POR DÓNDE VAGARÉ
INÚTIL
Querido escupitajo, la semana se está dando la vuelta
con el mundo. Fuera todo es un griterío airado.
Como una virgen de Santa Úrsula me siento
al lanzar una última mirada a la pendiente de roca y árbol,
y abalanzarse rumbo a lo que debe de ser lo inefable
si es que significa algo para sí mismo.
Mañana estará aquí el juez de gemas,
luego habrá cada vez más pioneros,
tapando la ensenada hasta donde llega la vista
clavada en azules comienzos. Tienen su sitio
entre las poblaciones, pero en principio no
son ellos más que nosotros, aquí plantados para inspeccionarlos
y reculando con los sorbos de la marea.
Sabíamos que los cables del puente de pilares eran provisionales,
el remedo de alcohol un escurrirse en el ojo de Dios
que contemplamos a una inquisitiva aunque necesaria
distancia. En el verano había sombreros de paja y regaliz,
por los que, desvaídos, les toma uno el gusto a otras novedades
y menudencias. Nunca es tarde para el sigilo,
el luto mismo, o los demás fantasmas irregulares.
Ashbery, John. Por dónde vagaré. Barcelona; Editorial Lumen, 2006.