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LUIS BAGUÉ PRESENTA ‘CLIMA MEDITERRÁNEO’ EN EL MUSEO RAMÓN GAYA
Ser pobre conlleva estas cosas, que ni el lunes pude ir al recital de Ben Clark, ni hoy podré ir a ver a Luis Bagué en el Museo Ramón Gaya presentando su ‘Clima mediterráneo’.
E igual que el lunes lo repito: los que podáis ir a verlo, no os lo perdáis.
LECTURA DE LA OBRA DE ELOY SÁNCHEZ ROSILLO EN EL MUSEO ‘RAMÓN GAYA’
Hoy, con motivo del día del libro, se llevará a cabo una lectura de la obra de Eloy Sánchez Rosillo desde las 10 de la mañana hasta las 10 de la noche, en el Museo ‘Ramón Gaya’.
MANIFESTACIÓN EN APOYO DE LOS TRABAJADORES DEL MUSEO ‘RAMÓN GAYA’
Esta tarde, a las 20:00 h, se llevará a cabo una manifestación en la plaza de Santa Catalina de la ciudad de Murcia, para apoyar a los trabajadores del Museo Ramón Gaya.
La inciativa, que ha partido de José Cantabella, lleva por nombre ‘6×5’ en referencia a las cinco nóminas sin cobrar que tienen los seis trabajadores de este referente cultural de la ciudad.
Aquí tienen la noticia en prensa.
¡Allí nos vemos!
BEN CLARK EN EL MUSEO RAMÓN GAYA
Esta tarde, y gracias a La Galla Ciencia, Ben Clark -presentado por Noelia Illán- ha estado por primera vez leyendo sus poemas en Murcia.
Además de leer poemas de su último libro, ‘Los últimos perros de Shackleton’ -publicado por la editorial Sloper, de Palma de Mallorca-, ha repasado algunos textos de sus libros anteriores. Un magnífico recital en el que ha ido combinando su buen humor presentando los poemas contrastado con el tono triste de los mismo, y que ha hecho -como él mismo decía- de pie, como le gusta leer.
Y aquí tienen el poema que le da título a ese último libro de Ben Clark.
LOS ÚLTIMOS PERROS DE SHACKLETON
El dolor de este zumo de naranja no es dolor. Hotel sin par
y sábanas revueltas.
¿Dónde estuve? No sé: surcando el hielo.
He matado estos perros con mis manos.
He matado estos perros con mi lengua, con cada orgasmo ha muerto
uno y lo sé, lo sé: tarde o temprano voy a pagar por cada gemido.
Pero este desayuno no es dolor,
y la luz nos explora y nos conquista
tan suave, tan despacio.
Y mientras tanto tú,
esperando el regreso,
fracturándote poco a poco, tú
que todo lo entregaste. ¿Dónde estuve?
Estuve asesinando a nuestros perros.
MAÑANA, BEN CLARK EN EL MUSEO RAMÓN GAYA
‘SABER DE GRILLOS’ EN MURCIA
Ayer, además de otros saraos, Vicente Gallego presentaba en el Museo Ramón Gaya sus dos últimos libros: ‘Para caer en sí’ y ‘Saber de grillos’. La presentación corrió a cargo de Agustín Pérez Leal, y aquí tienen algunas fotos del evento y algunos poemas de su ‘Saber de grillos’.
VITALIDAD
Campean por el parque
como viento en el viento los chiquillos.
Se ve que aún no le pesan
esas almas al mundo, y son sus pies
como cintas de luz
sobre las aguas trémulas de hierba.
Estos niños, jugando y entregándose
por entero a lo cierto, me han ganado.
¿No son mías sus alas,
no soy yo la mañana de ojos limpios?
ALBOROTO
A esta roja amapola que se ha hecho
dueña entera del mundo,
firme en su indignación,
puesta en su escándalo,
dan ganas de decirle
que lleva la razón en su alboroto,
que no hemos de dudar, que nos perdone.
TEOLOGÍA
Y que pueda salvarnos
una brizna de hierba.
Esta verde de aquí,
la que me ama.
REMOVIENDO LA TIERRA
Esta tierra que mueve mi azadón,
avejentada y muda,
cómo coge color y se humedece,
cómo se hace encarnada y huele nueva.
Moviendo tierra estoy, ni sé por qué,
para verla esponjarse en su milagro,
más suelta y más muchacha.
DE AMANECIDA
No le apena al rocío lo que llores:
él sabe que tu llanto es su frescura,
tu noche su alborada
BIOGRAFÍA
Pasando aquí las noches,
a solas con el campo he terminado.
Enjugando tomates
y oliéndoles la verde rama oscura.
Pelando mis patatas y poniéndolas
en trato de favor con unos ajos.
Y aún puedo permitirme
dar gracias con un tinto
que refresco con hielo y que me endulzo
con gajos de naranja y de limón.
Se diría que no he llegado lejos,
pero buscadme aquí,
perdido en la primicia de mi alma.
DÍA DE LA POESÍA EN EL MUSEO RAMÓN GAYA
Hoy ha vuelto a ser otro de esos días grandes en el Museo Ramón Gaya porque se ha celebrado el ‘Día de la Poesía’ con un homenaje a Ibn Arabi.
Aquí dejo tres fotos de la lectura ininterrumpida que se ha llevado a lo largo del día de hoy. Además del cartel a la entrada del museo, pueden ver al poeta y periodista José Antonio Martínez Muñoz y a la poeta Mamen Piqueras.
ALGUNAS FOTOS DE LA LECTURA EN EL MUSEO RAMÓN GAYA
La lectura y algunos de los asistentes.
Y las cervezas de después… Ustedes no lo creerán, pero estas cosas dan mucha sed.
DESPUÉS DE LA LECTURA EN EL MUSEO RAMÓN GAYA
Sigo rumiando mil cosas al mismo tiempo, pero de ayer me quedo, no tengan la más mínima duda, con la presencia de todos y cada uno de los que estuvisteis en la lectura que di en el Museo Ramón Gaya.
Fue para mí un honor leer en un lugar por el que han pasado tantos grandes poetas, y estar acompañado de Antonio Marín Albalate (a quien nunca podré agradecer suficiente la presentación que me hizo), de José Antonio Martínez Muñoz, Ángel Paniagua, de Diego y María Luisa (que luego tuvieron que volverse a La Manga en coche…gracias, gracias, gracias…), José Óscar López, Ino y Jesualdo (sabiendo lo que les supuso), de Luisa Navarrete (que siempre viene acompañada de su alacena roja) y de Manuel, Joaquín y Noelia, y de Ángel Manuel Gómez Espada (recién recogido su premio…sí, señores, se acaba de llevar la última edición del Dionisia García de la universidad de Murcia), de Mamen Piqueras, de José Luis Martínez Valero, Andrés Carrillo, Vega Cerezo y de todos los que se acercaron por primera vez a escucharme.
Y me llevo el placer de que el Gaya me haya publicado un poema en los dípticos que se reparten al comienzo de las lecturas que programan. Éste:
HOY: LECTURA EN EL MUSEO RAMÓN GAYA
MAÑANA: LECTURA EN EL MUSEO RAMÓN GAYA
Pues sí, mañana, dentro del ciclo ‘Poetas en el Museo’, estaré leyendo en el Museo Ramón Gaya.
Lo que hace una temporada hubiera sido un subidón, mañana será una despedida porque abandono el circo.
De todos modos, para una despedida como la que tengo prevista, es un lujo que se dé con el cartel que me ha diseñado Cris, con el presentador de lujo que tendré mañana y que no es otro que Antonio Marín Albalate (una de esas personas gracias a las que he aprendido parte de lo que sé y leído mucho de lo que pasó por delante de mis ojos hace unos cuantos años) y con la fotografía que aparece en el cartel, que es obra de Ángel Manuel Gómez Espada.
Claro que me alegraré –y mucho– de todos los que se acerquen a escucharme, pero echaré mucho de menos a todos aquellos que han sido políticamente correctos diciendo que se interesaban mucho por lo que hacían los demás; echaré de menos a todos aquellos que durante años han pedido que le(s) publicitaran sus actos y para mañana aún no han dado señales de vida; echaré de menos a todos los conocidos músicos a los que alguna vez les he aconsejado algo sobre sus letras y no se han dignado ni una puñetera vez a acercarse a escucharme leer.
En fin, mañana será la última vez, así que si les apetece saber qué hice durante unos cuantos años sólo tienen que acercarse al Museo Ramón Gaya.
Dejo aquí el poema que ha utilizado Cris para hacer el cartel y que es uno de los poemas que pertenecen al libro que tengo inédito.
ARRASTRO la constante sensación
de estar herido.
xxxxxxxxxxxxxxxNo me gusta
parecer pesimista –es lo último
que quisiera–, pero antes de dormir
lo cierto es que no veo mejoras sustanciales,
sólo curvas, pendientes, precipicios,
cosas que caen a plomo.
ANTONIO MARÍN ALBALATE
Ya les comentaba a principio de semana que el martes estaría Antonio Marín Albalate en el Museo Ramón Gaya, y los que estuvimos allí disfrutamos, además de una exquisita presentación a cargo de Antonio Gómez Ribelles, de un recorrido por gran parte de la obra de Antonio Marín, desde sus primeros libros publicados hasta dos de los libros que tiene inéditos.
Aquí tienen algunas de las fotos que hice en la lectura.
Y, aprovechando la coyuntura, hoy me apetece dejar unos cuantos poemas de este grandísimo poeta nacido en la ciudad de Cartagena.
ACASO sea el placer solitario
Un tigre capaz de arañar la noche
Con zarpa de niebla y extravío
AGUA
Dejadme que beba el agua
Purísima de las fuentes
De los parques que las nínfulas
Hacen posible.
Y veréis al instante
El deshielo de un cuerpo
Bellamente copulando
Con la tarde.
TAL VEZ EL DESIERTO
Un perro solo en la nieve.
Un minuto de miedo.
Una mujer. Ese silencio.
Tal vez el desierto.
SUEÑO
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxPregunté al mar si podía comérmelo,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxy el mar me dijo que podía.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxGregory Corso
Blandamente, bajo la sombra
De un mar sin aristas,
Los ahogados duermen.
UN DÍA
Porque sabía que podía estar
Allí esperándome,
Me fui desnudo y solo
A encontrarme con ella
–La vida–,
En esas luengas playas
Anilladas de aceite
–Con sus mil lenguas de luz morena–,
Donde niñas abiertas como mandarinas
En su jugo me ofrecían su gajo mejor.
Y nada entonces, excepto yo, ardiendo
Junto a esos cuerpos, tendría sentido.
Cuando al fin mi pie, lento de plomo y raíces, pisó
El blando litoral de aquella mar sin tiempo
Que tanto soñé,
El verano ya se había ido con sus niñas, su luz
Y su aceite.
Otra vez el caballo del viento,
Saltándose el otoño,
Señalaba delante de mí
Un Norte desierto
Cuajado de miedo y silencio.
Me dio mucho frío, muerto ya mi sueño,
Aquel día tan grave. Y volví a vestirme.
Volvi otra vez al espejo
Para espantarme y seguir huyendo.
EGO
Hoy el centro de todo,
Soy tú,xxiiixxhija mía.
Hoy soy un genio.
SENTADO en el muelle de la bahía,
Alguien, un hombre en solitario, es, nunca una estatua
–Aunque lo parezca a lo largo de las horas por venir
Y a juzgar por el peso de su barba–, y, siempre, siempre,
–Aunque no se llame Job, ni semejante o así–
El perfil de la palabra paciencia.
ENERO Y FEBRERO
Escucha, amor, el largo gemido
De los tigres en las azoteas.
Esta hora del viento negro
Mordiendo el corazón del invierno.
BLUES
Me duele la lluvia azul y cargada
De esta tarde seriamente vegetal
Y huesuda como tu mano cuando
Aprieta –terrible– la vida, padre.
Me duele –ay– su larga cabellera
Cayendo sobre mis hombros de tierra,
Para hacerme –al cabo– más mortal aún.
Me duele hasta la raíz de la sangre
Esa música de flauta de ova
Flotando –tan triste– entre sus dedos
Húmedos de blandicia y mansedumbre.
Ah, los dedos de la lluvia,
Ah, las manos del agua,
Su cintura carbónica,
Sus nalgas de plata vieja y burbujas,
Sus senos de nube y estalactita,
Su pubis de pamela violeta,
Su piel de escalofrío y la negra flor
De su saxo de barro y chorreras.
Ah, el cuerpo turbio del agua, cuerpo al fin
De la lluvia, ardiendo bajo el bronco
Gemido del rayo lascivo y alto…
Yo quisiera en esta tarde marina
De hueso de flauta, cuando el invierno
Se llena de agujeros y algas,
Encontrar esas playas donde herirme
Dulcemente, buscando la estatura
De las palabras posibles.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxDecir,
En tanto la página no haya sido
Manchada aún por el odio,
Lo grande –en su nostalgia– de auqella edad
Que ahora recuerdo, cuando el pelargón
Entraba por la bocana del puerto
Hasta lo más profundo de mi infancia…
El tiempo que pasa borrando estatuas,
Unge esta tarde la alba cabellera
Cargada de cadmio y blasfemias
De la mina más cercana y ruinosa.
El tiempo y su estigma, ese trallazo
En la columna vertebral del sueño,
Ese blues de la lluvia sonando ya
En los labios de este invierno pagano,
Padre.
xxxxxxEl tiempo,
xxxxxxxxxxxxxxxxSu rostro,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxEse sudario
De agua extendiéndose como una mancha
Que al fin alcanza esta pobre patria de mi alma.
Y…
xxxxJunto a un icono roto, la angustia
De un perro agonizando en el camino.
Y la cruz
xxxxxxxxDe un Dios solitario
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxAllá arriba.
MAÑANA: LECTURA DE ANTONIO MARÍN ALBALATE EN EL MUSEO RAMÓN GAYA
Mañana martes, a las 20:00 h., dentro del ciclo ‘Poetas en el museo’, organizado por el Museo Ramón Gaya de la ciudad de Murcia, leerá sus poemas Antonio Marín Albalate, que será presentado por Antonio Gómez Ribelles.
Conocer a Antonio Marín Albalate es quererlo y admirarlo a partes iguales, así que si tienen oportunidad no se lo pierdan.
Para empezar, aquí tienen las palabras que le dedicaba Soren Peñalver el viernes pasado en uno de los periódicos regionales con motivo de la lectura de mañana.
Y aprovechando que hace ya un tiempo que quería subir unos versos muy concretos de Antonio Marín, aquí tienen estos poemas que le publicaron en la ya extinta revista ‘La Puerta Falsa’ de Murcia en el mes de julio del año 2004.
MIEDO
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA Joaquín Ortega Parra
Hay un miedo dormido –está escrito–,
Llenando los sillones de los psiquiatras.
Miedo mortal en la médula del mundo.
MAPAMUNDI
Abro un atlas.
Oigo disparos.
Como no pongamos remedio,
Esto va a ser un infierno.
CAMPO DE CONCENTRACIÓN
Si los pusieran a todos el mismo
Día a la misma hora y en el mismo lugar,
Sería interminable la lista de miserables.
LECTURA DE CRISTINA MORANO EN EL MUSEO RAMÓN GAYA
Todo comenzaba el viernes, cuando Soren Peñalver publicaba el texto que pueden leer a continuación.
Así que lo de ayer –es sólo una opinión personalísima– es algo que uno se pregunta cómo los que dicen amar la poesía son capaces de perderse. Tras una acertadísima presentación a cargo de Bea Miralles, Cristina repasó sus dos últimos libros y nos deleitó con poemas inéditos de tres colecciones que ya tiene acabadas. De vez en cuando de escuchaba un ‘qué grande’ y se veían bocas abiertas ante lo afilado y lo acertado de sus poemas. Y el mejor resumen de cómo impresionaron cada uno de sus versos fue la ovación que el público le dió una vez terminado el recital, ya que si no ha sido la más larga de las que se han dado allí ha sido una de las más largas (alguien contabilizó treinta segundos de ovación). Es una pena que esta ciudad no sepa cuidar a sus poetas. Sin embargo, fue un gustazo que, entre otros, se encontraran entre el público asistente José Antonio Martínez Muñoz, Soren Peñalver, Sebastián Mondéjar, Mamen Piqueras, Antonio Marín Albalate, José Luis Martínez Valero, Ángel Manuel Gómez Espada o Manuel Pujante.
Y aquí tienen algunas de las fotos que saqué de la lectura.
En el díptico que publicó el Museo Ramón Gaya con motivo de la lectura se podía leer, además, uno de los poemas inéditos que leyó Cristina:
FIESTA
Se ha secado la tierra,
pero más nuestros huesos:
suenan como la caña
que se toca en las romerías
y los que asisten callan y beben
sin creerse del todo la bienaventuranza.