AQUELLA NOCHE
AQUELLA NOCHE
La noche en que nos conocimos
yo empecé a perder
La cerilla explotó
y me quemó los dedos
manché mi blusa con el vino
Olvidé por completo el nombre
del mes y del día.
xxxxTanta turbación
sólo podía ser la prueba
de un deseo muy grande
tan grande
que ni tú misma
podías satisfacer.
HUMILDAD
Nunca he pretendido que una sola idea
explicara la diversidad del mundo
ni un Dios
fuera más cierto que numerosos dioses
Nunca he pretendido que la psicología
excluyera a la biología,
ni que tener un sexo
excluyera al otro.
Nunca he pretendido que una sola persona
colmara todos mis deseos
ni satisfacer todos los deseos
de una sola persona.
Nunca he pretendido vidas anteriores
ni vidas futuras:
no creo haber sido
nada más que lo que soy
y eso, a veces,
con grandes dificultades.
DÍA GRIS
Deja que el gris
difumine los contornos
y con tinieblas
envuelva todas las cosas:
en los vapores de humedad
flotan los rostros
las casas
los recibos de la luz
y, de vez en cuando,
se deslizan —sin ser vistos—
los fantasmas
de las cosas que deseamos
sin osar decir su nombre.
ADICCIÓN
No, no ingiero drogas.
Desde pequeña
sé intoxicarme sola.
UNA HISTORIA DE REVOLUCIONES
De joven quería cambiar
el mundo. Se hizo guerrillera,
pero comprendió que para cambiar el mundo
había que cambiar a los hombres.
Consiguió sobrevivir
y se hizo feminista,
pero comprendió que para ser feminista
era necesario cambiar a las mujeres.
Entonces, abrazó una religión.
Pero religiones había muchas,
de modo que pronto se cansó.
xxxxAhora, se limita a cambiar
el canal de la televisión.
BIOGRAFÍA
Recuerdo que de mí los adultos
dijeron que tenía inclinaciones literarias,
como se dice de alguien
que tiene inclinaciones malsanas,
inclinación a la delincuencia
o a la drogadicción.
No se equivocaron.
ÁLBUM DE FOTOS
Del álbum
habías eliminado
cuidadosamente
las fotografías
de tus antiguos amantes
De ellos
sólo quedaba el vacío
Pensé en esas tijeras
y supe
cuál era mi futuro.
POETAS
Los poetas no somos fiables para nadie.
No somos fiables para los editores,
que prefieren editar novelas,
no somos fiables para los bancos,
porque no tenemos ingresos fijos,
no somos fiables para los diarios,
que prefieren publicar guerras y atracos,
no somos fiables para los caseros,
porque nos atrasamos en el alquiler.
No somos fiable
ni para los lectores:
les gusta gastar el dinero
a renglón corrido,
no a renglón partido.
HUMILDAD II
Un niño de seis años
observa atentamente
los cinco mil libros
de mi biblioteca
y me pregunta,
muy interesado,
si yo los he escrito todos.
Le contesto sinceramente que no,
sólo una ínfima parte.
Entonces, pierde todo interés
y se va a jugar con el ordenador.
Tiene razón:
¿cómo podría sentirme orgullosa
de tan poca cosa?
REENCARNACIONES
Una joven filósofa quiere convencerme
de la teoría de la reencarnación. Ella
misma cree haber sido —en otros tiempos—
un oficial del ejército de Napoleón
y una pitonisa, en la Atenas clásica.
Cuando muera, está segura de que volverá
a reencarnarse, porque todavía su ciclo
no ha terminado. Calcula que le quedan
dos o tres vidas por delante.
Jamás me convencerá. No me gusta tanto la vida
como para creer que he tenido algunas anteriores,
y especialmente, no me gusta tanto la vida como
para creer que tendré otra futura.
«Con ésta, me ha bastado», le digo.
Peri Rossi, Cristina. Poesía reunida. Barcelona; Ed. Lumen, 2005