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08011

08011

 

 

MANUEL SILVA ACEVEDO

SI ME DIERAN a optar
sería lobo
Pero qué puedo hacer si esta pobre pelleja
no relumbra como la noche negra
y estos magros colmillos no muerden ni desgarran

Si me dieran a optar
sabría acometer como acometo ahora
esta mísera alfalfa, famélica, ovejuna

Si me dieran a optar
los bosques silenciosos serían mi guarida
y mi aullido ominoso haría temblar a los rebaños
Pero qué hacer con mis albos vellones
Cómo transfigurar mi condición ovina.

 

 

¡A LA LOBA!
Gritaron los hombres ya bebidos
La bestia alzó las orejas
y corrió a refugiarse entre mis patas
Me miró a los ojos
y no había fiereza en su semblante
¡A la loba!
Volvió a escucharse el grito ya cercano
Ella agitó la cola
dio un lengüetazo en el agua
y vi sus ojos negros
recortados contra el azul del cielo
Después huyó hacia el monte
entonces yo, la oveja libre de sospecha,
me vi sola ante los hombres
y sus negras bocas de escopeta

 

 

PASA EL REBAÑO en fila funeraria
y atraviesa el pueblo con su fuente
Pasa el rebaño y pasa en seguimiento
de la oveja mayor, la más borrega
Pasa el rebaño en procesión sombría
y tras la huella los lobos cancerberos
van dejando un reguero de saliva
un rastro de sangre y poluciones
Pasa el rebaño y pasa por el puente
Pasan los vagabundos y los trenes
Pasa la loba amarga con sus tetas
Pasa el rebaño y pasa lentamente
Pasa la loba vieja, la más vieja
Pasa la oveja negra a guarecerse
Pasa la noche eterna, nunca aclara
Pasa el rebaño y bala hasta perderse.

 

 

SE DECLARÓ LA PESTE en mi familia
Vi a mis torpes madrastras
gimiendo con la lengua reseca
Murieron resignadas
arrimadas unas contra otras
Yo resistí la plaga
Ayuné, no bebí agua
Rechacé los cuidados
Y una noche a matarme
Vinieron los pastores armados de palos
A matar a la loba
en medio del rebaño diezmado.

 

 

 

 

GUADALUPE GRANDE

PÓRTICO

¿Será hacia esta luz?, «vivir es ver volver», entonces el regreso,
regresar para vivir,
retornar con la pupila de otros días a la mirada de hoy,

como regresan las plantas a sus hojas, como retorna la raíz a la luz, como llega el fruto a la semilla y a su íntima voluntad.

Todos se han ido y sólo queda regresar.

No es el baile de la memoria, no son los pasos
del recuerdo, no es la sombra de lo que ya no está,

es la luz en la que sólo acontece el regreso.

Te veo volver, te escucho en la luz azul del pentagrama.

Sabes que todos se han ido y la mano pequeña se quedó en la grieta del muro cuando guardaba la caja de las últimas cosas, la crisálida de la libélula, la cicatriz de la nieve, la carta que no enviaste, la llave de niebla, la colección de sellos para las amantes del padre, el hilo que guardaba tu madre para el laberinto, las uñas de los gatos muertos, el disco que siempre suena, mateo, mateo, por qué no me supiste esperar, la fotografía de la silla donde te sientas a mirar el mundo, un helecho de cristal, la espiga de oro, y e pico del mirlo y la sombra invisible de la alondra (pétalos secos para el amor, nido de levadura): palabras, tan sólo palabras,
un cuaderno para cada palabra,

y la luz azul de la memoria, «je reviens, je reviens»

y el ángel que te esperaba cada mañana en el autobús del colegio y que sólo ahora puedes ver.

Todos se han ido y sólo queda regresar,
memoria y sombra de la piel, regreso mudo de luz y hierbaroma que atraviesa la infancia y su cicatriz.

Queda en la grieta del muro el pequeño ataúd para tu ano, las últimas cosas en un calidoscopio incesante que gira despacio en la penumbra de los días, humo y sombra en su laberinto de espejos pequeños insectos, últimos gestos de la vida allí fragmentos de rastros, cuadernos para la caligrafía del tiempo.

 

 

LLEGA EL VIENTO  con las venas atadas a la memoria,

parte el barco de no saber y no hay sirenas sino el remoto afilador
en la esfera de la brújula.

Llega el viento con las hojas tendidas sobre la lluvia,

llegan los días del viento,
los aperos de la caligrafía, la suma de los arpones, la redención de Jonás en el bosque de álamos yertos que pudo plantar Akhab,
pero no fue así,
fue sólo el viento, el aire despierto anclado a la orilla de la niñez.

 

 

LLEGA EL ERIZO con una lágrima en cada espina,
viene a verte,
viene del bosque y su cartografía de raíces, de su oculta conversación y su murmullo mineral.
Abre el libro de lectura y marca el sendero con sus minúsculas garras, no lo olvides, no lo has de olvidar:
una lágrima en cada espina, espina de viento, espina de tiempo, espina de sal.

Miras el erizo con una gota de mar en cada espina,
y lo recuerdas bajo el agua y ves la cautela de tu pie,
y observas su oscuridad móvil afilada y quebradiza.
Miras el erizo con una lágrima de ausencia en el hueco de cada espina,
queda el engarce de su alma que ha venido a verte,
su alma violeta como un crepúsculo, su memoria como el firmamento.

Te asomas desde su boca hacia la luz y piensas que la noche ha de ser así,
esa constelación de lágrimas que fueron espinas, de espinas que fueron tiempo, de luz que calcina la herida
y deja esta pequeña joya sobre tu mano infantil.

 

 

 

 

EDUARDO MOGA

SOLILOQUIO PARA DOS  (fragmento)

Dime, alma, qué cincel has empleado
para que yo sea tu forma,
qué sombra subyace en mi sombra,
o qué memoria soy, qué invertebrada
conciencia.
xxxxxxxxxx¿Has moldeado el aire?
¿Asientes a mis volúmenes, a mis ojos?
Acaso sea hijo de tu luz,
y acaso ese resplandor aterido
me rescate de lo inconcebible
y me alimente de lo mortal:
tu fiebre me unce al ser.
¿Qué extraña potencia, alma,
constituyen mis manos?
¿Son las tuyas?
¿Tienes tú manos?
xxxxxxxxxxxxxxxx¿Ven?
Dime, oh, alma, si es tuyo este silencio
o si son los engranajes de mi cuerpo;
dime si dictas tú mi sangre
o es mi sangre la que te articula;
dime si eres mortal
o sólo sucumbes al azar.
¿Existes, alma?
xxxxxxxxxxxxxx¿Existo yo,
o soy un arañazo de la nada?
Te hablo, y no sé a quién.
¿Por qué es tu transparencia
mi opacidad?
xxxxxxxxxxxx¿Por qué desconozco tu idioma,
si en mí converge cuanto hay,
y me iluminan soles dispares,
y recae en mi piel el peso de lo que se aleja?
¿Por qué no te veo, alma,
si advierto las hondonadas celestes,
los remolinos de la fragilidad?
Me oigo anochecer, y morir,
y construirme;
te niego, alma: niego tu azul
y tus guadañas;
xxxxxxxxxxxxxxniego tus células,
en las que cunde lo incomprensible.
Y oigo tu levedad,
que me atenaza; y aquilato
tu soplo homicida,
el fluir de tu ausencia
por mis capilares
y mi ropa.
xxxxxxxxxx¿Eres, alma?
¿Determinas mi latitud y mi penumbra?
¿Coses mis latidos?
¿Me acunas?
xxxxxxxxxxx¿Por qué no recalas
en mis signos, y fotografías mis miedos,
y me ratificas en tu hoguera sin causa,
ajena al tacto, despojada de tildes,
pero que siento en el fondo de mi nombre,
derramada,
derramándose?
xxxxxxxxxxxxx¿Por qué no lloras?
¿Qué mar es el tuyo, alma?
¿Te poseo
xxxxxxxxxo soy yo tu objeto?
¿Qué abstracciones, pájaros,
estragos
son tu carne,
o la mía?
xxxxxxxxDescreo de ti, alma,
porque tengo frío: porque soy.
No estás: no desmientes los espejos,
ni hurgas en las heces del día,
ni te incumbe el horror del mundo;
no resides en lo sido,
ni te sientas a esta mesa en la que escribo
palabras que se esconden en la página,
palabras que son sólo la oscuridad
de ser yo.
xxxxxxxxxNo me habitas, alma,
aunque me construyas.
No te siento,
xxxxxxxxxxxpero estás en mí.
Pesas como el viento, me ahogas
como si me respiraras,
me rocías de tiempo.
¿Vives, alma, en lo que veo?
¿Eres los ojos con que veo,
los ojos con que no comprendo?
¿O te refugias en el pensamiento
y despliegas en sus sinuosidades
tu sonrisa desoxirribonucleica?
¿Eres una red de aminoácidos, alma,
un alboroto de átomos?
¿Eres maleza molecular, rizoma eléctrico
que trepa hasta la cúspide de la idea
y otorga su espesor a los músculos,
su luz a los fonemas?
¿O posees muros,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxfiebre,
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxanatomía,
y obedeces, no al mandato de la química,
sino a la persuasión del mito
y al ascua de la voluntad?
Susurras.
xxxxxxxxxSusurras orquedades,
limos que se desprenden de sus hilachas y de sus córneas,
y se transforman en acto,
y condescienden a la soledad.
Pero digo mi nombre, alma,
y me pregunto quién,
qué,
de dónde,
y distingo humo,
xxxxxxxxxxxxxxxxel humo que emana de mí
y en cuyas volutas se imprime un rostro
desconocido,
el humo que es mi colon y mi tristeza,
el humo que procede como la hoz
y rebana la roca
y la rosa,
el yo
xxxxxy su no ser.
¿Es ése también, alma, tu nombre?

 

 

 

 

CHUS PATO

(de ‘m-Talá‘)
POEMA 1

cheguei a un lugar onde a dor impide o pensamento, o cerebro funciona como un fábrica de imaxes -ser máis precisa, un mar de corazóns. Moi ben, polo de agora agrándanse, metamorfoséanse en superficies planas, enchen ese mar, ata o horizonte. Poden suxerir grandes follas de plantas tropicais, carnívoras, logo illas-extensión, de San Brandán, floridas, toda esa área rameada sobre do mar
-búscame na dirección das Indias
enormes, inflados globos escarlatas, aboiando no naufraxio (máis tarde pin-ups, os aventais invadeesas augas, ata a liña do confín)

xxxxxxser fiel
xxxxxxnon escribir nunca esas palabras

xxxxxxídolos do corazón

corenta anos mirando para o muro, con cristais, mesmo a grande escala no aeroporto de 
Cartago
para que o aire se esgace
e se coroe

 

 

 

POEMA 1

llegué a un lugar donde el dolor impide el pensamiento, el cerebro funciona como una fábrica de imágenes -ser más precisa, un mar de corazones. Muy bien, por ahora se agrandan, se metamorfosean en superficies planas, llenan ese mar, hasta el horizonte. Pueden sugerir grandes hojas de plantas tropicales, carnívoras, después islas-extensión, de San Brandán, floridas, toda esa área en ramos sobre el mar
-búscame en la dirección de las Indias
enormes, inflados globos escarlata, flotando en el naufragio (más tarde pin-ups, los delantales invaden esas aguas, hasta la línea del confín)

xxxxxxser fiel
xxxxxxno escribir nunca esas palabras

xxxxxxídolos del corazón

cuarenta años mirando el muro, con cristales, incluso a gran escala en el aeropuerto de
Cartago
para que el aire se rompa
y se corone

 

 

 

 

(de ‘Charenton‘)
POEMA 1

para que esta beleza sexa tes que imaxinar un muro [(-¿é grande este muro?) (-extensdo)] de ladrillo con contrafortes que reforzan o ritmo; enfronre unha orla de verdura enmarca un portal destruído polo tempo. Unha poeta maior realiza esta travesía todas as mañás, as súas emocións son bastante / como o edificio que pecha o portón, desmanteladas polo abandono. As dúbidas para ela teñen a textura das engrobas e a respiración tenue dun boca a boca -esto ao respecto do esforzo máis ou menos ¿poético?- non sabe se debe ou non seguir arrastrando este código polos estreitos e serpentinos pasos das montaña ou se debe ou non perseverar cos exercicios extenuantes de salvamento e naufraxio, se debe ou non abandonar o que foi teima e xustificación de vida.

agora coloca diante de ti un verdor moi suave (carriza) que medra ao redor das tapas dos sumidoiros ou xeométrico cuadrangular nas beiras das lousas (é unha beirarrúa, non rfai falta dicilo). Nisto repara esta poeta tan devastada como unha arquitectura (ningún acanto, capitel, fuste, dórico) posiblemente o inmoble -nº 15 da rúa B, nunha vila moi estraña, nun país remoto- foi interrompido por unha desaparición, por falta de ánimo, de proxectos… pola corrosión dos anos. Logo un primeiro campo de xeada.

 

 

 

POEMA 1

para que esta belleza sea has de imaginar un muro [(-¿es grande este muro?) (-extenso)] de ladrillo con contrafuertes que refuerzan el ritmo; enfrente una orla de verdura enmarca un portal destruido por el tiempo. Una poeta mayor realiza esta travesía todas las mañanas, sus emociones son bastante / como el edificio que cierra el portón, desmanteladas por el abandono. Las dudas para ella tienen la textura de un desfiladero y la respiración tenue del boca a boca -esto al respecto del esfuerzo más o menos ¿poético?- no sabe si debe o no seguir arrastrando este código por los estrechos y serpentinos pasos de la montaña o si debe o no perseverar en los ejercicios extenuantes de salvamento y naufragio, si debe o no abandonar lo que ha sido empeño y justificación de vida.

ahora coloca delante de ti un verdor muy suave (musgo) que crece alrededor de las tapas de las alcantarillas o geométrico cuadrangular en el borde de las losetas (es una acera, no hace falta decirlo). En esto repara esta poeta tan devastada como una arquitectura (ningún acanto, capitel, fuste, dórico) posiblemente el inmueble -nº 15 de la calle B, en una villa muy extraña, en un país remoto- fue interrumpido por una desaparición, por falta de ánimo, de proyecto… por la corrosión del tiempo. Luego un primer campo de helada.

 

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