ALGUNOS POEMAS DE ‘TODAVÍA EL ASOMBRO’, DE JAVIER GILABERT

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DE PRONTO ESTOY DESPIERTO Y ES DE DÍA

xxxxxII

NO DEJA DE ASOMBRARME
la hiedra que se aferra a las paredes
y cómo el musgo encuentra entre las piedras
el mínimo resquicio
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxde la vida.

La esperanza
se aferra a lo que puede y allí crece.

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xxxxxIII

EN LA COLUMNA QUE DIBUJA EL HUMO

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxintento en vano

encontrar un patrón.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxLo mismo me sucede

con la vida.

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xxxxxV

DE CUANDO EN CUANDO EL CIELO SE PARECE
al interior de las personas tristes,
haciéndonos mirar para otro lado.

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xxxxxVIII

DAMOS TANTA IMPORTANCIA
a lo que no la tiene,
que andamos más de media vida lejos
de nuestra propia vida,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxensimismados.

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xxxxxXIII

LA VIDA, ESA POSTAL CON LAS ESQUINAS
algo desportilladas, se desliza
al fondo de la caja

y reaparece
cuando ya no la esperas.

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TODO ES NUEVO, QUIZÁ, PARA NOSOTROS

xxxxxIX

EL MIEDO ES TAN REAL COMO UNA ESTATUA.
Su aspecto, si lo piensas,
también es similar:
pasamos muchas veces por su lado,
rozando con los dedos el contorno
que ocupa en su quietud,
la mirada de piedra en nuestra nuca.

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xxxxxX

SI ALGUNA VEZ EL MIEDO
pudiera con nosotros,
no habría más poemas.

No existe, no imagino,
un miedo tan inmenso.

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SIEMPRE LA CLARIDAD VIENE DEL CIELO

xxxxxV

COMO EL TENDIDO ELÉCTRICO,
que apenas se distingue en el paisaje,
se oculta a plena vista la nostalgia.

Pero los cables cruzan
el cielo y la pupila.

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HOY NECESITO EL CIELO MÁS QUE NUNCA

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NO VOY A NINGÚN SITIO, PERO AVANZO.
Camino en círculos y vuelvo al punto
en el que pienso que empecé. Retorna
el día cada día y se termina,
y siento que me muevo, ¿pero adónde?

No disto de mí mismo lo bastante
para poder decir que estoy en movimiento.

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Gilabert, Javier. Todavía el asombro. Bilbao; Ed. El Gallo de Oro, 2023.

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