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HALLOWEEN
Hoy habrá quien celebre Halloween y yo no he podido resistir la tentación de poner la tira que hace unos años le dedicó Joaquín Secall a semejante evento y que uno tiene aún guardada en papel. Es ésta.
BAUDELAIRE
EL GATO
xxxxxI
Por mi mente se pasea,
igual que en su aposento,
un gato hermoso, fuerte, suave y agradable.
Y si maúlla, apenas se le oye,
por ser discreto y cariñoso su sonido;
aunque ese maullido se suavice o gruña
siempre es grato y hondo.
Tal es su hechizo y su secreto.
Ese sonido se desgrana y se filtra
en mis entrañas más oscuras,
me colma como verso abundante
y como una pócima me alegra;
los peores males adormece
y posee todos los éxtasis;
para expresar frases largas
no necesita palabras.
Pero no existe violín que hiera a
mi corazón, instrumento perfecto,
y logre que de modo majestuoso
canten sus cuerdas más vibrantes,
más que tu maullido, misterioso gato,
gato seráfico, gato extraño,
y que posee, como un ángel,
¡lo sutil y lo armonioso!
xxxxxII
De su piel blonda y oscura
brota un perfume tan dulce que
embalsamado quedé una noche con sólo
acariciarla una vez.
El gato es espíritu y armonía
de la casa; juzga, preside,
inspira todo en su reino;
¿es quizá un mago, un dios acaso?
Cuando mis ojos, como atraídos por imán,
hacia ese gato que tanto quiero
con toda docilidad se vuelven,
y que interiormente me miro,
con gran asombro descubro
el brillo de sus pálidas pupilas,
fanales claros, ópalos vivos
que fijamente me contemplan.
LOS GATOS
A los ardientes amantes y a los sabios austeros,
cuando tienen muchos años, les gustan
los gatos, orgullo del hogar, fuertes y suaves,
tan frioleros como ellos y asimismo tan sedentarios.
Amigos de la ciencia y de la voluptuosidad son,
buscan el silencio y el horror de las tinieblas;
un Erebo los hubiera tomado por sus fúnebres corceles,
si, inclinando su altivez, el yugo hubiesen aceptado.
Siempre, al meditar, adoptan esas nobles actitudes
de las grandes esfinges en sus hondas soledades
y que parecen adormecerse en un sueño interminable;
de sus fecundos lomos surgen mágicos centelleos,
y como si fuese arena fina, hay partículas de oro
que siembran estrellas en sus místicas pupilas.
EL COLOQUIO DE LOS PERROS Nº 31
Quiero darle desde aquí la bienvenida al número 31 de la revista de literatura on-line de referencia en este país: El coloquio de los perros.
En la sección de poesía pueden encontrar versos de José Mármol, José Luis García Martín, Sayak Valencia, Fruela Fernández, Marcos Ricardo Barnatán, Juan José Téllez, Ginés Torres Salinas, Inma Aljaro, Elisabeth G. Pineda, Álvaro Salvador, Elise Plain, Javier Asiaín, Vicente Cervera, Jorge Ortega y Camen Piqueras.
Además, pueden encontrar textos de Alejandro Hermosilla Sánchez, Diego Sánchez Aguilar, Natxo Vidal Guardiola o Zoraida Angosto. Échenle un vistazo (como a los números anteriores), saldrán reconfortados.
100 ENTRADAS
Sí, 100 entradas ya en el blog y pensaba de qué hablar cuando he decidido comentar algo que hasta ahora no había siquiera mencionado.
El pasado 22 de septiembre se celebraba el recital de despedida de una cafetería-librería que ha sido mítica en la historia cultural y social de la ciudad de Murcia.
Aquel recital en el que participamos, entre otros, José Daniel Espejo, Beatriz Miralles, Eugenio Sánchez Salinas, Isabelle García Molina, Joaquín Piqueras, José Antonio Martínez Muñoz, Vicente Cervera, Antonio Aguilar y un servidor, era un homenaje a la historia de esa cafetería-librería del centro de Murcia, una cafetería con nombre mítico: Itaca. Y aquel recital era un homenaje a su historia porque desde el 29 de septiembre no abre sus puertas; la política del equipo de gobierno que sufrimos, las leyes que han menoscabado la evolución de la hostelería en este país y una gestión que ha ido empeorando gravemente durante los últimos años, han hecho que acabara por cerrar definitivamente.
Itaca fue durante años un lugar en el que ocurrían cosas: uno podía encontrarse con un cuentacuentos en plena actuación, o con poemarios colgando del techo que formaban parte de un concurso (denominado, lógicamente, ‘Poetas colgados’), o tenía que correr los primeros días de mes para no quedarse sin su ejemplar gratuito de una revista de poesía que removió esta ciudad durante casi tres años. En Itaca algunos hemos estado con poetas como Carlos Vitale, Cristina Morano, Concha García, Rosa Lentini, León Molina, Ramon Dachs, Javier Moreno, Óscar Aguado o Siracusa Bravo Guerrero. Pero es que también hemos estado con músicos de la talla de Javier Krahe, Pedro Herrero, Quique González, Carlos Chaouen, Antonio de Pinto, Joaquín Calderón, Adolfo Langa, Menso, Rebeca Jiménez, Vicky Gastelo, Alejandro Martínez, Rafa Pons, Proyecto JASS, El niño de la hipoteca, El Kanka, Izal, Javier Álvarez, Aarön Sáez, Zahara, Fede Comín, Alberto Alcalá, Patricia Lázaro, Paco Cifuentes, Funambulista, Andrés Suárez, Chiqui Calderón, Moncho Otero, Fabián, Luis Quintana, Muerdo, Rafa Toro, Jesús Garriga, María Rozalén, Elena Bugedo…
Ahora sólo queda un espacio vacío incapaz de albergar lo que tuvo hace años.
LECTURA HOMENAJE A ANTONIO GÓMEZ CANO
Este martes, en el Museo Ramón Gaya, se llevaba a cabo una lectura poética en homenaje al pintor Antonio Gómez Cano con motivo del centenario de su nacimiento. El poeta que ejerció como maestro de ceremonias del acto fue José Antonio Martínez Muñoz, que además de exigir que nuestros políticos deberían cuidar más a los artistas de su tierra (y curándose en salud añadió que si afirmaran que no tenemos a un Goya o a un Velázquez, ellos tampoco son Winston Churchill), fue dando a paso a los poetas que participaron en dicho homenaje: José Daniel Espejo, Antonio Marín Albalate, José Luis Martínez Valero, Ángel Paniagua y el propio José Antonio Martínez Muñoz.
Casi todos los poetas leyeron un poema escrito ad hoc. De esos poemas, algunos pensamos que el mejor fue el de José Daniel Espejo, que ha tenido a bien enviárnoslo. Disfrútenlo.
GÓMEZ CANO, EN LA ESTEPA
Porque somos así y solemos preguntarnos
si es posible en absoluto percibir el universo
desde la ciudad de Murcia y sin famosos al lado,
recomiendo a Gómez Cano y su poesía,
sus vistas secretas sobre espirales galácticas,
es decir, sobre una playa o una chica,
sobre la espuma de un Tiempo con grillos y cigarras.
Nunca estuvo en escenarios, ni firmó manifiestos
ni formó generación ni tuvo un color a su nombre,
fue chacal estepario, en la taiga del valor,
mas cazó cuanto quiso la belleza de su tiempo
merodeó en solitario por parajes desérticos.
Adoro a esos predadores, con nombres sin glamour:
sus obras no adornan los consejos de los bancos
ni están en colectivas con los grandes del momento.
Tampoco en su ciudad les hacen caso y sin embargo
su mirada es tan pura que enfría alrededor
su ventana se abre a las noches sin luna.
Silenciosos pero vivos, la pintura es alimento
humilde pero cósmico. Ellos acechan
y en sus manos la luz se transforma
en un fanal en la noche, una máquina del tiempo,
la brillante foto-finish del instante y el corazón.
Quién pudiera ser un artista menor,
y a cambio la valentía y la dignidad,
la paciencia y la paz del pintor solitario
que no ha venido aquí a comer carne muerta
ni a dejarse alimentar por otras manos.
De Gómez Cano aprendamos la fe,
la sublime honradez con que entra en su arte,
sigamos camino con su luz en los ojos
escojamos el lado por el que no pasa nadie.
Y MÁS NOTICIAS
La semana pasada la terminamos (públicamente) asistiendo al concierto que Alberto Alcalá ofreció en el Ateneo Huertano Los Pájaros. Alberto y yo nos echamos una mano mutuamente y creo que todos salimos ganando. Lo primero que hice fue encargarme de la promoción para el concierto y, excepto algún pequeño detalle que se me pasó, creo que no salió mal del todo. Para empezar, ver la reseña del concierto en los dos periódicos de Murcia fue un auténtico gustazo:
Y el concierto fue, sencillamente, un lujo. Los Pájaros es un lugar en el que uno se siente a gusto nada más llegar; la atención para con los músicos, la necesaria para que las cosas salgan bien (o mejor todavía); y la calidad de quienes llevan este lugar en lo que queda de huerta en Murcia, más que notable. Pero es que, además, Alberto se está empezando a hacer con una pequeña legión de seguidores que hacen que los conciertos sean una auténtica fiesta; y entre eso, y que nos presentó algunos temas del disco que está grabando, dan ganas de tenerlo aquí casi cada mes.
Les dejo dos de los temas que formarán del disco de Alberto Alcalá y que nos presentó en el concierto (atentos a cuando salga y a las colaboraciones de lujo con las que contará).
RESUMEN DE ÚLTIMAS NOTICIAS
La verdad es que últimamente han ocurrido muchas cosas y no sabría por dónde empezar ni cómo organizarlas para enseñárselas, así que voy a hablar de ellas y espero que alguna les interese.
La huella sonora, la oficina de management de Juan Perro, ha tenido a bien invitarnos a ver a Juan Perro dos veces en apenas tres meses. La primera fue este verano en La mar de músicas, cuando actuó justo después de Vinicio Capossela y Juan Perro nos iba mostrando su espectáculo de La Zarabanda. Aquí tienen una crítica de aquel concierto, que a algunos nos pareció, sencillamente, una fiesta, un lugar donde comulgar pagana e intelectualmente, un lugar en el que Santiago Auserón fue mostrando retazos de sabiduría, de humor inteligente y de conocimiento teórico y práctico de eso que tan bien hace y que se llama MÚSICA.
Pero es que hace apenas unos días nos volvían a invitar a verlo con su espectáculo ‘Casa en el aire‘, donde junto a Joan Vinyals (el dimoni del barri de Gràcia) revisitan temas viejos, nuevos e inéditos con una frescura pasmosa. Recuerdo el comienzo del concierto como uno de los mejores que haya visto nunca; sin embargo, ciertos problemas de sonido hicieron que el concierto no llegara al sobresaliente. Aun así, el concierto fue de notable alto, con Juan Perro sorteando esos problemas y regalándonos un manojo de canciones difícilmente igualables, o el detalle de cantar ‘No más lágrimas‘ a capella. Altamente recomendable, se lo aseguro.
Y como banda sonora este ‘José Rasca‘ (no incluido en su maravilloso último disco ‘Río negro‘)
En las dos últimas semanas, además, hemos asistido a las lecturas de dos amigos que venían a mostrar sus versos. El primero fue Andrés García Cerdán, que vino hace un par de semanas a darle un repaso a su trayectoria poética. Andrés, que es uno de los organizadores del magnífico Festival de poesía Fractal, tuvo a bien hacernos subir a leer con él a Eugenio Sánchez Salinas, a Natxo Vidal Guardiola, a José Daniel Espejo, a Antonio Marín Albalate, a Cristina Morano, a Vicente Cervera, a Ángel Paniagua, a Antonio Aguilar y a un servidor. Y la noche fue una fiesta de versos y amigos. Y Andrés sigue siendo uno de los grandes, descúbranlo si aún no lo han hecho.
Y de propina, dos poemas de Andrés.
LOS BUENOS TIEMPOS
Como tú no lees, Pesca, no pongo a Bukowski,
y no pondré a Sade en este poema, ni a Dios:
diré sólo –para que me entiendas– lo que importa.
Lo único que importa es salir pronto y duchado,
sentir los ojos rotos en la parte más alta
del cuerpo, sentir vértigo de sábado inútil.
Importa el color de la camiseta que llevas,
importan tres o cuatro mil pesetas, las llaves
en el vaquero, un chivato lleno de maría.
Importa dirigirse, aún dormido, a la Iguana
y decir «buenas tardes«, decir «un café solo«,
decir «¿has visto como estoy vivo todavía?»
STARS
xxxxxxxxxxTenemos fe en el veneno. Sabemos dar nuestra vida entera todos los días.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxixxxxxxxxArthur Rimbaud.
Todos los días das tu vida entera.
La das como quien da
por ganado su tiempo
y no regresa ya nunca a la muerte.
Quien vive como si la vida fuera
el encuentro salvaje, el veneno
fértil de una luz nunca vista
aprende a respirar en el lenguaje
de cobre de la flor de la mañana
y en el lenguaje azul
de las alturas sobre las cabezas
y en el lenguaje puro y enigmático
de la tarde que cae –nadie sabe
desde dónde– sobre la noche.
Todos los días das tu vida entera
como quien le hace al cielo
una ofrenda de estrellas extinguidas,
un sacrificio innecesario,
un altar increíble de palabras.
Esta semana la empezábamos viendo la presentación en Murcia del primer libro de Vicente Velasco, un libro que lleva por título ‘Ningún lugar‘ y que fue merecedor este verano del XVI Certamen de Poesía Pepa Cantarero.
Y aquí tienen uno de los poemas del libro:
EL MERCADO
Esta mañana he ido al mercado, una calle cualquiera.
Me he detenido y observado el precio de la vida.
Leí atentamente todos los carteles
y las bocas profundas de los huérfanos.
Ellos no estaban allí. Sólo los carteles.
Se vendía el presente entre tantas cabezas
que hipotecaban su ineludible vacío.
Me miré las manos y me fui.
Miré mis manos invisibles de futuro.
Pero es que además nos regalaron una plaquette que surge de una idea del propio Vicente Velasco y que es un homenaje a Ángel Paniagua publicada por Huerga y Fierro y que lleva poemas de José Alcaraz, Natalia Carbajosa, Juan de Dios García, Antonio Gómez Ribelles (autor también de la portada), Antonio Marín Albalate, Joaquín Piqueras y Vicente Velasco. Dejo el primero de los poemas del libro, el magnífico poema que escribe José Alcaraz para este homenaje que lleva por título ‘Endecasílabamente nuestro‘.
A ÁNGEL PANIAGUA
No volverás a ser joven. Y qué,
si no has abandonado aún la escuela
de calor, los amores intrigados,
el deseo egoísta de gustar;
si tiemblas de emoción como una niña
al leer estos versos –y no puedes
engañarnos–. Agrego, entenderás,
la acostumbrada lista de atributos
en homenajes y semblanzas: ínclito
consejero, poeta de legados,
cazador de miradas, obsesivo
del orden cuando la realidad
no parece ajustarse a nuestra métrica…
Quisiera preguntarte si le falta
algo a este poema. Di que sí,
que faltan muchas cosas todavía,
y todo lo que quieras, menos tú.
ALEJANDRO FILIO & PEDRO GUERRA
Necesito un par de días más de descanso después de todo lo que ha sucedido últimamente, así que hoy voy a dejar una canción de un cantautor mexicano, Alejandro Filio, que en su momento me parecía grandioso pero que hace ya una temporada se me está cayendo. De todos modos, aún quedan algunos temas que salvo de su extensa discografía; uno de ellos es este ‘Habrá que creer’, y sobre todo en esta versión con Pedro Guerra (perteneciente al disco ‘Un secreto a voces’).
HABRÁ QUE CREER
De niño pensaba que el cielo
bajito esperaba por mí
y fue despidiéndose siempre más lejos
que un día pensé en desistir.
Después el ratón de los dientes
y magia cada Navidad,
aquel Santa Claus que bajaba sonriente
pero nadie le pudo mirar.
Habrá que creer, habrá que creer
en Cristo, en la paz o en Fidel.
Habrá que creer, habrá que creer
en algo o en alguien tal vez.
Un beso me puso en la boca
y dijo soy tuya lo ves
después en la prepa pasó por la tropa
pero fue mi primera mujer.
El patio, la gran ceremonia,
la patria la luz tricolor,
después la traición de quien roba, deshonra
y nos vende el derecho y la voz.
Habrá que creer, habrá que creer
en Cristo, en la paz o en Fidel.
Habrá que creer, habrá que creer
en algo o en alguien tal vez.