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AYER FUE EL DÍA DE EXIGIR UNA #BIBLIOREGIONALABIERTA
Ayer nos juntamos un buen puñado de murcianos a la entrada de la biblioteca regional para pedir, o gritar, o exigir, que se deje de restringir el horario de la misma. Habiendo perdido ya el domingo, ahora quieren acostumbrar a la ciudad a tener dos horas menos de biblioteca los sábados.
Pues nada, que unos cuantos leímos poemas para dejar constancia de nuestro rechazo ante estos políticos que lo primero que recortan es en cultura y en servicios culturales básicos. Uno de ellos fue Lujo Berner, que leyó este poema:
DECLARACIÓN UNILATERAL DE INDEPENDENCIA
Aquí reunidos:
De esta parte, el mar océano de principios de septiembre
xxxxxxxxlastimosamente en calma para la ocasión
y el cielo tejido con costuras de ozono e imposibles quimioestelas
xxxxxxxxpermanente azul cambio climático
De la otra,
xxxxxxxxeste ser que huye en círculos
xxxxxxxxy roza la maravilla para caer en el lodo
Al fondo detrás por todos lados allí
xxxxxxxxel ruido el grito la bandera todos los otros seres desnaturalizados
los descendientes de una semilla tarada regada con ignorancia
xxxxxxxxlos malos fornicadores negacionistas consumidores de odio
tulpas siniestros que levantan muros y enmohecen el mundo
ejem
En estos momentos de extrema ligereza gravitacional
los pensamientos y los actos van de la mano por el camposanto
la religión de la ola es incluso perseguida
y hasta los puros & honrados & hermosos ven el amor como un problema
Por estos motivos
Por estos delitos lacerantes que se repiten con impunidad
Nos vemos obligados a cortar el disco y frenar la rumba
Declaramos unilateralmente nuestra independencia
xxxxxxxxindependencia para defender el rubor
xxxxxxxxindependencia para observar el reflejo de la sonrisa en el ojo ajeno
xxxxxxxxindependencia para volver a ser salvajes
xxxxxxxxcazar los ñúes que la vida esconde donde nadie mira
xxxxxxxxy rayar ufanos las noches estrellas siluros amebas
xxxxxxxxel reino animal
xxxxxxxxlas algas y los hongos
xxxxxxxxla torpeza y el edredón
Declaramos unilateralmente nuestra independencia
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxy luego
la suspendemos de forma indefinida hasta que alguien abra la biblioteca
El responsable de Boria ediciones, Luis Sánchez Martín, leyó este poema:
LA PUERTA ESTÁ CERRADA (Tragedia en tres actos).
I
Sábado, casi las diez de la mañana.
La puerta está cerrada.
Un anciano, dos adolescentes,
un niño de apenas diez años y su padre
si miran unos a otros y se van.
Y aunque podría hacer tiempo dando una vuelta
me quedo embobado mirando el cristal…
II
Hay un lugar donde el espacio y el tiempo
se envuelven el uno al otro
un agujero de gusano que comunica
la Ilustración y el crack del 29
los locos años 20 y mayo del 68
la Comuna de París y
el desembarco de Normandía.
Un espacio donde conviven
el Cleveland de American Splendor
con la España de La Codordiz,
Forges y Frank Miller,
Quino y Robert Crump.
Un aleph desde el que
Chuck Berry le dice a Beethoven
que los tiempos están cambiando
Bob Dylan asiente y sonríe
y los Panteras Negras saben
que Johnny Cash siempre dice la verdad.
Y allí están todos y todo lo demás:
Ionesco, Bukowski, Sylvia Plath, James Dean, las Abuelas de Plaza de Mayo, Gloria Fuertes, Duke Ellingtong, Marie Curie, Chet Baker, Patty Smith, Buddy Holly, Janis Joplin, Rimbaud, Frida Kalho, Alfred Jarry, Gertrude Stein, Dalí, Picasso, Miró, Pollock, Da Koonin, Basquiat, Capote, Harper Lee, el Cabaret Voltaire, el Colegio de ‘Patafísica de París, la orquesta de Brian Setzer, la cumbia epistemológica de Les Luthiers, las ansiadas noticias de Gurb, érase una vez el hombre, qué fue de Baby Jane…
III
Mientras tanto han dado las once
y escucho el crujir de la llave al girar.
El anciano lleva un rato sentado
en un banco a cinco manzanas de aquí
cansado de andar de aquí para allá.
Los adolescentes
en la casa de apuestas de enfrente
llaman a un amigo para pedirle dinero:
si el Levante empata al Madrid
pueden ganar 500 euros.
El niño y su padre llevan una hora
dando patadas a un balón sin mirar el reloj.
La puerta está abierta
pero para ellos
la biblioteca
este sábado
sigue cerrada.
José Óscar López leyó este poema escrito para la ocasión:
NUESTRO templo no era exactamente un templo.
Había allí miles de libros en vez de un solo libro,
innumerables creadores y creaturas
en vez de un solo dios creador,
no una ficción pretendidamente real,
sino múltiples realidades supuestamente ficticias.
Y nadie te obligaba a creer en todo ello.
No había sacerdotes, tú eras tu propio sacerdote
y el único pecado era apartar tanta riqueza
de historias, pensamientos y emociones de la gente.
No había escaños ni sitiales
para diferenciar los ricos de los pobres,
los poderosos de los miserables.
No soy un enemigo de la fe, entiéndeme,
solo te digo que mi fe no es excluyente
y no la guardo en un solo lugar.
Y si hay un sitio que te lleva a mil lugares,
a todos los sitios imaginables,
allí, allí reside nuestro templo.
La biblioteca pública.
Antonio Aguilar leyó este poema, también escrito ex profeso:
COMO BUKOWSKI TRAS EL INCENDIO DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA DE LOS ÁNGELES
Siempre quise escribir como Bukowski,
al menos, como en ese desolado poema
tras el incendio de la biblioteca
pública de Los Ángeles.
Aquí, en la puerta de otra biblioteca
donde aún miles de ejemplares arden,
me siento como el escritor americano
lleno de gratitud y desamparo.
Aquí el fuego no existe si no existen los libros,
y no existen los libros si no existen las bibliotecas.
Como Bukowski yo era entonces simplemente un lector
que iba de sala en sala entre los libros,
en lo que ahora es un museo de arqueología,
antiguo hogar de la consumación.
Quemé las tardes de mis años jóvenes,
cada libro una tea, como Esquilo
en la propia muralla, signos de la antorcha.
Qué luz indómita prendió en mis ojos,
qué fragua en los pasillos de aquel viejo edificio,
encontró su eco para siempre en mi manera
de estar ya preparado.
Después de décadas viviendo y escribiendo,
pienso que aquel incendio estaba allí
cuando era joven y buscaba
algo a lo que aferrarme
para no ser suicida,
ladrón de bancos, carnicero
o motorista de la policía.
Ahora, en esta noche de recortes,
como el joven Bukowski,
como el bombero Montag,
tras el incendio de la biblioteca
pública de Los Ángeles,
tras el incendio de una biblioteca clandestina,
estoy de nuevo preparado,
estamos preparados para el fuego.
Después de ellos dos, salí yo y por dar la nota leí dos poemas. Eso sí, ninguno mío.
El primero fue ‘Empleados’, de José Daniel Espejo (que ya subí al blog hace tres años y medio).
EMPLEADOS
Personas educadas, bien vestidas,
limpias, atractivas, proactivas y empáticas,
peinadas a la moda y con sonrisas brillantes.
Conocen la teoría. Saben Power Point,
nuevas tecnologías, muchas redes sociales.
Han leído los libros. Han ido a los congresos.
Juegan a tenis, a pádel y a golf,
cocinan teppanyaki y viajan por el mundo,
sus sueldos son de infarto y lo que hacen,
a poco que investigues bajo la superficie
de sus pulidos discursos, es defender el derecho
que creen tener sus jefes a poseer ocho yates,
anclados a tus huesos.
Son muchos. Más guapos. Salen mejor
en las fotos, en la tele y en los carteles electorales.
Pero nosotros somos más,
y conocemos sus nombres.
Y después -lo tenía muy claro cuando me invitaron al evento- ‘El incendio de un sueño’, de Charles Bukowski.
EL INCENDIO DE UN SUEÑO
La vieja Biblioteca Pública de Los Ángeles
ha sido destruida por las llamas.
aquella biblioteca del centro.
con ella se fue
gran parte de mi
juventud.
estaba sentado en uno de aquellos bancos
de piedra cuando mi amigo
Baldy me
preguntó:
«¿vas a alistarte en
la brigada Lincoln?»
«claro», contesté
yo.
pero, al darme cuenta de que yo no era
un idealista político
ni un intelectual
renegué de aquella
decisión más tarde.
yo era un lector
entonces
que iba de una sala a
otra: literatura, filosofía,
religión, incluso medicina
y geología.
muy pronto
decidí ser escritor,
pensaba que sería la salida
más fácil
y los grandes novelistas no me parecían
demasiado difíciles.
tenía más problemas con
Hegel y con Kant.
lo que me fastidiaba
de todos ellos
es que
les llevara tanto
lograr decir algo
lúcido y/o
interesante.
yo creía
que en eso
los sobrepasaba a todos
entonces.
descubrí dos cosas:
a) que la mayoría de los editores creía que
todo lo que era aburrido
era profundo.
b) que yo pasaría décadas enteras
viviendo y escribiendo
antes de poder
plasmar
una frase que
se aproximara un poco
a lo que quería
decir.
entretanto
mientras otros iban a la caza de
damas,
yo iba a la caza de viejos
libros,
era un bibliófilo, aunque
desencantado,
y eso
y el mundo
configuraron mi carácter.
vivía en una cabaña de contrachapado
detrás de una pensión de 3 dólares y medio
a la semana
sintiéndome un
Chatterton
metido dentro de una especie de
Thomas
Wolfe.
mi principal problema eran
los sobres, los sellos, el papel
y
el vino,
mientras el mundo estaba al borde
de la Segunda Guerra Mundial.
todavía no me había
atrapado
lo femenino, era virgen
y escribía entre 3 y
5 relatos por semana
y todos
me los devolvían, rechazados por
el New Yorker, el Harper´s,
el Atlantic Monthly.
había leído que
Ford Madox Ford solía empapelar
el cuarto de baño
con las notas que recibía rechazando sus obras
pero yo no tenía
cuarto de baño, así que las amontonaba
en un cajón
y cuando estaba tan lleno
que apenas podía
abrirlo
sacaba todas las notas de rechazo
y las tiraba
junto con los relatos.
la vieja Biblioteca Pública de Los Ángeles
seguía siendo
mi hogar
y el hogar de muchos otros
vagabundos.
discretamente utilizábamos los
aseos
y a los únicos que
echaban de allí
era a los que
se quedaban dormidos en las
mesas
de la biblioteca; nadie ronca como un
vagabundo
a menos que sea alguien con quien estás
casado.
bueno, yo no era realmente un
vagabundo, yo tenía tarjeta de la biblioteca
y sacaba y devolvía
libros,
montones de libros,
siempre hasta el límite de lo permitido:
Aldous Huxley, D.H. Lawrence,
e.e. cummings, Conrad Aiken, Fiódor
Dos, Dos Passos, Turgénev, Gorki,
H.D., Freddie Nietzsche,
Schopenhauer,
Steinbeck,
Hemingway,
etc.
siempre esperaba que la bibliotecaria
me dijera: «qué buen gusto tiene usted,
joven».
pero la vieja
puta
ni siquiera sabía
quién era ella,
cómo iba a saber
quién era yo.
pero aquellos estantes contenían
un enorme tesoro: me permitieron
descubrir
a los poetas chinos antiguos
como Tu Fu y Li Po
que son capaces de decir en un
verso más que la mayoría en
treinta o
incluso en cientos.
Sherwood Anderson debe de haberlos
leído
también.
también solía sacar y devolver
los Cantos
y Ezra me ayudó
a fortalecer los brazos si no
el cerebro.
maravilloso lugar
la Biblioteca Pública de Los Ángeles
fue un hogar para alguien que había tenido
un
hogar
infernal
ARROYOS DEMASIADO ANCHOS PARA SALTARLOS
LEJOS DEL MUNDANAL RUIDO
CONTRAPUNTO
EL CORAZON ES UN CAZADOR SOLITARIO
James Thurber
John Fante
Rabelais
de Maupassant
algunos no me
decían nada: Shakespeare, G.B. Shaw,
Tolstoi, Robert Frost, F. Scott
Fitzgerald
Upton Sinclair me llegaba
más
que Sinclair Lewis
y consideraba a Gogol y a
Dreiser tontos
de remate
pero tales juicios provenían más
del modo en que un hombre
se ve obligado a vivir que de
su razón.
la vieja Biblioteca Pública de Los Ángeles
muy probablemente evitó
que me convirtiera en un
suicida,
un ladrón
de bancos,
un tipo
que pega a su mujer,
un carnicero o
un motociclista de la policía
y, aunque reconozco que
puede que alguno sea estupendo,
gracias
a mi buena suerte
y al camino que tenía que recorrer,
aquella biblioteca estaba
allí cuando yo era
joven y buscaba
algo
a lo que aferrarme
y no parecía que hubiera
mucho.
y cuando abrí el
periódico
y leí la noticia sobre el incendio
que había destruido
la biblioteca y la mayor parte de
lo que en ella había
le dije a mi
mujer: «yo solía pasar
horas y horas
allí…».
EL OFICIAL PRUSIANO
EL ATREVIDO MUCHACHO DEL TRAPECIO
TENER Y NO TENER
NO PUEDES RETORNAR A TU HOGAR.
Después, por supuesto, se leyeron unos cuantos textos más y en cuanto se recogieron los bártulos nos fuimos a beber algo por la sed que producen estos eventos.
P.D. Lo que ha sido una caña ha sido enterarme esta mañana que una de las tonterías que le dije ayer a una periodista de La Opinión, ha servido tanto para titular la noticia como para comenzar el texto que menciona la acción llevada a cabo ayer delante de la biblioteca regional. Aquí pueden verlo.
CANCIÓN DE LA MUCHACHA DE PROVINCIAS
CANCIÓN DE LA MUCHACHA DE PROVINCIAS
Cae la noche y se suceden las señales.
Tom Waits se deja la garganta
en la canción de una muchacha de provincias
que llega a la ciudad
con un bolso barato y veintinueve dólares
que guarda en el sostén.
¿Y si la vida fuese como en las autopistas?
¿Y si el tiempo dijera ve despacio
o ahora puedes regresar a casa,
solventar tus problemas
o, tal vez, para aquí, descansa, come,
protégete del frío?
Pero el hombre que toca en el piano
la canción de la chica de provincias
está borracho,
xxxxxxxxxxxxxxy ya es de noche y hace tiempo
que abandonaste la autopista.
Tal vez lo empiezas a sentir ahora,
en esta noche en la que se suceden las señales,
pero aún no le has puesto nombre.
Aguilar Rodríguez, Antonio. Canciones para el día de después. Madrid; Ed. Huerga & Fierro, 2018.
INVIERNO 2017
Hace algo más de dos meses salía a la calle el último número de ‘Manifiesto azul’. Aquí dejo cuatro poemas que me gustaría destacar del número en cuestión.
ANTONIO AGUILAR
ANNE CARSON
Estás leyendo La belleza del marido
de Anne Carson,
y anotas para un libro cosas sueltas,
frases, ideas, por ejemplo:
«Su telegrama (al día siguiente) decía
Pero no llores por favor
nada más
Cinco palabras por un dólar.»
O el título del tango séptimo:
«PERO PARA HONRAR A LA VERDAD QUE ES LLANA Y DIVINA
Y VIVE ENTRE LOS DIOSES DEBEMOS (CON PLATÓN) INVITAR A
BAILAR A LA MENTIRA QUE VIVE ALLÍ ABAJO ENTRE LA MASA
DE LOS SERES HUMANOS TRÁGICOS Y TOSCOS»
Aquí has dejado el lápiz.
Son tantas las palabras que podrías
subrayar «La primera
Hay algo de filo nuevo y ardiente en la primera infidelidad conyugal.
Taxis para arriba y para abajo.
Lágrimas.
Grietas en la pared que recibe el golpe.
Luces encendidas hasta altas horas de la noche.
No puedo vivir sin ella.
Ella, la palabra que estalla.
Luces todavía encendidas de mañana.»
O cuando lees,
casi al final del libro:
«Esperando el futuro y a los dioses,
marido y mujer descansaron,
como descansan los jugadores transgrediendo las reglas de juego,
si fuera un juego, si conocieran las reglas,
y lo era y las conocían».
RAMÓN BASCUÑANA
EPITAFIO PARA UN POETA MENOR DE ANTOLOGÍA
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxNada es tan inaudito
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxcomo la propia muerte.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxDespués será la música
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxel mejor epitafio.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxM. Sanz
Luché por no ser nadie,
por no llegar a nada.
Abandono la vida por desidia.
HUGO CANO
Phylum: Arthropoda
Subphylum: Chelicerata
Clase: Arachnida
Orden: Palpigradi
Los palpígrados
Son animales ciegos
Son animales incoloros
Son animales casi invisibles
Muchos podrían preguntarse
Si los palpígrados realmente existen
Pero yo creo
Que ellos también aman
Apasionadamente
Y también sé
Que cuando las cosas les salen bien
Se reproducen
MAMEN PIQUERAS
EL ÁRBOL DE LA VIDA
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxOigo caer las piedras que arrojamos,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxtransparentes como cristal a través de los años.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxTomas Tranströmer
Aún escuchas aquella luz
silente y calma.
En secreto deseas, de nuevo,
curar su membrana herida
por la contundencia de la piedra.
Ya no preguntas de qué mano,
ni qué anillos afirmaron
su genealogía.
Por fin desconoces
las fronteras de la infinitud.
Así tu voz,
alamar del tiempo,
como un guijarro iridiscente
por virtud del agua, dice
que nada es sino la lluvia:
Colorolario, canto, plegaria.
Plancton del mundo.
No podremos, sin embargo, evitar
que también nos traiga herrumbre
—y, aun así,
quizás,
sea hermoso—
ni olvidar que una vez
fuimos de ella,
y en ella,
por su lengua verdadera, bendecidos.
LITERATURA Y MÚSICA UN SÁBADO EN MURCIA
Qué grande pasar un sábado así en Murcia, ojalá se repitiera más a menudo.
Todo comenzó con retraso (como pasa, por desgracia, en una ciudad como ésta) con la presentación de la antología ‘Desde el mar a la estepa’ de Chamán ediciones, donde han tenido a bien publicarme unos cuantos poemas.
Aquí algunas fotos de la buena gente que había en la presentación y de algunos de nosotros leyendo.
Y después de la presentación de la antología, a ver el concierto de Coque Malla. Y sólo puedo decir que ha sido uno de los mejores conciertos que he visto en mucho tiempo, que el repaso a temas de discos anteriores junto a la presentación de los temas nuevos fue magnífico, que me sorprendió -no se imaginan cuánto- que terminara la primera parte del concierto (justo antes de que empezara con los bises) con ‘Santo, Santo’ en todo lo alto y que todos aceptamos con los brazos abiertos la regresión que supuso que apareciera Luis y Coque y él se marcaran el ‘Guárdalo’ de Los Ronaldos.
Chapeau.
200 ENTRADAS
Pues sí, 200 entradas, y no se me ocurre mejor manera de celebrarlo que enseñándoles el primer paso de una aventura que pretende ir más allá y que está relacionada con la poesía llevada a cabo por algunos autores murcianos; entre ellos están Javier Moreno, Ángel Paniagua, Antonio Durá, Antonio Marín Albalate, Encarna Castejón, Sebastián Mondéjar, José Antonio Martínez Muñoz, José Daniel Espejo, José Óscar López, Diego Sánchez Aguilar, Ángel Manuel Gómez Espada, Antonio Aguilar o Manuel Pujante.
Todos los diseños son de Cristina Morano.
100 ENTRADAS
Sí, 100 entradas ya en el blog y pensaba de qué hablar cuando he decidido comentar algo que hasta ahora no había siquiera mencionado.
El pasado 22 de septiembre se celebraba el recital de despedida de una cafetería-librería que ha sido mítica en la historia cultural y social de la ciudad de Murcia.
Aquel recital en el que participamos, entre otros, José Daniel Espejo, Beatriz Miralles, Eugenio Sánchez Salinas, Isabelle García Molina, Joaquín Piqueras, José Antonio Martínez Muñoz, Vicente Cervera, Antonio Aguilar y un servidor, era un homenaje a la historia de esa cafetería-librería del centro de Murcia, una cafetería con nombre mítico: Itaca. Y aquel recital era un homenaje a su historia porque desde el 29 de septiembre no abre sus puertas; la política del equipo de gobierno que sufrimos, las leyes que han menoscabado la evolución de la hostelería en este país y una gestión que ha ido empeorando gravemente durante los últimos años, han hecho que acabara por cerrar definitivamente.
Itaca fue durante años un lugar en el que ocurrían cosas: uno podía encontrarse con un cuentacuentos en plena actuación, o con poemarios colgando del techo que formaban parte de un concurso (denominado, lógicamente, ‘Poetas colgados’), o tenía que correr los primeros días de mes para no quedarse sin su ejemplar gratuito de una revista de poesía que removió esta ciudad durante casi tres años. En Itaca algunos hemos estado con poetas como Carlos Vitale, Cristina Morano, Concha García, Rosa Lentini, León Molina, Ramon Dachs, Javier Moreno, Óscar Aguado o Siracusa Bravo Guerrero. Pero es que también hemos estado con músicos de la talla de Javier Krahe, Pedro Herrero, Quique González, Carlos Chaouen, Antonio de Pinto, Joaquín Calderón, Adolfo Langa, Menso, Rebeca Jiménez, Vicky Gastelo, Alejandro Martínez, Rafa Pons, Proyecto JASS, El niño de la hipoteca, El Kanka, Izal, Javier Álvarez, Aarön Sáez, Zahara, Fede Comín, Alberto Alcalá, Patricia Lázaro, Paco Cifuentes, Funambulista, Andrés Suárez, Chiqui Calderón, Moncho Otero, Fabián, Luis Quintana, Muerdo, Rafa Toro, Jesús Garriga, María Rozalén, Elena Bugedo…
Ahora sólo queda un espacio vacío incapaz de albergar lo que tuvo hace años.
RESUMEN DE ÚLTIMAS NOTICIAS
La verdad es que últimamente han ocurrido muchas cosas y no sabría por dónde empezar ni cómo organizarlas para enseñárselas, así que voy a hablar de ellas y espero que alguna les interese.
La huella sonora, la oficina de management de Juan Perro, ha tenido a bien invitarnos a ver a Juan Perro dos veces en apenas tres meses. La primera fue este verano en La mar de músicas, cuando actuó justo después de Vinicio Capossela y Juan Perro nos iba mostrando su espectáculo de La Zarabanda. Aquí tienen una crítica de aquel concierto, que a algunos nos pareció, sencillamente, una fiesta, un lugar donde comulgar pagana e intelectualmente, un lugar en el que Santiago Auserón fue mostrando retazos de sabiduría, de humor inteligente y de conocimiento teórico y práctico de eso que tan bien hace y que se llama MÚSICA.
Pero es que hace apenas unos días nos volvían a invitar a verlo con su espectáculo ‘Casa en el aire‘, donde junto a Joan Vinyals (el dimoni del barri de Gràcia) revisitan temas viejos, nuevos e inéditos con una frescura pasmosa. Recuerdo el comienzo del concierto como uno de los mejores que haya visto nunca; sin embargo, ciertos problemas de sonido hicieron que el concierto no llegara al sobresaliente. Aun así, el concierto fue de notable alto, con Juan Perro sorteando esos problemas y regalándonos un manojo de canciones difícilmente igualables, o el detalle de cantar ‘No más lágrimas‘ a capella. Altamente recomendable, se lo aseguro.
Y como banda sonora este ‘José Rasca‘ (no incluido en su maravilloso último disco ‘Río negro‘)
En las dos últimas semanas, además, hemos asistido a las lecturas de dos amigos que venían a mostrar sus versos. El primero fue Andrés García Cerdán, que vino hace un par de semanas a darle un repaso a su trayectoria poética. Andrés, que es uno de los organizadores del magnífico Festival de poesía Fractal, tuvo a bien hacernos subir a leer con él a Eugenio Sánchez Salinas, a Natxo Vidal Guardiola, a José Daniel Espejo, a Antonio Marín Albalate, a Cristina Morano, a Vicente Cervera, a Ángel Paniagua, a Antonio Aguilar y a un servidor. Y la noche fue una fiesta de versos y amigos. Y Andrés sigue siendo uno de los grandes, descúbranlo si aún no lo han hecho.
Y de propina, dos poemas de Andrés.
LOS BUENOS TIEMPOS
Como tú no lees, Pesca, no pongo a Bukowski,
y no pondré a Sade en este poema, ni a Dios:
diré sólo –para que me entiendas– lo que importa.
Lo único que importa es salir pronto y duchado,
sentir los ojos rotos en la parte más alta
del cuerpo, sentir vértigo de sábado inútil.
Importa el color de la camiseta que llevas,
importan tres o cuatro mil pesetas, las llaves
en el vaquero, un chivato lleno de maría.
Importa dirigirse, aún dormido, a la Iguana
y decir «buenas tardes«, decir «un café solo«,
decir «¿has visto como estoy vivo todavía?»
STARS
xxxxxxxxxxTenemos fe en el veneno. Sabemos dar nuestra vida entera todos los días.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxixxxxxxxxArthur Rimbaud.
Todos los días das tu vida entera.
La das como quien da
por ganado su tiempo
y no regresa ya nunca a la muerte.
Quien vive como si la vida fuera
el encuentro salvaje, el veneno
fértil de una luz nunca vista
aprende a respirar en el lenguaje
de cobre de la flor de la mañana
y en el lenguaje azul
de las alturas sobre las cabezas
y en el lenguaje puro y enigmático
de la tarde que cae –nadie sabe
desde dónde– sobre la noche.
Todos los días das tu vida entera
como quien le hace al cielo
una ofrenda de estrellas extinguidas,
un sacrificio innecesario,
un altar increíble de palabras.
Esta semana la empezábamos viendo la presentación en Murcia del primer libro de Vicente Velasco, un libro que lleva por título ‘Ningún lugar‘ y que fue merecedor este verano del XVI Certamen de Poesía Pepa Cantarero.
Y aquí tienen uno de los poemas del libro:
EL MERCADO
Esta mañana he ido al mercado, una calle cualquiera.
Me he detenido y observado el precio de la vida.
Leí atentamente todos los carteles
y las bocas profundas de los huérfanos.
Ellos no estaban allí. Sólo los carteles.
Se vendía el presente entre tantas cabezas
que hipotecaban su ineludible vacío.
Me miré las manos y me fui.
Miré mis manos invisibles de futuro.
Pero es que además nos regalaron una plaquette que surge de una idea del propio Vicente Velasco y que es un homenaje a Ángel Paniagua publicada por Huerga y Fierro y que lleva poemas de José Alcaraz, Natalia Carbajosa, Juan de Dios García, Antonio Gómez Ribelles (autor también de la portada), Antonio Marín Albalate, Joaquín Piqueras y Vicente Velasco. Dejo el primero de los poemas del libro, el magnífico poema que escribe José Alcaraz para este homenaje que lleva por título ‘Endecasílabamente nuestro‘.
A ÁNGEL PANIAGUA
No volverás a ser joven. Y qué,
si no has abandonado aún la escuela
de calor, los amores intrigados,
el deseo egoísta de gustar;
si tiemblas de emoción como una niña
al leer estos versos –y no puedes
engañarnos–. Agrego, entenderás,
la acostumbrada lista de atributos
en homenajes y semblanzas: ínclito
consejero, poeta de legados,
cazador de miradas, obsesivo
del orden cuando la realidad
no parece ajustarse a nuestra métrica…
Quisiera preguntarte si le falta
algo a este poema. Di que sí,
que faltan muchas cosas todavía,
y todo lo que quieras, menos tú.
CASA SUBTERRÁNEA
Poco después de que salieran a la calle nuestras primeras Galeras, aparecía en la ciudad de Murcia la revista ‘Casa subterránea‘, una revista de literatura subterránea para gente que mira al cielo (rezaba la portada de su primer número). Los artífices de aquella revista fueron Antonio Aguilar, José Óscar López y Diego Sánchez Aguilar, y por ella pasaron –además de ellos tres– poetas como Ángel Manuel Gómez Espada, Javier Moreno, David López Sandoval, José Daniel Espejo o Carlos Vázquez. Y aquí tienen algunos de los poemas que vieron la luz en aquella revista.
ÁNGEL MANUEL GÓMEZ ESPADA
VISITA INESPERADA
No vengas, Inspiración, esta mañana
golpeando a mi puerta. No quiero
verte derribando mis templos.
Debo terminar lo que estoy haciendo:
lavarme los dientes, poner café,
estudiar un rato mis oposiciones,
reordenar un poco las esquinas
de mi vida, llenas de mugre,
de recuerdos tiernos, pero inútiles.
No vengas a despertarme temprano,
no digas toma, escribe, aquí tienes
tu mejor poema. Si te acercas ahora
por mi cuarto, te echaré por la ventana.
Hoy no tengo cuerpo para la poesía.
Y, sin embargo, en este antepenúltimo verso
comienzo, inquieto, a escuchar tu risa.
Mira que llegas a ser puta, amiga mía.
JOSÉ DANIEL ESPEJO
LO QUE LLEGUÉ A CONTARLE AL IMBÉCIL DE MI PSIQUIATRA
Una vez oí una historia sobre alguien
que se quedaba encerrado en una habitación llena de tabaco
pero ninguna cerilla.
Resulta que a veces me siento así,
cuando estoy rodeado por todos lados de gente,
mucha gente, personas
que no me hablan.
Se supone
que el problema lo tengo yo, que no sé cómo,
cómo, joder, cómo hacer que me miren,
o que me llamen,
o que me quieran.
Pero puede que sea mejor así,
quedarme así,
porque es posible que si tuviera cerillas
les pegaría fuego a todos juntos
y me reiría al verlos brillar.
JERÓNIMO EL APÓSTATA
Me cago en la madre que parió a Jesucristo.
Soy el hijo de la Bestia porque ha elegido serlo
y escupo también, por qué no,
sobre el vientre de mi misma madre
y sobre el de las de todos vosotros, sobre el de la del mundo,
sobre el de toda la Creación. Sobre esta farsa.
Sobre la gran mentira a la que rendís oficio.
Arderé en esas llamas y Satán no vendrá a rescatarme
porque me quiere ya mismo y cuanto antes entre los suyos.
Me hallaré en el Infierno como en casa
pero volveré en unos siglos, en la hora final,
y los hijos de vuestros hijos serán poseídos
por mi verga, mi estandarte, mi bestialidad sin límites,
las de todos los míos. Porque el fin del mundo está cerca
qué pueden importarme que las teas se amontonen
en glorioso homenaje a mi destrucción.
No sólo mi mundo será inmolado en él.
Sabedlo bien. Mirad mi rostro. Contemplad en él
el vuestro reflejado. Contemplad a la Bestia.
AHMED BENJEDID
ESTADO VEGETATIVO
Fue aquí,
en este balcón
de lavabo de hospital
donde descubrimos
que las formas del tabaco
sirven, entre otras cosas,
para nublar por algún momento
nuestra desgracia.
ANTONIO AGUILAR
CALOR
Hierve la noche como un té de menta.
En las acacias del jardín
los jóvenes recorren con sus ojos
los restos de la tarde.
Pasan los coches como esquirlas encendidas:
quienes fuimos y quienes no seremos
se han encontrado ardiendo en las ciudades.
EL COLOQUIO DE LOS PERROS
Es un lujo tener amigos que desde hace años se dejan las pestañas delante de la pantalla del ordenador para llevar al mejor puerto posible una idea que cuando comenzaron todos tildaron de locura. Pues esa locura acaba de cumplir 30 números y hoy se presenta en la Asociación Artística y Cultural ‘La Azotea’ de la ciudad de Murcia.
Sí, El coloquio de los perros, la veterana revista digital celebra esta noche una fiesta-presentación de su número 30 y en el acto, presentado por sus dos directores, Ángel Manuel Gómez Espada y Juan de Dios García, y amenizado con la música del pinchadiscos Homo Conejo, se podrán escuchar las intervenciones de escritores murcianos cercanos a la revista: José Daniel Espejo, Antonio Aguilar, Cristina Morano, José Luis Martínez Valero, Miguel Á. Hernández Navarro, José Óscar López, Héctor Castilla, José Antonio Martínez Muñoz, Alejandro Hermosilla Sánchez o Vicente Cervera Salinas…
La entrada es libre, así que ¿se apuntan?
P.D. Uno ha tenido el lujo de que le pidieran poemas dos veces, y no sólo de que se los pidieran sino de que además se los publicaran: uno aquí y otro aquí.