EN LAS AGUAS TERMALES
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EN LAS AGUAS TERMALES
Las aguas termales afloran
entre bocanadas de vapor blanco y denso.
xxxxxxxxCuando se disipa
deja ver las piedras que rodean la fuente, caprichosas
formas erosionadas por el agua hirviente
xxxxxxque sólo se muestran un instante,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxy luego
como un grupo de seres extraños
xxxxxvuelven
a su territorio brumoso.
El agua desciende burbujeando hacia los baños,
se entibia en canales y pozas
donde ancianos adormecidos y tullidos
xxxxxxxxxxsueñan un nuevo vigor.
Aquí arriba, en la fuente,
yo vivo otro engaño: los vapores
me permiten entrever la silueta de una mujer,
no bíblica
xxxxxxsino de bien moldeado culo (ay nostalgia),
xxxxxxxxxxxxpero ya se desvanece
entre el humo y mi doliente memoria.
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Watanabe, José. La piedra alada. Valencia; Ed. Pre-textos, 2005.
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