MESTIZAJE Y SUR
Subo algún poema más de ‘Guardia nativa’, el libro en el que Natasha Trethewey, como se puede leer en el prólogo del libro, centra su preocupación por la amnesia histórica, por el borrado intencionado o por omisión: «Desvíos y evasiones, recuerdos metódicos y olvidos necesarios, así como versiones cargadas de amargura, irreconciliables, sobre las vivencias: de todo esto está hecha la memoria histórica» —afirmaba David Blight en su libro Race and Reunion: The Civil War and American Memory—. Son esos huecos, esas grietas por las que se escapan los combates, las pasiones y los anhelos por donde se precisa un ejercicio de rastreo. Habrá, pus, que escarbar en los mitos locales, en las leyendas, en las historias que han pasado a formar parte de la colectividad, así como en el propio legado personal para, de ese modo, abordar los temas del hogar y del exilio, del recuerdo y el olvido, de lo escrito y lo borrado. Es ésa, y no otra, la tarea que Guardia Nativa se impone a sí misma, convirtiendo el poemario en una acumulación de confluencias: blancos y negros, libres y esclavos, guardianes y prisioneros, el norte y el sur, los vivos y los muertos.
ÉGLOGA
En mi sueño, aparezco con los Poetas
Fugitivos, reunidos para una foto.
A nuestra espalda la silueta de Atlanta
queda oculta por el telón del fotógrafo:
rico y verde pasto, vacas de ojos tiernos
que mugen, su canto suena a no, no. Sí,
digo cuando alguien me ofrece un vaso de bourbon.
Ya nos alineamos: Robert Penn Warren,
su voz casi inaudible por el zumbido
de bulldozers, nuestra ubicación señala.
Decid «piel», entona el fotógrafo. Tengo
de negro el rostro cuando el flash nos captura.
Mi padre es blanco —les digo—, y de pueblo.
¿No odias el Sur? —me preguntan—. ¿Es que no lo odias?
MESTIZAJE
En el 65 mis padres violaron dos leyes de Misisipi;
viajaron a Ohio a casarse, volvieron a Misisipi.
Cruzaron el río al entrar en Cincinnati, ciudad de nombre
que empieza por sin, el sonido de la falta: mis en Misisipi.
Un año después a Canadá se mudaron, siguieron la ruta misma
de esclavos, el tren cortaba el blanco verglás invernal, al salir de Misisipi.
Joe Christmas de Faulkner nació, igual que Jesús, en invierno, lleva su nombre
por el día que lo dejaron en el orfanato, extraña su raza en Misisipi.
Mi padre leía Guerra y paz al darme mi nombre.
Nací rondando la Pascua del ’66, en Misisipi.
Al cumplir los 33 mi padre me dijo Es éste tu año de Jesús: tienes la misma
edad que la suya al morir. Primavera, las colinas verdeaban en Misisipi.
Algo sé que Joe Christmas no supo. Aunque yo no lo sea, mi nombre
es ruso. «Hija de la Navidad» significa, incluso en Misisipi.
LA HISTORIA DEL SUR
Antes de la guerra eran felices, dijo citando
el libro de texto. (Secundaria, el último año,
clase de Historia). Esclavos vestidos, alimentados,
y sin duda mucho mejor al cuidado de un amo.
En la página las palabras se desvanecían.
No hubo quejas, ninguna mano. Tampoco la mía.
Aún nos faltaba por ver la Reconstrucción antes
del examen y, pese al retraso, si había suerte
también las tres horas de Lo que el viento se llevó.
La historia del viejo Sur —dijo nuestro profesor—
es el relato fiel de las cosas en otros tiempos.
En pantalla, realista, un esclavo: labios gruesos
y ojo saltón, la prueba y burla del libro de texto,
ficción que el profesor guardaba, como yo, en silencio.
RUBIA
Sin duda era posible, que en los genes de mis
padres se hallasen los caracteres recesivos
que me hubieran otorgado un aspecto distinto:
no lóbulos pegados ni ojos verdes del padre,
sino otro color de pelo, el que a los hombres les gusta,
el de las rubias vivarachas. Y con mi tez,
un buen bronceado —mezcla igual de ambos padres—
pasaría por blanca.
Cuando encontré al despertar el día de Navidad
una peluca rubia, un tutú de lentejuelas
y una moña bailarina, rubia y de mi altura,
no supe si preguntar, aun no siendo importante,
si no la había de cara marrón. Fue años antes
de que mi abuela acurrucase en nuestro belén
al niño oscuro, años antes de al fin entenderlo
como esencial para una infancia en Misisipi.
En lugar de eso, estuve brincando por la sala,
un vórtice de futuros; mis padres miraban
a una hija de súbito extraña. En la foto
que tomó mi madre, mi padre —lo poco que
de él se ve— mira como debió hacerlo José
a la milagrosa natividad. Yo, en primer
plano, mi peluca rubia un halo de luz, soy
el neonato, la niña que un azar remoto
pudo haber concedido.
GÓTICO DEL SUR
Me he acostado en 1970, en la cama
que mis padres compartirán unos pocos años más.
Recién caída la noche, aún no se han dado la espalda
al dormir, los cuerpos curvados, paréntesis
que enmarcan las vidas distantes a las que despertarán. En sueños
soy de nuevo la niña con mil preguntas que hacer,
los constantes por qué y por qué y por qué
que mi madre no sabe contestar, la boca cerrada, un gesto
que revela su futuro: los labios fríos, apretados y cosidos.
Las líneas del rostro de mi padre se acentúan
con un mohín de aflicción. He vuelto a casa
del colegio con las palabras que nos oscurecen
en esta pequeña ciudad del Sur —pelagatos, amiga
de negratas, mestiza y acebrada— palabras que toman forma
desligadas de nosotros. Nos apiñamos en la isla de nuestra cama, quedos
en el idioma de la sangre: la casa, inestable
sobre sus ancas de cemento ligero, se hunde cada vez más
en la mugre del linaje. Las lámparas de aceite parpadean
a nuestro alrededor; nuestras sombras, oscuros glifos en la pared,
más grandes y extrañas que nosotros mismos.
INCIDENTE
Contamos la misma historia todos los años
—cómo oteábamos desde las ventanas, las persianas bajadas—
aunque en realidad nada sucedió,
la hierba carbonizada hoy reverdecida.
Oteábamos desde las ventanas, las persianas bajadas,
la cruz apuntalada como un árbol de Navidad,
la hierba carbonizada aún verde. Entonces
apagamos la luz, encendimos los faroles.
La cruz apuntalada como un árbol de Navidad,
unos pocos hombres reunidos, con túnicas, blancos como ángeles.
Apagamos la luz y encendimos los faroles,
los pabilos temblaban en sus pilas de aceite.
Parecían ángeles reunidos, hombres blancos con túnicas.
Al terminar se fueron en silencio. Nadie vino.
Los pabilos temblaron la noche entera en sus pilas de aceite;
al amanecer se habían atenuado las llamas.
Al terminar los hombres se fueron en silencio. Nadie vino.
En realidad nada sucedió.
Al amanecer se habían atenuado las llamas.
Contamos la misma historia todos los años.
PROVIDENCIA
Lo que queda son las imágenes. Las horas antes del
xxxxxxxCamille, 1969: gentes preparándose
xxxxxxxxxxxxxxpara el huracán, palmeras inclinadas
por el viento,
xxxxxxxsus hojas volteadas,
el cabello de una mujer. Y el después:
xxxxxxxlos solares
xxxxxxxbarcos arrastrados tierra adentro, una marisma
donde antes hubo tumbas. Recuerdo
lo apiñados que pasamos la noche en nuestra casa, tan pequeña,
xxxxxxxyendo de una habitación a otra,
vaciando las ollas llenas del agua de la lluvia.
Al día siguiente nuestra casa
xxxxxxx—construida sobre cemento ligero— parecía flotar
xxxxxxxen el jardín inundado: no teníamos cimientos
bajo los pies, me era imposible ver nada
xxxxxxxxxxxxxxque nos atasexxxxxxxxxxxxxxxxxxxxa la tierra.
xxxxxxxxxxxxxxEn el agua, nuestro reflejo
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxtemblaba,
desparecía
al inclinarme para tocarlo.
SUR
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxEl Homo sapiens es la única especie
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxque sufre de un exilio psicológico.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxE. O. Wilson
Regresé a una larga fila de pinos,
xxxxxxxxxxxxxxuna falange que hambrienta, en los huesos,
el camino flanqueaba, maraña
xxxxxxxxxxxxxxde escobo —dialéctica de negrura
y luz— y magnolias que florecían
xxxxxxxxxxxxxxcomo ideas tardías: cada flor
es rendición, blancas banderas entre
xxxxxxxxxxxxxxramas colgadas. Regresé al confín
de la tierra, la franja de la costa
xxxxxxxxxxxxxxun corte limpio, enterrado en la arena:
mangle, roble de Virginia, hierbajos
xxxxxxxxxxxxxxsegados y sutituidos con finas
palmas enanas, símbolos de triunfo
xxxxxxxxxxxxxxo desafío, que una y otra vez
señalan esta tierra derrotada.
xxxxxxxxxxxxxxRegresé a un campo de algodón, terreno
sagrado —según leyenda de esclavos—,
xxxxxxxxxxxxxxfrutos que guardan de generaciones
fantasmas: los que medían sus días
xxxxxxxxxxxxxxcon peso de sacos y tiempo usado
en cada hilera, algodón salpicado
xxxxxxxxxxxxxxcon su sudor, cosido en nuestras ropas.
Regresé a un rural campo de batalla
xxxxxxxxxxxxxxdonde a muerte lucharon tropas negras
—Port Hudson, sus cuerpos al sol hinchándose,
xxxxxxxxxxxxxxcalcinándose— sin ser enterrados
hasta que el verde manto de la tierra
xxxxxxxxxxxxxxsobre ellos cayó, sin tumbas ni lápidas.
Donde nombres de calles, edificios
xxxxxxxxxxxxxxy monumentos son confederados,
donde esa vieja bandera aún ondea,
xxxxxxxxxxxxxxregreso a Misisipi, donde un crimen
fui —mulata, mestiza—, una nativa
xxxxxxxxxxxxxxen tierra natal: aquí yaceré.
Trethewey, Natasha. Guardia nativa (Trad. Luis Ingelmo). Madrid; Bartleby editores, 2006.
Entradas recientes
BLOGS QUE SIGO
- Daftar Harga Mobil Bekas
- Título del sitio
- El lenguaje de los puños
- Hankover (Resaca)
- PlanetaImaginario
- El blog tardío de Elena Román
- El blog de Ben Clark
- DiazPimienta.com
- El alma disponible
- Vicente Luis Mora. Diario de Lecturas
- Las ocasiones
- AJUSTES Y OTRAS CUENTAS
- RUA DOS ANJOS PRETOS
- PERIFERIA ÜBER ALLES
- PERROS EN LA PLAYA
- Funámbulo Ciego
- pequeña caja de tormentas
- salón de los pasos perdidos
- el interior del vértigo
- Luna Miguel
- VIA SOLE
- El transbordador
- naide
- SOLIPSISTAS DEL MUNDO
- MANUEL VILAS
- El fin de las siestas
- Blog personal de José Manuel Gallardo ahora en http://jomgallardo.blogspot.com
- Escrito en el viento
- un cántico cuántico
- Peripatetismos2.0
- Hache
Categorías
COMO AUTOR

'Cantando en voz baja' Ed. Balduque, 2015.

'Una canción en la memoria' Ed. Regional de Murcia, 2006.

'Carta desde el invierno' Ed. Agua, 2005.
COMO ANTOLOGADO

'Pictionary Island'. Concejalía de Cultura. Ayuntamiento de Fuente Álamo de Murcia, 2017.

'Composición de lugar'. La Fea Burguesía, 2016.

'Desde el mar a la estepa' Chamán ediciones. 2016

'En legítima defensa. Poetas en tiempos de crisis'. Ed. Bartleby, 2014.

'Esto no rima (Antología de poesía indignada)'. Ed. Origami, 2012

'Tres heridas. Antología de nueva poesía amorosa española'. Rumanía, 2011

'El llano en llamas'. Asociación Cultural Fractal Poesía, 2011.

'A Pablo Guerrero en este ahora'. Ed. El Páramo, 2010.

'Tributo a Serrat'. Ed. Rama Lama Music, 2007.

'Poesía en el Archivo'. Consejería de Cultura. Murcia, 2007.

'Trazado con Hierro'. Ed. Vitruvio, 2003.

'Actuales inactuales'. Pedro López Martínez, ed. Murcia, 2001.

'Murciajoven'99'. Dirección General de Juventud. Murcia, 2000.

'Goytisolo. Veintisiete voces para un único poema, veintisiete miradas para un mismo rostro'. Ed. Nausícaä, 1999.
COMO EDITOR

Hache. Revista de poesía / nº1. Abril 2004.

Hache. Revista de poesía / nº2. Marzo 2005.

Hache. Revista de poesía / nº3. Abril 2006.

Hache. Revista de poesía / nº4. Febrero 2007.

Hache. Revista de poesía / nº5. Mayo 2008.

Hache. Revista de poesía / nº6. Febrero 2011.
Blogroll
Archivos
- junio 2023
- mayo 2023
- abril 2023
- marzo 2023
- febrero 2023
- enero 2023
- diciembre 2022
- noviembre 2022
- octubre 2022
- septiembre 2022
- agosto 2022
- julio 2022
- junio 2022
- mayo 2022
- abril 2022
- marzo 2022
- febrero 2022
- enero 2022
- diciembre 2021
- noviembre 2021
- octubre 2021
- septiembre 2021
- agosto 2021
- julio 2021
- junio 2021
- mayo 2021
- abril 2021
- marzo 2021
- febrero 2021
- enero 2021
- diciembre 2020
- noviembre 2020
- octubre 2020
- septiembre 2020
- agosto 2020
- julio 2020
- junio 2020
- mayo 2020
- abril 2020
- marzo 2020
- febrero 2020
- enero 2020
- diciembre 2019
- noviembre 2019
- octubre 2019
- septiembre 2019
- julio 2019
- junio 2019
- mayo 2019
- abril 2019
- marzo 2019
- febrero 2019
- enero 2019
- diciembre 2018
- noviembre 2018
- octubre 2018
- septiembre 2018
- agosto 2018
- julio 2018
- junio 2018
- mayo 2018
- abril 2018
- marzo 2018
- febrero 2018
- enero 2018
- diciembre 2017
- noviembre 2017
- octubre 2017
- septiembre 2017
- agosto 2017
- julio 2017
- junio 2017
- mayo 2017
- abril 2017
- marzo 2017
- febrero 2017
- enero 2017
- diciembre 2016
- noviembre 2016
- octubre 2016
- septiembre 2016
- agosto 2016
- julio 2016
- junio 2016
- mayo 2016
- abril 2016
- marzo 2016
- febrero 2016
- enero 2016
- diciembre 2015
- noviembre 2015
- octubre 2015
- septiembre 2015
- agosto 2015
- julio 2015
- junio 2015
- mayo 2015
- abril 2015
- marzo 2015
- febrero 2015
- enero 2015
- diciembre 2014
- noviembre 2014
- octubre 2014
- septiembre 2014
- agosto 2014
- julio 2014
- junio 2014
- mayo 2014
- abril 2014
- marzo 2014
- febrero 2014
- enero 2014
- diciembre 2013
- noviembre 2013
- octubre 2013
- septiembre 2013
- agosto 2013
- julio 2013
- junio 2013
- mayo 2013
- abril 2013
- marzo 2013
- febrero 2013
- enero 2013
- diciembre 2012
- noviembre 2012
- octubre 2012
- septiembre 2012
- agosto 2012
- julio 2012
- junio 2012
- mayo 2012
- abril 2012
- marzo 2012
- febrero 2012