Archivo
CREAJOVEN LITERATURA 2013
Hace justo una semana tenía la reunión en la Concejalía de Juventud para deliberar junto a Isabelle García Molina y Francisco Javier Díez de Revenga quiénes serían los ganadores del Creajoven de literatura de este año.
Si quieren que les sea sincero uno iba con un poco de miedo –ya saben los gustos tan raros que tengo–, pero todo fue como la seda. En poco más de media hora teníamos los ganadores de este año. Y lo que estoy intentando asimilar desde entonces es la cantidad de diferencias que hay entre estar dentro y fuera; uno sabe lo que se pone en un texto que se entrega a un certamen, y lo relativamente sencillo que ha sido dilucidar quiénes iban a ser los ganadores de este año.
Aquí tienen la noticia conforme la dio ‘La Opinión’ la semana pasada.
Desde aquí quiero felicitar a Carmen Oliveros, Manuel Torres, Noelia Illán, David Cano y Rubén Bleda por los respectivos premios. Y agradecer a quien haya pensado en mí para formar parte del jurado de este certamen por el que han pasado autores como Ángel Manuel Gómez Espada, Andrés García Cerdán, Antonio Aguilar o José Daniel Espejo.
Les avisaré desde este blog cuando haya presentación de libro e intentaré hacer alguna foto de los autores para que sepan quiénes son.
COMPENDIO DE HISTORIA NATURAL
LA ternura del gato es algo débil
es un poco giro salto y ronroneo
algo de jugar con la muerte en las cornizas
y en el veneno que deja cada día el vecino
que tanto teme su silenciosa maldad
pero el gato sabe cuando sufres
o cuando es el placer que te desborda
permanece contigo
hace un silencio agónico
que casi no es silencio
si crees que se muere sobre tixxxxxes la ternura
apenas la soporta
hay algo cierto en su mirada niña
acecha entre las sombras:
plaga miedo o dolor
los mata tan sencillo cuando juega.
VIDA DE PERROS
Luego de algunas pérdidas
los perros aprendieron a cruzar el semáforo
evitar carros y lluvias
los cachorros aprenden a confiar de la pelota
saben leer los signos en los árboles y en las estrellas más lejanas
algunos aprenden a morder como mujeres
otros no necesitan correas ni órdenes en inglés
hablan la destrozada lengua de la calle
evitan las feroces arañas de los gatos
pero todavía les sorprende la rotunda violencia de sus amos.
NO EL MONO EL CANGURO
Ella es la piel en todo tibia
es toda protección
sabe correr el peso de ambos
es una casa grande cómoda
de aquellas en peligro de extinción ante los rascacielos
delicada fiel tibia
un día sin más le dejará
puedes huir de los perros salvajes
pero el sentimiento que ignoras te asesina
es la lección definitiva.
EROS
Como el dibujo del niño
así de natural
mágico y violento
así de ingenuo.
ARDENTÍSIMA
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxa José María Álvarez
La palabra
escrita en un papel tan blanco
la palabraxxxel papelxxxla ruina
de la mano que roza toca oprime
el papel que cede
se pliega
pierde forma y sentido
en una oscura alquimia hasta la piedra
es la piedra que cae
que golpea en el centro de agua
y la gota que brota dura y erizada
como ansiosa respuesta
al tacto de la piedra
pública lingual y dáctil
y se suceden ondas
con el nombre de muslo espalda nuca
es la piedraxxxse hunde.
REGRESAN
Son ellas
la supuesta desmesura
que me permito sobre el papel canalla
tan dispuesto y abierto a mis argucias
a veces vuelven
con sus piernas que llegan hasta el grito
nombres palabras lugares hechos
que quizás no cubren el instante
de tus pericias con los labios
y mucho menos
lo aprendido de ti
(cabe confesar que no sabia que los buitres
son parte del más hermoso cielo
y que el relámpago sólo es feliz si está lloviendo)
no tengas miedo amor
son ellas las que tiemblan
de no saber
si aquello que besamos cada noche
es sólo un pliegue
o la vida.
Gustavo Portella, Jorge. Compendio de historia natural. Sevilla; Ed. Renacimiento, 2007.
POEMAS PARA LOS DEMÁS
SEMILLAS
Escribo con palabras
rotundas y sinceras,
con palabras de pan,
de aceite, vino, agua,
de casa, de la calle,
con ideas en bruto,
para que tú me entiendas.
Escribo con palabras
de grito y de silencio,
de azúcar, semen, sal.
Con palabras de barro,
de madera, de sangre,
de cemento, de plástico,
de hierro y de cristal.
Con palabras de carne,
con palabras de luz,
de sombre, transparentes.
Con palabras de vida,
con palabras de tiempo,
con palabras de amor,
con palabras de odio.
Escribo con semillas.
Sencillamente, escribo.
Escribo como vivo.
Escribo como soy.
VERSO Y REVERSO
Los libros me engañaron.
(Era mentira la inmortalidad.
Y eran mentira la fama y la gloria.
Menos mal.)
Para engañar a los libros escribí éste.
NUEVO ORDEN
Urge cambiar el desorden del mundo.
Se declara el estado de crisis permanente.
Desde ahora los niños nacerán con vivienda.
Toda la población es emigrante.
La sociedad prioriza al individuo.
Se legalizan las drogas naturales.
Se subvenciona la solidaridad.
Se concede a los jóvenes pensión devolutiva.
Los ancianos serán privilegiados.
La vida se proclama asignatura.
La muerte recupera valor espiritual.
Se restringe el presupuesto de defensa.
Fronteras franqueables hasta su desaparición.
Si la fidelidad daña la salud mental,
se desbloquea la fórmula pareja.
El ejercicio del Poder se renueva anualmente.
Se habilitan las islas eclesiásticas.
Se suprime el consumo más superfluo.
Se debe trabajar para vivir.
Nadie viva para trabajar.
Se permite soñar con otra realidad.
Etcétera, etcétera, etcétera.
GLORIA
Gloria al azul del firmamento.
Guerra al clero en el cielo; y en la tierra, paz a las mujeres y hombres que no ama la Iglesia.
Por tu inmensa insolidaridad, hipocresía y corrupción, blasfemamos, te maldecimos, te ultrajamos, te deseamos nuestras desgracias.
Sucesor de Pedro, rey eclesial falible y prepotente. Pastor reaccionario de un rebaño de corderos ciegos.
Tú que reprimes el progreso y el placer en el mundo, siembras el miedo, propagas la sumisión, atiende nuestra réplica.
Tú, que estás sentado a la extrema derecha del Padre, olvídate de nosotros.
Porque tú no eres santo, no. Por más que te proclames Santidad a la sombra del Espíritu Espanto, con la complicidad de la mafia organizada en nombre de Dios Padre. Amén.
Guinda, Ángel. Poemas para los demás. Zaragoza; Olifante. Ediciones de Poesía, 2010.
COMO TÚ, LECTOR
COMO TÚ, LECTOR
El hombre se cansa de ser cosa, la cosa que sirve sabiéndose cosa, cosa de silencio en su potencia de impulso airado. La hombría del hombre, de muchos hombres se cansa atrozmente.
Ya no pueden pararse las manos sucias por deber y recias. Muchos ojos –sin gafas– ven o entrevén más allá, aunque se inclinen hacia el suelo y sus lodazales de leyes.
Máquina junto a las máquinas, o solo a la intemperie. Animal bajo un sol de selva, o en una selva urbanísima. Y los colores de la piel se cansan de su color.
Los colores se cansan de ser blancos, de ser amarillos, de ser negros: postración. Y millones de millones de fatigas llegan a formar, por fin irguiéndose, una sola figura.
Ni héroe ni monstruo. Una figura humanísima que arrolla desbaratando y arrasando a estilo de Naturaleza con furor geológico –y mental. Pero no. Es crisis de Historia.
Crisis que asombraría a los dioses mismos si atendiesen a nuestros lodos de arrabal. A los arrabales columbrarían inundados y ya arrebatados por mareas con saña de sino.
Esta vez sí se desequilibra el planeta. Sobre los magníficos se derrumban los colores, y los sujetos, uno a uno sujetos, engrosan multitudes, que son ¡ay! masas compactas.
Masas de hombres que podrían, uno a uno, ser hombres. Hombres como tú, lector que lees, libre, envuelto en tu señorío de piel, con un volumen en la mano, libre.
Deja de leer, mira los visillos de la ventana. No, no los mueve el aire. Responden a eso tan fugaz que fue un movimiento sísmico. Atención: no anuncia más que…
A ti también te anuncia la catástrofe de las catástrofes. ¿Terminará la esclavitud? ¿Hombres habrá que no sean cosas? Hombres como tú, lector, sentado en tu silla. Nada más.
Guillén, Jorge. Obra poética. Antología. Madrid; Alianza editorial, 1992.
LAS RENDICIONES
ÁRBOLES
Somos hombres rotos
que acaban sus días
con planes sencillos:
marcar las paredes
con cruces pintadas
y andar sin zapatos
por las autopistas.
Somos hombres rotos.
Árboles caídos.
ASUSTADOS
1
La primera ley
de los asustados
recomienda el uso
de caparazones.
2
La segunda ley
de los asustados
es más taxativa:
habla de fogatas,
de mundos en llamas.
CASAS
1
Deambularéis
por una ciudad
de casas partidas
con los pies envueltos
en banderas sucias.
2
Pasaréis las noches
contando fantasmas.
CONTRAMARCHA
No nos demos prisa:
dentro de muy poco
todos los caminos
serán de retorno.
Nuestros pies heridos
seguirán heridos.
Volverán las piedras.
ENEMIGO
Hemos malgastado
demasiado tiempo
en hacernos fuertes
ante un enemigo
que no tiene nombre,
que nunca lo tuvo.
ESTADISTAS
Prestad atención
a los que terminan
todo lo que empiezan.
A los estadistas.
A los asesinos.
Prestad atención
a los que terminan
con todo y con todos.
NIÑOS
En el exterior,
un armazón de uñas
y piel de elefante.
En el interior,
un bosque de huesos
y niños perdidos.
PANDORA
Escribid un libro
que encierre otro libro
donde las palabras
contengan palabras
que nos vuelvan locos.
Cajas de Pandora
abismadas unas
dentro de las otras.
ZAPATOS
1
Que nuestros zapatos
eludan los charcos
y los lodazales.
2
Que nuestros zapatos
suscriban la furia
de nuestro esqueleto.
Gros, Sergi. Las rendiciones. Barcelona; Ed. Huacanamo, 2009.
MAPAS DE CERA
LLEGA el viento con las venas atadas a la memoria,
parte el barco de no saber y no hay sirenas sino el remoto afilador
en la esfera de la brújula.
Llega el viento con las hojas tendidas sobre la lluvia,
llegan los días del viento,
los aperos de la caligrafía, la suma de los
xxxxxarpones, la redención de Jonás en el
xxxxxbosque de álamos yertos que pudo
xxxxxplantar Akhab,
pero no fue así,
fue sólo el viento, el aire despierto anclado a la orilla de la niñez.
LLEGA el erizo con una lágrima en cada espina,
viene a verte,
viene del bosque y su cartografía de raíces, de
xxxxxsu oculta conversación y su murmullo
xxxxxmineral.
Abre el libro de lectura y marca el sendero con
xxxxxsus minúsculas garras, no lo olvides, no
xxxxxlo has de olvidar:
una lágrima en cada espina, espina de viento, espina de tiempo espina de sal.
Miras el erizo con una gota de mar en cada espina,
y lo recuerdas bajo el agua y ves la cautela de tu pie,
y observas su oscuridad móvil afilada y quebradiza.
Miras el erizo con una lágrima de ausencia en el hueco de cada espina,
queda el engarce de su alma que ha venido a verte,
su alma violeta como un crepúsculo, su memoria como el firmamento.
Te asomas desde su boca hacia la luz y piensas que la noche ha de ser así,
esa constelación de lágrimas que fueron espinas
xxxxxque fueron tiempo, de luz que calcina la
xxxxxherida
y deja esta pequeña joya sobre tu mano infantil.
Grande, Guadalupe. Mapas de cera. Málaga; Rafael Inglada Ediciones, 2006.
LA LLAVE DE NIEBLA
EN RELATIVO
Que el mundo es imposible. Que las calles no pueden cabernos en el pecho. Que nada cabe en el hueco que le está destinado y así nos van las cosas. Que las hojas de los árboles siguen cayendo y el mar sigue diciendo una palabra que no podemos descifrar: una palabra en movimiento, una palabra en la que cabe el tiempo. Que estamos hechos de tiempo, pero no de mar. Que llevamos la cuenta del tiempo que vivimos, mareados, como si pudiéramos llevar las cuentas del mar. Que contamos la lluvia de los días y los pasos tartamudos de las horas. Que hacemos balance de minucias. Que se nos caen las palabras de la boca, sin entenderlas, como la nieve se aturde en el asfalto. Que confundimos la nieve con la sal, los relojes con la sangre, el pecho con un garaje, y nos consolamos creyendo que todo es relativo, como este pronombre.
POSTAL II
(ZAPATERÍA CÉNTRICA)
Un coche no es un animal, pero se le parece;
un atasco de tráfico se parece a un rebaño,
pero no lo es.
Nadie puede saber hacia dónde van tantos artefactos
sobre cuatro ruedas,
y es tan fácil pensar que hacia el desastre.
Venimos caminando hacia el desastre
desde que inventamos los zapatos,
y hemos llegado hasta estas calles,
sin decirle nada a nadie,
casi como sin querer,
empujados tan sólo
por la inercia de las suelas
y nuestros corazones desolados
en un viaje prematuro.
xxxxxTodo habitante de ciudad es hoy sietemesino.
POSTAL VII
(FÁBRICA DE MONEDA Y TIMBRE)
En el centro de cada moneda
se asoma hacia la calle
la pupila de la limosna.
Una lágrima helada,
una lágrima de tinta
en la que se conjugan todas las palabras
hasta llegar aquí,
xxxxxespejo sin azogue
que cierra la cuadratura del círculo:
xxxxxuno por uno es uno,
xxxxxdos por dos en las manos de cada esquina,
xxxxxtres por tres en los túneles del desconcierto,
salta la oca en las lágrimas de la limosna.
Grande, Guadalupe. La llave de niebla. Madrid; Ed. Calambur, 2004.
LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (XIII)
Esta es una de las mayores sorpresas que me podían haber dado en los últimos meses.
Yo daba ya el disco por perdido, pensaba que se habían agotado las copias que sacó Joaquín del disco. Pero cuando el jueves llegó a casa, tras dejar las cosas en la habitación donde dormiría él, sacó de la bolsa una copia del disco y no quiero imaginar la cara de gilipollas que se me puso. Vamos, lo que hice fue darle dos besos porque no tenía (no tengo) palabras para agradecérselo.
Aquí tienen una de las joyas del disco.
DESPUÉS DEL CONCIERTO DE PACO CIFUENTES Y JOAQUÍN CALDERÓN EN MURCIA
Lo de anoche fue, simplemente, una de esas razones por las que merece la pena seguir viviendo. El concierto que dieron anoche Paco y Joaquín, acompañados de David Moya y de María Rozalén, fue, sencillamente, sublime.
Aunque Paco llegó con el brazo izquierdo accidentado (un accidente que se produjo justo el día antes de venir a Murcia a tocar), forzó para poder repasar temas de sus tres discos y para presentar un tema nuevo que no duden que formará parte de sus mejores canciones. Y Joaquín, al que llevábamos sin ver más de tres años por estas tierras, tocó temas de sus dos discos, algún inédito y alguna versión que nos dejó a todos boquiabiertos.
Además, parte del público que se acercó ayer hasta el concierto son algunos de los esenciales de esta ciudad, con ellos la ciudad es un lugar en el que se puede vivir.
Una de las últimas sorpresas del concierto fue escuchar a Joaquín haciendo una versión de la ‘Zamba del olvido’ de Jorge Drexler.
Pero es que el post concierto fue igual de bueno que el concierto en sí. Copas, risas, gestos de complicidad y terminar en casa los ocho o nueve que quedamos cuando cerraron el local hasta que a una hora prudente (con lo que hemos sido) todos se fueron retirando y Joaquín y yo nos fumamos el último cigarrillo en el balcón antes de descansar un rato, que hoy, él y Paco tienen concierto en Valencia…
Ojalá se repita pronto.
PACO CIFUENTES Y JOAQUÍN CALDERÓN EN MURCIA
Esta noche actúan en Murcia Paco Cifuentes y Joaquín Calderón, así que si tienen la oportunidad no se pierdan a dos de los mejores músicos de este país.
Aquí tienen un tema de cada uno para que vayan abriendo boca.
VINO ENTRE AMIGOS
«Ahora que ajenos a ciertas cosas
desentendidos de ciertos trabajos,
absueltos por pensar que todo es prosa.
Sentados, frente a frente, conversamos.»
Ven
que te preparo otro café.
Siéntate a mi mesa
y descansa.
Que nadie sabe
lo que yo sé
de todas esas cosas
que te pasan.
Anda y pregúntate
de vez en cuando
qué momento es este
de tu vida.
Ve y pregúntate
de tanto en tanto
cómo van tus niveles de osadía.
Y no podemos controlarlo todo
pero hay un camino recorrido
(brindemos con vino en un vaso roto).
Ve pensando en dejar de preocuparte
por ciertas cosas y haz desaparecer
la herida, la llaga, las malas artes
siéntate conmigo a la mesa a beber.
A tomar por culo el mundo,
sé un huésped enquistado.
Usa tu perspectógrafo
para fijar rumbos quebrantables
y usa tu lengua
para hacer disidencias arbitrarias.
Las mismas palabras no dicen lo mismo
depende de qué boca salgan.
Yo te conozco de antes.
Y sé que el primer café va para tus demonios
como el último cigarrillo nuestro de cada día.
DICIEMBRENERO
Quiero ser tu agua con sal, tu diversión,
tu signo de admiración, tu cristo de mil llagas,
quien te mastique las bragas, drisfutar tu ovulación.
Quiero ser tu pan de molde, tu rincón,
la fantasía que se queda en un cajón,
tu serpentina, quien desplume tus gallinas.
Ser muy macho y maricón.
Dame pan, quítame ya el vino y dame cosas por hacerte,
una puñalada. Ya es hora de hacer la colada
y éste rabo además es de tu talla.
Y ahora voy nadando en tu ensaladavinagrada, caducada.
Es probable que esta noche terminemos en guarrada.
Quiero ser tu Déjà vu, tu Jean Genet, tu ‘mon chéri’…
las babas de tu cojín de plumasdeoca.
No tires que hoy no te toca.
Déjame ser tu pedigrí.
Quiero ser tu dios de goma, tu festín.
Tus labios rojos huyen del sabor carmín.
Un punto y coma, un dedo de silicona que sólo vibre para ti.
Prefiero el arroz sin polla a meterla por meterla
en la obscuridad de cualquier hoyo,
y no es que yo venga de vueltas,
es que me aprietan las tuercas
y no encuentro a otra más puerca que tú, mi amor.
He guardado un reservado, anda ven y túmbate a mmi lado
ahora que hemos acabado.
BIOGRAFÍA
NO
Aquí no volveré jamás. Aquí he sufrido.
Aquí he sufrido sin que nadie se beneficie.
Ese dolor fue una mortaja
que asfixiaba mis horas, mis semanas, mis meses
y pervertía mi corazón. No volveré.
Si a esos muros, si a esas imágenes
logra olvidarlas mi sereno rencor,
si ese fardo de sufrimiento estéril
se desprende algún día de mi memoria
todo eso morirá; deseo su muerte. Que desaparezca.
Nada creció, nadie creció, fue todo
contracción, pérdida, sarcasmo. Me voy.
Me alejo de esto para siempre.
Y no haré una elegía (este poema
ya ha degollado a la nostalgia):
y no haré una elegía, pues si sublimo
a ese dolor bastardo tendré que despreciarme.
Me voy de aquí, untando orgullo
en ese fracaso sin grandeza, aplico en él
una pomada de coraje. Perdí tiempo y sosiego,
tal vez salud; pero mi vida es mía.
Si existen sufrimientos que enriquecen
la vida propia o la de los otros, este no tuvo
esa coartada; fue un dolor ilegítimo,
conservarlo sería cobarde y vergonzoso:
la constancia merece algo más verdadero.
Muros, gestos, imágenes, meses de estepa,
quedáos ahí; yo me incorporo y me destierrro.
La renuncia a un dolor inútil es respeto
a la libertad. Adiós, barrotes,
me llevo la pasión de sol, os dejo uno que fui
y que en esta página ha muerto. Me llevo
lo que queda de mi alegría.
Si vuelvo alguna vez, que me escupan aquéllos
que viven y que mueren por algo.
RECUERDO DE INFANCIA
Hoy el periódico traía sangre igual que de costumbre
venía chorreando como la tráquea de un ternero sacrificado
he visto chotos cabras vacas durante su degüello
bajo el agujero del cuello una orza se va llenando de sangre
los animales se contraen en sacudidas cada vez más nimias
de pronto ya no respiran por la nariz ni por la boca
sino por la abertura que la navaja hizo en la tráquea
en la cual aparecen burbujas a cada nueva respiración
a menudo parece que están completamente muertos
y no obstante aún se agitan una o dos veces suavemente
ahora sus ojos ya no miran tienen como una niebla
un teloncillo de color indeterminado que recuerda al ceniza
entonces el carnicero se incorpora con las manos manchadas
y procede a desollar y trocear al animal cadáver
para después pesarlo venderlo en porciones hacer su negocio
hoy el periódico traía sangre lo mismo que otros días
acaso unos cuantos estertores más que de hábito
pero cómo saberlo hay países que no especifican
por ejemplo el departamento de estado no da las cifras de sus bajas
únicamente les agrega apellidos
bajas insignificantes bajas ligeras bajas moderadas
hoy el periódico traía sangre en volumen considerable
y mientras leo pacientemente civilizadamente el intento
de justificación de esos destrozos escrito de sutil manera
recuerdo vacas cabras chotos la gran orza en el suelo
y recuerdo imagino pienso que unos cuantos carniceros
continúan desollando troceando pesando en sus básculas
haciendo su negocio mediante esos pobres animales sacrificados.
ADOLESCENCIA
¿Para qué has vuelto? Se diría que tiene espinas el olvido. ¿No podías permanecer allá, te quemas? Se diría que el olvido te abrasa como una escarcha taciturna. ¿Cómo conseguiste escapar? ¿Tenía el olvido algún agujero, alguna pared débil que no supe prever? …Qué ilusión: se pasa uno la vida huyendo de quien ha sido alguna vez, huyendo de su imagen más triste, de su imagen más derrotada, y de pronto aquel derrotado atraviesa este páramo de años, y vuelve. Y estás aquí ante mí, mirándome con ese gesto inexperto y alucinado de suicida que no quiere morir. Diez años huyendo de ti: diez años. Y ahora vuelves y me saludas: créeme, es espantoso.
Te recuerdo muy bien. Ibas enfebrecido, como Mitia Karamazovi, pero con peor salud. Y no tenías dinero ni alegría. Nunca silbabas. Taponabas a tu desolación con grandes cuencos de aislamiento, metiendo pañuelos en el agujero para que la hemorragia de espanto no fuese advertida: pues eras orgulloso. Has caminado todas las calles de Madrid, todas las plazas, a todas las horas, tirando de tu desconcierto como de un fardo descosido. Te parecías a tus ideas, así como un aullido es semejante a un ramo de flores de muerto. Hermano, qué siniestra era tu poca esperanza. Deslizándote por los barrios, deseando las remotas mujeres, sin otro amigo que tu insomnio. Y eran las madrugadas como liegos baldíos, llenos de cardos mitológicos… ¡Y el lecho! El lecho era tu peor enemigo: en él te esperaban tu día huracanado, tu neurosis y el suicida que combatías, y además un silencio gelatinoso como un magma de monstruos: no cabíais todos en el lecho, te echaban tus horrorosas posesiones, salías de nuevo hacia la inhóspita ciudad. Chirriaba tu existencia en todo su engranaje, falto del dulce aceite de la felicidad.
¿Cómo te pude arrinconar? Nunca he sabido cómo logré salir de ti, igual que el fruto de un alumbramiento, entre sangres, y huirte, y alejarme a la distancia de diez años, y repirar hondo, olvidándote. Ya me ves: hoy tengo treinta años, tengo una compañera, una hija mía comienza a reunir frases, me despide desde la puerta, en argentino, chao. Ya lo ves, tuve suerte en mi profesión. Algo mejor: de algún modo logré ser lo suficiente fuerte como para amar mucho, sin cautela. Pues que no me estorbabas, pues que habías quedado rezagado en el pantano del pretérito, pude tener amantes, recorrer cuerpos de mujer, ser dichoso. Era amado, ¿comprendes?: yo tenía amor y amigos. Me escribían cartas, venían a verme, era recibido. Varias mujeres han querido vivir conmigo, y yo vivir con ellas. Vivir había llegado a ser una maravillosa venganza: contra ti, monstruo, hermano. Contra ti, derrotado, que ahora vienes con toda tu derrota, como la ola de una deuda antigua, y me miras con aquel silencio infeccioso.
¿Cómo pudiste regresar? ¿Para qué has vuelto? ¿Y por qué no te vas? ¿Es que no ves que me das miedo? No me absorbas ya, monstruo. Salí de ti: ¿por qué quieres ahora que me reintegre a tus entrañas? Me abrazas demasiado fuerte, monstruo, me ocultas. Vuelvo dentro de ti, maldito. Hermano, ten misericordia, devuélveme la libertad. Canalla, no me lleves contigo. No quiero, hijo de perra. No quiero, oh pobre criatura, ten por mí la piedad que yo tengo por ti. No me lleves, hermano, no me lleves contigo, canalla, no me lleves conmigo, no melleves, no me lleves, no me lleves, no me lleves.
CANAS
Se miraba una cana y le parecía un siglo.
Se pasaba una cana por la nariz y recibía un olor medieval.
Masticaba la cana y un sabor de selvático origen le corroía la dentadura.
Escupía la cana y le parecía haber asesinado varias naciones.
Pisaba el salivazo y de él subía una marcha fúnebre
que vastamente le lamía los pies.
Recorría con los pies encanecidos su pequeña baldosa de la avenida de los tiempos.
Sabía que muchas civilizaciones habían desaparecido sin dejar rastro;
y aquella ausencia lo mortificaba,
y aquella ausencia sepultaba su dignidad dentro de la vergüenza,
y aquella ausencia le resquebrajaba su calavera hereditaria.
Su calavera había producido ya una cana desde el esfuerzo de los siglos;
de muy lejos le llegaba ese brote blanco y lóbrego que tenía la venerabilidad de un barranco;
era un aviso que venía por entre las fisuras de la historia del mundo,
era el susto inmemorial de un niño ante el sepulcro del primer padre de la vida,
era el gemido de terror de adanes y evas que por primera vez se ahogaban en el fin de su edad,
era el resto de unos sexos ancianos que lloraron su impotencia en la puerta de la caverna,
era el estupor de un primitivo ante el cadáver del jefe de la horda.
Era una cerda de la horca que el inventor de la justicia erigió para defenderse de su horror al desorden,
era la cinta que ataba el manojo de las primeras religiones creadas para que los pueblos no enloquecieran ante el estertor de un vecino,
era la punzada de espanto que hacía posible la enajenación del crimen y la del sacrificio,
era una hilacha de la túnica de los Borgia, un pelo de las melenas de la Inquisición,
el disolvente que confundía dentro de la especie el pavor y el dominio,
el asesino de su hermano el amor, la guillotina del futuro, el espejo de la ruina.
Y ahora, empujada por la energía de hombres muertos por sí y matados por otros,
empujada por dos constelaciones de milenios, las manos de la edad,
empujada por un temblor de cráneos transformados en polvo de praderas,
empujada por el malestar de los desvanes que soportan el silencio de las fotografías en los baúles,
empujada por toda esa soberbia, como el fuego empuja en los bosques hasta donde su señorío decide concluir,
y empujada por el hambre augusta de la tierra que espera,
y, aún, empujada por el hijo que crece con cólera y dominio,
así, de tanto origen y de tanto mandato, brota esa cana, blanca,
vestida de una inocencia insoportable,
dueña de una belleza que calumnia a la especie, de una debilidad que es un embuste y una infamia,
pero que trae también una tortuosa caricia de silencio y un sobresalto salvaje de reposo.
NOCTURNO
Sin entusiasmo, ni ambición, ni cólera,
sólo el deber, socorrido con cigarrillos,
ayuda hoy al encanecido poeta a proseguir la redacción
de un libro contra la calumnia.
Es invierno, y un viento
cuya maldad parece taciturna y desilusionada
silba en la esquina una sonata en donde los siglos
se precipitan lentamente, apagándose.
Estos infelices canallas que emborronan la vida
desde el origen de las comunidades
merecerían, piensa, un cronista más joven,
más imapciente: con fe en el exterminio
de la separación y de la iniquidad.
Pero, ay, los siglos acuden al agujero del invierno
como hojas descosidas; mi juventud susurra
más aterida en cada anochecer
y la calumnia es inmortal, y sólo
deja de florecer para empezar a germinar
hacia un nuevo florecimiento. Es, pues, inútil.
Inicia parsimonioso una página más,
prende otro cigarrillo, cubre con una manta
sus hombros, y continúa sentado
ante su mesa de trabajo, embebido,
y oyendo vagamente el rumor
del viento, de la noche, de los siglos, de los calumniadores.
Grande, Félix. Biografía. Poesía completa (1958-1984). Barcelona; Ed. Anthropos, 1989.
LAS RUBAIYATAS DE HORACIO MARTÍN
ELOGIO A MI NACIÓN DE CARNE Y DE FONEMAS
Los que sin fervor comen del gran pan del idioma
y lo usan como adorno o coraza o chantaje
sienten por mí un rechazo donde la rabia asoma:
yo no he llamado patria más que a ti y al lenguaje
Los que destinan himnos y medallas y amor
al cuervo de la guerra, y nunca a la paloma
de la lujuria, miran mi cama con rencor:
yo no he llamado patria más que a ti y al idioma
De la fraternidad, de la honra civil
sé que nadie la siente ni nadie la derrama
si convierte al lenguaje en una jerga vil
y en su cuerpo sofoca la milagrosa llama
Celebrar como a un dios el fuego de la mano,
sentir por las palabras un respeto profundo:
sólo así el transeúnte puede ser nuestro hermano
y nuestros camaradas la materia y el mundo
La carne me ha enseñado el más hondo saber
y el lenguaje me enseña su lección venerable:
que el Tiempo es un abrazo del hombre y la mujer,
que el universo es una palabra formidable.
MUDO QUE ROMPE A HABLAR
He querido expresarme.
Toda mi vida he querido expresarme.
No tengo otro destino, otro afán, otra ley.
Fui actos sucesivos
y el olvido que destilaban
los corroía a ellos ya mí.
Sobre los actos fui palabras
y ellas buscaban una lumbre
que no me calentaba a mí.
Palabras y actos juntos
nada son sin placer del cuerpo.
Ahora regreso de esa vida umbría
buscando siempre calor de mujer.
Palabras y actos sólo allí me expresan.
Tu piel junto a mi piel, eso es lenguaje.
Todo cuanto pretenda enmudecerlo
maldito sea.
«¿Y TÚ ME LO PREGUNTAS?»
¡Y yo qué sé lo que es el amor!
Interrogué a mi corazón y sus respuestas fueron variables
Pregunté a los amantes y sólo obtuve cinismo o aullidos
Exploré mi cerebro y hallé odio y esperanza
vagas letras escritas en el mar innombrable de la vida
¡Y yo qué sé lo que es amor!
Pero aleja tu cuerpo del mío para siempre
escóndeme tu carne de modo que jamás logre encontrarla
y podrás ver una culebra donde vieras a un hombre
VIVIR A CARA O CRUZ
Carezca yo de ti
y al infortunio suceda la desgracia
y a la desgracia el cataclismo
y a todo ello asistiría
con el desinterés de un muerto.
Estés conmigo tú
y por cada brizna de dicha
que pretendan arrebatarnos
avanzarían desde mi corazón
espléndidos ejércitos de odio.
Tú puedes ser la espalda atroz de mi destino
o mi patria de carne.
UNA POSTAL DE NIEVE
Cuando me tienda en la vejez
como en un mal cerrado sepulcro
maldeciré tu nombre
Sólo porque esta noche
enajenado y absorto en tu cuerpo
he deseado que fueras eterna
y no sabía si pegarte o llorar.
LA CASIDA PLURAL
De pie en la noche contra las tapias viejas
o bajo el sol sobre la tierra codiciosa
o en lechos de todos los precios
o por los suelos de las habitaciones
a cualquier hora o ignorando las horas
con angustia o con gratitud
desesperado o apacible
estrenando el amor o asesinándolo
nada hay, Loba, fuera de eso
que yo pueda llamar mi historia
NO
Millones de parejas
se ayuntan genuflexos
sin morirse de sed
sin saña y sin temblor
sin cegar ni nacer:
con una depravada pudicia
Su erotismo es igual que las encías de un viejo
masticando papilla, engrudo
Más hermosura, más pureza
destila el orgasmo de un niño
que se masturba en la penumbra
pensando en su vecina o en su hermana
Impostores, espúreos
blandos esclavos de la más tumefacte apostasía
a quién pretenden convencer de qué
A sí mismos nunca se engañan
CASIDA EN LA ALTA MADRUGADA
Cuando te acuerdes de mi cuerpo
y no puedas dormir
y te levantes medio desnuda
y camines a tientas por tus habitaciones
borracha de estupor y de rabia
en algún lugar de la Tierra
yo andaré insomne por algún pasillo
careciendo de ti toda la noche
oyéndote ulular muy lejos y escribiendo
estos versos degenerados
Grande, Félix. Las rubaiyatas de Horacio Martín. Barcelona; Ed. Anthropos, 1989.
LOS POEMAS SON MI ORGULLO
Sucede todo igual:
una mujer que muere, un ser contiguo
que maldice y pregunta…
¡Hemos vivido ya nuestra existencia
tantas y tantas veces!
Sabemos el papel, representamos bien
la cosa,
entramos y salimos cuando se nos ordena.
Alguien debe aplaudir, desde algún sitio.
LA GUERRA
De pronto, el aire
se abatió, encendido,
cayó como una espada
sobre la tierra. ¡Oh, sí,
recuerdo los clamores!
Entre el humo y la sangre,
miré los muros
de la patria mía,
como ciego miré
por todas partes,
buscando un pecho,
una palabra, algo,
donde esconder el llanto.
Y encontré sólo muerte, ruina y muerte
bajo el cielo vacío.
BOLERO
A ti te ocurre algo
xxyo entiendo de estas cosas
hablas a cada rato
xxde gente ya olvidada
de calles lejanísimas
xxcon farolas a gas
de amaneceres húmedos
xxde huelgas de tranvías
cantas horriblemente
xxno dejas de beber
y al poco estás peleando
xxpor cualquier tontería
yo que tú ya arrancaba
xxa que me viera el médico
pues si no un día de éstos
xxen un lugar absurdo
en un parque en un bar
xxo entre las frías sábanas
de una cama que odies
xxte pondrás a pensar
a pensar a pensar
xxy eso no es bueno nunca
porque sin darte cuenta
xxte irás sintiendo solo
igual que un perro viejo
xxsin dueño y sin cadena.
LOS MOTIVOS AUTÉNTICOS DEL CASO
Una noche cualquiera del pasado verano
quiso aquel hombre terminar con todo
y después de la cena
se bebió mas de un litro de café
para empujarse todas las pastillas
de cuatro o cinco frascos de un somnífero
con lo que normalmente se durmió
y llegó hasta la muerte sin sentirla.
Sólo ciertos rumores intentaron
dar una explicación a tal suceso:
se aseguró que estaba enfermo grave
que una prima segunda le había amenazado
con contárselo todo a su marido
que los negocios no marchaban bien
que sufría de insomnio
o que su amante no le hacía caso.
Pero en realidad
las cosas eran mucho mas sencillas:
ocurrió que fue siempre un solitario
ocurrió que la vida dejó de interesarle
ocurrió que esa noche hizo un calor de ahogo
ocurrió que era muy inteligente.
ES NECESARIO
Para que surja un artista es necesario
que concurran algunas circunstancias como éstas:
que su familia esté bien avenida
que la madre no cuente sus desastres
que el padre deje de comportarse como un bestia
que el tirano de turno ame los libros
que los periodistas sean misericordiosos
que nadie defraude las esperanzas
que no se hable de derechos humanos
que cierren los colegios y las cárceles
que todo el mundo pueda pisar el césped
que ningún hombre quiera salvar a los demás.
Y en fin para que surja un artista se precisa
que nazca un niño y luego no muera del disgusto.
DURÍSIMA SENTENCIA
Considerandoq ue su vida era honesta
que pagaba puntualmente los tributos
y que nunca hizo daño a nadie
fue condenado a seguir en el país.
NO SALE IGUAL PARA TODOS
Es falso que el sol salga siempre igual para todos.
Un rico lo disfruta en su piscina cálida
mientras bebe una copa. Y otros están sentados
y aprovechan sus rayos para matar el frío.
Goytisolo, José Agustín. Los poemas son mi orgullo. Barcelona; Ed. Lumen, 2003.