AL BORDE
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TE llegan las palabras
sin que sepas de dónde.
Palabras que te duelen
hondamente
porque están revelando
lo que eres.
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NO digas siempre
¡no!,
porque ese
¡no!
se agranda
tanto
y tanto
que no podrás decir
el más sencillo sí,
que es el que importa.
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xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA Paloma Mayordomo
DICEN: —La canción, no.
Pero sigue cantando.
Dicen: —La canción, no.
Pero tú sólo sabes
cantar, cantar, cantar.
El silencio que oyes
es el que hace el mundo
al derrumbarse.
¡No dejes de cantar!
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LEER sólo los libros
con páginas en blanco,
donde no haya palabras
que pueden engañarte
ni versos que precisen
ser escritos.
Cuando pases las páginas,
qué libertad entonces:
el blanco te ilumina,
el vacío te llama,
el no esperar ya nada
te permite leer
lo que no ha sido escrito.
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xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxHomenaje a Luis de Góngora
SILENCIO es lo que oyes
entre una palabra
y otra y otra,
y cuando la canción
acaba de sonar.
Quédate aquí, canción,
y pon silencio
al fugitivo canto.
Las palabras son ruido,
un fugitivo canto
que se olvida.
El silencio.
El silencio queda en ti
para siempre,
vibrando.
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CANSADO de que el verso
ponga velos a aquello
que estaba ya tan claro,
contemplas la belleza
de un mundo que no ves,
pero te ve,
sin que el verso oscurezca
su propio resplandor.
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xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA Àlex Mitrani
CREÍAS que el silencio
te diría
lo que esperas oír,
pero el silencio es,
tan sólo,
una palabra más.
Las palabras están
para que te confundas
y el silencio,
para que te engañes.
No esperes más y escucha
el más leve rumor
que no sea palabras
ni silencio.
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LA tierra es tierra sólo
si la pisas.
El cielo es cielo cuando
te deslumbra.
El pan es pan cuando
lo estás comiendo.
Tú eres solamente
cuando tiemblas.
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xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxA Ricardo Virtanen
POCAS palabras.
Pocas.
Las palabras son duras
como piedras
y una sola puede
romper, de golpe, el mundo.
Pero hay una palabra,
una sola,
que puede levantarlo.
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ESTÁS al borde, al borde,
y no sabes de qué.
Te parece, de pronto,
verlo todo,
saber que tú eres nada,
acaso siendo todo.
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VIVIR, igual que el pájaro,
en el filo del canto.
Vivir igual que el pájaro,
que no sabe que vive,
pero canta.
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VIVIR, vivir igual
que si ya no vivieras,
ignorante de si has
de recobrar
todo aquello
que un día fuera tuyo.
vivir sin desear
ni morir ni vivir.
Tu vida no es aún
la vida verdadera.
Todavía no es
lo grande que ha de ser
tu soledad.
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Corredor-Matheos, José. Al borde. Barcelona; Ed. Tusquets, 2022.
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