UN POEMA DE MARÍA LÓPEZ POUSA
YUKI-ONNA
Todo lo que me gusta
está un poco roto.
En la facultad de Enfermería hay un cerezo
perfecto en el que marcar la curva exterior del mundo
con una espada.
Estoy contando las cabezas que cruzan la calle con los dedos
xxxxxde ambas manos,
me hago las mismas preguntas con los ojos cerrados y
xxxxxaún hoy
no sé para qué me respondo.
Abrí los ojos y el mundo alrededor era puro hielo,
tenía margen de tiempo suficiente para dibujar los nombres
en el cristal de la ventana, al menos cuando
aún pensaba que las cosas que hacía
iban a servir para algo.
Hay un juego muy pequeño entre el coraje y la nieve,
el margen de abrir los ojos en medio de la noche y no poder
xxxxxrespirar,
todas las puertas abiertas y nadie
en ningún sitio.
Hay un juego muy pequeño entre el coraje y la nieve.
La piel de mis manos tiene color violeta, un lado más suave.
xxxxxNunca esperé nada del invierno,
pero pasaba las noches fuera,
seguía a la gente de un lado a otro, nunca
pude parar de caminar. Nunca llegaba
a ningún sitio.