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UN POEMA DE ‘MENTE ANIMAL’, DE PILAR ADÓN
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XVII
He visto algo grandioso e inexplicable
y no por ello he cambiado.
El mar se mantiene y el mesías podría estar aquí.
Pero el mar persiste.
¿Dónde la profecía?
¿Dónde la distinción del hombre?
He visto la sucesión de esferas
en un plano liso de sutilidad y abandono.
Sin sonidos ni distancias.
Y sigo comiendo y durmiendo,
sin más pretensión que la de recordar lo que sé
y que no lo descubran los demás.
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Adón, Pilar. Mente animal. Madrid; Ed. La Bella Varsovia, 2014.
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POEMAS DE ‘LA LENGUA ROTA’, DE RAÚL QUINTO
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SALWA BUGAIGHIS
Descoser las partículas del aire
para poder seguir
respirando. Tejer un cuerpo nuevo
con los cuerpos perdidos y encontrados
tras el incendio. Decidir.
Golpear ese muro
pese a tanta ceniza
torcida en los pulmones. Pese a tanto
siglo volviendo. No cejar.
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ALGUIEN BAILA en el fondo
de la piscina
de la urbanización abandonada,
abraza a un maniquí
y le dice al oído: esta música
no existe, como tú la luz tampoco
tiene ojos ni boca,
pero mantiene en pie
todo aquello que vemos.
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ANA ORANTES
Transita del azul
al ámbar el dibujo de la llama.
Un arcoíris derretido,
titilando sombra
en un pequeño charco
de gasolina. Quién está mirando.
Quién dice qué.
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EL PALACIO es un dolmen.
Cuando suene la música
sólo podrás bailar
con los espejos
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o con los muertos.
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DICTARON las preguntas.
Borraron las estrellas
y nos dejaron a merced
de los mapas. Un mundo
traducido. Un verbo
anticipando cada gesto.
Y sin embargo.
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ESCUCHAR EL CRUJIDO de la estática
cuando dos cuerpos
se rozan por primera vez. La piel
de la sombra torciendo
el sudor en la palma de una mano.
La luna nueva en las pupilas.
Sentir el peso
a pesar de la niebla.
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CARLOS PALOMINO
El escáner refleja actividad
en la corteza cerebral
pero también en estructuras
menos superficiales
como el putamen y la ínsula.
Eso dice la ciencia
sobre cómo funciona
el odio. Un segundo,
siete centímetros
de metal frío penetrando
el ventrículo izquierdo
del corazón. Una luciérnaga
aleteando al filo de su luz,
a la misma distancia
de la incineración que de la noche.
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Quinto, Raúl. La lengua rota. Madrid; Ed. La Bella Varsovia, 2019.
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LA RAÍZ NO ES EL PRINCIPIO
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxTengo celos de la muerte
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxque nos separará
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxEvaristo
La raíz no es el principio
y sin embargo
a su alrededor
pequeños roedores
amasan la tierra
felicidad
es lo que buscan
entre la maleza
¿o somos nosotros?
Sí, es cierto:
hábiles domesticadores
de lo superfluo
eso somos
o animales
que se inclinan
sin deseo.
Para eso existes
o tal vez no, y lo recuerdas:
algún día este amor
que producimos
nada será
y eso
me aterra
Santamaría, Alberto. Lo superfluo y otros poemas. Madrid; Ed. La Bella Varsovia, 2020.
HIJO
23.
Historias que nos contamos para decirnos. Historias que creemos para creernos. Para crearnos. Para decir: así fue, así soy, así es. Para no ceder al derrumbe. Historias que digan, que no paren de decir, para que siempre haya una palabra ocupando el espacio sin fondo del silencio.
26.
Contar para cre(c)er en las palabras.
31.
Aquí opera la mecánica del balbuceo. Un idioma en blanco. Como la lengua sin verbo de mi hijo, sin signos ni referencias. Así debería funcionar este libro. Un idioma sin idioma, que explicase los huecos de cada letra. Ya sabemos que el vacío es lo que define la forma, hemos hablado incluso del campo cuántico que impiden que la materia se dispare hacia el infinito. De esa reclusión en forma a través de la nada. Todo eso. Del idioma sin idioma de mi hijo conectado por la sangre a la tierra y al tiempo. Cromosoma adentro. Sabemos que los lactantes tienen la capacidad de respirar por la nariz mientras beben, como los antiguos homínidos, y que esa característica física les impide articular palabras. Que en el origen nunca hay palabras. Que en la raíz no puede haber signos.
xxxEste es un libro que quiere respirar así.
xxxEste es un libro que se asfixia de lenguaje.
xxxUn libro al que le cuesta ser libro.
xxxEste libro.
xxxEl eco de algo. De la madrugada en que la madre de mi hijo me despierta para comprobar conmigo cómo se oscurece la línea azul de la prueba de embarazo. El eco de la noche fuera y de la luz artificial dentro. Los ojos testando lo real allí, entre el sueño y el miedo. La alegría incrédula anillándose en la garganta. El eco de la primera lágrima y de mi cabeza dando vueltas: la doctora confirma la noticia, y al salir de la clínica tengo que sentarme en la acera porque el mundo gira demasiado rápido y me cuesta mantener el equilibrio. El eco de ese golpe, de la idea y de la palabra devorada por la realidad. El encaje. Más aún, otro día: oímos por primera vez el corazón de mi hijo, en la pantalla tiembla apenas una mancha negra, casi nada, pero en la habitación retumba un latido distorsionado. El eco de esa música. La percusión milagrosa de un corazón minúsculo. El eco de eso. Aquí. De mis ojos cuando vi su cuerpo definiéndose en la ecografía, de esa marea sin nombre que me iba ahogando, del conjuro anfibio que me iba hundiendo dentro de la sangre. Mi cabeza apoyada en el vientre de la madre de mi hijo mientras le canto canciones inventadas y él, golpeándome la cara piel adentro. Eso creciendo como un virus en el cielo de la boca, para contaminar todo el aire que se respira, para que todo sepa a eso. Este libro, eso. Las diecisiete horas de parto. Su rostro hinchado. Su mano mínima apresando mi dedo índice. La respiración de fuego y las palabras negras de los médicos. Punción lumbar. El miedo lento pudriendo el aire, y el por fin conmigo, durmiendo sobre mi pecho, pequeño y perfecto.
xxxEste libro quiere ser eso.
xxxDecir eso.
xxxPero es un libro.
Quinto, Raúl. Hijo. Madrid; Ed. La Bella Varsovia, 2017.
LOS ANIMALES BUSCAN SITIOS DIFÍCILES PARA MORIR
xxxxxI
Soy la tercera generación de hombres que vie-
nen de la tierra y de la sangre. De las manos de
mi abuelo atando los cuatro estómagos de un
rumiante. De los pies de mi bisabuelo hundién-
dose en la espalda de una mula para llegar a la
aceituna. De la voz y la cabeza de mi padre re-
pitiendo yo con tu edad yo y tu abuelo yo y los hombres
xxxxxIII
Quiero seguir el camino que hace un animal al
morir. Tocar el trayecto difícil de la agonía en
sus párpados. Pies en el lomo, voz en uno de los
estómagos. Ellos me hablan como a un hombre.
Ellos esperan de mí lo que esperan de un hom-
bre.
Pero yo sangro. Animal o mujer: hecha de sueño
y lágrimas.
xxxixixxxUN CUCHILLO CORTA
xixTODO LO QUE YO QUIERO HACER
TODO LO QUE YO PRETENDO ESCRIBIR
¿podré caminar como es debido con el cuerpo
xxrecién hecho?
¿y recién cortado?
x
Ya tengo abiertas las rodillas
no quieren infancia
MADRE CON QUÉ LIMPIO estas manchas de
xxnacimiento
si tengo un rostro en las manos
bordado
padre no me enseñó a huir
solo a quedarme quieta y a no hacer ruido
—empuñando un rifle
apreciarás silencio y camuflaje—
pero mi defecto siempre es el mismo
mecer al animal entre la carne y el sueño
todo lo que estábamos
dispuestos a destrozar
para qué
dices ahora,
todo
para qué.
Sánchez, María. Cuaderno de campo. Córdoba; Ed. La Bella Varsovia, 2017.
CUADERNO DE CAMPO
SAN FRANCISCO DE ASÍS se dirigió a las aves las
llamó hermanas impuso el silencio les dijo
xxxxxxxxixxxxxxxxx—ahora me toca hablar a mí
a mí
que sueño con todas las alas de mariposa
xxarrebatadas
una a una
para enterrarlas junto al cuerpo de miles que
xxperecieron
hace miles y miles de años
(pétalos, pequeñas deidades animales hechas
xxde barro, vientres que se vaciaron para dar
xxpaso a la mirra)
pero me toca hablar a mí
que soy un organismo como cualquier otro,
xxinfinidad de posibilidades, de células
xxchocándose las unas con las otras, una
xxmultitud de impulsos
—repito—
como los de cualquier otro debatiéndose
xxdentro por igual
entre los estímulos de la destrucción y de la
xxsupervivencia
a mí
que estoy escribiendo estas líneas que tienes
xxante ti porque he vuelto a buscar
la técnica de datación por carbono, los
xxentierros en el paleolítico, el proceso de
xxembalsamamiento y preparación del difunto
xxen el antiguo Egipto
a mí
xxque como tú
xxquieres
xxxxxel remedio la bondad
el ejercicio exacto para perpetuarse
xxxxxxxxxxxxxxxel reconocimiento el refugio
xxxxxxxxxxxxxxxxxla venda el duelo
xxxxxxxxxxxxxxxtodo
xxxxxxxxxxxxxxxtodo lo necesario
a mí
que miro mis dientes y mis manos
cada parte de mí abreviada
como escribir siempre ADN y no intentarlo con
xxácido desoxirribonucleico
a mí
que me gusta situar las cosas
en la región exacta
darles un significado
proveerlas de una historia
a mí
que no soy San Francisco
ni vosotros mis hermanas, las pobres
xxgolondrinas
a mí
que no soporto la idea de verme hablar a un
xxanimal
para pedirle que se calle
que prefiero la cura y no el silencio
pero cada vez que escribo
estoy contradiciéndome
a mí misma
convirtiéndome en la hermana,
en el profeta que se sienta delante de los
xxpájaros
pidiéndoos por favor de nuevo
silencio
porque al fin callan
las alas de mariposa, el hermano y las
xxgolondrinas,
y me toca hablar a mí.
xxxxxixxxESCRIBO NIDO
NO PECHO NO CARNE NO CIELO
xxxxxI
Solo hay una forma correcta de llevar un regis-
tro de aves:
—el sujeto que observa y anota siempre es el
mismo
—las manos que agarran siempre son las mis-
mas
—los animales que se escriben tarde o tempra-
no hacen el nido
—en ningún caso se permitirá el retorno de un
animal del cuaderno enfermo al cuaderno sano
—las aves y este cuerpo siempre buscaron la
caída
—hombres y animales siempre comparten la
misma página
xxxxxII
así la palabra pecho, así la palabra nido
así esta sucesión de manos que han pasado
siempre por la misma parte de mi cuerpo po-
dría constituir una narrativa;
no una sucesión de gritos, no una sucesión de
espacios
porque vosotros
siempre os refugiáis
en mi pecho que es isla
en mi pecho que es paraíso
en mi pecho que es cúmulo de leche invisible,
sudor y sangre
yo que os enseñé con esta parte de mi cuerpo a
tener hambre, soy incapaz de responder si me
preguntan: señorita, diga la región exacta, concreta,
única, señorita, dígame todos los nombres correctos de
vasos y venas, ganglios y linfa, músculos y grasa, tipo de
divisiones y de células… pero señorita, ¿cómo que no lo
sabe? si estamos hablando de su propio cuerpo
no, no, y no
pero quizás puedo decirle, señor,
mientras mira atentamente esta parte de mí
esta parte de grieta y ayuno,
este sitio donde anidaron todos los hombres de
mi vida:
(sí mi abuelo, sí mi padre, sí mis hermanos, sí
el que hizo posible la caída, sí, el que ensuciaba
todas las calles con el nombre de arthur cravan)
sí todos los animales que he alimentado como
los hijos que no tengo,
porque ya sabe,
xxyo soy un vientre vacío, mamá
y no soporto que escribáis sobre vísceras y ve-
nas sin haberlas tocado:
hablo de tener las manos ardiendo y empapadas
de sangre, hablo de los últimos movimientos y
de lo caliente que está un cuerpo antes de mar-
charse.
hablo de saber señalar en el mismo órgano mo-
ribundo el dolor exacto, el agujero recién naci-
do.
por eso, os digo, si os preguntara:
¿qué cantaríais?
xxxxxIII
venid que yo os enseñaré a tener siempre
xxhambre
venid que yo os enseñaré qué es la verdadera
xxpureza
venid que yo os enseñaré sobre anatomía y
xxanimales
venid que yo os enseñaré a elegir bien entre la
xxcarroña
venid que yo os enseñaré a alimentar a los
xxbuitres hermanos
venid que yo os enseñaré a diferenciar el poema
xxde la cacería
venid que yo os enseñaré qué canción hay que
xxcantarle a la muerte
xxxxxIV
porque vosotros con esta parte de mi cuerpo os
comportáis como pájaros
porque a todos vosotros os cobijé en la misma
región anatómica y, aunque solo sepa de cuer-
pos y enfermedades de animales, podría equi-
pararme con cualquiera de ellos y deciros que
xxxtengo el corazón de vaca
xxxtengo los dientes de perro
xxxtengo la placenta de yegua
xxxtengo el vientre lleno de leche de gato
xxxxxxpara las crías que invento
porque yo los he abierto para aprender a deli-
mitar de manera concisa y exacta
qué trozo de carne debo tocar para que un cuer-
po no se derrame
por eso os digo
que yo,
que me he quedado dormida mientras os ama-
mantaba,
yo que he sido ofrenda y alimento,
rastrojo y desperdicio,
sal y lágrima,
puedo deciros otra vez
la razón por la que seguís comiendo de mí,
(sí profesores, sí hermanos, sí amantes)
Porque habéis aprendido como esa especie de
pájaro a construir solo el nido en árboles que se
preparan para morir.
Porque habéis elegido lo que se esconde y lo
que hace latir, el mismo fluido incansable infi-
nito del color de la leche.
Mientras os lloro,
mientras con mi propio cuerpo
os doy de comer.
Sánchez, María. Cuaderno de campo. Córdoba; Ed. La Bella Varsovia, 2017.
UN POEMA DE MARÍA LÓPEZ POUSA
YUKI-ONNA
Todo lo que me gusta
está un poco roto.
En la facultad de Enfermería hay un cerezo
perfecto en el que marcar la curva exterior del mundo
con una espada.
Estoy contando las cabezas que cruzan la calle con los dedos
xxxxxde ambas manos,
me hago las mismas preguntas con los ojos cerrados y
xxxxxaún hoy
no sé para qué me respondo.
Abrí los ojos y el mundo alrededor era puro hielo,
tenía margen de tiempo suficiente para dibujar los nombres
en el cristal de la ventana, al menos cuando
aún pensaba que las cosas que hacía
iban a servir para algo.
Hay un juego muy pequeño entre el coraje y la nieve,
el margen de abrir los ojos en medio de la noche y no poder
xxxxxrespirar,
todas las puertas abiertas y nadie
en ningún sitio.
Hay un juego muy pequeño entre el coraje y la nieve.
La piel de mis manos tiene color violeta, un lado más suave.
xxxxxNunca esperé nada del invierno,
pero pasaba las noches fuera,
seguía a la gente de un lado a otro, nunca
pude parar de caminar. Nunca llegaba
a ningún sitio.
CUATRO POEMAS DE ELLEN CAPRIOTA
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CADA POEMA se merece
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DOS POEMAS DE BELÉN BENITO
¿QUÉ OCURRIRÍA si yo
dijera o dijese ahora:
cambien ustedes todos mis etcéteras
escritos hasta
ahora por la palabra
dolor?
CÓMO elevarme
a la distancia suficiente.
Me explico:
la altura necesaria
para determinar, por fin,
mi huida del mundo.
ARTURO SÁNCHEZ
De la misma antología de la que subía los primeros poemas ayer, otro poeta; en este caso, el catalán Arturo Sánchez.
NÁPOLES
Naples, Naples, heart of the beast, lung of the city.
Nápoles de fauces con sarro, fauces de bestia,
Nápoles abortada en la mañana crística y latina
Nápoles de claxon en mi cerebro, chewing thirsty mouth of the beast
xxxxxin the void
Pericolosa Napoli
Nápoles de la desesperanza de princesas destruidas de corazón
xxxxxblanco blanco blanco inmaculado
Blanco mortaja
Blanco Jesucristo, Nápoles de la Virgen
Nápoles del vulgo sin hércules pero con barrigas descomunales y
xxxxxlabios gordos y colgantes y estúpidos.
Nápoles madre de ira, madre sucia y hambrienta en el día y en la
xxxxxnoche,
Fauces del hombre y del odio tatuadas con moho sucios brazos del
xxxxxHombre en la frutería de via Chiara y vagabundos con kleenex
xxxxxen Santa Chiara
Napoli miracolosa!
Toma este poema escrito en la cama de mi hostal cercano y desierto
xxxxxde amistades y la miseria de Whalid-Cristo en la cama de al
xxxxxlado durmiendo vestido con un quiste sobre el labio
¡Whalid, Whalid, you who are here to work, we believe in you, y
xxxxxcreemos en tu santa ausencia durante la escritura!
Nápoles de Milagros y del Hermafrodito se sesenta años, barrigón,
xxxxxrubia, horrenda, irreconocible, irreconciliable bajo las lujosas
xxxxxarcas de la galería Umberto I
¡Napoli de imprecaciones incomprensibles!
Nápoles en tu madriguera, Nápoles en tu agujero, Nápoles bajo
xxxxxtu piedra,
Nápoles fundada sobre los huevos de Virgilio, the lord is with you,
Nápoles ira, Nápoles de princesas en apuros donde he visto a las
xxxxxmujeres más hermosas y más solas y más terribles y más
xxxxxtristes
Nápoles herrera de deformidades, Nápoles sorda y el camarero
xxxxxlobotomizado en el vertedero
Nápoles de castillos cuyos fosos son parkings y chatarrerías y
xxxxxcocodrilos embalsamados desperdicio de señoras gordas
xxxxxdesdentadas
Nápoles de Santo Domingo, de Santa Clara, de San Genaro, de
xxxxxSanta Lucía, Nápoles insomne, ¿cómo es tu noche?
Lello 5 estrellas, Lello el hijo de la Ira linfático y frágil dice
xxxxxpericolosa, pero me hablarías al oído en la noche para
xxxxxsusurrarme tus misterios.
Nápoles de los hermanos y los primos y la sangre.
Nápoles de la halitosis, Nápoles de portales, arcones y aire sucio,
xxxxxNápoles tupper-ware olvidado pestilente, no todo está
xxxxxperdido.
Nápoles de Whalid fumando en la ventana y de los grillos
xxxxxnocturnos, no todo está perdido.
ISRAEL PADILLA
En la antología ‘Nueve nuevos poetas’ que publicó La Bella Varsovia en 2014 aparece, entre otros, Israel Padilla. De él dejo aquí algunos de los poemas que aparecían en aquella antología.
EL CAMIÓN de la basura
vuelve cíclico
como agua
de fuente podrida
hoy no necesito que me lleven
un cuervo agoniza
se tambalea desorientado
¿a dónde irán sus plumas?
confinadas entre costillas
mojan tinta del pecho
caparazón de poemas aplastado
míralos desparramarse
circulen
vamos
circulen
aquí no hay nada que leer
PASARON años
sin tocarnos
yo no lo llamaría
mantener el contacto
TENDREMOS hijos de papel
con picos de colibrí
y orejas de lobo
los anillaremos
que todos sepan
que no son libres
como sus padres
EL AMOR que me vendiste
es un contrato
con demasiada letra pequeña
TRES POEMAS DE ‘EL ARTE DE AGARRARSE’
LAS CORDILLERAS DE LA NOCHE
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx17/07/2005
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxAniversario de la muerte
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxde Billie Holiday
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxTengo que apagar la lámpara para que apa-
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxrezca, para que se arrastre ante mí, gigan-
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxtesco reptil, en mitad de la noche,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxPorque así surgen sus masas de piedra, y sus
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxbosques proceden de mi alma.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxGertrud Kolmar
Voy a hablar de otra forma.
Reescribo una y otra vez los versos,
pero de qué hablarán.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxAlargo
las manos y las crestas de la oscuridad
me cortan al asirme.
Lady Day cabalga el dragón,
e arqueado lomo de animales
que hemos imaginado
para describir el desastre:
la herida que no sigue una línea razonable,
pues no sangra, ni cura y cicatriza.
Hoy hablaré de otra manera,
termino de escribir un diecisiete
de julio del cincuenta y nueve:
el hígado de Billie Holiday
se colapsa tres veces esta noche.
Los médicos encuentran
inútil la reanimación.
Sólo hay un policía vigilándola,
xxxxxxxpor favor, cogedme la mano
xxxxxxxmientras caigo.
Cuando agarro la oscuridad,
los peñascos me hieren en los dedos,
con los ojos abiertos miro
a través de las sombras,
hacia las cordilleras de la noche.
De sus bosques regresa lo pasado,
las funciones del cuerpo rotas
y esa forma brutal que la desesperanza
impone en las maneras de los solos.
LAS CORDILLERAS DE LA NOCHE II o EL ARTE DE AGARRARSE
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxNuestro desvelo es nuestro bosque
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxBlanca Varela
Cuando tiendo los brazos, las crestas de la noche
me hieren en las manos.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxEl arpón
del capitán Ahab fue su asidero,
cuando cruzó la oscuridad
siguiendo una blancura detrás del horizonte,
entrevista, incierta, deslizándose a la sombra.
Noviembre ruge mientras termino este libro,
como un ciego termino de escribir
tanteando la noche.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxY lo que toco
al alargar los brazos es mi esposo
dormido con su larga espalda,
como de galgo blanco
saliendo por encima de las mantas,
encima de los restos del invierno;
cuando se marche
también su claridad será un filo en la sombra,
incierto animal deslizándose
a la sombra, imaginando
para describir el desastre,
los filos de sus crestas me cortan al asirme.
Desconfía, noviembre ruge.
Ya sé lo suficiente
para terminar este libro,
pero de qué hablará.
Escribo encima de mi esposo,
transformando en mi cuerpo las palabras
y lo lanzo contra la noche.
DIBUJO DEL MUNDO
Todas las mañanas hay un gato
desde el amanecer recorriendo la casa
paso a paso, invisible a mis oídos,
apurando el borde de los muebles,
oliendo atentamente suelo y ropa.
Mide así su territorio, lo sabe, lo calcula;
su trayectoria es el mundo, o mejor
el mapa dibujado del mundo.
Cuando yo me levanto me lo entrega,
acerca su cabeza a mis rodillas
y me traspasa de su lomo
la propiedad del universo:
la casa apaciguada y puesta en orden
del notario.
xxxxxxxxxxxDespués se da la vuelta
y se alimenta de restos de carne
como un depredador salvaje.
Morano, Cristina. El arte de agarrarse. Córdoba, Ed. La Bella Varsovia, 2010.
EL ARTE DE AGARRARSE
En 2010 aparecieron las dos ediciones (sí, dos ediciones en menos de un año) de ‘El arte de agarrarse’ en la cordobesa editorial ‘La Bella Varsovia’. Un nuevo libro de Cristina Morano que significa otro paso más allá en su escritura y que viene refrendado esta vez por un prólogo de Julia Otxoa y un epílogo de Pablo García Casado.
De este maravilloso libro quiero dejar hoy constancia de este poema:
BÉSALO
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxLos que trabajan y aun así
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxno ganan para el desayuno.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxMiguel Espinosa
xxxxxxxxxxB 1
Ah, qué puro es todo aquí,
en la piscina municipal:
los pobres que nos asamos en las tumbonas,
los niños, los que leen a la sombra
de los plátanos y las chicharras;
qué puros nuestros músculos como la luz.
Y en medio de todos, ahí,
el azul del agua artificial,
bendiciendo la ciudad con su rastro de cloro
tan besable en nuestros cuerpos.
xxxxxBesa mi espalda,
xxxxxbésalo.
xxxxxxxxxxB 2
Ah, qué puro es todo aquí,
en las afueras de la historia:
los pobres que nos cocemos en las oficinas,
las limpiadoras, los que venden en los semáforos
y los que comemos una vez al día;
qué puros nuestros delgados músculos como la luz.
Y en medio de todos, ahí,
la discoteca repleta de sudor,
bendiciendo la noche con su rastro de dinero salvaje
tan besable en nuestras mentes.
xxxxxBesa mi culo.
xxxxxbésalo.