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PACO CIFUENTES EN MURCIA
El miércoles que viene estará en Murcia, presentando su tercer disco, Paco Cifuentes. Y aprovechando la ocasión presentaré a quien no lo conozca su trabajo. Así que empiezo hoy con ‘Adicto‘, su primer disco tras la maqueta ‘Objetos perdidos‘.
‘Adicto‘ se publicó en 2006, fue grabado en Madrid y la producción corrió a cargo de Javier Monforte. La lista de colaboraciones del disco es, sencillamente, un lujo: Alejandro Martínez, Javi Ruibal, José Luis López, Fernando Lamadrid, Jesús Lavilla, José Mena, Joaquín Calderón, Zahara y Carlos Chaouen.
Con este disco es normal que Paco Cifuentes entrara por méritos propios en la primera fila de los cantautores de este país, ya que la colección de canciones que compone ‘Adicto‘ es una recorrido por lo más poético y lo más oscuro del ser humano, desde lo más obscenamente tangible a lo más etéreo. ‘Adicto‘ se abre con la canción que da título al disco y podría servir de autobiografía, de postal o de colección de deseos. Acto seguido, Paco busca un remanso de paz con ‘Lara‘, una canción de promesas y de treguas, para continuar con ‘Belle de jour‘ –otra de las joyas del disco– y el positivo y el negativo del ser humano resumido en «Boca de Rosa al despertar / Y cuando fumas Norma Jean». ‘Epicentro‘ se abre como la canción más prototípica de amor del disco y de ahí salta a ‘Vestida de domingo‘ –otra joya con la voz de Carlos Chaouen– y a cómo desdibujar coordenadas prototípicas para darse por entero al hecho de vivir. Justo después, aparece ‘Platos rotos‘ (la primera canción suya que escuché –además, en directo–) y el sexo se hace música: «para que nadie me quite el baile / de recrearme en tu boca». Después, y me parece una de las canciones mejor colocadas en el disco, aparece ‘Salvar esta canción‘, que me recuerda al momento de llegar al borde del precipicio. Y con ‘Through the light‘ se nos muestra una de las caras del fracaso y la envidia del triunfo ajeno. ‘Aduana‘, es un juego de espejos o de laberintos que desemboca en otra de las joyas del disco, ‘Tendido al sol‘. Y el disco se cierra con ‘Vigas de madera‘, un homenaje absoluto al Libertad8.
Y aquí tienen los dos videos que se hicieron del primer disco de Paco Cifuentes.
100 ENTRADAS
Sí, 100 entradas ya en el blog y pensaba de qué hablar cuando he decidido comentar algo que hasta ahora no había siquiera mencionado.
El pasado 22 de septiembre se celebraba el recital de despedida de una cafetería-librería que ha sido mítica en la historia cultural y social de la ciudad de Murcia.
Aquel recital en el que participamos, entre otros, José Daniel Espejo, Beatriz Miralles, Eugenio Sánchez Salinas, Isabelle García Molina, Joaquín Piqueras, José Antonio Martínez Muñoz, Vicente Cervera, Antonio Aguilar y un servidor, era un homenaje a la historia de esa cafetería-librería del centro de Murcia, una cafetería con nombre mítico: Itaca. Y aquel recital era un homenaje a su historia porque desde el 29 de septiembre no abre sus puertas; la política del equipo de gobierno que sufrimos, las leyes que han menoscabado la evolución de la hostelería en este país y una gestión que ha ido empeorando gravemente durante los últimos años, han hecho que acabara por cerrar definitivamente.
Itaca fue durante años un lugar en el que ocurrían cosas: uno podía encontrarse con un cuentacuentos en plena actuación, o con poemarios colgando del techo que formaban parte de un concurso (denominado, lógicamente, ‘Poetas colgados’), o tenía que correr los primeros días de mes para no quedarse sin su ejemplar gratuito de una revista de poesía que removió esta ciudad durante casi tres años. En Itaca algunos hemos estado con poetas como Carlos Vitale, Cristina Morano, Concha García, Rosa Lentini, León Molina, Ramon Dachs, Javier Moreno, Óscar Aguado o Siracusa Bravo Guerrero. Pero es que también hemos estado con músicos de la talla de Javier Krahe, Pedro Herrero, Quique González, Carlos Chaouen, Antonio de Pinto, Joaquín Calderón, Adolfo Langa, Menso, Rebeca Jiménez, Vicky Gastelo, Alejandro Martínez, Rafa Pons, Proyecto JASS, El niño de la hipoteca, El Kanka, Izal, Javier Álvarez, Aarön Sáez, Zahara, Fede Comín, Alberto Alcalá, Patricia Lázaro, Paco Cifuentes, Funambulista, Andrés Suárez, Chiqui Calderón, Moncho Otero, Fabián, Luis Quintana, Muerdo, Rafa Toro, Jesús Garriga, María Rozalén, Elena Bugedo…
Ahora sólo queda un espacio vacío incapaz de albergar lo que tuvo hace años.
LA VULGARIDAD Y EL DESPRECIO
Acaban de terminar las fiestas de primavera en esta ciudad y, claro, lo ha hecho con fuegos artificiales que he visto tras la ventana del salón mientras nuestros gatos temblaban. Mientras se formaban las palmeras y demás figuras pensaba que es vergonzoso ver cómo este puñado de políticos vulgares y digno del mayor de los desprecios se deja unos cuantos miles de euros en pólvora mientras recortan servicios básicos y cómo todos miran al cielo y se sienten contentos. Parece que no hemos salido del ‘Pan y circo’. Y no dejaba de sonar en mi cabeza una de las adaptaciones que Alejandro Martínez hizo en ‘…que te voy a enseñar un corazón infiel‘, un cd/dvd que lleva un maravilloso trabajo de investigación sobre la obra de Jaime Gil de Biedma y en el que Alejandro tuvo regalos como que en el dvd aparecieran poetas como Caballero Bonald o Luis García Montero. La canción que no dejaba de sonar en mi cabeza era ‘Años triunfales‘ y en la voz y el piano de Alejandro suena así:
Media España ocupaba España entera
con la vulgaridad, con el desprecio
total de que es capaz, frente al vencido,
un intratable pueblo de cabreros.
Barcelona y Madrid eran algo humillado.
Como una casa sucia, donde la gente es vieja,
la ciudad parecía más oscura
y los Metros olían a miseria.
Con la luz de atardecer, sobresaltada y triste,
se salía a las calles de un invierno
poblado de infelices gabardinas
a la deriva bajo el viento.
Y pasaban figuras mal vestidas
de mujeres, cruzando como sombras,
solitarias mujeres adiestradas
-viudas, hijas o esposas-
en los modos peores de ganar la vida
y suplir a sus hombres. Por la noche,
las más hermosas sonreían
a los más insolentes de los vencedores.