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UN POEMA DE ÁLVARO DE CAMPOS TRADUCIDO POR JUAN CARVAJAL

 

POEMA EN LÍNEA RECTA

Jamás conocí a nadie que se hubiera hecho apalear.
Todos los que conozco han sido campeones en todo.

Y yo, tantas veces canalla, tantas veces cerdo, tantas veces vil,
y tantas veces irresponsablemente parásito,
inexcusablemente sucio,
yo, que tantas veces no he tenido la paciencia de tomar un baño,
yo, que tantas veces he sido ridículo, absurdo,
que he tropezado en los tapetes de la etiqueta,
que he sido grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
que he sufrido afrentas y he callado,
que cuando no he callado he sido más ridículo aún;
yo, que he sido payaso para las criadas de hotel,
yo, que he percibido los guiños de los mozos de cuerda,
yo, que he cometido vergüenzas financieras, pedido prestado sin pagar,
y que, llegada la hora de la verdad, me he escondido
para evitar toda posibilidad de verdad,
yo, que he sufrido la angustia de las pequeñas cosas ridículas,
verifico que no tengo igual en este mundo.

Toda la gente que conozco y habla conmigo
jamás ha cometido un acto ridículo, nunca ha sufrido afrentas,
sólo han sido príncipes —todos ellos príncipes— en la vida.
¿No puedo esperar una voz humana
que confiese no un pecado, sino una infamia;
que cuente, no una violencia, sino una cobardía?

No, todos son lo Ideal, es lo que les oigo decirme.
¿Quién en este vasto mundo me confesará que una vez fue vil?

¡Oh príncipes, mis hermanos!
¡Vamos, que estoy harto de semidioses!
¿Es que no hay gente en el mundo?

¿Soy el único que es vil y equivocado en esta tierra?

Podrían no haber sido amados por las mujeres,
pueden haber sido traicionados —mas ridículos ¡nunca!
Y yo, que he sido ridículo sin haber sido traicionado,
¿cómo puedo hablar con mis superiores sin titubear?
Yo, que he sido vil, literalmente vil,
vil en el sentido mezquino e infame de la vileza.

 

UN POEMA DE FERNANDO PESSOA TRADUCIDO POR FRANCISCO CERVANTES

 

Todas las cartas de amor son
Ridículas.
No serían cartas de amor si no fueran
Ridículas.

También yo escribí, a mi tiempo, cartas de amor,
Como las otras,
Ridículas.

Las cartas de amor, si hay amor,
Tienen que ser
Ridículas.

Pero, al final,
Sólo las criaturas que nunca escribieron
Cartas de amor
Son quienes fueron
Ridículas.

Qué me importaba eso, en el tiempo que las escribía,
Sin preocuparme, que fueran
Cartas de amor
Ridículas.

La verdad es que hoy
Son mis memorias
De esas cartas de amor
Las que son
Ridículas.

(Todas las palabras esdrújulas,
Como los sentimientos esdrújulos,
Son naturalmente
Ridículas.)

 

CANCIONES PARA BEBER

Pessoa Rubaiyat

 

Acaba de publicar la vasca El gallo de oro los rubaiyat de Pessoa.

Khayyam es uno y muchos, como Homero, como el propio Pessoa. Y estos rubaiyat nos muestran lo poliédrico del autor lisboeta, tomando como referente al poeta iraní.

La maravillosa edición bilingüe que ha llevado a cabo la editorial vasca por mano de Beñat Arginzoniz cuenta, además, con una soberbia portada diseñada por la poeta y diseñadora Cristina Morano, a partir de unos azulejos portugueses.

Aquí tienen una selección de los poemas.

 

 

EL FINAL del largo e inútil día se apaga.
La misma esperanza que hubo se derrumba,
generosa… La vida es un mendigo ebrio
que extiende la mano a su propia sombra.

 

 

 

 

VENIMOS de la nada sin saber hacia dónde,
preguntamos, y nada nos responde.
La verdad y la mentira son hermanas:
¿Qué es lo que lo evidente nos esconde?

 

 

 

 

CADA día me trae con qué esperar
lo que ningún día podrá dar.
Cada día me fatiga la esperanza…
Pero vivir es esperar y no descansar.

 

 

 

 

QUÉ noble venganza contra el hado
me da el verso para decirla, y el dado
ha rodado bajo la mesa. Oculta su cifra
no lo buscó el jugador cansado.

 

 

 

 

PARA unos el Hado es maestro, para otros niño.
Nadie sabe lo que hace o de lo que es digno.
Toma agradecido lo que cae de las manos del azar,
y mira con firmeza tu fatal destino.

 

 

 

 

NO pienses, no medites, no emplees
un solo esfuerzo en lo que niegues o ames.
Nada es nuestro ‒ni nosotros‒, un Hado extraño
manda. No vas por el camino: sólo lo sigues.

 

 

 

 

ES inútil del todo decir lo que se piensa.
La frase floja es nada, y es vana si es intensa.
Cada uno comprende sólo lo que siente,
y entre alma y alma la estupidez es inmensa.

 

 

 

 

LO que fue Troya y lo que fue mi perro
en la misma tierra la misma cosa son.
Cuanto fue son despojos, y lo que es hoy
en los despojos sustenta la ilusión.

 

 

 

 

LOS sonidos de la campana graves son.
Me entran ganas de pedir perdón,
pero no es a Él a lo que recuerdan estos sonidos:
Es otra cosa la que busco sin solución.

 

 

 

 

¡SERÍA bueno si la infancia se pudiera guardar!
¡Sería bueno si la vida se pudiera parar!
Pero bueno sin sería sólo es el vino que se bebe
sin ninguna intención de tener o de estar.

 

 

 

 

NO digas que, enterrado, ya no siente
el cuerpo, o que el alma vive eternamente.
¿Qué sabes tú de lo que no sabes? ¡Bebe!
Sólo tienes por todo la nada del presente.

 

 

 

 

DESCANSA de ti, alégrate de tener,
al menos, mundo externo para ver.
Pan para la boca, vino para el alma
Y unos versos que recuerde quien los lee.

 

 

 

 

SIN deseo o esperanza, amor o fe,
la vida se colma de rechazo, hasta que
llegue la hora de recoger los juguetes
e ir a la cama. Todo es lo que no es.

 

 

 

 

HAS muerto y lloro, lloro porque sé
de qué saudade lloro y lloraré.
No es la saudade de lo que ya no eres:
Es la saudade de cuanto no seré.

 

 

 

 

EN Naishapur las voces son hermosas.
Hay fiesta donde hay felices. Dichosas,
las carcajadas hierven en los grupos.
Y cae la noche sin saber de las rosas.

 

 

 

 

APENAS te veo, de embriagados que siento
el alma y el cuerpo en que me miento.
Pero tu figura es de una gracia que quisiera
si el querer en mí quisiese. El vino es tinto.

 

 

 

 

DEVOTO de lo que de mí he ignorado
me dirigí al templo de buen grado.
Y vi que el templo era una taberna.
Y allí me quedé: por la fe embriagado.

 

 

 

 

NO seas curioso del amplio mundo.
Tiene menos de extenso que de hondo.
Y lo que tú no sabes ni sabrás nunca:
Eso es lo más real y lo más profundo.

 

 

 

 

VIENDO el tumulto inconsciente en que anda
la humanidad girando de una a otra banda…
¿No te entran grandes ganas de dormir?
¿No crece tu desprecio por quien manda?

 

 

 

 

DOS veces al año, dice quien lo sabe,
en Nishapor, donde mi mundo cabe,
florecen las rosas. ¡Que sobre mi sepulcro
ese doble milagro nunca acabe!

 

 

 

 

ESPERAR cansa. Pensar no cansa menos.
Y corren monótonos, serenos,
sin pensar ni esperar, los días nulos,
cada vez más fatales y más pequeños.

 

 

 

 

EN el azul del cielo no está establecido
si he de ser feliz o desgraciado.
Es sólo un color que pinta un vacío inmenso.
Igual que mis versos son lo que no he realizado.

 

 

 

 

HABLO mucho. Ya es tarde. Pero mira
que mi inútil voz nunca termina.
¡Qué placer poder hablar a solas!
Embellece la vida lo que no es vida.

 

 

 

 

DICEN que Khayyam yace donde las rosas
de Naishapur son saludables y hermosas.
Mas quien yace allí no es Khayyam,
es aquí donde yace; y él es las rosas.

 

 

 

 

TU magia, oh Khayyam, es tanta
que tu voz aún ahora nos encanta.
Aunque no diga aquello que dijiste,
por ti el ruiseñor aún canta.

 

 

 

Pessoa, Fernando. Rubaiyat. Canciones para beber (trad. Beñat Arginzoniz). Bilbao; Ediciones El Gallo de Oro, 2015.