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Posts Tagged ‘bajamar editores’

DESNUDO AZUL

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DESNUDO AZUL

1

Sobre el papel,
luminoso, desnudo
y azul, tu cuerpo.

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2

Azul tensión
de tu luz que se inclina:
flor de acuarela.

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3

Arquitectura
de tu dulce flexión
ensimismada.

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4

Suave tropismo
hacia la luz del agua:
azul reflejo.

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5

Arco de sombra
se dibuja tu cuerpo
cuando te inclinas.

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Intimidad
transformada en celeste
caligrafía.

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7

Lo cotidiano
se ha vuelto de repente
epifanía.

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xxxxxxxxxxxGeorgia O’Keefe. Desnudo azul.

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Rodríguez de Sepúlveda, César. Oscuro vuelo. Gijón; BajAmar editores, 2022

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‘PIEDRAS’, DE JAVIER GARCÍA CELLINO

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La poesía es pólvora
que se enfrenta siempre a la pólvora.
Quien narra el poema es un niño
que sujeta el cielo con una mano.
No basta con admirar la excepcional belleza
de la eternidad.

Metamorfosis del poema:
el segador cantará a las provincias
con rostro de cordero.

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Este tiempo no es de muerte dócil,
sino de sufrimiento.
Pasos, siempre pasos a su espalda.
A veces el futuro es un fruto ácido.
Pasos, siempre pasos a su espalda.
Ella sabe que va a morir,
que no verá más los ojos del carnero joven
que amamantaba en su tienda,
que ya no podrá disponer herencias
ni pedirle a su Dios
que apresure las flores del almendro.
Se mira en el espejo de la fatiga y llora.
Después recuerda que su madre
y su abuelo eran poetas y llora.

Pasos, siempre pasos a su espalda.

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Un niño que llora es un incendio
en la boca del sol.
Veo Jerusalén devastado,
las avenidas de Jerusalén devastadas,
no hay tiempo, al fusil se le hace muy larga la espera,
me agarro a la mano de mi madre muerta
y no camino,
me agarro a la mano de mi abuelo muerto
y no camino,
entonces me doy cuenta
de que entre las imprecaciones y las dudas
siempre habrá piedras.

¿A quién rezar
xxxxcuando las montañas
xxxxxxxxdejen de ser sagradas?

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Nadar en el verano
de las promesas incumplidas.
Ser pacientes con el enemigo. Acariciar
a los pájaros ciegos.
Dime, ¿cuánto tiempo durará este poema blanco
antes de caer al mar?

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Oslo es un paisaje blanco sobre fondo blanco,
una autopista rodeada de flores en el desierto.
Cae una lluvia de medusas sobre el camino,
caen piedras que se agarran al aire
en busca de su identidad,
detrás del relato dominante siempre hay más muertos.

Y patria, siempre patria en los muros cubiertos
de ceniza, en los salmos vacíos de las iglesias,
en los cuerpos mutilados que bailan para librarse
xxxxxxxxxxxxdel miedo.

Hay un dedo manchado de sangre que señala
el horizonte. Hay un asentamiento para las madres
que lloran a sus hijos.
Hay nubes por todas partes.

Di amor,
xxxxintifada,
xxxxxxxxsueños clandestinos.
Y patria, siempre patria.
No digas acuerdos de paz,
expropiación de tierras,
asentamientos de colonos.

En Picasso hay un niño
abrazado a un olivo muerto.

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PRISON (1982)

xxx(Pintura de Sliman Mansour, escritor y pintor
considerado como uno de los artistas de la Intifada)

Nadie en el cielo. El vértigo de los obuses es nadie,
la llama en el papel es nadie,
la matriz de un cáncer nocturno
es nadie hasta que desaparece.

En la precaria eternidad,
cinco hombres esposados contra la pared son nadie.

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(Pasos, siempre pasos a su espalda:
xxxxixxxsoldados israelíes)

Camina…
Abrázate más a la tierra…
No hagas versos inútiles
como tu madre y tu abuelo.
Camina…
Camina…

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(Coro de animales: Final)

La kufiya que lleva al cuello es poesía.
Los olivos encendidos también son poesía.
Camina. Sigue caminando.
Se confunde ya con la tierra.
Después el miedo borra la poesía
hasta convertirla en un Mar Muerto.

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García Cellino, Javier. Piedras. Gijón; BajAmar editores, 2022.

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OSCURO VUELO

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OSCURO VUELO

Danzan los estorninos:
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxnegras constelaciones
en busca de una forma,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxnubes
movedizas de tinta,
xxxxxxxxxxxxxxxxxenjambre
que juega a dispersarse y a reunirse,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxsuma
de lo insignificante, muchedumbre
que alza y desmorona
sucesivos alcázares impresos
en la luz del instante.

Expresionismo abstracto. O no: contornos
de imaginados monstruos. O mensajes
que requieren ser
descifrados,
palabras en el tiempo y en el aire,
confusos ideogramas,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxlaboriosa
escritura celeste.

Esa trama que ahora
se esfuma y reaparece,
esta coreografía
de músculos y alas y tantos corazones
unánimes latiendo,
xxxxxxxxxxxxxxxxx¿quién
la dispuso
sobre el azul exacto de los cielos?
¿Para qué? ¿Para quién? ¿En los ojos
de qué dios misterioso
se cumplirá el designio de esta danza?

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AMBISTOMA MEXICANUM
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxAhora soy un axolotl.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxJulio Cortázar

¡Qué raros sois, en cárcel de aire presos,
sin agua que os conceda ligereza,
al suelo encadenados con firmeza,
arrastrando, abrumados, vuestros huesos!

¡Qué deleite espiar vuestro embeleso,
veros penar porque con cruel largueza
se os ofrece a la vista mi belleza
y el cristal, riguroso, frustra el beso!

Dulce tributo son vuestras miradas,
pero cumple a los dioses la distancia:
el tumulto malogra el señorío.

Con mi presencia, vuestra irrelevancia
sentid, con aterrado escalofrío,
y volved, si podéis, a vuestras vidas.

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LUCIFER 4 A.M.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxPara Luis Martínez de Merlo

Era hermoso Luzbel entre los ángeles.

Más de un querubín bebía los vientos
por sus ojos de fuego.

Pero harto de la eterna
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxrutina,
de su aburrida, inútil sinecura
en los coros angélicos,
hastiado de adular continuamente
y revolotear en torno al amo,
inventó (de la nada,
no había precedentes)
la disconformidad, el desacato,
la rebelión y la desobediencia.

Lo cual, si bien le atrajo
la cólera divina,
agregó a sus encantos, ya invencibles
de por sí,
una rara nobleza,
xxxxxxxxxxxxxxxel aura
de superioridad desconcertante
que a la hermosura añade la derrota.

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EXCALIBUR

Entrechocar de hierros y caballos que piafan.
Despunta el alba apenas, y aún la niebla
impide distinguir los estandartes.
Se agolpan los guerreros para ver el prodigio.

En el centro un muchacho desmañado
siente que lo atraviesan las miradas
expectantes u hostiles.

De él se espera un gesto. Avanza. Solo un paso.
Y se queda mirando como en trance
el resplandor extraño de la piedra.

Pone
su mano sobre el pomo de la espada
y, entonces, como un rayo, lo ve todo:
los altos chapiteles,
la espada, el cetro, el trono y, en la sala
más grande del castillo,
la mesa
de la fraternidad:
los nobles caballeros relatando por turno
sus brillantes hazañas. La aventura.
La búsqueda incesante.
El mejor compañero en la batalla.
El amor
de la dama más bella.

Y también
la traición de su amigo y de su amada,
el hijo monstruoso que reclama su muerte,
la espada quebrantada,
la luna enrojecida por la sangre,
los años de dolor y sufrimiento.
Y ante la flor y nata
de la caballería,
se aparta de la piedra,
suelta la espada el niño y renuncia a la Historia.

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FALSE START

Acabado el poema. Por si acaso,
revisas, y no cuadra un adjetivo.
No puede ser, no es esto, hay que cambiarlo:
queda mejor así… no sé, no acaba
de sonar bien… y truecas
el verbo, que no encaja… pero entonces
se pierde aquel matiz… Con otro giro
tal vez quede más claro y elegante.
No, no se entiende el verso, es que no hay forma.

Tachas, añades, mueves,
cortas y coses, unes y troceas,
y le das cien mil tajos al poema,
que se va desangrando a borbotones.

No tiene ya remedio el pobrecillo,
no hay rayo que le pueda dar la vida,
oh doctor Frankenstein, a tu fracaso.

Apiádate de él: haz de la hoja
arrugada mortaja, dile adiós,
que encuentre al fin reposo
en el olvido y en la papelera.

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REFUGIO

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxPara Alfonso Brezmes

Tú no sabes quién soy
ni yo quién eres tú.

Nos reúne el azar en esta
cabaña de palabras,
xxxxxxxxxxxxxxxxxel poema.

Alrededor, la cegadora nieve.

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REGRESO AL FUTURO

Aquel adolescente que esquiva mi mirada
desde el álbum de fotos,
ancho de hombros, fuerte, desgarbado,
con sus brazos larguísimos caídos con desgana
a lo largo del cuerpo,
nada puede saber de mis domingos,
de mi lenta mortaja de costumbre,
de los días cayendo uno tras otro,
del tiempo que se borra, de este arar
en el agua del tiempo que es la vida.

Nada puede saber. No, no es por eso
que elude mi mirada.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxNo sabe que cuarenta
años después yo lo estaré esperando.
Aunque viendo su rostro tan triste y tan sombrío
su difícil angustia, la actitud
de quien se sabe fuera de lugar,
esos ojos tan tristes,
viene a veces la duda
de si alguien le habrá ido con el cuento.

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ÍTACA

Las manos agrietadas y vacías.

En la memoria el mar,
veinte años de muertes y naufragios.

De mi infelicidad y mis traiciones,
en el manso oleaje del hexámetro,
aprenden, aplicados, los aedos.

Yo prefiero olvidar.

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DESPEDIDA

—Te esperé muchas veces.
De niño te temía vagamente.
Luego, me despertaba sudoroso
en mitad de la noche.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxSoñaba
nombres de enfermedades o demonios
que venían por mí.
xxxxxxxxxxxxxxxxPero tú no llegabas.
Vivo seguía, y temiéndote.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxTú siempre
visitabas a otros,
en camas de hospital o entre los hierros
violentados de un coche…
A mí me respetabas,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxpermitiste
que fuera envejeciendo,
hasta hoy…

—Te equivocas. No vengo
a buscarte.
xxxxxxxxxSiempre he estado
contigo. Es al revés:
xxxxxxxxxxxxxxxxxxaquí nos separamos,
hoy vengo a despedirme.

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Rodríguez de Sepúlveda, César. Oscuro vuelo. Gijón; BajAmar editores, 2022.

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HACIA EL AGUA

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xxxxx3

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA Yuki, Dickran, Minsu, Bill, Billy y los demás…

La luz de una película japonesa
baña mi rostro y mi nariz,
y trae consigo
brisas más frescas
de apartamentos desordenados
que quisiera volver a recorrer,
fumar en los balcones
y hacer fotografías
en las bañeras rotas.
Quisiera que volviéramos
a desplomarnos
sobre todas nuestras camas,
mientras la noche y el sueño
se apoderan de nuestras palabras
y de nuestra risa.
Quisiera volver a tumbarme en esas camas otra vez
mirando al techo
junto a vosotros.
Pero la película aún no ha terminado.

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xxxxx14

Cuando Madrid se acababa
estabas tú,
una inmensa extensión de ti,
cálida y luminosa,
abarcándolo todo con sus pequeños brazos,
rodeando los hombros encogidos de los oteadores
y los videntes,
en las horas más jóvenes del nuevo mundo,
pero, sobre todo, crecías acurrucado en mi pecho,
como una destrucción total y cegadora.
Y aun así esta noche
también se ha acabado Madrid
y parece que aún quedan muchas horas
hasta que amanezca.

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xxxxx16
LA CIUDAD MÁS BELLA DEL MUNDO

Íbamos a vivir
en la ciudad más bella del mundo.
Íbamos a escapar
a la ciudad
donde las raíces alimentan el cristal,
donde los mediosoles
brotan en los arcenes y en los alcorques,
donde la luna siempre es naranja
y nunca mengua
y donde no
existen los retales perdidos.

Íbamos a vivir
en la ciudad más bella del mundo.

Íbamos a huir
de las entrañas sucias y confortables
de la matriz madre
que escupe mentes inescrutables como coágulos
xxxxxxxxxxxxdeformes, calientes, de constelaciones aún no vistas,
y de todo lo que nos arrulla
las orejas por las noches.
Íbamos a vivir
en la ciudad más bella del mundo.
Íbamos a caminar
de puntillas
entre el vacío del universo,
sobre las elipses sin resolver.

Íbamos a vivir en la ciudad más bella del mundo.

Estoy
frente a la ciudad más bella del mundo
y no veo a nadie.

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xxxxx22

Me he perdido tal vez
en los demás,
en sus miradas y sus risas,
entre la muchedumbre.
He esparcido mi ser
sobre los cabellos de la gente.
Me he desparramado
como una cascada
de pequeñas
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxy naranjas
xxxxxxxxxxxxcanicas
apedreando con fuerza el suelo
y las piernas desnudas
de la masa.
Ya no puedo recomponerme,
pero he rodado a sus pies
y les dolerán
al pisarme descalzo
y sin sospecharlo.

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xxxxx27

Berlín ya no es un lugar seguro.
No lo es desde hace tiempo
y hemos seguido pululando por sus calles
con la cabeza llena de ríos
que desembocan en acequias lejanas.
Ya no es un lugar seguro
y nos hemos paseado
mostrando nuestros torsos negros
y una cresta de plumas en la cabeza.
No es un lugar seguro
para todos los que llevamos
purpurina en la nariz y noche
en los zapatos y dejamos rastro
con nuestros vientres en los adoquines,
para todos los que habitan
en alguna parte entre
la soledad y la primavera,
para aquellos
que nunca han llorado por un laberinto
o por un pequeño cabello arrancado de la nuca.
Berlín ya no es un lugar.

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xxxxx41

Quiero fundirme con la lluvia
para caer sobre los rostros
de todos los que amé,
ser lo que les hace sentirse vivos
y vivir,
lo que les hace vivir
vivir en paz…

Y luego irme,
escurrirme por sus manos hasta la alcantarilla,
ver el mar
y no volver.

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xxxxx49

También hay belleza
en la baldía estepa de un mar en calma,
no solo en las regurgitantes olas,
en las afiladas barcas
que como garras las montan
o en la mano de espuma, arrancadora de vidas;
también hay belleza en su monótono azul
fundiéndose monótonamente con el monótono cielo
aunque resulte inquietante.

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Arnaiz, Julia L. Hacia el agua. Gijón; BajAmar editores, 2022.

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LOS OJOS FRÍOS DEL VALS

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NOSTALGIA PRIMERA O AMANECER

Esta tristeza de violín
desenroscada por los ojos,
estas rosas marchitas,
la claridad de un nuevo día
manchando mis refugios,
deslumbrando,
buscándome.

xxxxxxxPor dentro de la muerte
xxxxxxxsolo se escucha
xxxxxxxnuestro propio silencio.

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NO ES POSIBLE QUE NO QUEDE NADIE

He aprendido muy pronto
el mecanismo de la ausencia.
Estar triste consiste
en inventar un bosque
al que poder marcharnos
cuando no quede nadie,
cubrirlo de leones y de besos
y de todos los cuentos
que un día nos contaron
para poder dormir.
He empujado la puerta muy despacio
con la esperanza de encontrarme
a alguien que me esperara.
Entre la lluvia y yo solo estaba tu cuerpo.
xxxxxy esta melancolía que me abrasa
xxxxxy los racimos de leones
xxxxxque olvidaste plantar a orillas de mi llanto.
Alguien canta a lo lejos y me recuerda que la muerte
es una casa dócil con paredes azules
donde pronto olvidamos
xxxxxxxxxxlas razones del miedo.

Nada de esto es posible, ¿lo comprendes?
Aún no he aprendido
el mecanismo de la ausencia.

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SOROLLA, EL VERANO

Regresa igual que un cosquilleo
la flor azul de mis veinte años,
playa de la Caleta, el corazón aún en pleamar.
Aquel antiguo balneario nos hacía soñarnos
personajes de un cuadro de Sorolla.
El cielo desmembraba
islas de sol en mi cabello.
Nos sentamos allí, junto a la orilla,
burlándonos del tiempo
y buscando en las nubes
mundos desconocidos poblados de libélulas.
El poema, dijiste, no cabe en una lágrima.
Estoy pensando en ti mientras escribo,
en aquel balneario
y en el vestido blanco de un cuadro de Sorolla.
Estoy pensando en ti
desde el mundo desconocido de tu ausencia,
burlándome del tiempo como hubieras querido,
guardándome las nubes y las islas de sol
—también tu corazón—
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxen el poema.

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HE HEREDADO EL COLOR DE SU MIRADA

Alguien cruza el espejo cuando lloro
y se detiene aquí a mi lado
para hablarme de sueños envejecidos
y de ciudades rotas cerca del mar.
Reconozco sus ojos, la tristeza que habita
sus hondas galerías,
como súbita luz en los cristales
cuando ya no esperamos
nada más que la sombra.
Después alza la voz,
se ríe gravemente de la muerte,
me canta una canción
que nos pertenecía
y queremos marcharnos,

pero nunca sé dónde.

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EVERYBODY’S TALKING AT ME

Carretera, verano del 97,
urgencia delicada de atardeceres.
Desde el asiento trasero del Peugeot,
el universo no entendía aún
la dirección precisa del futuro.
Cómo hablar de aquel tiempo.

Hoy,
caravanas de autómatas
emigran a la noche
y la presencia absurda
de algún polígono industrial
del horizonte
me despierta una sed feroz
de llover a lágrima viva.

Carretera,
xxxxxxxxxverano.
En la mecánica del viento
pienso en tus manos multicolores,
en la verdad indómita de tu mirada.
Como en aquella canción de Nilsson,
todo el mundo está hablando,
pero no escucho una palabra.
xxxxxxxxLlegará el día en que también
xxxxxxxxañoraremos este tiempo.

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1936

Devolvedles la voz a aquellos muertos.
A los hombres que aúllan debajo de la tierra,
a los huesos sin nombre, a los naufragios.
A una flor blanca malherida por un fusil:
ese rostro que salvajemente se asoma a la noche
y nos increpa igual que si lo conociéramos.
Lo separamos en dos mitades: la nuestra
y la del mundo de los desaparecidos.
Escucho las sirenas, los disparos que tiemblan
frente a las barricadas: vuelven con el atardecer
a taparnos la boca, a convocarnos
junto a los muros de cal del cementerio
y yo no puedo
darme la vuelta como un verdugo
y yo no quiero
invocar al olvido
y están tan solos esos hombres
en sus tumbas anónimas.
Devolvedles la voz
para que no se mueran.

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LO QUE SUCEDE

El paisaje me sueña como un lobo dormido.
A veces
me cuestiono la realidad de mi existencia.
Mientras,
el amor se acurruca en las fotografías,
es una criatura mitológica
que me recuerda un tiempo
en el que no me conformaba
con sobrevivir.
Ahora, 
despeino con un gesto de cansancio
los cabellos del miedo,
abandono la máscara sobre la mesa
y comprendo que esto que sucede
es todavía
xxxxxxxxxxxxla vida.

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Casado, Marina. Los ojos fríos del vals. Gijón; BajAmar editores, 2022.

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DOS POEMAS DE ‘LAS ALAS DE LAS POLILLAS’

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ANTROPOFAGIA V

Y así, para el alivio sintomático
de no haber vivido bastante
y curarme el miedo al bostezo
y la dulce niña bonita,
quise mezclarme con ellos. Con esos hombres
de ingenio y verbo ágil
y cabezas envidiables, más o menos,
y volubles de moral
que te dicen lo que ya sabes
xxxxxxxaunque no lo sabes todavía
y tú ríes, turbada por sus ocurrencias.
Sin humos ni farmacia,
sin tanto que lamentar al término de la obra.
Como la chica-poema de Simic
en su misteriosa fiesta: llegar y besarlos a todos.

Ahora que renazco y ellos envejecen
saludo despacio como las princesas
y prometo, desde mi torre de mármol,
que muy pronto tendré hambre
y me verán de vuelta a sus pies, postrada,

mordiéndoles con fuerza las rodillas.

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CULTURA GENERAL

Todos hablamos de Freud como decimos «sublime»
y «platónico» y «dantesco», «pantagruélico»
y nos creemos lo que cuentan sobre Dios
y el movimiento obrero.
Y pensamos que aquello lo dijo Marx
y es de Voltaire esa frase tan bonita sobre la libertad,
y no sabemos dónde acaba el camino de Kerouac
y empieza el de Gardel,
pero igual lo citamos, lo destrozamos,
apartamos a la masa de un empujón orteguiano.
Sonreímos.
Así se compone la cultura general,
de residuos: lo que no dijeron otros
o dijeron sin querer.
Por eso en verdad da lo mismo
si construimos sobre imprecisiones,
como castillos en el aire contaminado.
Y menos importa a quién se atribuyan
los méritos y las culpas;
si son verdad o mentira las mil interpretaciones
y vivencias de la misma historia.
La distancia entre quererse y la enorme carcajada
creo que se llama traducción libre.

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Sorokin, Amanda. Las alas de las polillas. Gijón; BajAmar editores, 2022.

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LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (166)

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Hace un par de días me llegaban a casa los seis títulos que se pueden ver en la imagen de BajAmar editores. Quiero aprovechar y agradecerles públicamente que hayan tenido este detalle conmigo, porque si hay algo que me interesa es poder dar a conocer proyectos que se estén llevando a cabo y que no tengan cabida, o que lo tengan apenas, en los grandes medios.

Ya saben, en cuanto pueda subiré una muestra de cada uno de los libros.

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Categorías: Poesía Etiquetas:

DOS TEXTOS DE ‘ARTEFACTUM’, DE DAVID GONZÁLEZ LAGO

 

HATERS

Me fallan la forma y el fondo. Eso dicen mis haters. No soy trascendental ni tampoco entretenido. Mi obra es una mancha en un océano insondable. No pasa inadvertida mi pintura; tampoco es trending topic. Pude probar las mieles; ya solo me alimento de inmundicia. Me elevaron a un enorme pedestal, tan alto que parezco un Velázquez sin llegar ni siquiera a Pacheco. Eso dicen mis haters. Reconocen que tuve momentos brillantes. Pero ya Prometeo robó la llama de mi inspiración. No soy más que las ascuas de una antigua erupción creyéndose implacable Vesubio. Eso dicen mis haters. Y puede que en esto lleven razón. El rescoldo que soy, no obstante, aún destruye alguna que otra Pompeya de vez en cuando.

 

 

 

 

MONÓLOGO INTERIOR DE COMPRADOR EN UNA GALERÍA

La decisión está tomada: me lo llevo. No es un Picasso, pero es un lujo accesible. Le dará categoría1 a mi salón principal. Será la envidia de todas las visitas. Ni siquiera me agrada del todo, pero su autor tiene prestigio2 y resulta incluso armonioso en su composición. En mi círculo social, crearé expectación3 repitiendo —con algún adorno— las palabras de la amable galerista: una artista maldito, una infancia difícil, un trabajo distinto a todo lo demás. Inclasificable, aunque a la altura de Banksy, Basquiat o Koons. Un genio de la provocación. Nunca me atrajo este tipo de abstracción, pero creo que podré acostumbrarme a su rareza4. No; no es un Picasso, pero es un lujo irresistible. Todo el mundo verterá sus alabanzas5 sobre mi gusto exquisito. No se hable más: me lo llevo. La decisión está tomada.

 

1Categoría: lo que opinan los demás de tus propios caprichos. A menudo, antónimo de belleza.

2Prestigio: lo que opinan los demás del trabajo ajeno. A menudo, antónimo de valía.

3Expectación: lo que esperas que opinen los demás. A menudo, antónimo de sentido común.

4Rareza: lo que opinas de aquello que ignoras. A menudo, sinónimo de desconocimiento.

5Alabanza: lo que opinan los demás en voz alta. A menudo, antónimo de sinceridad.

 

 

 

González Lago, David. Artefactum. Gijón; Bajamar editores, 2020.

 

LOS REGALOS DE LOS AMIGOS (114)

noviembre 24, 2020 Deja un comentario

 

Acaba de llegarme a casa ‘Artefactum’, el nuevo libro de David González Lago, publicado por Bajamar editores. Gracias tanto a él como al editor por habérmelo enviado; de aquí a nada les cuento.

 

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El fin de las siestas

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Escrito en el viento

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un cántico cuántico

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Peripatetismos2.0

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Hache

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