DOS POEMAS DE ‘LAS ALAS DE LAS POLILLAS’
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ANTROPOFAGIA V
Y así, para el alivio sintomático
de no haber vivido bastante
y curarme el miedo al bostezo
y la dulce niña bonita,
quise mezclarme con ellos. Con esos hombres
de ingenio y verbo ágil
y cabezas envidiables, más o menos,
y volubles de moral
que te dicen lo que ya sabes
xxxxxxxaunque no lo sabes todavía
y tú ríes, turbada por sus ocurrencias.
Sin humos ni farmacia,
sin tanto que lamentar al término de la obra.
Como la chica-poema de Simic
en su misteriosa fiesta: llegar y besarlos a todos.
Ahora que renazco y ellos envejecen
saludo despacio como las princesas
y prometo, desde mi torre de mármol,
que muy pronto tendré hambre
y me verán de vuelta a sus pies, postrada,
mordiéndoles con fuerza las rodillas.
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CULTURA GENERAL
Todos hablamos de Freud como decimos «sublime»
y «platónico» y «dantesco», «pantagruélico»
y nos creemos lo que cuentan sobre Dios
y el movimiento obrero.
Y pensamos que aquello lo dijo Marx
y es de Voltaire esa frase tan bonita sobre la libertad,
y no sabemos dónde acaba el camino de Kerouac
y empieza el de Gardel,
pero igual lo citamos, lo destrozamos,
apartamos a la masa de un empujón orteguiano.
Sonreímos.
Así se compone la cultura general,
de residuos: lo que no dijeron otros
o dijeron sin querer.
Por eso en verdad da lo mismo
si construimos sobre imprecisiones,
como castillos en el aire contaminado.
Y menos importa a quién se atribuyan
los méritos y las culpas;
si son verdad o mentira las mil interpretaciones
y vivencias de la misma historia.
La distancia entre quererse y la enorme carcajada
creo que se llama traducción libre.
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Sorokin, Amanda. Las alas de las polillas. Gijón; BajAmar editores, 2022.
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