TRES POEMAS DE ‘LA BELLEZA DEL MARIDO’ DE ANNE CARSON
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VI. LIMPIARTE LAS PEZUÑAS ES AQUÍ UNA DANZA EN HONOR DE LA UVA QUE A LO LARGO DE LA HISTORIA HA SIDO UN SÍMBOLO DE JOLGORIO Y ALEGRÍA POR NO DECIR UNA ANALOGÍA DE LA NOVIA COMO FLOR SIN CORTAR
El olor
nunca lo olvidaré.
Afuera detrás del viñedo.
Un espacio de piedra quizá un cobertizo o una casa de nieve en desuso.
Octubre, un poco de frío. Heno en el suelo. Habíamos ido a la granja de su abuelo para ayudar
a prensar
las uvas para el vino.
Nadie puede imaginar la sensación si no lo ha hecho nunca:
duras ampollas de húmedo satén rojo explotan bajo los pies,
entre los dedos y arriba en las piernas los brazos la cara reventando por todo…
Se te mete en la ropa dijo él mientras nos afanábamos
en la tinaja.
Cuando te la quites
estarás empapada de jugo.
Me miró cuando dijo vamos a comprobarlo.
Desnuda en el espacio de piedra era verdad, manchas pegajosas, piel, me tumbé en el heno
y él lamía.
Lo lamió todo.
Salió corriendo y cogió más posos con las manos y me los untó
en las rodillas en el cuello en la barriga lamiendo. Buceando.
La lengua es el olor de octubre para mí. Lo recuerdo como si
nadara en un río rápido, pues no dejaba de moverme y era difícil moverse
mientras que todo a mi alrededor
también se movía, ese olor
a tierra removida y plantas frías y la noche acechante y
la vieja tinaja humeando levemente en el crepúsculo ahí fuera,
jugo puro en él.
Estambres en él
y como dijo Kafka al final
la natación no me ha servido de nada sabes al fin y al cabo no sé nadar.
Bueno ocurre que más del 90% de toda la uva cultivada es una variedad de
Vitis vinifera
la uva europea o del viejo mundo,
mientras que las uvas americanas autóctonas derivan
de ciertas especies salvajes de Vitis y se distinguen por su olor «sexy»
además de por el hecho de que su piel se escurre licuada de la pulpa.
La uva de vino ideal
es aquella que se prensa con facilidad.
Esas son las cosas que aprendí del abuelo
cuando nos sentábamos en la cocina tarde en la noche pelando castañas.
Y que bajo ninguna circunstancia debía casarme con su nieto
a quien él llamaba tragikos una palabra rural que significa tanto trágico como cabra.
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VIII. ERA TAN SOLO LA COLADA NOCTURNA RESTALLANDO SUS VOCALES EN EL TENDAL CUANDO MADRE DIJO QUÉ ES ESE RUIDO
Los poetas (sed generosos) prefieren disimular la verdad bajo estratos de ironía
porque esa es la apariencia de la verdad: en capas y elusiva.
¿Era él poeta? Sí y no.
Sus cartas, convengamos, eran altamente poéticas. Caían en mi vida
como polen y la tintaban. Las escondía de mi madre
pero ella siempre se enteraba.
xxAmante, misericordiosa
xxescribes pero
xxno vienes a mí. Esta no la leyó mi madre.
xxLos rabinos comparan la Torá con el angosto sexo de la gacela
xxpara cuyo marido cada vez
xxes como la primera. Esta no la leyó mi madre.
xxEste es un ejemplo en que él tiene que excitarla a ella.
xxEste es un ejemplo donde él no tiene que excitarla a ella.
xxNo hay ninguna dificultad (véase la ilustración). Esta por desgracia la leyó mi madre.
Si es verdad que estamos asistiendo a la agonía del raciocinio sexual en nuestra época
entonces este hombre era una de «esas máquinas originales»
que lleva los mecanismos libidinosos a una nueva transparencia.
Mi madre se enfrentó a él como la producción a la seducción.
Cuando me negué a cambiarme de instituto miró a mi padre.
Al cabo de un año nos mudamos a otra ciudad
y por supuesto la distancia no hizo nada, él daba lo mejor de sí en sus cartas.
Un hábito temprano el secretismo, «chantaje de lo profundo» una ley molecular.
Examinémoslo.
La represión dice más sobre el sexo que cualquier otra forma de discurso
o al menos eso dicen los modernos expertos. ¿Cómo consigue alguien
tener poder sobre otro? es una cuestión algebraica
solías decir. «El deseo duplicado es amor y el amor duplicado es locura.»
La locura duplicada es matrimonio
añadí
cuando el sarcasmo se enfrió, sin intención de establecer
una regla de oro.
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IX. PERO QUÉ PALABRA ERA
Una palabra que de repente
apareció en todas las paredes de mi vida inscrita simpliciter sin explicación.
Cuál es el poder de lo inexplicado.
Ahí estaba él un día (nueva ciudad) en un campo de heno frente a mi instituto de pie
bajo un paraguas negro
y un viento molesto y brusco.
Nunca pregunté
cómo había llegado allí una distancia de quizá 300 millas.
Preguntar
infringiría alguna regla.
¿Has leído el «Himno homérico a Deméter»?
Recuerda cómo Hades sale cabalgando de la luz diurna
a lomos de sus caballos inmortales envuelto en caos.
Se lleva a la chica abajo a una fría estancia subterránea
mientras su madre pulula por el mundo y ataca a todo ser vivo.
Homero lo presenta
como la historia de un delito contra la madre.
Pues el delito de una hija es aceptar las leyes de Hades
que ella sabe que nunca podrá explicar
y por ello tan campante le dice
a Deméter:
«Madre esta es la verdad de la historia.
A hurtadillas me puso
en la mano una semilla de granada dulce como la miel.
luego a la fuerza y contra mi voluntad me obligó a comer.
Te digo la verdad aunque me duela».
¿La obligó a comer cómo? Conozco a un hombre
que establecía reglas
contra la exhibición del dolor,
contra preguntar por qué, contra querer saber cuándo le volvería a ver.
De mi madre
emanaba una fragancia, un miedo.
Y de mí
(lo supe por su cara en la mesa)
olor de semilla dulce.
¿Las rosas en tu habitación te las envió esas?
Sí.
¿Con motivo de qué?
No hay motivo.
Qué pasa con el color.
Color.
Diez blancas una roja qué significa eso.
Imagino que se les acabaron las blancas.
La meta de cualquier madre es abolir la seducción.
La reemplazará con lo que es real: productos.
La victoria de Deméter
contra Hades
no consiste en el regreso de su hija desde ahí abajo
sino en el mundo en flor:
calabazas tentaciones corderos retama sexo leche dinero.
Todo eso mata la muerte.
Todavía tengo esa rosa roja polvo seco ya.
No quería decir himen como ella imaginaba.
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Carson, Anne. La belleza del marido (Trad. Andreu Jaume). Barcelona; Ed. Lumen, 2020.
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