del año anterior) y Uxía como invitados especiales, los participantes fueron Fede Comín (primer premio), Lara Bello (segundo premio), Tato Azevedo (tercer premio), Patricia Lázaro, El niño de la hipoteca, Mikel Izal, David Torrico, Elena Gómez, Rocío Ramos, Andrés Suárez, Víctor Lemes y Permiso de la dama.

 

En 2010, cuando se cumplía la X edición nacional de las ‘Cantigas de mayo‘ de Ceutí, el gobierno regional de Murcia intentó cargárselas reduciendo la subvención que tenía en un porcentaje inasumible; sólo la destreza de Juan Antonio García Cortés y la participación de AIE y del Libertad8 lograron que aquellas Cantigas salieran a flote. Con un jurado ya estable, compuesto por Uxía Senlle, Fernando Neira y José Miguel López, y con Fede Comín (como ganador del año anterior) y con Jorge Drexler como invitados, los participantes fueron Pablo Máez (primer premio), Elena Bugedo (segundo premio), Patricia Lázaro (tercer premio), Mikel Izal, Dúo Evoeh, La baldosa flotante, Andreu Valor, Álvaro Fraile, José Andrés Gómez, Salvador Amor, Gustavo Almeida e Israel Musicante.

 

El año 2011 fue imposible superar la falta de financiación y Cantigas capeó el temporal con la participación de varios músicos regionales, volviendo a ser una muestra en vez de un certamen. Los músicos fueron Muerdo, Cere, Jesús Cutillas, Yessy Rivera, Pepa Robles, Fernando H, Luis Eneas, Maskarine, Román y Berni Castaño. Además, invitado como ganador del año anterior, quien pudo ir disfrutó de un concierto del ganador del año anterior, Pablo Máez.

 

Y este año, otra vez, ha sido imposible celebrar el certamen, pero el amor de un montón de músicos, no sólo hacia Cantigas (donde hay un grupo humano impagable, desde los técnicos de luces hasta los encargados del catering) sino también hacia Juan Antonio García Cortés (ya he dicho que trabajar con él es un lujo), hicieron que este año se pudiera celebrar una muestra nacional en la que han participado Road Ramos, Alberto Alcalá, Patricia Lázaro, Muerdo, María Rozalén, Diego Cantero, José Luis Manzanero, Jesús Cutillas, Jesús Garriga, Fede Comín, Fran Fernández y Kanka.

 

Y LLEGARON LOS CONCIERTOS

En el año 2001 empecé a trabajar en uno de esos locales que forman parte de la historia cultural de una ciudad, un local que era una cooperativa y que hizo por la ciudad de Murcia lo que pocos.

A finales del año 2001 me propusieron montar un ciclo de conciertos acústicos y uno echó el resto en aquel momento y gracias a los cuatro músicos que contestaron a la llamada en 2002 tuve el placer de presentar un ciclo que llevaba por título ‘Autorías‘ y por el que pasaron Pedro Herrero, Quique González, Carlos Chaouen y Antonio de Pinto.

Además, alguno tuvo la osadía de invitarme a subir al escenario para leer junto a ellos alguno de mis poemas. Ahora, de vez en cuando, me pongo las grabaciones que conservo de aquellos conciertos y no se imaginan lo que puedo llegar a disfrutarlas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y MÁS PEQUEÑOS PREMIOS Y ANTOLOGÍAS

Después de aquellos primeros premios, Antonio Marín Albalate me invitó a formar parte de un antología publicada como homenaje a José Agustín Goytisolo, una antología en la que compartía páginas con poetas como Ginés Aniorte, María Teresa Cervantes, Luis Felipe Comendador, Pedro López Martínez, José Luis Martínez Valero o el propio Antonio Marín Albalate. En aquella antología, ‘Goytisolo, veintisiete voces para un único poema, veintisiete miradas para un mismo rostro‘, me publicaron este poema.

 

DESDE LAS PROPIAS PESADILLAS

Hablan de ti, aún no sé si en el apartado
de sucesos o en el de cultura y deambulo
por el salón diciéndome que no puede ser,
que no te puedes haber ido así como así
(para siempre), que no puedes haberte marchado
al fin del barrio, como meditabas, dejando
poemas inconclusos en los que aún quedaban
jazmines y buganvillas y algún que otro resto
de veneno…
xxxxxxxxxxxPero dicen que todo está en orden,
hablan de fútbol, de tenis, o me recomiendan
alguna obra de teatro o el último estreno
de música clásica en Madrid. Entonces salgo
de casa y no logro acostumbrarme a lo estúpido
que resulta citarte en pasado en esta noche
sucia en la que nadie querrá cambiarle el color
tan oscuramente azul al mar.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx¿Acaso no sabías que
dar tanto consejo a manos llenas sin cumplirlos
tú antes que nadie te llevaba a caminar
bajo farolas a gas donde reconocías,
o creías reconocer, a viejos fantasmas
con los que cantabas horriblemente o bebías
con ellos hasta el amanecer o discutías
por cualquier tontería para acabar pensando
pensando
xxxxxxxxxpensándote absurdamente solo?

Creo que desde aquella gris ventana observabas
la felicidad y a la vida y las disfrutabas
aunque sabiéndolas falsas, o al menos quebradas,
como un verso que no cuadra; desde esa ventana
desde la que saltaste para dejar, al fin,
tu última poética –roja– sobre el asfalto.

Yo también pude haber saltado, hace ya un tiempo,
desde otra ventana gris y tú entonces podrías
haberme dedicado algún verso y el lector
podría haber sido cualquiera y podría haber
descubierto en estos versos recuerdos nocturnos
que no son sólo recuerdos, sino, además,
la constatación de haber convertido esta noche
gris, la de la muerte, en un lugar al que huir
a ojos abiertos desde las propias pesadillas.

 

 

Después volvía a quedarme a las puertas del Creajoven, el del año 2000 (me llevé el 3er premio), entre otras cosas porque Ángel Manuel Gómez Espada presentó dos poemas inmensos, el segundo de ellos, dedicado a Juan de Dios García, que estaba empezando la terrible etapa de opositor, era este

RESPUESTA DEL POETA A LA PREGUNTA QUÉ ES LA VIDA, HECHA A BOTE PRONTO POR UN TESTIGO DE JEHOVÁ EN LA CALLE PLATERÍA

Naces,
te pasas unos años sin saber quién eres,
otros pocos haciendo tonterías,
machacándote el hígado, quizás.
Y el resto, lo dedicas a echar de menos eso,
a buscar la juventud en cada esquina
con ojos de perra en celo,
y a decir si yo tuviera 20 años menos,
cuando pones el despertador a las siete
para irte a trabajar.
Y todo para qué, dime, para qué.
Al final, vas y te pones a hacer resumen:
ni le has dado la vuelta al mundo
ni te has follado a todas las que querías.

 

 

Pero es que poco después, Pedro López Martínez me invitaba a formar parte de un libro que guardo como oro en paño, un libro en el que comparto páginas con poetas como Jose F. Kosta, Ginés Aniorte, Antonio Marín Albalate o Javier Orrico. El libro se llama ‘Actuales inactuales‘ y en él publiqué un poema que algún día de estos me tendré que poner a trabajar, este

COMO UNA TORMENTA QUE NO ESTALLA

No luchar contra el insomnio, ver
en cada pared de la casa todo
lo que nunca será: fotografías
que el calor del tiempo convertirá
en cenizas, detalles cotidianos
que se sacralizaron de ya tanta
repetición…
xxxxxxxxxxxxEso sí, habrá
que esquivar, como sea, los espejos,
las miradas o los gestos que aún
pudieran quedar pegados detrás
del reflejo incomprensible que dan.

Las luces de la calzada avasallan
la tranquilidad de la habitación
y creo oír a la ciudad llorar
silenciosamente, como si fuese
una tormenta que no deseara
estallar. Silencioso, me acerco y
hay un terrible frío a ambos lados
del cristal que hace doler todo aquello
que no fuimos. Con la frente apoyada
en la ventana miro la ciudad
dejando que se me hielen las sienes
y creo que la noche es una copa
imperfecta,
xxxxxxxxxxxun vino inacabado.

 

Y ENTONCES LLEGARON LOS PEQUEÑOS PREMIOS Y LAS PEQUEÑAS PUBLICACIONES

Como habían hecho nuestros mayores, aquellos poetas que llevaban más tiempo que nosotros a brazo partido con los versos, empezamos a presentarnos a aquellos certámenes para principiantes, exactamente aquellos por los que ya habían pasado algunos de los poetas que admirábamos, y en los que coincidiríamos con algunos a los que admiraríamos con el paso del tiempo.

El primero fue el Creajoven’99, en el que estaban como jurado, entre otros, Marisa López Soria o Juan Luis López Precioso. Yo me llevé el segundo premio, pero el primero se lo llevó un tal José Daniel Espejo con tres poemas entre los que figuraban este

 

ASPIRANTE

Conocí a una chica
era poeta o algo así, ya sabéis:
la excitaban las metáforas, los tercetos
y los encabalgamientos suaves

yo la oía pronunciar «Pessoa», «Cocteau»
y hubiera dado un brazo
por acostarme con ella
así que dije sabes, yo también
soy poeta, yo también
sé como la piedra canta
(que es un verso de un tal Aleixandre)
y de mi baja lira
haría posible el son que te quitaras la falda
alguna que otra vez?

pero che, no hubo suerte
fuimos juntos a doscientos recitales
y nos quedábamos comentando las odas de Keats
hasta muy tarde
pero luego Valery! Oh, Valery!
y mi erección se iba al carajo
era como pretender montárselo
en el cimétiere marin

con lo que fuimos dejando
de vernos, poco a poco
ahora otros chicos le hacen el rollo
e incluso un maricón va con ella exclusivamente
para charlar
sobre John Donne
y yo me he quedado solo
muy solo
y tengo cien libros enormes de poemas
larguísimos
inútiles
desparramados por toda la habitación
pero qué queréis
que os diga
todos estos tipos ganan mucho
si piensas
que también ellos se quisieron tirar a Marina
la linda
y después de caerse de morros
decidieron perfeccionar su estilo
por si otra vez
por si más adelante
por si Marina.

 

 

 

Pero es que aquel mismo año tuve la suerte de ser seleccionado para que aquel poemario que envié al Murciajoven’99 fuera publicado en el libro homónimo junto a poetas que uno realmente admiraba como Matías Tárraga o Ángel Manuel Gómez Espada. El jurado aquel año estaba compuesto por Ramón Jiménez Madrid, Soren Peñalver y Juan Luis López Precioso, y le dieron el premio de poesía a Antonio Soler González (Zonde) por un maravilloso poemario que llevaba por título ‘Cuaderno de viaje‘, del que dejo aquí algunos poemas.

 

de ‘UNA HUELLA PISADA’

IV

Cuando marches al mundo
Procura no ensuciarlo demasiado

Recuerda que todos tus demonios
Viajan siempre en tu equipaje

O más adentro

 

V

Aquí siento mi vida como si de pronto
xxfuera inútil haber peleado tanto
No merecía la pena llenarse de barro hasta
xxlos ojos por un instante de vana gloria
Aquí se resume el mundo y el mundo es
xxuna plaza en la que brotan voces de
xxcerveza, calimocho y juventud
Quisiera quedarme pero no puedo
Quisiera aquí enterrar mis ojos y mis manos
xxpero no puedo
Me aguardan otras calles y los minutos que
xxconvivo con estas gentes no volverán
xxa ser mis minutos
Y sin embargo ya jamás olvidaré mi condición
xxdifusa
xxcuando vuelva a pelear a perder a llenarme
xxde barro hasta los ojos por un instante
xxde vana gloria

 

 

de ‘¿DÓNDE ESTÁ ÍTACA?’

V (Reunión de poetas)

Mientras van y vienen como un enérgico oleaje
Las palabras y su volumen
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxLeo de un libro
La fuerte intensidad de otras palabras
Y me dejo arrancar del mundo del bar
De mis amigos poetas y los poetas
Que no lo son (amigos) y de las copas
De vino o martini
xxxxxxxxxxxxxxxxY lo que venga
Al tiempo que cuando me elevo tenue
Oigo a nuestras espaldas podridas palabras
(En otra mesa) de gente absurda
Que sigue pensando que hablar francés
C’est chic
xxxxxxxxxTrès joly
Una aventura de elegancia
Y me doy asco y pena ajena y desciendo
A la silla y escucho las palabras
Acertadas algunas y otras cuando no
Al menos ingeniosas de mis amigos poetas
Y los poetas que no lo son (amigos)
Para luego colgarme del cielo por los ojos
Y tratar de encontrar salida
A la insostenible controversia de las nubes

 

 

De Matías Tárraga voy a dejar aquí un par de poemas del poemario que presentó, que llevaba por título ‘Canto de la Maraluna‘.

 

MENSTRUACIÓN

Hueles a madre
sangrando después del parto;
a una lluvia de orgasmos
formando constelaciones,
a sudor dulce
y a vino de bodega,
a carne cruda,
a musgo de caverna,
a toro en suerte de varas,
a aquelarre,
a agua hirviendo.
Y otras veces hueles a niño
al que le han hecho sangre;
a Universo extinguido,
a colonia amarga
y a cava de congreso,
a los tres cerditos,
a hierba virgen,
a traje de luces,
a santa misa;
y a catarata inexpugnable
que me arroja una y otra vez hacia tu vientre.

 

REGAR

Habría que regar los crisantemos,
pero resucitarían los muertos de mi infancia
para volver a abandonarme en la escalera
que sube hasta el espejo.

 

 

De Ángel Manuel Gómez Espada dejo tres poemas de su poemario ‘Elogio de la ausencia‘, más exactamente de la tercera parte de éste, que llevaba por título ‘Hyde sale a pasear oculto en la niebla‘.

 

5, la amazona ensilla

Ven, Mary, acércate,
no tengas miedo de un jorobado,
ven a este lado de la habitación,
donde las sombras cubren mis defectos.
Sal de la luz, Mary, ven,
siéntate sobre mis rodillas
y viaja, sumisa, al centro de mi boca.
Para combatir tu jaqueca
te daré la mejor medicina.

No me hagas salir, vagar
por los callejones infectos de Londres,
bajar hasta los arrabales en busca de tu olor.

No me hagas buscarte
en otros cuerpos sucios, en lenguas insípidas.
Ya sabes lo nervioso que me pone
no hallarte puntual en los burdeles.

Anda, no seas niña y ven.
Estoy harto de que el imbécil de Jekyll
pague mis facturas. Y esta noche
quiero reposo. Sobre tu vientre.

 

6, hyde cambia su desodorante tradicional por el nuevo axe voodoo

Por ti, Mary, hice este esfuerzo.
Para que compruebes
qué poco me parezco a tu Amo,
por si no lo habías notado aún
en mi forma explícita de amarte.
Algo sucia y violenta, es cierto.
Pero reconocerás conmigo
que cien veces más resultona.

Y ahora, dame un pitillo y un condón.
Ya está bien de charla.

 

7, hyde sale a pasear

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx«…mi padre, creo, dijo que Bacon había escito que si aprender es
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxrecordar, ignorar es de hecho haber olvidado».
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxJorge Luis BORGES. «La noche de los dones»

Mi buen amigo Jekyll
además de imbécil, cobarde.
Te ha echado de casa su miedo
y se puede escuchar en la vieja mansión
a cualquier hora su arrepentimiento.
Ahora querrá que salga en tu busca,
pero no tengo ganas. Tampoco prisa.
Te he buscado ya, Mary, en tantas otras
que no recuerdo el sabor de tu aroma.
Ya no sé volver a casa temprano,
se me han extraviado las palabras tiernas,
he dejado fuera de mí el perdón.
Tampoco sé cómo pagar mis culpas,
ni hacerle ascos a un cuchillo o a una furcia.

Tan sólo, paseo por la niebla
cogiendo aquellos pétalos
que más me llaman la atención.
Perdóname si alguna vez
eres tú la afortunada
y, después de libarte,
te tomo, te olvido, no te reconozco.

 

 

Y casi termino dejando algunos poemas del poemario que me publicaron a mí y que llevaba por título ‘La máscara del caimán‘.

 

2

La pretensión de todo olvido
es la creación de un idioma
nuevo y sin errores,
un idioma que tenga la eternidad
como frágil medida de tiempo.

 

9

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxEstos bolsillos pueden dar fe
xxxxxxxxxxxxxixxxxxxxxxxxxxxde que hay cosas que perdí
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxAntonio de Pinto

Sabe, acaso, el pulso del tiempo
de mi sed de sed, de mis bolsillos vacíos
y su fe perdida (o, quizás, nunca hallada).

Lo sabe, acaso, exactamente ahora:
justo en medio del transcurrir cotidiano,
inmensa y sombríamente (como estas calles
lo son unas de otras) idéntico a sí mismo.

 

10

CARTAGENA

Estoy en estas calles
por la imposición de un tiempo
que no me pertenece.

Acaso nadie espera
que desacate el mandato
de estas plazas,
las órdenes
de estos parques,
la censura enviada
desde cualquier azotea.

Y en este mapa no sé por cuánto
conseguiré mantener la fragilidad
de los términos
sobre los que estuve asentado
durante tanto tiempo.

Todo me induce a emprender
camino de regreso
hacia un espacio
donde ser mi propio sello
en las huellas que dejé de crío,
hacia un espacio
donde las palabras no cansen.

 

 

 

Ah, por cierto, aquí les dejo la crítica que uno de los miembros del jurado de aquel Murciajoven publicó en prensa.

 

CASA SUBTERRÁNEA

Poco después de que salieran a la calle nuestras primeras Galeras, aparecía en la ciudad de Murcia la revista ‘Casa subterránea‘, una revista de literatura subterránea para gente que mira al cielo (rezaba la portada de su primer número). Los artífices de aquella revista fueron Antonio Aguilar, José Óscar López y Diego Sánchez Aguilar, y por ella pasaron –además de ellos tres– poetas como Ángel Manuel Gómez Espada, Javier Moreno, David López Sandoval, José Daniel Espejo o Carlos Vázquez. Y aquí tienen algunos de los poemas que vieron la luz en aquella revista.

 

 

ÁNGEL MANUEL GÓMEZ ESPADA

VISITA INESPERADA

No vengas, Inspiración, esta mañana
golpeando a mi puerta. No quiero
verte derribando mis templos.
Debo terminar lo que estoy haciendo:
lavarme los dientes, poner café,
estudiar un rato mis oposiciones,
reordenar un poco las esquinas
de mi vida, llenas de mugre,
de recuerdos tiernos, pero inútiles.
No vengas a despertarme temprano,
no digas toma, escribe, aquí tienes
tu mejor poema. Si te acercas ahora
por mi cuarto, te echaré por la ventana.
Hoy no tengo cuerpo para la poesía.

Y, sin embargo, en este antepenúltimo verso
comienzo, inquieto, a escuchar tu risa.

Mira que llegas a ser puta, amiga mía.

 

 

JOSÉ DANIEL ESPEJO

LO QUE LLEGUÉ A CONTARLE AL IMBÉCIL DE MI PSIQUIATRA

Una vez oí una historia sobre alguien
que se quedaba encerrado en una habitación llena de tabaco
pero ninguna cerilla.

Resulta que a veces me siento así,
cuando estoy rodeado por todos lados de gente,
mucha gente, personas
que no me hablan.

Se supone
que el problema lo tengo yo, que no sé cómo,
cómo, joder, cómo hacer que me miren,
o que me llamen,
o que me quieran.

Pero puede que sea mejor así,
quedarme así,
porque es posible que si tuviera cerillas
les pegaría fuego a todos juntos
y me reiría al verlos brillar.

 

 

JERÓNIMO EL APÓSTATA

Me cago en la madre que parió a Jesucristo.
Soy el hijo de la Bestia porque ha elegido serlo
y escupo también, por qué no,
sobre el vientre de mi misma madre
y sobre el de las de todos vosotros, sobre el de la del mundo,
sobre el de toda la Creación. Sobre esta farsa.
Sobre la gran mentira a la que rendís oficio.
Arderé en esas llamas y Satán no vendrá a rescatarme
porque me quiere ya mismo y cuanto antes entre los suyos.
Me hallaré en el Infierno como en casa
pero volveré en unos siglos, en la hora final,
y los hijos de vuestros hijos serán poseídos
por mi verga, mi estandarte, mi bestialidad sin límites,
las de todos los míos. Porque el fin del mundo está cerca
qué pueden importarme que las teas se amontonen
en glorioso homenaje a mi destrucción.
No sólo mi mundo será inmolado en él.
Sabedlo bien. Mirad mi rostro. Contemplad en él
el vuestro reflejado. Contemplad a la Bestia.

 

 

AHMED BENJEDID

ESTADO VEGETATIVO

Fue aquí,
en este balcón
de lavabo de hospital
donde descubrimos
que las formas del tabaco
sirven, entre otras cosas,
para nublar por algún momento
nuestra desgracia.

 

 

ANTONIO AGUILAR

CALOR

Hierve la noche como un té de menta.
En las acacias del jardín

los jóvenes recorren con sus ojos
los restos de la tarde.

Pasan los coches como esquirlas encendidas:
quienes fuimos y quienes no seremos
se han encontrado ardiendo en las ciudades.

 

LA GALERA (III)

Después del especial de poesía erótica del que les hablaba ayer, sacamos otro almanaque más con su consabida ración de poesía para cada mes, otro especial de relatos y dos números más de poesía (el último de ellos, un especial de poesía hispanoamericana que fue, además, con el que nos despedimos sin saber que lo hacíamos). Y aquí les dejo algunos textos de aquellos últimos números de ‘La Galera‘.

 

 

ÁNGEL MANUEL GÓMEZ ESPADA

Pacta con el diablo de vez en cuando.
En estos días los súcubos se metamorfosean
en delicados y ceñidos pantalones vaqueros Levi’s 501 de la
talla 40 o en escotes Calvin Klein sin mesura ni censura.
Persíguelos. Conviértete en su sombra.
En sus rincones está la vida.

 

 

SERGIO GALLEGO

Qué me importa
la ‘Historia universal de la infamia’
o las ‘Ficciones’.

Qué me importa
que te colgaran los labios
en la vejez más lúcida
que vi por televisión.

Qué la Argentina
y tu biblioteca
si lo que siempre
quise saber
fue el color
de tu ceguera.

 

 

ALBERTO BARBERÁ

Pasea grave por una biblioteca de preguntas gastadas
que volverán a quedar sin respuesta.
Sólo esto le enfurece.
Sólo al olvido teme.
Nada le excita más que la vigilia anterior al día,
cuya luz precisa nada ofrece.
Ha podido ser expulsado del infierno
por falta de convicción,
por haberse enamorado de una ola
sin llegar a entender el mar,
por haber tenido entre las vidas, una sola,
y entre todos los nombres, uno, Borges.

 

 

ALEXIS DÍAZ-PIMIENTA

POEMA VIUDO

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA Ignacio

El viudo almuerza solo, oye la radio,
No quita los zapatos del medio de la sala.
El viudo entorna las ventanas del cuarto
Y desempolva velas, cartas, timbres,
Lágrimas de sexo indefinido.

Una sola bombilla en el rincón.
Una sola bombilla y una foto.
Una sola bombilla y el silencio.
Una sola bombilla y el reloj.
Una sola bombilla,
Como un triste ultimátum.

El viudo almuerza solo
Sin gusto y sin premura
Sin mujer sabatina que le destienda
La palabra espérame.
Los gorriones le han comido los ojos
Como a una estatua antigua,
Y se ha sentido listo para la sopa ciega,
Maduramente solitario.
(los gorriones siempre sobreviven
A la soledad, son ella;
Lo último que un hombre ve al morir
Es un gorrión silbando.)

El viudo almuerza solo
Carcomido de remordimientos.
Los vecinos lo esperan en el bar más próximo
Para arroparlo como todas las tardes,
Sin saber que no existe,
Que no le gustan sus corbatas azules,
Sus barajas, sus copas,
Que no soporta
La paz de los que viven sin un sótano.
Tal vez por eso se mudó al balcón,
Donde el otoño exhibe sus colores más tristes
Y los carteros se refugian de la lluvia.

Cada calle por donde pasa el viudo
Está enferma de celosías y verjas estridentes,
Desprotegida ante su propia reserva
De inminentes cadáveres.
Calles manchadas de humo, de migajas de pan,
De ladridos políglotas.
Calles con demasiada luz,
Con demasiada música,
Llovidas de postales y zambra de motores.
Y los políticos que no hacen nada,
Y los mendigos que le piden los ojos,
Y los adolescentes que se peinan,
Y los choferes de ambulancia que ríen,
Y los lectores de pintadas en los baños públicos,
Y los ninfómanos de la felicidad,
Y el tiempo.
Nada.
Los vecinos lo esperan con las copas repletas,
Con las corbatas más azules que nunca,
Oliendo a viernes frito,
Tan felices.
Mas él prefiere almorzar solo
A la sombra de una bombilla triste,
Verticalmente roto como el agua de un grifo.

 

 

LUIS CHAVES

RINGSIDE

fue la mejor pelea de alí.
o de cassius clay. como él lo llamaba.
negándose a aceptar
su recién adquirido nombre musulmán.

ese negro levantaba los guantes
y convertía el cuadrilátero
en una pista de baile.
años después comprendí
que ese fue mi encuentro inicial con la poesía.

entre el quinto y sexto round
papá bajó su guardia por primera y última vez.
sin dejar de ver la tv dijo:
no me iba a casar con mamá
aunque usted ya había nacido.
estaba enamorado de otra.

en el álbum familiar
tengo un viejo fotoposter de alí
justo cuando noqueaba a foreman.
es mi foto preferida de mamá

 

 

ALFREDO WANDOSSELL

JUNIO DE 1943. REVÁLIDA.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx«¿Quién te mató, Guevara,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxen tu estatura?
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxO mejor dicho
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx¿Quién lo intentó?»
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxVicente Feliú

Orígenes del socialismo:

«Tal vez Caín fuera el primer proletario cabreado de la Historia de la Humanidad; en cierto modo es comprensible, quizás pensó: ‘Todo el día me parto el lomo trabajando en el campo, para que luego el Patrón me pida que le ofrezca en sacrificio mi mejor trigo…¿estamos locos o qué?‘ El problema de Caín es que equivocó el procedimiento y tuvo que hacer las cosas a lo bestia, normal, si se tiene en cuenta que en su época carecía de toda base intelectual y filosófica para encauzar el problema. Hubiera sido más civilizado crear un sindicato clandestino, huelgas, manifestaciones, etc., en vez de cargarse al pelota de su hermano (todos coincidimos, creo, en que se le fue un poco la mano). A Dios le sentó bastante mal aquello, ‘Acabo de concederles el libre albedrío y ya la están cagando‘, debió pensar.

Otro de los más tempranos rojetes debió ser Prometeo, el primer gran humanista reconocido, un fenómeno.
Según parece, Zeus y el resto de la burguesía del Olimpo griego tenían el fuego para ellos solos, mientras el resto de la Humanidad no podía encender los cigarrillos o calentar el mate, además, pasarían un frío de narices en invierno. Prometeo se jugó el pellejo y robó el fuego para ofrecer su hipnótico secreto al hombre. Zeus montó en cólera. Aún no estaba inventado el garrote vil y tuvo que castigar esa rojez con un pájaro que le comía los higadillos al pobre Prometeo, atado a un monte, pero ésa es otra historia; el caso es que el camino de la Revolución comenzó a trazarse lenta pero inexorablemente. El hombre poseía el fuego y ya nada sería lo mismo.»

El joven Ernesto Guevara salió del despacho del profesor de Historia con el trasero amoratado a causa de los azotes de una regla de madera. Caminaba con los puños crispados y tal vez en ese momento decidió hacer ciencias puras y estudiar medicina años más tarde, entonces quizás también pensó que a veces es mejor dejar el examen en blanco, que ciertas cosas es mejor decirlas fusil en mano.

 

 

WLADIMIR MÁRQUEZ

DUMB & DUMBER

La agente Noventa y nueve, angustiadísima, aún reponiéndose de la impresión, estupefacta y aterrorizada por el reciente descubrimiento del infalible plan de Kaos para devastar nuestra sociedad exclama: ¡Maxwell!, ¿qué haremos? Está en peligro todo el mundo civilizado. Maxwell, replica sin respirar: Y los Estados Unidos también, Noventa y nueve.

 

 

ÁNGEL MANUEL GÓMEZ ESPADA

OBRA NARRATIVA COMPLETA E INÉDITA DE LUCAS YERBABUENA (1946-1997)

xxxSi por algo debemos decir que sobresale la obra narrativa del segoviano Lucas Yerbabuena es por su densidad. Siempre ha reconocido el autor estar en continua corrección de sus escritos. Exigente consigo mismo hasta alcanzar cotas de paroxismo, Yerbabuena nos ha dejado una obra breve, pero muy rica en matices.
xxxSu primera publicación data del año 1979, donde publica una primitiva versión en la revista «Abril», a la edad de 33 años, editada por el instituto de bachillerato Divino Pastor, donde por esos años ejerce como profesor de filosofía. El texto se incluye en la página 28, bajo el título de «Algo de sabiduría»:

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxYo no digo nada, que luego todo se sabe.

xxxHan de transcurrir más de tres lustros para que Yerbabuena termine de reescribir aquel vetusto «Algo de sabiduría» por el que tantas palmaditas en la espalda recibió en los corrillos literarios segovianos. En una antología de narradores de Castilla y León, el antólogo Manuel Esteban Peñafiel lo incluye y aparece lo que, desde entonces, se conocerá como «Fe de vida». Nos encontramos en 1995, fecha de la primera y única edición hasta el día de hoy de Antología de narradores castellanos:

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxNo digo nada, pues todo se sabe.

xxxY que en una entrevista concedida pocas semanas después al suplemento cultural Autor, autor, de septiembre de ese mismo año, número 54-55, quedó reducida a:

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxNada digo, todo se sabe.

xxxY aquí nos hubiéramos quedado en este corto, pero significativo recorrido, de no ser por la amabilidad y la inestimable colaboración de doña Concha Guzmán, esposa de Yerbabuena, quien, tras el fatídico fallecimiento de éste, nos dejó rastrear en los archivos del autor con la intención, por nuestra parte, como crítico, compañero y amigo, de encontrar material inacabado o inédito, que sirviera para apoyar nuestra tesis de que nos encontramos ante un maestro de finales de siglo dentro del género dificilísimo de la narrativa breve, y que no debemos de pasar por alto.
xxxComo saben, Lucas Yerbabuena fallece en las playas de Castellón en agosto de 1997. Ahora, cuando está a punto de cumplirse el primer y emocionado aniversario de ese día, hemos decidido recopilar como homenaje su obra narrativa al completo, a la que dedicó toda su vida. Una vida entera basada en la angustiosa corrección de los textos anteriormente corregidos. «Yo no corrijo: desparasito», dijo una vez.

xxxPara nuestro asombro, lo que él denominó «Fe de vida» y versión definitiva de su obra, se ha convertido, con el paso del tiempo, en un documento inigualable para comprobar el afán del hombre por encontrar siempre la palabra adecuada. Así, hemos encontrado tres borradores bajo el título «Testamento». Nos quedaremos con el último, que nos parece el más adecuado para este homenaje y que lleva fecha 24 de agosto de 1997, dos días antes de su muerte. Premonitoriamente, lleva por subtítulo «Última voluntad»:

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxEn realidad, nada he dicho.

 

LA GALERA (II)

Ya en febrero del año 2000 -aunque nosotros, por supuesto, no lo sabíamos- habíamos pasado el ecuador de nuestras publicaciones y sacamos un especial de poesía erótica que tuvimos la suerte de compartir con nuestros amigos de ‘Casa Subterránea‘ (les hablaré de ellos en un par de días) en la ciudad de Murcia.

 

 

MATÍAS TÁRRAGA

A BRÍGIDA

Lo que siento por ti amiga
es lo que siento de ti.
Tu piel acariciando mis entrañas
y tu lengua taladrando mi cerebro;
tus orgasmos silenciosos en mis dedos
y mis manos,
boy scouts que no han hecho la promesa
de templario masturbándose en la celda;
manos de sueño, de ira,
de lascivia;
manos como estrellas encendidas;
manos como venas, como sangre,
para manchar tus sábanas
y bañar tu cuerpo del delito;
y encerrarme en tu cárcel,
pero dentro,
y mis manos como fuego
transformen la llave en una espada
para degollar tus sueños
y beberlos, y beberlos, y beberlos.

 

 

ANTONIO MARÍN ALBALATE

SUBLIME VERDAD

Si Susi cierra los ojos,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxEs seguro,
Se cubre de mierda el mundo.
Y mi cuerpo, de leche violeta
Y de astros rotundos que me suben por los pelos
Como estalagmitas de lluvia dorada
Desde lo más profundo de su coño.

Por eso le pido que no abra sus ojos
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxTodavía,
Que no diga nada en tanto se levantan
Tulipanes de Alberti (ahora que ya es aire)
Y verdes caballos sobre sábanas de espuma,
Para la poética esa de pasado mañana.

No,
xxxQue no los abra en este instante de 42,
07084730686 euros,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxPara que abajo
Muy abajo,
xxxxxxxxxxMucho más abajo
De este apartahotel que separa cielo de invierno,
Se siga cubriendo de mierda el mundo.

 

 

JOSÉ ÓSCAR LÓPEZ

ME GUSTABA verla mear, acuclillada, entre los coches.
En verano hacíamos autoestop, de playa en playa,
mi hermana nos pasaba la hierba
y nos miraba querernos mucho.
No nos despegábamos.

Pero lo que mejor recuerdo de aquel tiempo
era cuando ella decía: tápame, voy a mear,
y yo le decía: pero déjame, quiero verte meando.
Ponía cara de esfuerzo, de niña buena, de «bueno,
esta soy yo, meando»,
y yo la miraba
acuclillada, meando.

 

LA GALERA

En el otoño de 1998 salía a la calle el primer número de ‘La Galera‘, una pequeña revista de dieciséis páginas, con una tirada de 250 ejemplares que saldría a la calle trimestralmente. Y aquello nos desbordó durante una buena temporada y en el siguiente año y medio vieron la luz cuatro números de poesía, un especial de relatos e incluso un almanaque para regalar una dosis mensual de poesía.

 

 

Aquí les dejo varios de los poemas de aquellos primeros números en los que publicamos a poetas como Cristina Morano, Antonio Marín Albalate, Alberto Barberá, Julio César Jiménez, Antonio Aguilar, María del Rosario de Gorostegui, Ángel M. Gómez Espada, Pedro López Martínez, Andrés García Cerdán, Alexis Díaz Pimienta, Francisco Plata o Natalia Carbajosa.

 

SERGIO GALLEGO

La intención que conduce mis pasos
es la responsable de la historia.
Mi último paso es el primero,
pues mi intención es nómada,
y mi historia y mi leyenda
un relato por escribir
y un clásico en la memoria.

 

 

ANTONIO MARÍN ALBALATE

18199

Palabras para unas piernas,
Hermosas palabras de quien
Vengo a recordar ahora, ardiente
Como una diosa blanca en el asfalto,
Marcándose un baile ante mis ojos de Sátiro en celo,
Con su vino de Grecia en los finos labios,
–Quiero decir cuévano y boca–
Nunca satisfecho tras beber la ambrosía,
Allí donde se estremecieron las piedras
De la Historia misma cuando sus piernas precisas
Pisaron, con infinito amor, el placer intenso
De los días contados que un día volverán a ser Paraíso.
Vino lento y caliente digo,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxBajando,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxBajando
Como un hilillo de sombra sensual y fuerte,
Hacia la oscuridad de un zapato, para beberlo.

 

 

ANDRÉS GARCÍA CERDÁN

LA NEVERA

xxxxxxxxxxxxxxxxxx«y todo por tan poco precio,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxseñores, por tan poco precio»
xxxxxxxxxxxxxxxxxxx-Leopoldo María Panero-

Tengo veintiséis años. Cualquier día de éstos
le diré a la nevera que hiele mis imágenes
para que no se pudran y no huelan a tiempo.

En el congelador no hay sitio ya, pero caben
-al lado de la carne, la leche y las verduras-
las palabras, cabemos tú y yo y la calle,

un cigarro de hierba, una ración de duda
razonable, el bar donde tomamos café,
la fe de Garcilaso, la noche azul de Judas.

Cabe este sucio ruido de ganar y perder
y una niña que baila aburridísima y sola.
Me pregunto si cabe la nostalgia también,

si cabe un fiat brava, tu ron con cocacola,
nuestra vida de lunes. ¿Y el dolor? ¿Y el odio?
¿Caben las malas intenciones, el pan, las sombras?

Me pregunto si hay allí un sitio para todo,
y si será bastante con congelar la vida,
porque sospecho que los días arden y el polvo

arde y no caben dos heridas en una herida.
Y si será posible detener para el mundo
este tiempo salvaje, y no perder la orilla,
y no amanecer nunca ni podridos ni absurdos.

 

 

ALEXIS DÍAZ PIMIENTA

PRIMERAS INSTRUCCIONES PARA ANDAR POR EUROPA

No te acerques a los desconocidos,
no preguntes la hora ni el rumbo exacto hacia ninguna parte.
Los desconocidos viven orgullosos de serlo.
No confundas su paso apurado
con el aleteo de los pájaros en la jaula.
Dobla en la próxima esquina, siéntate en un parque,
y finge tu también ser un desconocido.
Sólo así la ciudad admitirá que tengas pan y sombra.
Sólo así las noticias del periódico
no tendrán nada que ver contigo,
ni la presentadora de televisión te mirará a los ojos,
siempre a los ojos, como si te conociera de antes.

Y si no tienes cerillas, por favor, no fumes.

 

 

ALBERTO BARBERÁ

No te voy a negar mi aliento,
no me pertenece.
Diré hoy que me das lástima,
al rato, que envidio tu concreción,
la nitidez con que te recortas
en un paisaje.
Entiendo que fueras feliz,
que puedas volver a serlo.
Mañana sabré que no tienes futuro ni pasado,
como la piedra a la que te encaramas
para gritarme,
xxxxxxxxxxxxxpreguntarme algo.

Habré olvidado y aceptaré tu vida.
Después volveré a decidir
que no me interesa lo que te ocurra.
Te daré la espalda y quedarás
en la orilla,
xxxxxxxxxxcreyendo que me miras.

 

Y ENTONCES LLEGAMOS NOSOTROS

 

Entre los años 1996 y 1997 desaparecieron de la escena todas las revistas de literatura que merecían la pena en esta región. Mientras algunos descubríamos la poesía de Francisco Umbral, Omar Jayyam o Wislawa Szymborska, nos reconcomía la quietud de todos aquellos que decían echar de menos una revista de poesía; así que en el verano de 1998, Antonio Llorente y un servidor empezamos a plantearnos que si no lo hacía nadie por qué no lo hacíamos nosotros, y aquella locura terminó tomando cuerpo mientras nos bebíamos unas cervezas y lo comentábamos con Antonio Marín Albalate y José Luis Abraham López. El nombre definitivo de la revista, sacado de unos versos de Blas de Otero que dicen: «rescatar al verso de la galera del libro y hacer que las palabras suenen libres, vivas», sería ‘La Galera‘.

 

LA EXCUSA (y II)

 

En el segundo número de La Excusa tuvieron a bien publicarme mis tres primeros poemas; de hecho, fue genial, porque yo sólo quería publicar uno, pero uno de los encargados de la revista me pidió más y terminó publicando tres. El poema aquel –ya tan antiguo– y que yo quería publicar era este

 

DIVERTIMENTO SACRO

Qué suplicio recordarte
sin tu pregonada eternidad.
Tú, que te hiciste hostia viva,
cuerpo ante mi lengua,
entre mis manos,
bajo mi sexo,
dejándote masticar
sin impedimentos
y sin importarte mi tráquea
o esófago;
a ti, que te recuerdo uva sacra,
vino sobre mis labios,
por mi garganta,
hacia mi estómago,
recorriendo libre
y sin preguntas
mis arterias
o venas.
Y qué absurdo intentar relamer
tus caducas migajas y gotas
esparcidas por el tiempo.

 

Sí, ya sé, las influencias literarias son exageradas, pero esto es lo que hay, así empezó uno…

 

 

 

De todos modos, si hay algo que me gusta recordar -vamos, lo he recitado infinidad de veces en público (sobre todo el comienzo)- de aquel número de La Excusa es el relato que publicó Óscar Tropovski y que lleva por título

 

ÍNTIMAS TORMENTAS EN EL OSCURO CLUB DE JAZZ

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxCaught in that sensual music all neglect
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxMonuments of unageing intellect.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxW.B.Yeats

xxxÓscar llega tarde, como siempre, pero el grupo no ha empezado todavía: maldita suerte la suya, truhán de poca monta, terrorista de tres al cuarto armado con un lápiz Staedler de punta blanda, pues no pretende diseccionar con semejante cetro la piel tostada y sabrosa de las parroquianas de este garito…

xxxSu amada pasa la lengua por las esquinas, todas amazacotadas en un yeso rotundo y cargado de sutiles remembranzas de la infancia. Será salvaje, lamedora incauta y maldita, oh pelo castaño recién lavado oloroso a champú barato, pero qué refrescante, qué fragancia,

xxxy su hermano sólo roe, también lame de vez en cuando, ahora roe con avidez las colillas abandonadas en este rincón ajeno y único del planeta, y venga a roer, y mira con ojos viciosillos a su cuñado

xxxque sigue sentado y a la espera, el grupo aún no empieza, Óscar se repliega sobre sí mismo, observa su ombligo pacientemente con la ayuda de un catalejo que según las lenguas eruditas perteneció a Sir Drake, magnífica torre en miniatura con la que el reputado pirata se ayudaba para masturbar a sus amantes caribeñas, que tesón, oh allende los mares, el viejo verde, y ahora sólo Óscar mira y espera, y pide otro whisky sin agua

xxxy recuerda la frase de un irlandés acerca del whisky y del agua, en una conocida película

xxxpero maldita la gracia que hace a nadie, un chiste tan manido, la gente se repliega, un poetastro borracho y monótono con sus malditas metáforas, y que si qué océano de alcohol y miradas sucias, este bar a estas horas de la noche

xxxdonde apenas entran los rumores de los coches, bestias fáusticas de colmillos cromados y gases de azufre y sal

xxx-Sr. Tropovski, su TERCER whisky.
xxx-¡Anda y que te folle un pez calvo, maldito camarero calvo y bigotudo, verdadero esperpento satánico, mesías de la hueca podredumbre, déjame ya siquiera paladear esta primera nota, pobre sombra del gran Miles

xxxqué sabrán todos, joder, y qué subidón…

xxxpuedo volar, amigos…

xxxPero ya nadie le oye, pues el trompetista reclama las turbias luces y las pasiones vaporosas de los sexos reunidos en torno a su íntima tormenta.

 

LA EXCUSA

Hace un par de semanas les hablaba de una de las revistas de literatura míticas en Murcia, Thader. Pues mientras en Murcia se editaba Thader, en Cartagena -y gracias al Colectivo de Jóvenes Autores- se sacaba a la calle La Excusa, una revista que sólo consiguió dar a luz un par de números , pero en el que se encontraban, entre otros, Antonio Llorente, Alberto Barberá, Vicente Velasco, Alfredo Wandossell, Sergio Gallego, José Luis Abraham López o Pedro R. Celdrán.

 

 

Del primer número de La Excusa voy a dejar un texto de Alberto Barberá que lleva por título

CON EL ESPÍRITU DE BUKOWSKI (Homenaje turbio al último zafio)

xxxxxEstaba en un bar de esos a los que sólo me conducía el aburrimiento a altas horas de la madrugada, cuando el alcohol no me quitaba el frío y las piernas de las mujeres eran demasiado largas para un chaval como yo, que llegaba siempre por accidente a todas partes, apestando a sudor y orinando en cada esquina.
xxxxxTotal, que no había mujeres que quisieran desperdiciar su precioso tiempo entreteniendo los bajos instintos que me asaltaban siempre a la séptima u octava cerveza, momento en el cual los picores de mi entrepierna aumentaban de tal modo que era capaz de insinuarme a una máquina tragaperras.
xxxxxEn el bar sólo quedaban un par de clientes. Estábamos a principio de marzo y hacía un poco de frío. El camarero tenía una cara que parecía no haber echado un polvo desde hacía años. También había una mujer en una esquina de la barra, frente a un vaso de ginebra. No estaba del todo mal, tenía el pelo largo y rizado, recogido por una diadema negra. Tenía la piel pálida y una frígida expresión de crueldad en la cara, pero era bastante atractiva. Descansaba su culo en un taburete con mucha gracia, tenía un buen culo, y unas piernas largas y esbeltas.
xxxxxPedí una cerveza. Me la bebí. Pedí otra. El viejo del fondo de la barra se me acercó.
xxxxx-Dame un cigarrillo, chaval.
xxxxxSe sentó a mi lado y se acabó su whisky. En la radio sonaba algo de música clásica, Mahler, creo. El camarero tarareaba feliz mientras fregaba los platos.
xxxxx-Barman, otro whisky con agua. ¿Quieres uno chaval?
xxxxxVaya, nunca me había invitado un desconocido.
xxxxx-Claro.
xxxxx-Ponle otro al chico.
xxxxxMe dijo, «chico, muéstrame un hombre que viva solo y tenga una cocina perfectamente sucia, y en cinco de cada nueve se tratará de un hombre excepcional».
xxxxxNo sabía qué coño significaba eso, pero supuse que no habría fregado un vaso en toda su vida.
xxxxxNo dijo nada más, acabamos nuestra bebida en silencio, mientras el camarero le ponía otra cerveza a la chica de las piernas. Me di cuenta de que éramos los únicos que quedábamos en el bar.
xxxxxEntonces me fijé mejor en él. No me dijo su nombre, pero tenía algo en su mirada, en su forma de ver las cosas que me era familiar, tenía la nariz grande y barba de una semana, los ojos vidriosos y claros, enrojecidos, como la nariz, por el frío y el alcohol.
xxxxxCuando acabé me levanté y fui hacia el lavabo. Cerré la puerta mientras le veía pedir otra cerveza.
xxxxxAcabé con lo mío y volví al taburete junto al viejo. Encendí un cigarrillo y miré hacia la mujer. Estaba completamente borracha. Se estaba pintando la cara con maquillaje negro frente a un espejito, pero iba tan bebida que sólo consiguió emborronar sus párpados con una oscura mancha de desolación.
xxxxx-No está mal ¿eh? Bonitas piernas.
xxxxx-Aha, tiene un buen polvo.
xxxxx-Quizá dos. Ponme otra cerveza.
xxxxxPedí también una para mí. Nos las bebimos sin respirar. Entonces soltó «muéstrame un hombre que viva solo y tenga una cocina perfectamente limpia, y en ocho de cada nueve se tratará de un hombre de cualidades espirituales detestables». Seguía sin entender ni una palabra. Se dio cuenta y me sonrió, como diciendo: «chico, tienes mucho que aprender». No me molestó, pero mi estómago estaba a punto de estallar. Salí corriendo hacia el váter y descargué.
xxxxxDe vuelta a la barra pedí otra cerveza más, tenía la garganta seca de tanto escupir sangre y bilis y un horrible sabor en la boca a lo mismo. El viejo y la chica habían desaparecido. El cabrón se me había adelantado por sólo un par de cuerpos. La radio estaba apagada y el camarero cantaba «Old Man River» mientras terminaba de fregar los vasos. Me dijo que tenía que cerrar, así que pagué y me largué.
xxxxxSin saber cómo, aterricé en una estación de metro desierta. NO recordaba que en mi ciudad hubiera metro, así que me acojoné un poco. Encontré la salida y desperté en mi ciudad. Tenía resaca y era un viernes por la mañana, cosa que me extrañó, no solía emborracharme en jueves, odiaba los jueves casi tanto como los lunes, así que me quedaba en casa escuchando música.
xxxxxEntré en un bar, pedí una cerveza y pensé si tendría tiempo de llegar a clase de historia. La cerveza era asquerosa, la peor cerveza que había tomado nunca, no conocía el bar, me cagué en los muertos de alguien y salí corriendo sin pagar, tampoco tenía dinero.
xxxxxEstaba en un barrio de pésima monta junto a los muelles de carga. Una prostituta me dijo «lo siento, tío, ya me he enterado, no somos nada». Le di las gracias y me marché más confundido que antes.
xxxxxEn el instituto todo parecía ir como siempre, sólo que mi cerebro daba vueltas alrededor de una inmensa bola de billar cósmica a años luz de la clase de filosofía. Se acabó la mañana y llegué a casa. Comí bazofia fría y un sandwich con los restos de la ensalada y algo de queso. Me moría por fumarme un cigarrillo.
xxxxxCogí el periódico y fui a dar una vuelta. Todo como siempre, fotos de gente muerta o a punto de conseguir dar el Gran Salto, negros, judíos, musulmanes, por todas partes matanzas de tribus enteras en África y bombas en hospitales de Sarajevo. Me entraron ganas de vomitar. Tiré el periódico al suelo y se abrió. Unos ojos me sonreían desde abajo, sosteniendo una copa de whisky. El titular hablaba de neumonía. Por fin lo habías conseguido maldito hijo de puta, al final acabaron siendo tus pulmones. Entonces lo comprendí todo, quería llorar, así que me eché a reír, y mis lágrimas empañaron la risa.
xxxxx-Mierda, Hank, condenado bastardo, fuiste capaz de follarte a la misma muerte. ¡Jajajajajaja!
xxxxxY ese fue el día en que me enteré de que Bukowski había muerto.

 

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V.O.S. (en España)

 

All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy All work and no play makes Jack a dull boy

 

(No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano No por mucho madrugar amanece más temprano)

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HIROSHIMA Y NAGASAKI

Hoy hace 67 años que se lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki las bombas atómicas, y como hace poco repasaba un montón de papeles en los que tengo apuntados versos, poemas y citas de periódicos y me encontré con el poema que aquí les dejo de Gloria Fuertes, pues creo que no hay mejor manera de homenajear a los muertos de aquel crimen.

 

 

OTRO A EEUU

Aquí se vende de todo
palillos de plástico,
virgos de plástico,
comida para perros,
comida para gatos,
comida para ciervos,
cocidos enlatados.
Casas con ruedas,
ataúdes con ruedas,
corazones con ruedas.
Guantes para albañiles,
guantes para peones,
guantes para gigantes.
Gafas para dormir,
gafas para picar piedra,
gafas para picar cebolla,
¡Gafas para picar cebolla!
¡Gafas para picar cebolla!
¡Gafas para picar cebolla!
Aquí, donde la atómica
¡se venden gafas para picar cebolla!

 

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A NORMA JEAN, IN MEMORIAM

Hoy me salto olímpicamente ese repaso que estaba haciendo sobre mis primeros contactos con la literatura en Murcia, sobre esas maravillosas revistas que hicieron mágico mi contacto con esta ciudad. Y me lo salto porque hoy hace 50 años, como repetirán periódicos e informativos hasta la saciedad, que murió esa mujer a la que todo el mundo conoce como Marilyn Monroe.

 

 

Con esa infancia de mierda que tuvo (lean alguna biografía y no se creerán que aguantara lo que aguantó), violada dos veces antes de los 12 años, no sé hasta qué punto su vida no fue una jungla de asfalto. Luego, la industria cinematográfica convenció al mundo hispanohablante de que los caballeros las prefieren rubias, y poco más tarde el mito ya estaba en boca de todos. Lo demás, si no lo saben, es fácil verlo en cualquiera de las páginas dedicadas a Marilyn: bodas, romances y películas.

 

 

El caso, es que viendo un documental hace unos días, me estremeció descubrir que fue Joe DiMaggio -su primer marido, con el que apenas estuvo casada un año- quien se encargó de su entierro y estuvo dejando flores en su tumba hasta que murió de cáncer. Pero me puso de muy mala leche ver que su tumba lleva su nombre artístico, y lo siento mucho, pero quien está en esa tumba se llamaba Norma Jean; que para el resto del mundo desapareciera esa actriz que había vuelto loco a más de medio mundo no me parece razón para que en su lápida no aparezca su nombre…lo repito: se llamaba NORMA JEAN.

 

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