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JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO
CIGARRA
Los antiguos creían
que la cigarra se alimentaba de rocío,
porque ¿acaso no alza en la canícula
su burla de los humanos suplicantes
a la rueda del sol? Los dientecillos
del rocío ¡qué frescor y qué alegría
críticos!
CISNE NEGRO
El cisne negro,
entre patos blancos,
es una gran interrogante
oscura.
THE LITERARY LIFE
No vives en la parte oeste
de la ciudad, ni en otra parte alguna
de ella, y, auqnue velas cuando
la mayoría duerme, no eres tampoco
de los cuatro mil del gran mundo
de los que habla Lord Byron.
¡Tranquilo!
Tampoco has perecido de una crítica,
ni de las pisadas de los paquidermos
sagrados de la casta ínclita
de los de la altivez de oficio y los desdenes,
Hamlet dixit.
Ningún respeto te merecen, pero
no dejes de saludarlos, cuando
van con seis caballos en su carroza de oro,
ni tampoco luego, por mor de la verdad,
como Monsieur Pascal aconseja
y es justo,
dejes de llamarlos por su nombre
exacto,
que no precisa pronunciarse.
HONORES
Tiembla ahora para cuando llegue el día
en que tu corazón no sufra, contemplando
las hojas envejecidas del otoño, el perro
cojo callejero, gorrioncillo muerto, mendiga
tiritando en la mañana fría. Porque entonces,
cuando ya no te quede corazón ninguno,
te nombrarán poeta, arconte, genio
universal; los honores
no los soporta un corazón doliente.
OCTUBRE
Sol pálido de octubre,
sobre el aparador de la cocina azul frutero,
compota de manzana. Icono;
no naturaleza muerta.
HUELLAS
Huellas de los pájaros
como las de los pobres,
siempre se pierden, o resultan
inexplicables, enigmáticas,
antiguos jeroglíficos.
ESPARTILLO
¡Es tan pura
la criatura del esparto!
Y, como todo amor profundo,
áspera dulzura.
INCERTIDUMBRE
Esfera del Mundo,
canica insignificante,
¡quién sabe hasta qué agujero
irá rodando, tan redonda! Pero
¿y si alguien ganara con ella
una partida?
PRECAUCIÓN
Cuando Pascal se sentaba
en aquellos dorados sillones de su tiempo,
o en una simple silla,
los corría un poco porque
le parecía estar sentado al borde de un abismo,
y oír a la Muerte trabajar en el sótano.
Tenía un fino oído, verdaderamente.
COMENTARIO DE TEXTOS
Rayas de sol en la pared subrayan
las sombras de las tablillas de persiana,
como un comentario luminoso
a un texto antiguo, oscuro.
Quedaron en tu corazón el texto,
y la penumbra de la estancia.
CÁNTARO
Cántaro roto
sexo y agujereado,
¿recordarías tu historia,
si alguien te pidiera agua?
PÍTACO
Al mal nacido Pítaco,
dice Alceo que eligió el pueblo por tirano,
y que a grandes voces fue aclamado.
¿Merecía un poema tal noticia, Alceo?
¿Tanto te extrañó el suceso
de que el pueblo ame a los tiranos,
y él mismo quiera serlo?
REGATO
Regatillo seco,
pero un día llevó agua.
Es un recuerdo cierto,
primaveral, lejano.
BLANCOR
Has creído ver entre la nieve
una amapola o sangre.
Tanto
blancor te ha trastornado tanto.
Es herrumbre, paso de hombre,
solamente.
CIRCE
¿Es que Circe ha tocado,
ahora mismo, a los hombres,
y convertido en vil ganado?
¿Habrá escapado Ulyses?
¿Habrá esperanza?
REVISITACIÓN
Revisito mi infancia,
mi adolescencia y juventud, los otros
tramos y descansaderos de mi vida,
mas no me atrevo a detenerme.
Parecían recién pintados.
Había incluso susurros
de voces muy queridas,
muertas.
NIEBLA
Niebla obstinada envuelve
al mundo en una blonda.
¿Ha habido una subasta, es un regalo?
¿O mortaja? Con la niebla,
no se ve a dos pasos, y dudo.
UN GATITO
¡Qué ceremonioso y versallesco
es un gatito! Dale
las más rendidas gracias. Hace
que te sientas persona. Ya no existe
cortesía en el mundo como ésta.
CATEDRAL SUMERGIDA
Tal vez es construcción severa
de un invierno antiguo, pero
¿cómo es que hay tanta
claridad y umbría, tan sonoro
silencio, y pájaros dormidos,
en esta sumergida catedral
de mi infancia? ¿Nadie
va a abrirme?
Jiménez Lozano, José. Elogios y celebraciones. Valencia; Ed. Pre-textos, 2005.
LA LUZ, DE OTRA MANERA
agosto, 31
SUCEDE ALGUNAS VECES, CONTEMPLAMOS
la pared, nuestra sombra, el bulto
que ha dejado su realidad sin consultarnos,
dos gatos destrozándose, así el deseo,
una apuesta perdida desde siempre en la memoria,
o derramar aceite entre los días,
llamar triunfo a lo que otros dicen dejadez,
aprender la lección y abandonarse. La vida
nos ha cerrado ya el cajón de los secretos.
septiembre, 22
ME DICES QUE ES ABSURDO TODO ESTO,
que no tiene sentido la vida si la piensas.
Mas no es un fin lo que yo busco,
cualquier explicación o una promesa,
sino el estar aquí y a la deriva,
una botella que en la playa
aguarda la marea, ningún camino o ansiedad,
el completo abandono sobre el agua,
en el mar, siendo parte de las olas
únicamente, la absoluta plenitud en el océano,
no la venda que vuestra meta lleva ante mis ojos
porque ese fin supone una renuncia.
Nada parece ajeno si respira,
mas no te engañes, el absurdo sólo existe
desde la aceptación de un paraíso imaginado.
septiembre, 30
NO HA SIDO FÁCIL DESCUBRIR EL MAR,
las rocas, el volumen, su peso o consistencia,
la concreción del tiempo en la materia
más real, la verdad del mundo en el vaivén
de la marea, en la quietud del arrecife,
en el fragor o en el silencio de lo eterno
innumerable, el mar que se resiste
al adjetivo, no definiciones o abstracción
para su enigma, nuestra duda ante la muerte
de la carne, su infinitud que nos confirma
nuestra muerte. Sí, el mar, sin adjetivos,
y esta noche sin luna ni tormenta,
sin viento, sin veleros o gaviotas.
El mar únicamente y yo, aquí,
esta íntima sorpresa ante mis pasos,
tan sólo un extranjero en el camino
que se ha encontrado al fin y está desnudo.
octubre, 14
LA VIDA SE CONCRETA EN NUESTRO CUERPO,
movimiento o quietud de igual manera,
intensidad y tacto del espacio,
la plenitud carnal que se comparte
y nos aísla, nos eleva y se derrama
sobre la cima orgánica de un ser
que se domina, que se crea y se destruye
en su materia. No las dimensiones
aéreas que ignoramos, espíritu,
resurrección, el alma o el vacío
que nadie asume sin un nombre encubridor.
Quien mira el mar se olvida de sí mismo,
pero después un cuerpo le recuerda
su poder, la potencia de dos seres
unidos un instante y solos antes el mundo,
y siendo mundo, mundo sólo, ser a solas,
suficentes y plenos en su carne,
en su muerte de tierra nada más.
Todo hombre es un dios que se descree.
octubre, 26
HAY DÍAS EN QUE EL CUERPO NOS SORPRENDE,
nos obliga a rincones, luces, ritos y presencias.
Se delata, un olor intenso lo descubre,
un sentirse animal que vibra y que respira,
bajar hasta ti mismo y ensuciarte
de materia, de mundo y de calor,
bajar hasta ti mismo y ensuciarte
de muerte, de una muerte lenta y obsesiva,
fango vivo y verdad al fin de carne sola,
luz, pálpito mortal y lento fuego
de un ser que así se sabe en lo más alto
junto al polvo, lentísimo y salado
como una lágrima bebida con lascivia,
mano lenta o frenesí que me arrebata
y me abandona, cuerpo mío
borracho de calor y de existencia,
misterio al que me arrastra otro misterio,
tú, templo irrenunciable entre pasiones
y renuncias.
Gallego, Vicente. La luz, de otra manera. Madrid; Ed. Visor, 1988.
OCTUBRE (y IV)
Decía ayer que casi terminaba con las octavas de poesía de ‘Octubre’ porque hoy quería dejar aquí una cosa más. En mayo de 1997 tenía el placer de descubrir la vertiente de poesía visual que cultiva Ferran Fernández en uno de los especiales que publicó la revista. Si no lo conocen, aquí les dejo algunos de esos poemas visuales. Que los disfruten.
OCTUBRE
Thader sacaba su último número en junio de 1996, un número en el que se podía leer el grito contra las instituciones murcianas que dejaban, otro año más (y no fue el último), sin convocar el Murciajoven de literatura.
En febrero aparecía en las calles otra revista, con tamaño de octavillas, que revolucionaría las ganas de publicar en Murcia. La revista en cuestión se llamaba Octubre y en ella aparecieron escritores como José Luis Martínez Valero, Vicente Muñoz Álvarez, José Luis Aguilera, Francisco Domene, Luis García Montero, Luis Muñoz, Andrés Neuman, Antonio Soler, Ferran Fernández, Dionisia García, Antonio Marín Albalate, Juan Carlos Mestre, Cristina Morano, Andrés Salom, Luis Leante, Aureliano Cañadas, Javier Egea o Ernesto Pérez Zúñiga.
Durante los próximos días voy a publicar algunos de los textos que aparecieron en aquellas, como afirmaba su director –J. Bellón– octavas de poemas (o narrativa, según el número).
CARLOS ENRÍQUEZ
No es lo mismo
sobrevivir a toda costa
que
a cualquier precio.
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ VALERO
El mar, miedo de niño,
infinito que acecha ola tras ola,
suma de temores en la memoria,
no es esta mancha azul,
oscuro impacto contra el horizonte,
sino ese hondo abismo,
donde siempre la duda, pez de plata,
se mueve entre las algas.
JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ
DEL OLVIDO
Como los viejos troncos que la tierra envía
para que sus hijos no se extravíen en la mar,
como los restos del naufragio el olvido
fue un trozo de muerte flotando a la deriva.
JOSÉ LUIS AGUILERA
de ‘CALLE ALQUILADA‘
12
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx‘Cíclope, ¿me preguntas mi célebre nombre? Te lo
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxvoy a decir (…) Nadie es mi nombre, y Nadie me lla
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxman mi padre y mi madre y todos mis compañeros.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxOdisea, IX.
Desde siempre,
xxxxxo desde casi siempre,
no hay metáfora
ni árbol de la ciencia
xxxxxo de la vida.
Sólo tiempo y saber
xxxxxque has de morirte.
JOSÉ BELMONTE SERRANO
SU PROPIA HISTORIA
Fundador de una bien avenida familia.
Esposo fiel, padre modélico
y honrado trabajador por cuenta ajena.
Cumplidor de los preceptos
de una vieja Iglesia heredada.
Él, que pidió los auxilios espirituales
en la hora extrema,
quedó al fin en paz con Dios,
pero no con su propia historia.