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LAS CONSPIRACIONES DESDE LA ENTROPÍA DE VICENTE VELASCO MONTOYA

 

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxIl me frauda errer tout seul.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxJacques Derrida

xxxxx(la ópera de los tres centavos)

Dejemos la escritura por un tiempo
mientras la luz
nos permita brotar el sueño claro
de la memoria que nos fue robada.
Sigamos, pues,
sigamos en nuestra derrota
diaria, y quizás el tiempo nos absuelva
antes que el ruido nos liquide
bajo la tinta derramada
de toda esta comedia.

 

 

 

 

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxa antonio gómez ribelles

xxxxx(equinox)

Lo último que me apetece
es leer un libro de poemas.
Apuremos el vaso entonces
como si fuésemos culpables.

La noche es un coloso
y mi boca está repleta de ceniza.

Habrá que claudicar ante la certeza
y dar cuenta de los años flotantes
en este caldo de whisky, soledad
desde la que admiro cada uno
de los pasos que nunca llegué a dar.

La cuestión es detenerse, beber,
tomar aliento y abandonar el camino
para una mejor ocasión.

Ya vendrá otro verso
que nos absuelva.

 

 

 

 

xxxxx(dios es igual a cero)

Hay una mujer vestida con tus recuerdos.

Un bosque inabarcable,
las manecillas del reloj,
la hora señalada.

Vives en un mundo de papel
y enciendes la dinamita
antes que suene el despertador.

 

 

 

 

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxaplastad a los dragones
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxSergei Eisenstein

xxxxx(absoluta rebelión a la totalidad de la simpleza)

Dejadnos encerrados en el olvido
con nuestras jaquecas, nuestros vértigos
e insomnios, de tantas noches en negro.

Aplazad la ejecución para otro amanecer.

Podréis continuar con vuestras vidas.
Nunca nos recordaréis,
ni a nuestros rostros,
ni a nuestro ruido.

Tampoco la nada de nuestra voz.

Así, cautivos de la impericia,
los días os serán más placenteros, más gratos.

Sí, dejadnos atrás moribundos,
como lobos sedientos que sois.
Aullad en el desierto.

En definitiva, la vida es cosa nuestra.

 

 

 

 

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxa inocente josé cánovas

xxxxx(teorema de las sombras o habitación 237)

Ya he vuelto, Lloyd. Ya he vuelto.

Y llegará el tiempo, cual locomotora
a Vladivostok, arrollando bostezos
e indelebles juegos de palabras,
abocando la tierra al fin del océano.
Llegará herrumbre, humo negro,
acero doliente, y seremos recibidos
tal y como se enaltece a los héroes,
con bandas de música y calles adornadas
con el disparo de las instantáneas
volando cerca de nuestras cabezas.

Con nuestros rostros dibujados en los carteles.
Con nuestras bocas sedientas.
Sin haber siquiera retornado a nuestro destino.

Ahora, aquí mismo, Lloyd, ya estoy aquí.

Me alegro mucho de verle. ¿Qué va a tomar, Señor?

No juguemos a las adivinanzas esta vez.
Póngame lo de siempre:
un vaso lleno hasta el borde de la horca.

 

 

 

Velasco Montoya, Vicente. Conspiraciones desde la entropía. Albacete; Ed. InLimbo, 2020.

 

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