LOS ANIMALES BUSCAN SITIOS DIFÍCILES PARA MORIR
xxxxxI
Soy la tercera generación de hombres que vie-
nen de la tierra y de la sangre. De las manos de
mi abuelo atando los cuatro estómagos de un
rumiante. De los pies de mi bisabuelo hundién-
dose en la espalda de una mula para llegar a la
aceituna. De la voz y la cabeza de mi padre re-
pitiendo yo con tu edad yo y tu abuelo yo y los hombres
xxxxxIII
Quiero seguir el camino que hace un animal al
morir. Tocar el trayecto difícil de la agonía en
sus párpados. Pies en el lomo, voz en uno de los
estómagos. Ellos me hablan como a un hombre.
Ellos esperan de mí lo que esperan de un hom-
bre.
Pero yo sangro. Animal o mujer: hecha de sueño
y lágrimas.
xxxixixxxUN CUCHILLO CORTA
xixTODO LO QUE YO QUIERO HACER
TODO LO QUE YO PRETENDO ESCRIBIR
¿podré caminar como es debido con el cuerpo
xxrecién hecho?
¿y recién cortado?
x
Ya tengo abiertas las rodillas
no quieren infancia
MADRE CON QUÉ LIMPIO estas manchas de
xxnacimiento
si tengo un rostro en las manos
bordado
padre no me enseñó a huir
solo a quedarme quieta y a no hacer ruido
—empuñando un rifle
apreciarás silencio y camuflaje—
pero mi defecto siempre es el mismo
mecer al animal entre la carne y el sueño
todo lo que estábamos
dispuestos a destrozar
para qué
dices ahora,
todo
para qué.
Sánchez, María. Cuaderno de campo. Córdoba; Ed. La Bella Varsovia, 2017.