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ESTA TARDE, EN EL IV CONGRESO INTERNACIONAL DE ARTES Y DIVERSIDAD
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Esta tarde participaré en el IV Congreso Internacional de artes y diversidad, compartiendo mesa con Ilu Ros, Manuel Madrid y Raúl Real.
Si les apetece, nos vemos en el MUBAM a las 19:00h.
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ADIÓS A LUIS EDUARDO AUTE
Ayer nos quedábamos para siempre sin Luis Eduardo Aute.
Hace poco más de siete años lo vi por primera vez en la Universidad de Murcia, donde le di un ejemplar de mi primer libro. Luis Eduardo se empeñó en que me quedara con él un rato, en que le contara cómo había surgido el libro, por qué había decidido incorporar una cita suya a uno de los poemas y en que se lo firmara. Demostró una categoría innata.
Ahora no eres historia viva, ya eres historia de este país. Buen viaje, Luis Eduardo.
DESPUÉS DEL RECITAL DE HOMENAJE A JUAN LUIS LÓPEZ PRECIOSO
Anoche fue magnífico escuchar en la voz de algunos de los que coincidieron con él a lo largo de su vida, todas las maneras en que Juan Luis López Precioso se fue dando a conocer.
Entre otros, estuvimos leyendo sus poemas Isabelle García Molina, Cristina Morano, Soren Peñalver, Juana J. Marín Saura, Sebastián Mondéjar, Pascual García o un servidor.
Aquí algunas fotos del evento.
PRESENTACIÓN DE ‘YO SOY EL POEMA DE LA TIERRA’ EN MURCIA
Este viernes se presenta en Murcia ‘Yo soy el poema de la Tierra’, selección de la poesía sobre naturaleza de Whitman. La recopilación, espléndidamente traducida por Eduardo Moga, incluye una introducción a cargo del propio Moga y un emotivo prólogo —»W.W., el poeta piel roja»— de Manuel Rivas.
En la presentación estaremos unos cuantos para leer poemas del libro en cuestión. ¿Se animan?
LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (LXXX)
Lo de anoche en Murcia con la Clacowsky experience fue absolutamente sublime. No pienso describirlo, porque no hay palabras que se acerquen al evento.
Tan sólo quiero darle las gracias públicamente a David Sarrión tanto por invitarme a subir al escenario con él y quemar un poco la noche murciana, como por regalarme un ejemplar de su ‘Geometría del abismo’.
P.D. Gracias a Luis Sánchez Martín por la foto.
AYER FUE EL DÍA DE EXIGIR UNA #BIBLIOREGIONALABIERTA
Ayer nos juntamos un buen puñado de murcianos a la entrada de la biblioteca regional para pedir, o gritar, o exigir, que se deje de restringir el horario de la misma. Habiendo perdido ya el domingo, ahora quieren acostumbrar a la ciudad a tener dos horas menos de biblioteca los sábados.
Pues nada, que unos cuantos leímos poemas para dejar constancia de nuestro rechazo ante estos políticos que lo primero que recortan es en cultura y en servicios culturales básicos. Uno de ellos fue Lujo Berner, que leyó este poema:
DECLARACIÓN UNILATERAL DE INDEPENDENCIA
Aquí reunidos:
De esta parte, el mar océano de principios de septiembre
xxxxxxxxlastimosamente en calma para la ocasión
y el cielo tejido con costuras de ozono e imposibles quimioestelas
xxxxxxxxpermanente azul cambio climático
De la otra,
xxxxxxxxeste ser que huye en círculos
xxxxxxxxy roza la maravilla para caer en el lodo
Al fondo detrás por todos lados allí
xxxxxxxxel ruido el grito la bandera todos los otros seres desnaturalizados
los descendientes de una semilla tarada regada con ignorancia
xxxxxxxxlos malos fornicadores negacionistas consumidores de odio
tulpas siniestros que levantan muros y enmohecen el mundo
ejem
En estos momentos de extrema ligereza gravitacional
los pensamientos y los actos van de la mano por el camposanto
la religión de la ola es incluso perseguida
y hasta los puros & honrados & hermosos ven el amor como un problema
Por estos motivos
Por estos delitos lacerantes que se repiten con impunidad
Nos vemos obligados a cortar el disco y frenar la rumba
Declaramos unilateralmente nuestra independencia
xxxxxxxxindependencia para defender el rubor
xxxxxxxxindependencia para observar el reflejo de la sonrisa en el ojo ajeno
xxxxxxxxindependencia para volver a ser salvajes
xxxxxxxxcazar los ñúes que la vida esconde donde nadie mira
xxxxxxxxy rayar ufanos las noches estrellas siluros amebas
xxxxxxxxel reino animal
xxxxxxxxlas algas y los hongos
xxxxxxxxla torpeza y el edredón
Declaramos unilateralmente nuestra independencia
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxy luego
la suspendemos de forma indefinida hasta que alguien abra la biblioteca
El responsable de Boria ediciones, Luis Sánchez Martín, leyó este poema:
LA PUERTA ESTÁ CERRADA (Tragedia en tres actos).
I
Sábado, casi las diez de la mañana.
La puerta está cerrada.
Un anciano, dos adolescentes,
un niño de apenas diez años y su padre
si miran unos a otros y se van.
Y aunque podría hacer tiempo dando una vuelta
me quedo embobado mirando el cristal…
II
Hay un lugar donde el espacio y el tiempo
se envuelven el uno al otro
un agujero de gusano que comunica
la Ilustración y el crack del 29
los locos años 20 y mayo del 68
la Comuna de París y
el desembarco de Normandía.
Un espacio donde conviven
el Cleveland de American Splendor
con la España de La Codordiz,
Forges y Frank Miller,
Quino y Robert Crump.
Un aleph desde el que
Chuck Berry le dice a Beethoven
que los tiempos están cambiando
Bob Dylan asiente y sonríe
y los Panteras Negras saben
que Johnny Cash siempre dice la verdad.
Y allí están todos y todo lo demás:
Ionesco, Bukowski, Sylvia Plath, James Dean, las Abuelas de Plaza de Mayo, Gloria Fuertes, Duke Ellingtong, Marie Curie, Chet Baker, Patty Smith, Buddy Holly, Janis Joplin, Rimbaud, Frida Kalho, Alfred Jarry, Gertrude Stein, Dalí, Picasso, Miró, Pollock, Da Koonin, Basquiat, Capote, Harper Lee, el Cabaret Voltaire, el Colegio de ‘Patafísica de París, la orquesta de Brian Setzer, la cumbia epistemológica de Les Luthiers, las ansiadas noticias de Gurb, érase una vez el hombre, qué fue de Baby Jane…
III
Mientras tanto han dado las once
y escucho el crujir de la llave al girar.
El anciano lleva un rato sentado
en un banco a cinco manzanas de aquí
cansado de andar de aquí para allá.
Los adolescentes
en la casa de apuestas de enfrente
llaman a un amigo para pedirle dinero:
si el Levante empata al Madrid
pueden ganar 500 euros.
El niño y su padre llevan una hora
dando patadas a un balón sin mirar el reloj.
La puerta está abierta
pero para ellos
la biblioteca
este sábado
sigue cerrada.
José Óscar López leyó este poema escrito para la ocasión:
NUESTRO templo no era exactamente un templo.
Había allí miles de libros en vez de un solo libro,
innumerables creadores y creaturas
en vez de un solo dios creador,
no una ficción pretendidamente real,
sino múltiples realidades supuestamente ficticias.
Y nadie te obligaba a creer en todo ello.
No había sacerdotes, tú eras tu propio sacerdote
y el único pecado era apartar tanta riqueza
de historias, pensamientos y emociones de la gente.
No había escaños ni sitiales
para diferenciar los ricos de los pobres,
los poderosos de los miserables.
No soy un enemigo de la fe, entiéndeme,
solo te digo que mi fe no es excluyente
y no la guardo en un solo lugar.
Y si hay un sitio que te lleva a mil lugares,
a todos los sitios imaginables,
allí, allí reside nuestro templo.
La biblioteca pública.
Antonio Aguilar leyó este poema, también escrito ex profeso:
COMO BUKOWSKI TRAS EL INCENDIO DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA DE LOS ÁNGELES
Siempre quise escribir como Bukowski,
al menos, como en ese desolado poema
tras el incendio de la biblioteca
pública de Los Ángeles.
Aquí, en la puerta de otra biblioteca
donde aún miles de ejemplares arden,
me siento como el escritor americano
lleno de gratitud y desamparo.
Aquí el fuego no existe si no existen los libros,
y no existen los libros si no existen las bibliotecas.
Como Bukowski yo era entonces simplemente un lector
que iba de sala en sala entre los libros,
en lo que ahora es un museo de arqueología,
antiguo hogar de la consumación.
Quemé las tardes de mis años jóvenes,
cada libro una tea, como Esquilo
en la propia muralla, signos de la antorcha.
Qué luz indómita prendió en mis ojos,
qué fragua en los pasillos de aquel viejo edificio,
encontró su eco para siempre en mi manera
de estar ya preparado.
Después de décadas viviendo y escribiendo,
pienso que aquel incendio estaba allí
cuando era joven y buscaba
algo a lo que aferrarme
para no ser suicida,
ladrón de bancos, carnicero
o motorista de la policía.
Ahora, en esta noche de recortes,
como el joven Bukowski,
como el bombero Montag,
tras el incendio de la biblioteca
pública de Los Ángeles,
tras el incendio de una biblioteca clandestina,
estoy de nuevo preparado,
estamos preparados para el fuego.
Después de ellos dos, salí yo y por dar la nota leí dos poemas. Eso sí, ninguno mío.
El primero fue ‘Empleados’, de José Daniel Espejo (que ya subí al blog hace tres años y medio).
EMPLEADOS
Personas educadas, bien vestidas,
limpias, atractivas, proactivas y empáticas,
peinadas a la moda y con sonrisas brillantes.
Conocen la teoría. Saben Power Point,
nuevas tecnologías, muchas redes sociales.
Han leído los libros. Han ido a los congresos.
Juegan a tenis, a pádel y a golf,
cocinan teppanyaki y viajan por el mundo,
sus sueldos son de infarto y lo que hacen,
a poco que investigues bajo la superficie
de sus pulidos discursos, es defender el derecho
que creen tener sus jefes a poseer ocho yates,
anclados a tus huesos.
Son muchos. Más guapos. Salen mejor
en las fotos, en la tele y en los carteles electorales.
Pero nosotros somos más,
y conocemos sus nombres.
Y después -lo tenía muy claro cuando me invitaron al evento- ‘El incendio de un sueño’, de Charles Bukowski.
EL INCENDIO DE UN SUEÑO
La vieja Biblioteca Pública de Los Ángeles
ha sido destruida por las llamas.
aquella biblioteca del centro.
con ella se fue
gran parte de mi
juventud.
estaba sentado en uno de aquellos bancos
de piedra cuando mi amigo
Baldy me
preguntó:
«¿vas a alistarte en
la brigada Lincoln?»
«claro», contesté
yo.
pero, al darme cuenta de que yo no era
un idealista político
ni un intelectual
renegué de aquella
decisión más tarde.
yo era un lector
entonces
que iba de una sala a
otra: literatura, filosofía,
religión, incluso medicina
y geología.
muy pronto
decidí ser escritor,
pensaba que sería la salida
más fácil
y los grandes novelistas no me parecían
demasiado difíciles.
tenía más problemas con
Hegel y con Kant.
lo que me fastidiaba
de todos ellos
es que
les llevara tanto
lograr decir algo
lúcido y/o
interesante.
yo creía
que en eso
los sobrepasaba a todos
entonces.
descubrí dos cosas:
a) que la mayoría de los editores creía que
todo lo que era aburrido
era profundo.
b) que yo pasaría décadas enteras
viviendo y escribiendo
antes de poder
plasmar
una frase que
se aproximara un poco
a lo que quería
decir.
entretanto
mientras otros iban a la caza de
damas,
yo iba a la caza de viejos
libros,
era un bibliófilo, aunque
desencantado,
y eso
y el mundo
configuraron mi carácter.
vivía en una cabaña de contrachapado
detrás de una pensión de 3 dólares y medio
a la semana
sintiéndome un
Chatterton
metido dentro de una especie de
Thomas
Wolfe.
mi principal problema eran
los sobres, los sellos, el papel
y
el vino,
mientras el mundo estaba al borde
de la Segunda Guerra Mundial.
todavía no me había
atrapado
lo femenino, era virgen
y escribía entre 3 y
5 relatos por semana
y todos
me los devolvían, rechazados por
el New Yorker, el Harper´s,
el Atlantic Monthly.
había leído que
Ford Madox Ford solía empapelar
el cuarto de baño
con las notas que recibía rechazando sus obras
pero yo no tenía
cuarto de baño, así que las amontonaba
en un cajón
y cuando estaba tan lleno
que apenas podía
abrirlo
sacaba todas las notas de rechazo
y las tiraba
junto con los relatos.
la vieja Biblioteca Pública de Los Ángeles
seguía siendo
mi hogar
y el hogar de muchos otros
vagabundos.
discretamente utilizábamos los
aseos
y a los únicos que
echaban de allí
era a los que
se quedaban dormidos en las
mesas
de la biblioteca; nadie ronca como un
vagabundo
a menos que sea alguien con quien estás
casado.
bueno, yo no era realmente un
vagabundo, yo tenía tarjeta de la biblioteca
y sacaba y devolvía
libros,
montones de libros,
siempre hasta el límite de lo permitido:
Aldous Huxley, D.H. Lawrence,
e.e. cummings, Conrad Aiken, Fiódor
Dos, Dos Passos, Turgénev, Gorki,
H.D., Freddie Nietzsche,
Schopenhauer,
Steinbeck,
Hemingway,
etc.
siempre esperaba que la bibliotecaria
me dijera: «qué buen gusto tiene usted,
joven».
pero la vieja
puta
ni siquiera sabía
quién era ella,
cómo iba a saber
quién era yo.
pero aquellos estantes contenían
un enorme tesoro: me permitieron
descubrir
a los poetas chinos antiguos
como Tu Fu y Li Po
que son capaces de decir en un
verso más que la mayoría en
treinta o
incluso en cientos.
Sherwood Anderson debe de haberlos
leído
también.
también solía sacar y devolver
los Cantos
y Ezra me ayudó
a fortalecer los brazos si no
el cerebro.
maravilloso lugar
la Biblioteca Pública de Los Ángeles
fue un hogar para alguien que había tenido
un
hogar
infernal
ARROYOS DEMASIADO ANCHOS PARA SALTARLOS
LEJOS DEL MUNDANAL RUIDO
CONTRAPUNTO
EL CORAZON ES UN CAZADOR SOLITARIO
James Thurber
John Fante
Rabelais
de Maupassant
algunos no me
decían nada: Shakespeare, G.B. Shaw,
Tolstoi, Robert Frost, F. Scott
Fitzgerald
Upton Sinclair me llegaba
más
que Sinclair Lewis
y consideraba a Gogol y a
Dreiser tontos
de remate
pero tales juicios provenían más
del modo en que un hombre
se ve obligado a vivir que de
su razón.
la vieja Biblioteca Pública de Los Ángeles
muy probablemente evitó
que me convirtiera en un
suicida,
un ladrón
de bancos,
un tipo
que pega a su mujer,
un carnicero o
un motociclista de la policía
y, aunque reconozco que
puede que alguno sea estupendo,
gracias
a mi buena suerte
y al camino que tenía que recorrer,
aquella biblioteca estaba
allí cuando yo era
joven y buscaba
algo
a lo que aferrarme
y no parecía que hubiera
mucho.
y cuando abrí el
periódico
y leí la noticia sobre el incendio
que había destruido
la biblioteca y la mayor parte de
lo que en ella había
le dije a mi
mujer: «yo solía pasar
horas y horas
allí…».
EL OFICIAL PRUSIANO
EL ATREVIDO MUCHACHO DEL TRAPECIO
TENER Y NO TENER
NO PUEDES RETORNAR A TU HOGAR.
Después, por supuesto, se leyeron unos cuantos textos más y en cuanto se recogieron los bártulos nos fuimos a beber algo por la sed que producen estos eventos.
P.D. Lo que ha sido una caña ha sido enterarme esta mañana que una de las tonterías que le dije ayer a una periodista de La Opinión, ha servido tanto para titular la noticia como para comenzar el texto que menciona la acción llevada a cabo ayer delante de la biblioteca regional. Aquí pueden verlo.
DESPUÉS DE LA PRESENTACIÓN DEL ‘MÁS ALLÁ’ DE PACO CIFUENTES EN MURCIA
Puede presumir Paco Cifuentes de haber transitado muchas de las sendas que los demás imaginan/imaginamos. Ahora, tras muchas vicisitudes, decide pararse y bajar el ritmo de las pulsaciones. Así lo demostró ayer en el Café de Alba, presentando su cuarto disco, ‘Más allá’.
Es este un disco más difícil que los anteriores, que tenían un hit en algunas de sus primeras canciones; sólo hay que pensar en ‘Adicto’, ‘Belle de jour’ o ‘Vestida de domingo’ de su primer disco; en ‘Collage’ o ‘Últimamente’ de su segundo disco; o ‘Este país’ o ‘Vino entre amigos’ del tercero.
Juega en este disco Paco Cifuentes con su vertiente más clásica -musicalmente hablando- a la vez que escribe sobre temas completamente actuales, con un lenguaje mezcla de la calle y de los libros.
Pero hay que darle más que una segunda oportunidad al disco, porque son muchos los hallazgos que uno se puede encontrar en él y, sobre todo, las dos joyas con las que termina el disco; ‘A salvo de mí’ es un tema para escuchar en bucle y ‘Despacio’ es toda una declaración de intenciones de alguien que ya sabe lo que es haber vivido deprisa y que te transporta exactamente a donde Paco Cifuentes quiere.
No puedo decir otra cosa que es un placer siempre escucharlo, y más aún si va intercalando algunos de los textos que escribe, sobre todo aquellos que recuerdan a los aerolitos de Carlos Edmundo de Ory (ojalá podamos verlos impresos pronto).
Y aquí tienen alguna foto de lo que ocurrió anoche.
Y como regalo, Paco me invitó a subir al escenario con él, hecho que aproveché para decirle un par de cosas en público antes de leer un poema mío.
Exactamente esto fue lo que dije ayer:
«Compartimos un modo de vivir entusiasmado —a pesar de nosotros mismos— en un país que no ha tenido su propia Bastilla. Nos sale la mala hostia ante aquellos que nos niegan el pan y la sal, y nos hacen sentirnos vacíos.
Y nos queremos porque no nos mentimos, porque sabemos que todo nuestro tiempo, hasta el que hemos perdido, ha sido el que nos ha traído hasta aquí, incluso —o sobre todo— aquel tiempo en que no éramos alguien de fiar.
Pero hemos llegado hasta este punto, un punto en el tiempo al que muchos no creían que llegaríamos.
De ese tiempo borroso nos salvamos y nos condenamos a la vez mirando atrás, al momento exacto en el que las cosas se torcieron.»
DESPUÉS DE LA VISITA DE CANDAYA Y BANDA LEGENDARIA A MURCIA
Qué auténtico gustazo la tarde/noche de ayer.
Siempre es un auténtico placer recibir la visita de los responsables de la editorial Candaya en Murcia. Su saber hacer, el trabajo que dedican a cada uno de los libros que editan y el amor hacia la palabra, consigue que quererlos sea sencillísimo. Aunque la excesiva exposición de teoría filosófica, literaria y de la imaginería que utiliza el autor hizo que la presentación se me hiciera algo pesada, no es menos cierto que tanto el planteamiento como algunas de las pinceladas que contó Álex Chico sobre cómo la había llevado a cabo, consiguió que me picara la curiosidad, así que en cuanto pueda intentaré hacerme con la novela.
La presentación de la revista 21veintiúnversos, así como de las ediciones que lleva a cabo la editorial Banda Legendaria, fueron de las que hacen uno vuelva a casa con las baterías cargadas para varios días.
La revista 21veintiúnversos es, sencillamente, genial; la mezcla de nombres y diseño es absolutamente maravillosa. Pero es que las otras dos colecciones que tienen, además de la revista, es para hacerse con ellas sin pensárselo.
Ojalá se les pudiera ver por Murcia con más asiduidad.
Y luego, ya saben: unas cervezas, que estas cosas dan mucha sed, y hablar de amigos comunes. Y, lo repito: ojalá se repitieran estas noches con algo más de frecuencia.
DE ‘CANTANDO EN VOZ BAJA’ (III)
DE ‘CANTANDO EN VOZ BAJA’ (II)
Aquí dejo otro de los poemas que aparecen en ‘Cantando en voz baja’, el libro que la editorial Balduque me publicó hace algo más de un par de años.
Y sí, el título del poema, así como los versos finales, son un homenaje absoluto a Extremoduro.
DE ‘CANTANDO EN VOZ BAJA’ (I)
Dejo aquí el primero de una serie de poemas que voy a ir subiendo al blog del libro que hace ya un par de años me publicó la editorial Balduque y que lleva por título ‘Cantando en voz baja’.
ESTA TARDE: ‘VEINTE PELÍCULAS DE AMOR Y UNA CANCIÓN DE JOHN LENNON’, DE CARMEN PIQUERAS
Esta tarde, a las 20:00 h., se presenta en el Museo Ramón Gaya el nuevo libro de Carmen Piqueras: ‘Veinte películas de amor y una canción de John Lennon’, publicado por la editorial Raspabook, que comienza este otoño/invierno de publicaciones con los libros de la propia Carmen Piqueras, de Sebastián Mondéjar o de Ángel Paniagua, entre otros.
Si quieren, esta tarde nos vemos allí.
Yo iré porque, entre otras cosas, sé que hay un texto que Carmen Piqueras nos ha dedicado a José Antonio Martínez Muñoz y a mí. Éste:
HIROSHIMA, MON AMOUR
Aunque ien iapenas iunas ihoras iserán iprohibidas, xacusadas
de isocavar ila imoral ide ila ipoblación iy iel iorden ipúblico, la
noche del 31 de octubre de 1940 las salas donde aún se puede
escuchar xjazz xen iTokio iaparecen irepletas, iabarrotadas ide
clientes que bailan, beben y fuman en un intento desesperado
por olvidar el futuro.
No iobstante, inada ipuede iimpedir, iesa inoche, ique xalguien
arranque ide iun ibajo iel idecadente isollozo idel iVals ide xlas
velas, el inminente inicio de una cuenta atrás.
De hecho, en el apartado de dedicatorias se puede leer:
P.D. La canción de John Lennon es ésta.
LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (XLIX)
Hará un par de meses, Ángel Mateo Charris nos envió un correo electrónico a una serie de escritores porque se le había ocurrido una locura maravillosa. Nos decía que se ponía en contacto con nosotros porque quería que escribiéramos textos basados en las imágenes que nos proponía a cada uno, y que el resultado no tenía por qué estar relacionado directamente con la imagen. Quería que entre todos construyéramos un pictionary.
Yo me planteé hasta el último momento colaborar o no, porque estaba convencido de que la idea que yo tenía en la cabeza la tendrían más escritores, y con mejor resultado que la mía.
El caso es que el último día de plazo le envié el texto.
Y ahora está aquí el catálogo.
Y aquí mi colaboración.
Hace un mes y medio se inauguró la exposición en Fuente Álamo de Murcia, pero la única oportunidad que tenía de ir a verla no salió porque quien me dijo que me acercaría a verla al final no lo hizo (en este momento, la exposición ya está en Bilbao). Ahora sólo me queda observar la pieza en el catálogo. Y reírme porque, como me decía uno de los compañeros de proyecto y catálogo, es magnífica la mala baba que destila lo que escribí, porque al final nadie hizo lo que yo creía que repetiríamos más de uno y porque ha sido un honor -aunque no haya podido verlo en vivo- colaborar con alguien a quien admiro tanto como Ángel Mateo Charris.
Por si no ven bien la imagen del catálogo: