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Posts Tagged ‘cartonera del escorpión azul’

LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (163)

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Pues hace un par de días, a las 10 de la mañana, me llegaron a casa los tres regalos que pueden ver en la imagen.

La verdad es que solo tengo palabras de agradecimiento para Javier Gil, que me tiene siempre en cuenta y me envía todo lo que va haciendo con la Cartonera del Escorpión Azul.

Y ya saben, en cuanto pueda subiré alguna muestra de los tres libros.

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Categorías: Poesía Etiquetas:

CIRCO DE TRES PISTAS

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Y CUANDO DESPERTÓ EL PAYASO, EL CIRCO YA SE HABÍA IDO

Entraremos así: bajando de un carrito
inverosímil.
Todo lo numeroso cabe
en lo minúsculo.
Sólo seremos tres, perfectamente
inútiles
para apagar incendios de cartón y rescatar elefantes
xxxxxxx/que se encuentran,
al mismo tiempo,
en baby doll y en peligro
de extinción.
¡Hemos venido aquí para salvar el día!
Y llegamos de noche,
por supuesto.

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Ángel Ortuño

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HOMBRE BALA

Soy el hombre bala.
Un proyecto de muerte
certera
hacia el centro de qué diana,
otro día respondo a la insidiosa pregunta
sobre el proyecto de vida:
yo necesito morirme al aire libre
para que me aplauda la parentela
mientras me estrello contra Saturno.
¿Objetivos en la vida?
¡Bah! ¡Supercherías!
¡Catapúltenme al anonimato!

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Manolo Marcos

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JUEGOS MALABARES

Aros o anillos, mazos
y bastones
del diablo, platos
chinos.
Casi cualquier objeto suspendido en el aire
parece una palabra.
Esa es nuestra barata maravilla.

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Ángel Ortuño

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TRAMPOLÍN HACIA EL DESPEÑADERO DEL ÉXITO

El artista lamenta
comunicarles
que la fama no es
lo
que
él
se
imaginaba.

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Manolo Marcos

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EL PAYASO TARTAMUDO

Oh, circo pobre;
un payaso tartamudo guía
a los nombradores que cruzan
el desierto:
elefantes y hormiguitas,
palomas inasibles
y serpientes hablantinas;
he aquí la promesa:
ya pronto será sábado,
buen día para abandonar
la poesía.

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Ramiro Lomelí

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SI AMANECE MAÑANA

Se apaga el foco de la primera pista,
luego el de la segunda
y por tercero, callo
con la cara blanca de nardos tristes.
Una extraña complicidad
me cuenta al oído
un vacío que me devuelve al poso del café.
El público se aleja de esta carpa filosófica
bajo luces de farolas distantes
rememorando con premura ciertas
emociones, y yo me pregunto:
¿Si amanece mañana, qué hacer
bajo el yugo implacable del tiempo?

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Manolo Marcos

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Marcos, Manolo; Ortuño, Ángel; Lomelí, Ramiro. Circo de tres pistas. Madrid; Ed. Cartonera del escorpión azul, 2021.

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COMARCA MÍNIMA

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Morir, cercados,
por el miedo a la lepra
o a los soldados.

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El cuerpo, herido
por la ciudad innoble:
su desvarío.

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Brújula rota.
El desierto se extiende
hasta la boca.

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Sierpe y abismo.
La palabra mujer.
Roto bisílabo.

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Ronco alfabeto.
Al nombrar Ciudad Juárez
arde el silencio.

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Eje de sombra.
Ni cartabón ni escuadra.
Solo derrota.

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Tránsito y cambio.
Lo eternamente igual.
El desamparo.

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Cuartel de invierno.
Compasión y coraza
contra los vientos.

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Cartografía
del lenguaje y la nieve.
Melancolía.

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Pérez López, María Ángeles. Comarca mínima. Madrid; Ed. Cartonera del escorpión azul, 2021.

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HÉCTOR VIEL TEMPERLEY

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Hospital Británico

Voy hacia lo que menos conocí en mi vida: voy hacia mi cuerpo. (1984)

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Larga esquina de verano

¿Nunca morirá la sensación de que el demonio puede servirse de los cielos, y de las nubes y las aves, para observarme las entrañas?
xxxAmigos muertos que caminan en las tardes grises hacia frontones de pelota solitarios: El rufián que me mira se sonríe como si yo pudiera desearla todavía.
xxxSe nubla y se desnubla. Me hundo en mi carne; me hundo en la iglesia de desagüe a cielo abierto en la que creo. Espero la resurrección —espero su estallido contra mis enemigos— en este cuerpo, en este día, en esta playa. Nada puede impedir que en su Pierna me azoten como cota de malla —y sin ninguna Historia ardan en mí— las cabezas de fósforos de todo el Tiempo.
xxxTengo las toses de los viejos fusiles de un Tiro Federal en los ojos. Mi vida es un desierto entre dos guerras. Necesito estar a oscuras. Necesito dormir, pero el sol me despierta. El sol, a través de mis párpados, como alas de gaviotas que echan cal sobre toda mi vida; el sol como una zona que me había olvidado; el sol como un golpe de espuma en mis confines; el sol como dos jóvenes vigías en una tempestad de luz que se ha tragado al mar, a las velas y al cielo. (1984)

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Viel Temperley, Héctor. Hospital Británico. Madrid; Ed. Cartonera del Escorpión Azul, 2021.

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DOS POEMAS DE ‘AURELIA’, DE ROGER SANTIVÁÑEZ

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SANTUARIO

1

El primer encuentro fue un milagro
Tantos años desterrados se hicieron polvo
En el viento que corría por el Santuario

Aquella tarde del invierno apareciste
En blue-jean & una suelta blusita de seda
Cubierta por una chompa ligera azul

O negra sobre los hombros &
Abierta dejaba traslucir tus pechos
Adolescentes entre los dulces botones

Desprendidos de tu blusa a rayas de
Vivos colores verticales & el sostén
Feliz de la primera vez habían

Pasado algunos años desde la última
Vez & aún en tu suma delgadez
De aquel instante te encontré más

Hermosa que nunca a la luz del
Atardecer que nos reunía para
Iniciar el amor que Dios nos

Tenía reservado desde hacía

xxxxxTantísimo tiempo

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2

Cuando comienza el crepúsculo del día
Siento una especie de tierna melancolía
Por la luz del mundo que se va sola

Como muere una ola en la playa
Olvidada de tu amor, aquel que
Nadie —ni tú ni yo— pudo com

Prender en la pasión tan demente
Que abrigó nuestras almas por espacio
De estos años inmiscuidos en el

Deseo más feroz & más delicado
Que ninguna pareja de amantes
Soñó en todo el confín de la

Historia pero ahora contemplo
El cielo blanco & vacío de este
Atardecer que agoniza con la

Suave manera que tú tenías
De ofrecerme tu belleza como
Un inédito libro para mi soledad

.

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3

& esa noche las estrellas del cielo de
Lima brillaron como jamás antes su
Mágico esplendor estaba en el brillo

De tus ojos cuando aceptaste viajar
Al aposento sagrado donde fuiste
La santa devota del amor profano

Poseída por mi deseo purísimo subiste
A la cima de la plenitud divina so
Lo tocada en tus partes por la de

Licadeza íntima de las más perfecta
& soñada caricia sutil como la
Pluma del ave en el jardín de

La manzana prohibida que tú me
Diste sólo con un toque irreversible
Mientras tu sexy ropa interior queda

Ba en tu silueta prendada de la luz
Plateada fluyendo de tu cuerpo so
Bre el lecho donde ardiera lo

xxxxxxxSoñado

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CANCIÓN DE OTOÑO

1

Cuando es otoño & el viento remueve
Los árboles hablándome en un idioma
Que solo yo conozco debo recuperar
Mi canción. Otra vez el viento
Susurra & las banderolas flamean solitarias.

No cesa el susurro entre las altas copas
& algunas hojas dispersas corretean
Por veredas & pistas desahuciadas

.

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2

Ahora el tiempo ha enfriado. La atmósfera
Hiela las siluetas esperando no sé
Qué inusitado mensaje desde el cielo
Solo risas de muchachas advienen
En la corta distancia del poema. Hay
Claridad. Las hojas mustias sin embargo
Presentan su coloración sepia como si
Fuera un brillo de otro mundo en este
Otoño. O puede ser un amarillo azul

Quién sabe por qué la luz se refracta
Inmóvilmente tornasol bajo la fresca
Pesadumbre de árboles frondosos
Irredentos. Nadie acude al llamado desta
Sonrisa al mediodía. La tierra tiene
Sus motivos. & yo escribo por ellos

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3

El clima me gusta. Su suave apariencia
Reina en los cristales. Voces de muchachas
Alegran la distancia que hacia el fondo
Alcanzan rojas luces de autos en la
Niebla.

Pero ahora está despejado.
El mediodía nítido aunque sin sol. Respiro
Una limpidez enfriándose en el calor
Extrañado del verano.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxUn ritmo
Cadencioso de cadera de mujer
Distrae la construcción del poema
& se transforma en él.

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4

El viento arrastra infinidad de hojas
Muertas. Un viento frío, anuncio del
Invierno & canciones oscuras, quizá
Abrigo de inigualable candor. Alegría
De Alana escuchándome.

Pureza
De su rostro inmaculado haciéndole
Un coqueto mohín al destino.

Ella
Sería este otoño, sino fuera el propio
Viento estremeciendo las copas
De los árboles, hablándome al oído
Secreto corazón tornasolado
Las líneas puras del poema

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Santiváñez, Roger. Aurelia. Madrid; Cartonera del escorpión azul, 2012.

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LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (149)

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Los cuatros libros que ven en la imagen son los que me han hecho llegar Javier Gil Martín, el responsable de la cartonera del Escorpión Azul.

No puedo dejar de agradecer públicamente que alguna gente a la que no he visto cara a cara en mi vida (como es el caso de Javier) se porte mejor conmigo que conocidos a los que hace décadas vi por primera vez.

En cuanto pueda compartiré en el blog textos de estos libros.

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LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (143)

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De verdad que muchas veces no sé cómo agradecer los regalos que llegan a casa. Y lo de la Cartonera del Escorpión Azul ya sobrepasa todos los límites porque me siento abrumado cuando veo la cantidad de obras que me envían (uno, además, sabe el trabajo que hay detrás).
No duden que en cuanto pueda subiré textos de las tres obras por si a alguien le interesa y quiere hacerse con alguno de estos trabajos.

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DIN DIN DON -extracto-

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[…] pero incluso en los cuentos hay quienes van
soltando garbanzos para que los caminantes
calculen por dónde seguir.

Un día dijo una poeta desde su cátedra: Del mundo
en todos los pueblos / siempre historias sonaron
de niñas / con su roja caperuza cubiertas.

Los caminos difíciles ponen en la mejilla de una
chica un color rosado como el de una (mira, una
piedra lisita, brilla) como el de una rosa de color
rosado.

No hablábamos de hadas porque nuestras madres,
pobres, se cubrían con capas de paja de centeno.

Si vas a Compostela por el Camino del Norte y
acercas la oreja a una losa del empedrado, sentirás
que resuenan primitivas campanas parisinas.

La linda Guadalupe iba dejando abalorios
brillantes en la oscuridad de los mundos.

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*

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Un bastón un palito un hombro, todo el mundo
necesita a veces apoyarse en algo aunque se quiebre.

No es cierto que en todas las aldeas tengamos
abuelos contando fantasías porque en algunas las
metralletas se cargaron a todos los abuelos.

A Lupe le gustaba caminar por caminos difíciles,
decía que le llenaban la cabeza de asombros.

Hay quien opina que es bueno andar de espaldas
de vez en cuando porque eso ayuda a robustecer las
vértebras.

La vida se siente (un gorrión, cantando), se siente
con más fuerza subiendo los montes por caminos de
cabras.

En las cuestas, ella tiraba de mí para que no me
cansara como ahora me canso.

Las piedras de los caminos tienen memoria y saben,
y entornan los ojitos para recordar.

No las abuelas en una batalla se murieron / pero
en negro percal revestidas y al hombro el sacho /
sin ganas se habían quedado de fabular y rezaban
y rezaban.

A veces una senda que parecía fácil se transforma
en barranco.

Si las campanas suenan din din don, eso es señal de
que una mujer ha muerto.

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*

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Nombres de albergues a lo largo del viaje flechas
encrucijadas, heredé de mi padre el respeto a la
Historia y el cuento de una vaca tan bonita tan
rubia tan dulce tan que alimentaba ella sola a una
aldea entera.

Mis vecinos, cuando viene el buen tiempo y los
días van siendo más largos, se reúnen y salen con
sombreros y desbrozadoras.

¿De cuántas maneras se puede poner el cuerpo a
trabajar?

Y ¿cuántos pájaros habrá (nubes, allá, collage
de figuras) a lo largo del camino de carros que va
desde O Alto da Pena hasta Ponte Taboada?

Un cántaro de rosas / le llevaré salvajes / bien
colmado / el día que todo esto termine, y de paso a
ver si ya puedo hablar un poquito con ella.

Este es el tiempo de la mudez desconsolada.

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*

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Petirrojos pardales ruiseñores mirlos, ¿cuántos
habrá de estos entre París y Compostela?

Historias los vecinos contaron de lobos / que a los
hombres mataban / de la justicia huidos por los
montes de Galicia.

La amiga que ya no está (bola de nácar) era un
espino albar.

Con desbrozadoras limpian la pista que lleva
al cementerio, y el cementerio mismo también
lo limpian para que no se enfaden los que allí
descansan.

Una inicia un trayecto por un camino y las horas
pasan y pasa el día y después viene la noche con
sus luces o con su oscuridad y llegas a un punto
en que comprendes que vuelves a estar allí donde
habías empezado como si el final fuese una copia
del principio y a eso le llamamos procedimiento.

Le pedíamos historias de la guerra, pero él siempre
respondía que era mucho mejor hablar de vacas.

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*

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Aulagas zarzas genista codesos espesura, por una
vereda una vez me entré/ entre fincas de dorado
cereal cultivadas / y de amapolas colorados
campos. De repente se volvió todo selva y tardé
mucho tiempo en salir de aquel enredo.

Mi hermana Marifé, que tampoco está, contaba la
historia de un primo segundo (piedra de cuarzo
con forma de tejado) al que le había explotado
una granada en la mano y había perdido el brazo
como Cervantes.

Raro es el día que no abro la puerta del cuarto
de mis difuntos y les pido consejo para salir de
cualquier encrucijada, ellos saben y cuentan muy
reposados.

No me resigno a que mi amiga tenga que pasar al
cuarto de la memoria, tan joven como era, con
aquella carita y aquel pelazo.

Somos muchas las que andamos todo el rato
preguntando para saber por qué pasa lo que pasa.

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Pichel, Luz. din din don y más hortensias azuis. Madrid; Cartonera del escorpión azul, 2021.

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999 PALABRAS -extracto-

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búfalo y nube,
ser alguien en la cumbre,
bajar a donde ríen
los zagales y las orugas,
tijeras y pan,
donde las toman las dan,
mis alfileres caen
al costado del monedero,
nadie trajo dinero,
tiza y tazón,
lo que quiera el corazón,
en siete días
se cumple la profecía,
las ventanas verdes
del pequeño castillo
solo se abren
hacia adentro.
quien ama la propaganda
desconoce su situación.
dame lluvia y silencio,
después vino y una canción,
quien espera la revuelta
se morirá arrodillado,
menos es más,
salvo a la hora de amar.
mi dolor no es de este
mundo, al oeste del material-
ismo, mi dolor es tu muerte
sin sentido en la acera,
en el sillón, en la sedación
que llaman productividad,
en la verdad de la guerra,
de la guerra santa,
como si la paz fuera
el afuera de la santidad,
y así se escribe la Historia.
bala y avestruz,
tortuga y caldero
de sopa, la rosa
de plástico, su fragancia
de píxeles, el mundo
al oeste de la mercancía,
sólo la mente,
la que miente es la mente,
decir verdad,
desobturar el vacío,
beber de las fuentes,
no envasar, no
aplazar, beber
hoy del hoy,
ser un soy y no un seré,
cuidar el ahora,
que es sacro,
lo vivo ahora,
su hora por hora,
no su futuro,
amar el furor y la calma,
amarlos sin tensión,
no una guerra
de dicotomías,
no la tuya contra la mía,
las migajas de la guerra
no, no, no.
espiritual y arena,
castillo de arena,
arenal de flor blanca,
el mar y el aire
te reconocen,
tú te reconoces
en el aire y en el mar,
de ahí lo hogareño
e íntimo
del castillo de arena
que de niño
construías con tus papis.
búfalo y nube,
la inexistencia de lo desplazado,
juegos de atención
a la atención correcta,
corro en torno al juego,
la vida sin soberbia,
lo sobrio de lo excelente,
jugar y soñar,
cuidar del presente
como quien
defiende la alegría
y la pequeñez
de toda injuria o dominio.
hágase la paz
y no la guerra,
volamos a lo aún
por crear, por vivir,
el agua en el labio,
el hábito de beber
cuando la sed, beber
en la mano, en el corazón.
el cuerpo en la palabra,
pero más aún
en el cuerpo a cuerpo
de la vida, del zurdeo
algorítmico de la voz
que baila.
¿cantás y bailás, vos?
lo ahorcado calla.
desacelera, desnuda,
desposee.
en la ventana se muda
a cada instante el color
el paisaje,
el pasaje de colores pasa
de la claridad a lo sombrío
día tras día, diablillo
de los matices, rebeldía
de lo real a fijarse, a morir.
morar en los matices,
matar la muerte, matar
la guerra, su intención
de uniformar la salud
y pudrir la vida,
fosilizarla, pero que no
muera, que muerda
el polvo, eternamente.
búfalo y nube,
praderas y horizontes,
el poema es poco,
un poco nimio,
nada de nada, resto,
el todo está más allá
de lo dicho,
el resto es lo que nos
queda, el resto
es donde vamos
minuto a minuto
respirando,
conspirando,
mojando arena
y salpicando agua
entre las incesantes
olas y su música.
(…)

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Gómez, Víktor. 999 palabras. Madrid; Cartonera del escorpión azul, 2021.

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LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (135)

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Ayer me llegaron a casa las dos últimas locuras publicadas por la Cartonera del escorpión azul.

Desde aquí quiero agradecerles públicamente que me envíen sus publicaciones y si alguien lee esto y está interesado en la poesía que se ponga en contacto con ellos, algunas de las cosas que están publicando son auténticas joyas.

En cuanto pueda les cuento.

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LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (124)

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Pues acaba de llegarme a casa ’15 filos’, de Olga Muñoz Carrasco, publicado por la Editorial Cartonera del Escorpión Azul.

De aquí a nada les muestro algo del libro en cuestión.

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LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (123)

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Pues acaba de llegar a casa ‘Imágenes nucleares y otros poemas’ de Óscar Hahn, publicado por Cartonera del escorpión azul, junto a algunos Manuales de instrucciones más, entre los que había un par que no tenía (el resto serán para darle difusión a aquella maravilla).

Si quieren ponerse en contacto con ellos para conseguir alguna de las joyas que ya tienen publicadas o de las que vendrán, solo tienen que mandarles un e-mail a lacartoneradelescorpionazul@gmail.com. Y si quieren echarle un vistazo a lo que van haciendo, solo tienen que echarle un vistazo a su página de Facebook.

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