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INVIERNO
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EL ÚLTIMO DÍA DE VERANO
En los vertederos .encontrarás personas y en las playas
grúas levantando casas que, frente al mar, .pasan .casi
todo el año vacías.
xxxxxxxxxxEl mosquito borracho de sangre humana se
duerme sobre .la .piel .de .una .pera y, envenenado por
el sulfato, muere junto a ella.
xxxxxxxxxxY bajo el sol la gente que se deja la piel apu-
rando el último día de verano.
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EL DÍA QUE CAÍ EL MAR
Pensando .que .las .luces .de .los .camarotes .de .los
barcos .en bajamar eran mi faro, me eché al mar. Las
ventanas brillaban .como .velas puestas en una mesa
sin comensales. El mar leía .en .la noche los nombres
de los barcos. El mar es sencillo como un hombre. Le
es más fácil matar que amar.
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xxxxxxxxxxxxxxxxxxxx¿Ya murieron todos los gallos?
Me dieron las alas quedé y para siempre helado.
No comparto la maravilla de un verso, de dos versos…
No, los versos no marcan los ritmos de mis días.
¿Qué voy a escribir viendo mi abrigo en el perchero
y el amarillo sucio de estas paredes? Agota pensar en un verso
que puede ser ese verso que me dé el sueño.
En un mundo de conserjes y vigilantes de obras,
pienso en un verso y no me avergüenzo de ello.
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Algora, Sergio. Celebrad los días. Poesía completa. Albacete; Chamán ediciones, 2017.
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LOS VERSOS DICTADOS
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I
Entramos en el cielo sin saber qué era aquello
y pagamos por ello sabiéndolo en el instante de
abandonarlo.
Ni en nuestras entrañas, ni en los huesos.
Ni en la radiación no detectable de nuestras caricias.
Ni el el olor extraño de la raíz del cabello.
No quedan señales del día que entramos en el cielo
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxsin saber qué era aquello.
La humanidad es sólo una huella
y la historia del mundo el silencio entre dos canciones
que nunca llegaremos a escuchar.
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II
Entramos en el cielo sin saber quién lo era a nuestro lado
y pagamos por ello amando sin descanso todo aquello que ensucia los sueños.
Estoy escribiendo esto
porque la noche me grita para mantenerme despierto.
Pero sé lo miserable de las palabras cuando se hacen escritura.
Espero que el amanecer me deje ciego.
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VI
Las mujeres salen al encuentro de las rocas
y como el mar,
se rompen en ellas.
Ninguno estamos allí para verlas. Estamos muertos
escribiendo nuestra próxima noche.
También dictan nuestros sueños.
Yo no soy nuestro y
casi estoy ni muerto
xxxxxxxxxxxxxante la próxima espina.
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VIII
Una noche llena de años entra
en el primero de nuestros días
y pagamos con una vida.
No hay espejismos en este desierto.
Cansado de las palabras escucho de lejos
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxla tala.
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XI
En cada niño hay un muerto, dentro de cada muerto
hay un monstruo que agoniza, dentro de cada monstruo
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxrecién fallecido
hay una calle vacía, nevada, con ecos de voces golpeándose
en paredes de piedra. Dentro de cada poema
hay un monstruo y una niña
muerta. Incluso menos.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA veces sólo hielo, sólo miedo.
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Algora, Sergio. Celebrad los días. Poesía completa. Albacete; Chamán ediciones, 2017.
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CIELO HA MUERTO
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LAS mismas palabras, los mismos
entierros.
xxxxxxxxxLo yermo, el silencio. Todo
lo irreconocible saliendo de la boca.
Lo que ya esperábamos pasado y sigue listo,
como todas las imágenes
frente a los espejos en los que nunca estaremos.
El mundo haciéndose nuestro
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxa nuestras
espaldas.
xxxxxxxxxA mi pesar, la vida haciéndose
mía.
Borracho, con las mismas palabras
creas el mundo
que un día tu lucidez destruyó.
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LO que hay entre
las dos paredes de un filo
envenena el primer
aliento. Adiós sólo se
puede decir con las manos.
¿Qué pide tu cuello? ¿Qué hermoso
bosque fue tu pecho? ¿Dónde
emigraron todas las miradas
de aquel 15 de septiembre? Hola
está brotando siempre en la lengua.
Soy un niño muerto y vengo
hasta aquí por verme. Por deslumbrarme.
¿Quién quiere arrancarme los ojos?
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OTRO pétalo deshojo
en tu lengua.
xxxxxxxxxxxxEs de noche
en todas las camas. Siempre
está agotado. Trata a tus días
como a hombres.
xxxxxxxxxxxxxOtro laberinto.
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LOS hombres no tenemos dedos, la piel
es un recuerdo. Las caricias son la estúpida lectura
de los ciegos. Todo nos obliga, nos urge.
Los segundos se espinan,
los terceros se igualan a los primeros.
Nada nos salva.
Perdemos en la victoria definitiva. Perdemos.
Donde cielo vivió todo es árido.
Despertamos en una huella. Hay sombra
y dos pájaros
de los que queda el recuerdo
de su vuelo y es imposible
olvidar los sueños. Yo soy mi único
consuelo y me muero.
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LO que realmente han querido decir
las palabras, las mismas palabras
frente a las mismas palabras
quisieran decir otras cosas.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxLo que se ha dicho
hoy en el mundo. Todas las palabras de Jesús
con su orden exacto. Todas las palabras de mi madre
el día de su boda, en la última hora, en los rincones
de su casa. El silencio
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxes el último poema.
El primer verso.
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Algora, Sergio. Celebrad los días. Poesía completa. Albacete; Chamán ediciones, 2017.
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ASÍ SE HICIERON PLAGA
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Vio
cómo el
mar
rompía
contra
las rocas
y
me dijo:
—Este
mar
tiene la
rabia—.
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En ..el .Reino ..lo
que xxxxxxxxnos
encantaba, .tenía
menos xiiadeptos
que .aquello .que
n xxxxxoi xxxxxs
m xa xt x.a xb xa
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—La
casualidad
es hipnótica
y
esa
mujer que
olvidaré
era
mi
norte—
dijo
al ver por
segunda
vez
a
la
que
luego
sería
la
otra
reina.
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Algora, Sergio. Celebrad los días. Poesía completa. Albacete; Chamán ediciones, 2017.
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NO HABÍAN NACIDO
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AFERRADO a mi propia mano
reconozco en el último suspiro
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxmi sitio natural.
La noche no tiene noche
xxxxxxxxxxxxni el consuelo rostro.
No se puede gozar ni un solo instante
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxdel placer de no estar aquí.
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VEDME lleno por mi culpa
y aún me cabe un sol
donde el nombre se hace
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxsombra.
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PARA el cansancio del hombre
no existe noche ni lecho
pues se nace en el último lugar
y la hiel es el manjar que demanda
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxvida cada día.
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NOSOTROS, los que abastecemos los claros
y vosotros, los que asistís a la doma
de la desaparición hasta el fondo
y hacéis de ella vuestro espejo.
Algún día tendremos que callar.
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SOY vuestro Rey
y sólo puedo daros
amores no soñados
y banquetes sin cielo.
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MI paciencia es infinita
no puedo recordar todos los instantes
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxque he vivido
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TODOS los latidos de mi vida
una mascarada
o lo que es peor
único testimonio de ella.
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LA incomprensión no es mi escudo
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxes mi puerta.
Cuando me abran encontrarán
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxla noche cerrada.
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EN el pecho del recién nacido
ya oímos los primeros pasos de la muerte.
En el primer amor
deberíamos ver
la insoportable hondura de nuestra esterilidad.
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Algora, Sergio. Celebrad los días. Poesía completa. Albacete; Chamán ediciones, 2017.
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HIRIERON Y RIERON
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MI amor es un espejo
en un mundo deshabitado.
El amor está
pero sin nosotros.
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TODAS las mujeres paren desconocidos.
Ya nadie puede desaparecer ni perderse.
De noche se oye el mecánico discurrir
de la sangre insomne de los hombres.
Algún comensal borracho arrastra sus pies
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxsobre mis venas.
Todas las camas están recién hechas.
Cada mañana el amor de mi vida
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxacaba de fallecer.
Cada noche levanto la cubierta para acostarme
y sobre la blanca sábana hay un sistema
xxxxxxxxxxxxxxxxxxcirculatorio en movimiento.
Odian al recién llegado.
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ALIADO de mi herida,
la que desde mi sangre no me reconoce.
Allí donde nuestra ausencia
xxxxxxse pregunta por nosotros
y lo que se queda en blanco
está encadenado a una boca
que habla de las heridas como de huéspedes
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxque han venido a quedarse
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxpara siempre.
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SENTADOS a esperar que ante nosotros
xxxxxxxxxxxxxxpase el filo
para echar a andar sobre él.
Hemos llegado a un lugar donde el silencio
ya causa bastante terror
xxxxxxxxxxxxxxpara seguir.
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MARÍA
EL silencio me liberó de mi boca
y cuando ya estaba a punto de abandonar
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxla celda
xxxxxxxxxxxxxxxel amor me encadenó a estos labios.
¿Habré de morir sin verme envejecer
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxen su saliva?
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ALGUIEN me está atravesando
para desvalijar mi último aliento.
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LA luna sin remos
Dios ha fabricado un único beso
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxy yo, hoy, no recibo visitas.
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NO puedo ser yo
cerca de estas palabras.
Pero tampoco puedo darme a tu luz
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxen el silencio.
Yo, que he nacido para ser amado
xxxxxxxxxxxxxxun segundo,
no sé cuándo
xxxxxxxpuedo ser tu trueno.
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UN desconocido con cada una de las estrellas
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxhace familia.
Un desconocido encuentra en la luz cegadora
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxsu intimidad.
Tiene una voz en la que ha estado el sol
y el sol le ha dado
una voz de otro blanco
que parte las noches como se parte
hacia un lugar desconocido.
Un desconocido que como yo
es el único que no se ama
y al que tu ausencia hace de otro blanco
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxel hielo
de otro blanco su lecho
de donde hasta tu ausencia se ha ido.
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EN el caracol del oído
atesoré la sangre y los años.
Al día le respondí
que no podía vivirlo por completo.
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Algora, Sergio. Celebrad los días. Poesía completa. Albacete; Chamán ediciones, 2017.
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BRINDIS
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ANTEBRAZO invento
invento óvulo
enllamo mis astas
ardo sin daño
también, mujo en silencio
también mamo tu linfa.
Amo por borrar huellas.
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ROEDURA cuyo alarido en cruz
con brazos
cae
sobre un color tirado
en las arrugas
de mis manos sin palmas.
Soy peldaños.
Soy párpados.
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ESTRAGOS en un pelo
que envejece dentro.
Tanto bullicio
cuesta carne.
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INVITADO a las venas come
y después duerme.
Para siempre la pérdida
xxxxxxxxxxxxxxen sus labios.
Un desagüe de besos donde el beso.
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LEJOS
teniendo el pulso en vilo
—algo que lo tenga todo—
murmuraba Irene.
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PALADA palada palada
palada palada palada
palada palada palada
xxxxxxxxxxxxxxxxxxy ella aún gritaba.
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Algora, Sergio. Celebrad los días. Poesía completa. Albacete; Chamán ediciones, 2017.
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SITIO
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I
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxMi identidad es un parecido.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxSaldré a buscar a mi otro exacto.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxPaulus Salvaterra
Yo había llegado allí
de donde uno se vuelve para verse marchar
esperando que lo vivido no hubiera sido verdad
y que un nuevo camino
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxme salvara.
Pero no esperaba ver tan pronto
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxla monstruosidad.
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II
Que en mis manos llevaba mis manos
la aprendí entre ruinas,
que en sus manos yo estaba lo aprendí más tarde
cuando encontré el camino naranja
y bajo el ojo del puente burlé a los cerdos negros.
Que en mis manos estoy posado
el sueño me lo enseña
y que hay otras manos, las que sin cuerpo aprietan,
lo sabe el viento
en mi vello erizado.
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V
Soñé un planeta de criadas muertas que, no obstante,
no satisfacían las necesidades del amo
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxtambién muerto.
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X
Como un infinito andén sumergido en la noche
el subterráneo nos llevará de nuevo al punto de partida
y el día que abandonemos el subsuelo
nos volveremos locos y volveremos a nacer.
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Algora, Sergio. Celebrad los días. Poesía completa. Albacete; Chamán ediciones, 2017.
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ANATOMÍA
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Sexo
A su señoría le arranqué los sépalos
y están perdidos ustedes.
Mis placeres siempre son sudoríficos
y lo demás no interesa
y como yo
están perdidos ustedes.
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Piel
Con cierto resentimiento
como una cesta de mimbre
xxxxxxxxxxxxxsiendo deshecha
por los frutos que transportaba para ser engullidos.
Todo patas arriba
cuando ya nada duele
a tiras despellejadas, en canal
alguien nos hace arpa y sale una música
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxque pica.
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Sangre
Ya hay alguien encargándola.
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Algora, Sergio. Celebrad los días. Poesía completa. Albacete; Chamán ediciones, 2017.
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DOS POEMAS DE ‘ENVOLVER EN HUMO’, DE SERGIO ALGORA
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VIRGEN
De su auténtico sabor a hembra respondo.
El liso confín de su vientre lo viste elástico
xxxxxxvello rubio.
En el interior del hoyuelo encontrarás extracto
xxxxxde alga que imita el salado sabor.
Os aseguro la dulce goma de sus labios,
la gelatina de su lengua movediza y tirante,
del barro de sus pezones teñidos respondo.
Ella no es sueño. Vedla en cueros.
Existen las caderas de trapecista
y los pechos botellines de difícil sidra.
El ombligo como una segunda boca para
xxxxxxel orgasmo.
Ella exulta, desboca el deseo por la barranca
xxxxxxque nos precipita al manjar.
Anuda cuerdas de saliva en la garganta.
Anheláis este cuerpo ligero, dócil, limpio,
xxxxxxpero no limpiáis vuestros bolsillos.
Me río de vuestras diez coronas caballero,
xxxxxxson cien si queréis follarla.
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LA CANCIÓN DEL VERDUGO
A cada momento aprendía algo de vuestra muerte.
Hasta dejar el clavo a ras de carne,
cada golpe era una lección de muerte.
¡Santa Imbecilidad! ¡Filosofía anormal
la del que puede pensar para otra cosa
que no sea el desnudo edificio de su cuerpo!
En la carne está la memoria.
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Algora, Sergio. Celebrad los días. Poesía completa. Albacete; Chamán ediciones, 2017.
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LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (148)
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Pues acaba de llegarme a casa el nuevo libro de Luis Sánchez Martín, ‘Todo en orden’, un libro de relatos publicado por Chamán Ediciones.
Vuelvo a agradecer públicamente que Luis me tenga en cuenta cada vez que publica o le publican algo.
Ya saben, en cuanto pueda subiré algo al blog.
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LAS MUDAS SOLEDADES
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DEFENDÍ LA CASA DEL PADRE
(Respondiendo a un poema de Gabriel Aresti)
¿De qué me sirvió defender
la casa de mi padre,
cuando los lobos atacaban desde dentro,
cuando la pobreza y la incertidumbre
se adueñaron de lo real,
cuando las grietas crecieron y crecieron
justificando la memoria y el tiempo
y las raíces levantaron del suelo sus formas
de pacientes y arraigados seres?
¡Dime!, ¿de qué me sirvió
mantener las paredes intactas,
los tabiques separando la distancia temporal
entre lo que fue y lo que no pudo,
aquella sensación de libertad por derecho de la niñez
que volvió cautiva la usura y las leyes de los hombres
destilando el placer y los pecados?
¿De qué me sirvió?
¿De qué me sirvió despertar con las manos
cada hueco de esta casa,
cuando se resquebrajó la voz y su eco
en delgadas capas de dejadez y término,
no importando la defensa de este territorio
nada más que al hábito del alma
contra algo que viene y se le parece?
¿De qué me sirvió?
¿De qué me sirvió
mantener esta obsesión continua
de presencia en tierra y vertical equilibrio,
en lucha constante conmigo mismo
y la permeable y atrayente imagen
de esta casa en pie del padre ausente,
cuando las decisiones fueron parte del ámbito doméstico?
¡Dime!, ¿de qué me sirvió?
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ELEGÍA
xxxxxxxxxxxxxxxxA Francisco J. Calero Núñez, in memoriam.
Me dijiste: yo también,
y retumbó el sonido de un pulpo extenso arrancado del suelo.
Un año y cuatro días después,
salgo al encuentro de tu ausencia,
loco, por los caminos inciertos del hombre y sus días.
Hoy, dieciséis de junio,
se vaciaron las altas capas del sabor doméstico
comenzando su declive. Hoy, de madrugada,
se abrieron los surcos entre el amor y la muerte,
como las grietas avanzan intensas,
ciegas de hambre, ante el temblor y su réplica.
Nos dejas tu fruto y su cal,
en su rama, pendiente de mar y de sol,
como el recuerdo de quien fuiste:
luz de sonrisa y abrazo eterno.
Espérame, compañero, del tiempo
en cada esquina. Espérame, amigo,
deambulando en la eternidad de la laguna de suaves vértices,
de orilla a orilla,
entre el salitre y el viento.
Espérame como en aquel recuerdo:
con apenas doce años, tu bicicleta,
una tarde de agosto
y el final de un camino.
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RELECTURA
Después de muchos años
vuelves a leer a Homero
y aprendes
que no es la guerra de Troya
ni el regresar de Odiseo
lo que su voz invita,
sino el destino de los héroes
y el deambular de aquellos dioses.
Y con ellos, aceptas de nuevo el pacto y su fe,
y sientes la dicha de ser hombre
entre el temor y el temblor
y la tierna inocencia antigua.
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LLUEVE
Llueve en las órbitas del cielo. Llueve.
Llueve en el grueso rumor del mar. Llueve.
Llueve en la húmeda tierra sorda. Llueve.
Llueve en las piedras hacinadas. Llueve.
Llueve en los tejados el mundo y llueve.
Llueve en los acantilados
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxla Nada.
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HOMO OPOSITOR HABLA CON SU HIJA EN LA DISTANCIA
Tú, que no entiendes de Góngora y Quevedo,
que eres ajena a las disputas calderonianas de los primeros románticos,
que desconoces la palabra trasterrados y literatura del exilio,
poetas arraigados o desarraigados,
existencialistas, sociales y de vanguardia,
asonancias, consonancias o versos libres,
encadenados o blancos,
teorías lingüísticas, Saussure y Chomsky,
Isabel Uria, Deyermond y Trapiello,
Dámaso Alonso y César Oliva en la retaguardia literaria…
logras realizar tímidas glosas en los márgenes de los días,
con un idioma primigenio e infinito,
balbuciendo con él
los más bellos versos fónicos que esta noche,
bajo la luz del insomnio y la angustia,
quisiera pronunciar contigo.
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POESÍA
Hay un lenguaje que conoce el viento
y el hombre olvida.
Se destierra de sí como las cosas
caducas carentes de importancia.
Apenas un murmullo,
pero en su esencia
hace eterno a quien su voz escucha.
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LLUVIA
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxBaja así, agua del cielo
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxClaudio Rodríguez
Sin importancia alguna
baja así, agua del cielo.
Llega exacta, vistiendo prontitud
y luminosidad
última en su ser húmedo.
Hacia la tierra, anónima esperanza
de los áridos cuerpos,
llega así este pretil de calma extrema
y transparencia líquida.
Y será aquí, en la tierra,
donde esta claridad busque cobijo
desde su cadenciosa tentativa del aire.
Y será desde el suelo,
aquí, donde la imagen es sonido
y el cansancio palabra,
desde donde hallará
la vertical tendencia a su caída
y la grandiosidad del amplio cielo.
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Gascón, Pedro. Las mudas soledades. Albacete; Chamán ediciones, 2017.
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LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (140)
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A veces, solo a veces, los dioses deciden sacarte una sonrisa y aparecen en casa regalos como el de la fotografía de este post. En mitad de la locura personal que me está tocando vivir, regalos como este consiguen que uno no se vuelva loco. Gracias, gracias, gracias a Chamán ediciones, no solo por el regalo, si no por el trabajo que llevan a cabo (en serio, investiguen y háganse con algunos de sus libros -de alguno de ellos ya he subido extractos aquí en el blog-).
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DE LO TERRIBLE
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TREINTA Y UNO
El humo quiso que pareciéramos semillas.
Quiso que nos sembráramos muy profundo en la tierra.
El humo fue quien nos miró y nos dijo «ahora».
Y fuimos derechos a la tierra. Fuimos a amanecernos a
la tierra. Fuimos a la tierra como .el .que vuelve a casa.
Como el que vuelve y no se reconoce.
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DIECISÉIS
Los xotros, .siempre xlos xotros, serán xlos xotros xlos
que invadan las terribles praderas .de lo cierto, los que
preserven la palabra .allí .donde .asedie .el .tiempo .la
mortaja, los que celebren la vida a pesar de todo.
Y yo aquí, ninguna, pequeña, grisáceo indicio diminuto,
yo los veré pasar, a .los .otros, a los que son, a los que
siguen.
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SIETE
Libar .el .veneno, acercarse xel xveneno xa xlos xlabios,
hacer de este segundo un principio.
Ser única y clara un instante.
Y luego esperar a que alguien venga, y se atreva a lañar
este silencio.
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Martínez Castillo, Ana. De lo terrible. Albacete; Chamán ediciones, 2020.
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LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (127)
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Tuve la suerte de conocer personalmente a Ana Martínez Castillo hace unos meses y ha tenido a bien enviarme parte de su obra poética publicada.
Quiero agradecerle públicamente el detalle que ha tenido y de aquí a nada les contaré, porque en un primer vistazo ya he alucinado con algunas de las cosas que he visto.
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